Partida Rol por web

Requiem en Nueva Orleans

El gallo negro del edificio Judy

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07/03/2016, 01:27
Baron Samedi

Eran las 10 de la noche cuando decidiste que tocaba abandonar la soledad de tu hogareño sótano para hacer la ronda por el edificio Judy. A esas horas había menos gente por los pasillos, pero tampoco era tan tarde como para que pudieses resultar una molestia para el sueño de los vecinos. No había semana que no tuvieses que cambiar al menos una de las bombillas de los rellanos, pero preferías darte una vuelta antes que esperar a que alguno de los inquilinos te avisase, a buenas o malas, de la falta de luz en alguno de los pisos.

Mientras subías las escaleras no podías evitar fijarte, como cada día, en las diferentes grietas y pintadas que cubrían las paredes y techos de las zonas comunes del bloque de apartamentos, casi señalizando los lugares y marcando puntos de referencia. El segundo piso lo tenías en tu mente como “la selva” porque la pared entre el apartamento 2º B y el 2º C contaba con al menos 15 hojas de marihuana pintadas de diferentes colores. El techo del 4º piso era “el Mississippi” porque las diferentes grietas se abrían paso por la pintura del techo pareciendo los ríos y afluentes del gran río americano en un mapa geográfico del sur de los Estados Unidos.

No te cruzaste con nadie hasta llegar al piso superior, que estaba vacío salvo por el Sr. Woodgate, un solitario y esquivo hombre afroamericano no demasiado conocido por el resto de los vecinos, que lo tenían como a un tipo gruñón y antipático. En cuanto subiste el último escalón, el cerrojo de la puerta del apartamento 5º A se desbloqueó y la puerta se abrió con un chirrido de bisagra oxidada. Los oscuros ojos de Malcolm Woodgate te miraban a través de la pequeña abertura que ahora otorgaba su puerta. Cuando se cercioro de que eras tú, abrió con más confianza.

Chico… Ho… Honsu? Jonsu? – Tuerce el gesto al ver que no sabe pronunciar bien tu nombre. Puedes ver que se avergüenza ligeramente – Se me ha roto la nevera, tu sabes de estas cosas, arreglando las lavadoras y eso… puedes echarle un ojo, muchacho?

Malcolm se hace a un lado, una invitación de que entres a su casa.

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07/03/2016, 18:43
Jonsu

♫ Chris Isaak - Black Flowers ♪

 

Niños acostados en camas

 

Jonsu se despertó en su sofá con la boca pastosa y los ojos escocidos. Como si, en vez de despertarse de un sueño reparador, volviera a casa después de una gran juerga. Al moverse, un libro que reposaba en su pecho cayó al suelo. Se había dormido con la luz encendida y a mitad de un párrafo, para variar.

Se marchó a la cocina, rascándose el trasero por encima del bóxer e ignorando el tomo. Hay en este mundo personas sin afecto por los libros, incluso barbaros dispuestos a quemarlos en base al fanatismo o la prohibición. Jonsu amaba la lectura, pero no adoraba los libros. Si decidía que un ejemplar no era digno de ser releído, se deshacía de él, incluso si había tratado de un regalo. En el otro extremo, si un libro le gustaba, no tenia reparo en subrayarlo, tachar partes o sacar comentarios a bolígrafo en los márgenes. No le dolía que se le doblara el cartón de unas tapas duras, ni lloraba si un ejemplar se desencuadernaba de tanto releerlo y tenía que restaurarlo con una perforación y una encuadernación de anillas. Las manchas de café o las páginas dobladas no le quitaban el sueño. La información era eterna, o más bien atemporal, pero su contenedor (el libro o el cerebro) no. Así era la vida, su cerebro seria comida para gusanos y los libros se volverían polvo.

 

Pequeñas flores negras crecen, en el cielo. En el cielo.

 

Abrió el grifo de la fregadera y bebió empleando sus manos como cuenco. No le gustaba fregar los vasos (ni nada). Esos pequeños detalles primitivos le nacían solos: Comía el arroz con la mano, chupándose los dedos sin recato al terminar, o caminaba siempre medio desnudo por la casa, descalzo con los pies negros.

