Partida Rol por web

Ignorando al otro interlocutor desenfunde una de mis pistolas y mientras la apuntaba hacia el cielo tanto la pared hasta dar con lo que parecian ser unos interruptores, esperaba que la luz de las bombillas aclararan la situación, ya que con palabras parecia que habiamos llegado a un punto muerto.

Seguramente solo son unos yonkis saqueando el pobre lugar o preparandose la dosis, pero más vale no correr riesgos...

Entrecierro un poco los ojos y activo el interruptor.

Katerinka cierra durante unos segundos los ojos mientras piensa:

- Los muertos estan alterados aqui, no descansan en paz, sin duda en esta iglesia han pasado cosas

Pero los gritos de los alli presentes le interrumpen y le sacan de sus pensamientos, ella se encontraba frente al altar algo alejada de los demas pero aun asi podia escuchar lo que sucedia en el lugar, por el momento prefiere no hacerles caso, desde donde esta escucha todo pero no se mete en medio de nada, sin embargo, si que sabe que las respuestas son demasiado encrispadas en ese lugar

Frank activa los interruptores con la mano izquierda mientras la derecha la deja alzada apuntado al aire sin ningún objetivo concreto.

Una hilera de pequeñas bombillas que recorren el pasillo central de la iglesia se ilumina tras parpadear unos instantes. 

Arrojan poca luz sobre el lugar pero ésta es suficiente para hacer brillar miles de cristales de colores que están cubriendo las paredes de la Iglesia. Todo ello hace que refuljan con un fantasmagórico color azulado.

A la luz de las bombillas y los cristales se puede ver toda la Iglesia. Dos personas se encuentran junto a un hombre vestido con una sotana negra y alzacuellos, que tiene toda la pinta de ser un sacerdote. Junto a ellos 3 algo que parece ser un perro grande o más bien un lobo se encuentra olfateando el aire y dando vueltas mientras husmea extrañado todo el lugar.

Algo más alejada de la escena, muy cercana al altar se encuentra una mujer (Katerinka) que se gira para observar la estancia bajo las nuevas luces.

Caes rendido a plomo a dormir. Estás cansado después del largo viaje y las entrevistas con los Príncipes, tu sire y tu amigo. Has tenido una noche movidita.

"Te encuentras de pie. Estás en Berlín, pero es hace muchos años. Adolf Hitler se encuentra en un púlpito arengando a las masas ante la Iglesia Conmemorativa del Emperador. La imagen se vuelve borrosa y empieza a cambiar poco a poco hasta una imagen más actual.

Una figura de pesadilla permanece en pie con su rostro oculto por las sombras mientras te hace señas y te llama: - Vassili... -

El aroma de la dulce sangre flotando en el ambiente mientras lejanos gemidos de placer llegan desde la iglesia, ante la que se yergue la misteriosa figura.

El poder que emana de la imponente imagen es palpable. Escuchas unos gritos de angustia capaces de romperte los tímpanos mientras la sangre fluye en torrentes desde las ruinas de la iglesia destruida."

Te despiertas incómodo por la intensidad del sueño, una delgada película de sudor sangriento recubre tu cara y durante unos segundos que te parecen eternos no puedes hacer otra cosa que sollozar. Ha sido tremendamente real.

- ¿Es ése el hombre que estaba buscando? - te pregunta el sacerdote (hablando con Satanas). - Aquí no ha venido nadie en toda la noche quitando al feligrés que mencioné antes, aunque he de reconocer que me quedé traspuesto unos minutos, pero no han sido más de 10. Dudo que haya venido algún feligrés en ese intervalo de tiempo. - el cura sonríe autocomplacido. - El feligrés era Hans Vroenick, es habitual verle por aquí. - (os describe al hombre aterrorizado que vistéis a la entrada de la Iglesia).

Katerinka y William estáis lo suficientemente cerca para oírlo. El recién llegado está demasiado lejos y no lo oye

El cura en ese momento se inclina un poco y le comenta algo a unan de las dos figuras masculinas, pero está demasiado lejos para que puedas oírle.

Padre, lo ultimo, hablaron algo sobre cain? Ya de paso.... cuenteme que sabe sobre ese tio...

Satanas alza el brazo, para que anticristo se percate de la seña y se dirija donde me encuentro yo.

William es un vampiro de tamaño medio, de 1, 77 m aproximadamente. Sus ojos son azules, y su pelo rubio teñido, de color castaño de natural. Su forma física es atlética, y va vestido con una camiseta negra y unos vaqueros oscuros, también lleva una gabardina de cuero negra.

Cuando se enciende la luz William se vuelve hacia el nuevo invitado, estaba armado y apuntando al cielo. Estúpido… así no nos conseguirá asustar demasiado… William echa la mano hacia la parte de atrás de su pantalón y coge su pistola para apuntar al invitado. – Deberías soltar eso o te podrías hacer daño. – Quien será el nuevo invitado? La estaré cagando al apuntarle? Ahora lo descubriremos. William sonrie al hombre, no va a permitirle que les dispare con la pistolita que lleva en la mano.

Satanas es un vampiro que mide sobre 1.80 y pesa unos 70 kilos, parece casi todo musculo, pero lo solo lo parece. Viste con  unos pantalones baqueros algo desgastados y un poco rojo con rayas verticales negras. Cabello moreno y media melena, tiene algún pequeño rasgo por la cara la nariz y las orejas algo puntiagudas, nada que una operacion quirurgica no pueda hacer, o algun frenesi.

satanas se centra mas con el cura... se cansa de el, puesto que william ha tenido la generosidad de encargarse del nuevo invitado, Satanas acabara la faena del cura y luego se reengancha a la otra fiesta.

- No hijo, el feligrés y yo no hablamos nada acerca de Caín. - el sacerdote mira extrañado a Satanás. - ¿Qué quieres saber de Caín? Hay muchas cosas y en la Biblia se habla mucho acerca de su historia, de cómo mató a su hermano Abel y fue maldecido por Dios... ¿Te interesa algo en concreto? - el hombre os empieza a mirar a todos cada vez más extrañado, y se fija también en el nuevo individuo que ha entrado en su Iglesia portando un arma. Acto seguido William levanta su pistola y el sacerdote empieza a levantar la voz: 

- ¿Qué están haciendo? Esto es la casa del señor. Aquí no están permitidas las armas ni las rencillas. - el hombre mira desafiante tanto a William como a Frank.