 

Se despejó arrojándose agua a la cara, sin importarle estar en la fregadera de la cocina en vez de en el lavabo del baño ni de salpicar el suelo un poco. Aquello le devolvió un poco a la vida, al aquí y al ahora. Tenía que hacer la ronda, antes de que alguna bombilla se fundiera y un vecino loco aporrara su puerta haciéndole odiar un poco más a la humanidad.

 

Así que se colocó unas deportivas sin calcetines, unos vaqueros zarrapastrosos y una camiseta negra. Con las llaves en el bolsillo y una caja de herramientas en la mano comenzó el ascenso por las escaleras del edificio

 

Firma con sangre y espera morir.

 

El edificio Judy no recibía este nombre por la madre la difunta esposa o una hija del propietario. Se llamaba así por Judy Garland, la actriz de “El mago de oz”, “Meet Me in St. Louis” o “The Clock”. El susodicho propietario, y jefe de Jonsu, había nacido en 1925. Lo cual le dejaba a fecha de hoy con 91 años. Era una marica de tomo y lomo. Léase marica con cariño, con respeto, por parte del joven bisexual hacia un hombre que había vivido épocas duras y que había estado al pie del cañón. Como activista y como reinona. Una vez por semana acudía al apartamento del dueño, en teoría a hablar del edificio. Siempre terminaba escuchando historias sobre su época de drag queen, la lucha anterior y posterior a la noche de Stonewall y sobre artistas y amigos muertos en la pandemia de sida. No le importaba perder un par de horas cada siete días con el viejo, ni le molestaba que le llamara su atención, antes de decir algún detalle, tocándole la pierna. Si el pobre podía darse luego al onanismo pensando en su rodilla, que le aprovechara. Pero seamos sinceros, el viejo tenia siempre a mano una bombona de oxigeno, dudaba que estuviera para muchas fiestas ya.

 

Dime madre, ¿voy a morir? Sí, mi hijo, y yo también

 

Pintadas en paredes, grietas en los techos, moho en los sotanos, posiblemente aluminosis en las vigas y un dueño con un pie en la tumba. El edificio moria, y Jonsu se identificaba con él. Se sentía viejo y moribundo aunque no tuviese más que 20 años. Todo era un gran sinsentido, nada servia para nada. Como individuo poco podia hacer por el mundo en su conjunto, muchos engranajes generando una inercia inamovible. Las cosas buenas habían pasado en otra época: hippies, los 80, la revolución sexual, la emoción por la conquista de la luna,…  Todo aquel que hubiese asistido a uno de esos momentos donde había esencia, sustancia, en las cosas estaba muerto o agonizando con una bombona de oxigeno junto a su sillón.

 

Hoy, en cambio, solo tenían recesión, imágenes meme saltando por las redes sociales y galas absurdas para elegir una miss. Podía sentir el mundo apagarse, perder su magia y hundirse en la zona gris e insulsa. Por suerte en vez de televisión tenía un aparato tocadiscos y algunos vinilos. Se ser al revés, se habría tirado desde la azotea.

 

Te creí cuando dijiste que habías llorado

 

Aparatos de tv a todo volumen, llantos de niños, el olor de alguien cocinándose la cena y sirenas de policía desde la calle. Una noche más en el edificio Judy. Y entonces unas palabras por parte del negro solitario del 5º B. –Con J, pero no se preocupe señor Woodgate. Está bien, le echare un vistazo, aunque no prometo nada.- Estaba allí, sin nada que hacer y con la caja de herramientas en la mano. ¿Por qué no ayudar a un “hermano”? Se internó en la vivienda del inquilino. Con una ligera sonrisa al pensar que estaba atravesando la puerta de madera del señor Woodgate. Si, su mente era así de imbécil a veces.

Notas de juego

Children lieing in there beds.
Just remember what your mother said.
Don't you worry, don't you cry.
Little black flowers grow, in the sky.
In the sky.

Make a promise, cross your heart.
Kings X vow that we'll never part.
Sign in blood and hope to die.
Little black flowers grow, in the sky.
In the sky.

And I believed you.
I believed you when you said you would be mine.

Tell me mother, will I die.
Yes my child and so shall I.
And never know the reason why,
little black flowers grow, in the sky.
In the sky.

And I believed you.
I believed you when you said you'd cried,
believed you when you said you'd try,
believed you when you said you loved me too.

I believed you.
I believed you.
I believed you.

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08/03/2016, 22:11
Baron Samedi

La casa del Sr. Woodgate huele a viejo. Huele a hombre viejo y a casa vieja, a pis, a sudor, a ambiente avinagrado, a cerrado, a humedad, a humo de tabaco, a coliflor hervida. La decoración reflejaba lo mismo. Fotos suyas de joven, con alguna mujer. De familias de color, una pareja con sus hijos frente a un edificio parecido pero menos viejo, ya que lo viejo era la foto. No había lugar para lo moderno en esa casa, y la familia y el amor también eran cosas de un pasado en blanco y negro y color sepia.

Por aquí esta la cocina...- Malcolm Woodgate te guía por su pasillo. Es un hombre de unos 50, 60 años a lo sumo. Pero por la fotos debería ser mas viejo, no te encajaba demasiado. Malcolm ya tenia el pelo gris, corto y rizado, pero no todo su pelo eran canas. Llevaba unas gafas de estilo antiguo, de pasta gorda algo anticuadas.

No se que diantres le pasa... dejo de funcionar de un día para otro... mire si es que se había desenchufado, pero no puedo moverla y algo por ahí detrás huele a quemado.

Tras un breve intercambio de frases e impresiones el hombre se marcha para dejarte trabajar. O quizás simplemente no quiere darte conversación.

Mueves la nevera con relativa facilidad, es un armatoste pesado e incomodo de manejar pero nada fuera de tu alcance. No tardas en ver el problema; una rata ha mordido el cable de la nevera, friéndose al alcanzar la electricidad del interior... la cabrona ha sido insistente en su particular modo de suicidio, ya que el cable es de los gordos.

No te cuesta arreglarlo, ni en tiempo ni en esfuerzo, ni siquiera en material. Te giras para ir de vuelta al pasillo, a avisar al Sr. Woodgate de que el problema ya ha sido solucionado, y te lo sorprendes mirándote a escondidas desde la penumbra de su salón. Carraspea incómodamente, y suelta un inocente "Ya está?" mientras se acerca a ti lentamente.

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11/03/2016, 20:38
Jonsu

Sus agiles manos de dorso oscuro y palma rosada trabajan con laboriosidad: Cortando el cable en la zona de la mordida, pelando el plástico y entrelazando las fibras de cobre en un rudimentario divorcio y reconciliación que queda unido y protegido con cinta aislante.  –Esta es la chapuza numero 1.000.000- Piensa con sorna mientras se imagina globos y confeti cayendo sobre la cocina, al viejo con un gorro y matasuegras y rata levantándose para bailar una coreografía... Era solo cuestión de tiempo que el estado pasase de prohibir a subvencionar el consumo de drogas del joven Jonsu.

Mientras empuja la nevera de vuelta a su sitio pronuncia unos versos que había leído en algún lugar y que su avariciosa memoria, incapaz de borrar nada, guardaba para esta ocasión:

-Vuela una libélula a la vera del pelaje de una rata muerta.
Se absorbe la leche por la cola de una rata muerta,
juegan los niños y ríen, y llora la madre de la rata muerta.

Baja el mundo de moscas, al lecho
fatal, e invaden los olores, y un hálito,
residuo emerge del hocico de la rata muerta.

Nunca más se respiró el olor en la estancia,
y todavía bailan las moscas,
y todavía se derrama la leche,
buscando el cuerpo de la silueta que imprimió la rata muerta.

-Ya está- Respondió al viejo, no dándole mucha importancia a su conducta errática. Al menos no lo había pillado sobándose el paquete mientras él se agachaba buscando cables. Ni afilando un hacha. -Una rata se comió el cable.- Dijo alzándola de la cola como prueba del delito. –Es lo que olia a quemado.- Tiró el cadáver al cubo de basura de debajo de la fregadera. La basura siempre está debajo de la fregadera, es un convenio mundial.

Se limpió la mano en los vaqueros, aunque estuviera más seca que la mojama no dejaba de ser una puta rata infecta. –Nota mental: no rascarme el ojo, ni los huevos, hasta que no me lave las manos.

-Pondre tampas para ratas por los pasillos. Si quiere, le traigo un par para que las ponga por casa. No queremos que nuestras amigas peludas se coman el edificio.

Notas de juego

El poema está sacado de aqui.

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12/03/2016, 21:24
Baron Samedi

Te lo agradecería mucho, Jonsu  - Malcolm Woodgate te asiente y te coloca un billete de 20 dollares en la mano, como propina, mientras te acompaña de vuelta a la salida de su casa. - No se me olvidará comentarle a tu jefe lo educado y aplicado que eres. 

El Sr. Woodgate se despide con una sonrisa. Haces memoria, y recuerdas que teníais matarratas y trampas para ratones en una suerte de trastero/almacén en el sótano del edificio, en frente de tu "apartamento".

Notas de juego

Perdón por la brevedad del post, hoy he tenido curro y he llegado cansadisimo a casa. No te preocupes si tienes que demorarte un par de dias en responder, no es necesario mantener un ritmo fijo en estas escenas personales, el mp lo mandé mas que nada por la paranoia de director novato xD

 

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19/03/2016, 00:43
Jonsu

El trabajo bien hecho. Una sensación extraña, tan extraña que casi le daba ganas de ir corriendo a casa a ducharse hasta que desapareciera. Pero estaba bien poder hacer algo útil por una vez.

Era tal el subidón, como si puentear un cable roto fuera un logro personal digno de una medalla al valor nacional, que hasta se animó a salir un poco. Bajaría al sótano a buscar las trampas para ratas y luego se iría a tomar café a alguno de esos antros 24 horas o a dar un paseo que le despejara.

Tal vez, en un alarde de despilfarro, en vez de hacerse un sobre de comida precocinada deshidratada, podría comer alguna mierda en algún fastfood mugriento. -Pobre rata- Pensó mientras bajaba las escaleras de dos en dos peldaños

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26/03/2016, 18:25
La mujer pálida

Bajabas los escalones contento, futuros planes formándose en tu cabeza. El sótano estaba cada vez más cerca, y con cada escalón que te acercas a tu hogar, esa sensación de querer dar una vuelta desaparecía. Podías darte cuenta de la sensación, tan antinatural y alejada de tus verdaderos sentimientos, lo sentías casi físicamente, cerrando los ojos y visualizando una negra y aceitosa telaraña extendiéndose por tu cerebro, naciendo en la parte posterior de tu cráneo y recorriendo todas las curvas y lineas del interior de tu cabeza. 

Descartando esas ideas e imágenes, entras en el almacén tras abrir la cerradura con unas llaves que solo tenéis tu y tu jefe. Nunca habías explorado este lugar en profundidad, ya que el olor a lejías y productos de limpieza es mareante, así como son claustrofobicos los dos "pasillos" creados por las estanterías de metal y las cajas de cartón apiladas por el centro y las paredes de la estancia. Al fondo, unas taquillas haciendo de armario para guardar el matarratas, los pesticidas anti-cucarachas y demás productos venenosos o de alguna manera anti-plagas. Las taquillas estaban cerradas, mantenidas así por un candado sin cerrar del todo entre las dos puertas. Quitaste el candado del metal, y agarraste la caja con las trampas para ratones y ratas. Las trampas venían cerradas en envoltorios de plástico y ya tenían una especie de masilla que se suponía debería atraer a los roedores a su muerte. Durante un momento te sentiste como una de esas ratas, acercándose lentamente a un plato de comida que resultaría en la columna aplastada y una dolorosa muerte.

No. No ha hecho falta un dulce pastel o un jugoso trozo de carne asada. 

Te giras, lentamente, para ver una figura femenina detrás de ti, en la puerta del almacén. De pelo corto, es alta, más alta que tu. Y delgada, más delgada que tu. Lleva un atuendo anacrónico, un vestido de gala de los años 20, o 30, y por el estado desteñido y roído del atuendo tienes claro que no es una replica. 

Sus brazos extendidos hacía ti te invitan a un abrazo maternal, pero la mueca de su rostro es brutal, asesina. Ojos muy abiertos, nariz y ceño fruncidos casi como un perro mostrándote todos sus dientes. Su boca esta abierta, con dos colmillos afilados siendo el punto de referencia a tu mirada. No sabes si correr, luchar, hablar con ella o sumirte en su abrazo que sabes que significara tu muerte. Tampoco lo puedes decidir, porque desaparece ante tu mirada al dar ella un paso hacia adelante. Solo tu respiración agitada por el susto es audible en ese momento, junto al bombeo incesante de tu corazón

Una visión? Una pesadilla?

No

La figura vuelve a aparecer frente a ti, esta vez con tu cuerpo dentro del rango de su abrazo. Sus brazos te rodean con fuerza aprisionandote contra su raquítico cuerpo. Notas que algo se rompe en tu interior. La espalda? No, una de las costillas. La mujer abalanza su cabeza contra tu hombro, y notas que te muerde. El pinchazo inicial deja paso a un placer irresistible en cuestión de segundos. Te sientes extasiado y agotado cuando segundos después retira su boca de tu hombro para juntar su mejilla con la tuya, exhalando su aliento en tu oreja, casi ronroneando como un gato. Tus ojos entrecerrados por el placer y cansancio consiguen ver su cara, esta vez sin las facciones contorsionadas en una señal de violencia. Sus labios buscan los tuyos con pasión y notas el sabor metálico y salado de tu propia sangre en su lengua cuando esta busca la tuya. Cuando separa su boca de la tuya ya tienes los ojos cerrados y tu cuerpo comienza a languidecer, es ella quien te sostiene en pie con tremenda facilidad. Vuelves a notar sus colmillos hundiéndose en ti, esta vez en tu cuello mientras pierdes el conocimiento y la vida. 

Notas de juego

He decidido adelantar acontecimientos porque entre una cosa y otra nos habíamos retrasado algo, no tenia planeado tu abrazo en 4 posts, la verdad xD

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02/04/2016, 00:34
Jonsu

Jonsu bajo por las escaleras del edificio a la misma velocidad que su repentina euforia desaparecía. No tenía porque gastar ese dinero hoy, podía “perrear” como era su plan inicial y ya saldría otra noche. Sí, la pesadez se apoderaba de el conforme saltaba los escalones de dos en dos. A lo que llego al sótano, ya tenía las ganas de vivir y el optimismo existencial de un apio bajo en calorías. O, lo que es lo mismo, volvía a estar normal.

Se metió en su pequeño reino del terror, no era suyo técnicamente. Pero el que tenía la llave y el único que entraba. Su pedacito de poder con el que sentirse importante. Al menos él no se hacía ilusiones como esos inútiles que se creen que con sus acciones empresariales y sus decisiones corporativas controlan el mundo. No se avergonzaba de su “insignificated”. De hecho, la cultivaba.

Cruzó el pasillo golpeando con los nudillos los estantes metálicos. Sintiendo en su nariz el rancio aroma de la humedad, el polvo y el aire viciado. Se arrodilló como para recibir la comunión o ser nombrado caballero. Aunque solo lo hizo para coger la caja de trampas de abajo.

O quizá sí que ha sido una genuflexión ritual. ¿Acaso este no es el momento más transcendente en la vida de todo ser? La hora de su muerte.

“Todos morimos y nos hacemos polvo” pensaba al contemplar aquellos burdos mecanismos asesinos. Dándoles con el índice por encima del plástico, como para regodearse en que estaba por encima de ellos, poderosamente invulnerable. Aunque aquel almacén podría ser su propia trampa ratonera. En tal caso la masa pringosa era el cebo de una trampa para ratas, que a su vez era el cebo en una trampa para humanos. Para el joven chico de mantenimiento. 

 

Un avistamiento. Un destello de algo que se cuela entre las frágiles costuras de la realidad y la normalidad. Un monstruo famélico y sediento. Frio y familiar. El sudor abandono su cuerpo, como oficinistas en un simulacro de incendio. Se había levantado de un salto, su corazón palpitaba con histeria y la trampa abandono su mano, flácida e incapaz de sujetar nada.

Cuando el sonido de la trampa chocando contra el suelo llego a su cerebro, se respingo aún mas aterrorizado. Tenía que haber permanecido quieto, tal vez así el monstruo habría perdonado a su presa, tal vez se habría marchado, ignorando aquella rotura en la cordura que separaba el mundo de ambos.

 

Apareció ante él. Ella pálida y el lo suficientemente afro para que el contraste fuera total. Ella en un traje de gala del año de la polka, él en la ropa más barata y cutre que el siglo XXI podía ofrecer. Eran como un anuncio provocador, aunque aquí no se vendía ninguna prenda, ni ropa. Aquí el único producto era 5,6 litros de sangre AB-

Un grito de susto, de terror. Su empujón contra ella es como si una rata intentara levantar el cepo de su trampa: un esfuerzo inútil. Dolor, dos pinchazos, y luego placer. Su corazón ha alcanzado su máximo en pulsaciones y ahora desciende, cada cifra que pasa es una despedida.

Hora de la muerte: 22:36

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05/04/2016, 23:02
Baron Samedi

Te despiertas. Sabes que no deberías estar haciéndolo, que no deberías seguir en el mundo de los vivos. Pero te despiertas. Tienes conciencia y voluntad propia, luego no eres un zonbi resucitado por algún bokor. Miras a tu alrededor, observando donde estas. El ambiente huele a viejo, la decoración casa con el olor. Estas en casa del señor Woodgate, tumbado en su sofá. En el viejo reloj de la pared las manecillas marcan las 3:23 de la madrugada, y sentada en lo que parece el sillón favorito del dueño de la casa esta la mujer que te ha matado. O eso pensabas.  Esta tranquila, inmóvil y sin emitir ni un sonido. Lo único que se escucha es la manecilla de los segundos del reloj, y unos gemidos ahogados en la habitación contigua.  

No hagas ninguna pregunta. No hables, no hagas ruido.- Los pensamientos danzan en tu mente, pero con la mirada fija en tus ojos, la mujer pálida te esta diciendo que esos pensamientos son sus palabras. Te sonríe, contenta de que lo hayas comprendido. Puede comunicarse contigo sin abrir la boca, hablando directamente en tu mente como si fuese tu consciencia. Se levanta, y sabes que debes seguirla en silencio, sin hacer ruido, y te lleva hasta la habitación. Al abrir la puerta ves al Sr. Woodgate, acabando de ponerse los pantalones. En la cama, con los ojos vendados y las manos atadas entre ellas con su propia ropa interior hay una mujer. La conoces, es una prostituta que vive en el primer piso; Candice. Un nombre tópico para una prostituta típica de la ciudad. Sabes que en realidad se llama Roberta Taylor, y que si esta en lo de la prostitución es porque no se cree capaz de mantener un trabajo diario en un supermercado o restaurante de comida rápida, al igual que no se cree capaz de aspirar a algo mejor. Malcolm Woodgate parece avergonzado de si mismo, pese a que Candice se ríe claramente satisfecha con el trabajo, y pregunta que cuando va a desatarla. Puede hacerlo ella misma pero esta siguiéndole el juego al hombre. Sabes que ha subido mas de una noche a hacerle compañía al viejo, así que no te extraña demasiado el espectáculo que estas viendo. 

La voz en tu cabeza, sin embargo, te insta a comer. A comer... no entiendes muy bien el que tienes que comer. Se te pasan un par de cosas por la cabeza pero en cuanto las valoras llegas a la misma conclusión; No. Te acercas, comprendiendo con cada paso que es lo que debes devorar. Pero no la mates. 

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13/04/2016, 22:22
Jonsu

Abrió los ojos en pánico. Con una terrible sensación de falta de sensaciones. Un dolor de cabeza, temblores, cualquier cosa habría sido mejor que esta nada. Se llevó la mano al pecho, nada. NADA.

Se golpeo el esternón varias veces, sin resultado. Sin latidos se moriría… pero seguía consciente, y eso era más aterrador que morirse. Cada segundo sin caer apagado era una agonía. Habría gritado de no escuchar los pensamientos ajenos en su cabeza, llamándolo al orden, al silencio.

Jonsu tenía la sensación de estar en una pesadilla, una especialmente nítida. –He esnifado alguna mierda putrefacta del trastero y ahora estoy en el suelo tirado, delirando. En cualquier momento despertare. Despierta Jonsu, esto no es real.- Pensaba, agarrándose a una última esperanza.

Para hacer más dantesca la película, es obligado a asistir al desenlace de una sesión amatoria del viejo señor Woodgate. La pobre Roberta reía la situación, mostrándoles su sexo ya que sus bragas eran un rudimentario agarre de bondage.

¿Alimentarse? ¿Qué mierda tenía que comerse de cualquiera de esos dos pobres descastados? Quizá si justo se ducharan o le pagaran… Pero no tenía nada que ver con el sexo. Lo supo en cuanto vio la vena del cuello de ella palpitar con pulso. Podía robarle los latidos, traer vida de ella hacia sí. Con estos pensamientos inundando su cabeza, notó presión en las encías. –No me jodas- Pensó al palparse los colmillos.

No podía ser un puto vampiro. Los vampiros no existían. Pero aquí estaba, sintiendo el pulso ajeno con la misma avidez con la que antaño habría olido un cochinillo asado. Lo deseaba. –Solo es un sueño- Se repitió mientras se acercaba a Candace, mientras se tumbaba a su lado, plantando una mano sobre su seno mientras su boca besaba su cuello. Perforó la vena, o la arteria. O lo que fuese, no era cirujano. Tras un primer regusto a maquillaje barato la sangre le supo deliciosa. Un sabor metálico pero dulce. Le sabía a vida. Con la practica aprendería a alimentarse perfectamente. Esta vez parte de la sangre manchó las sabanas mientras el tragaba como podía ese néctar que brotaba en su boca a borbotones incontrolables.

Lo peor es que al sentirse tan excitado y ansioso debería sentir su pulso y su respiración acelerarse. Pero seguía sin pulso y… ¿Cuánto hacia que no respiraba?

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28/04/2016, 01:01
Director

Te comento, en offtopic como dije, el devenir de Jonsu durante estos años que hay entre el prologo y el inicio de la próxima escena.

Su sire, la mujer palida, es una vampiro caprichosa, paranoica y ligeramente perturbada que abrazó a en un capricho. Su corportamiento es erratico, despreocupado y sin un objetivo claro, o eso le parece a Jonsu, que ha sido condenado a una no-vida eterna simplemente porque decidiste arreglarle la nevera al Sr. Woodgate sin llevar puestos calcetines, o alguna gilipollez similar (es la primera respuesta que te da cuando le preguntas el porqué de todo esto). Obviamente no es la verdadera razón; Tu sire esta apunto de entrar en letargo, y quiere que alguien capacitado continúe con su misión mientras ella descansa. Woodgate era su ghoul desde hacía décadas y iba a ser su vastago, pero en cuanto llegaste al edificio vio tu potencial y no quiso buscar más. 

En cuanto a la misión de la mujer; Llevar al circulo de la bruja a dominar la zona de Louisiana, especialmente Nueva Orleans y Baton Rouge. (explicare esto en otro post, con mas tiempo). 

Poco después de revelarte sus planes y asegurarse de que los compartes (o al menos eso cree ella, la decisión es tuya) entra en letargo porque ya solo puede alimentarse de vampiros. Deja al Señor Woodgate a tu cuidado, y a ti al suyo. El Sr. Woodgate adora a la mujer pálida ya que es un ghoul, y a ti te ve como a un hijo, el legado de su amada que debe proteger y educar para que al despertar no se lleve ninguna decepción. Intenta actuar al máximo como una figura paterna, exigente pero comprensiva (también esta en tu mano decir como tratas al sr. woodgate)

Pero, fijandonos en lo que esta por venir, la primera parte del plan de la mujer y del circulo de la bruja esta apunto de ponerse en marcha, y lo hara en Baton Rouge.

 

Se que no habra quedado mucho en claro, pero he tenido que postear rapido y dejandome muchas cosas xD 

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28/04/2016, 11:30
Jonsu

Bien. Tomo nota. Entonces, ¿espero a que abras la siguiente escena?

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01/05/2016, 23:52
Director

Bien. Algo mas que añadir. En cuanto al plan, no te ha revelado mucho en concreto, pero sabes que pasa por minar la autoridad de los catolicos tanto en Baton Rouge como en Nueva Orleans. Te comento que tu estaras centrandote en Nueva Orleans, pero que no espera que vayas a liderar nada, ni a llevar el peso del asunto. Por lo que sabes, en Nueva Orleans hay una gran presencia de vuduistas con un lider que forma parte del circulo de la bruja, y esperan que tu le ayudes a derrocar al principe actual. El como, no lo sabes. El que pasara despues, tampoco.

Simplemente sabes que debes ir a Baton Rouge y reunirte con una tal "Lady Luck".