Partida Rol por web

Aún a riesgo de llevarme una fulgurante llamarada de los dos fuegos que hay a los lados de la habitación, vi el movimiento que hizo nuestro enemigo - ¿te piensas que te vas a librar así, dando pasitos? HE HE HE... ¡nadie toda a un nuevo amigo... ¡¡y menos por segunda vez!!! - me coloqué tras él y lo miré fijamente hacia su figura, creándole la necesidad de que en el siguiente ataque tuviera que atacarme a mi, sino se iba a enterar de lo que es un enano cabreao - Bueno, por mucho que lo mires, si el no siente que estás ahí, dudo que te vaya a atacar... -  pensé, así que tomé la decisión más correcta - Bien Zannan, pues lo más fácil para que sepa que estás aquí, es darle un toquecito con tu martillo para llamar su atención... - con una sonrisa picarona, agarré el martillo, lo levanté por encima de mi cabeza y lo dejé caer sobre el hobgoblin para llamar delicadamente su atención - ¿ya te has percatado de que estoy aquí? he he he he - comenté mirándolo directamente a los ojos una vez llamé su atención.

El ataque de Zannan falla por escasos centímetros y el hobgoblin parece captar la "indirecta", pues se vuelve hacia el enano con una mirada maliciosa.

Los braseros, que habían llegado al tope de la pared, vuelven a moverse pero en dirección contraria.

El goblin que quedaba vuelve a cargar un virote y apunta al malherido Tempest, acertando de nuevo en el joven guerrero, que vuelve a caer inconsciente.

La lengua de fuego que pasa de un brasero a otro vuelve a surgir y esta vez atraviesa el espacio de Baghera y de Thoradin, dañando a ambos.

tempest se sentía mareado en su cabeza el mundo entero daba vueltas sin control, pero tenia algo de conciencia y las palabras sanadoras del enano le permitieron retomar algo de fuerzas, aun se encontraba en el suelo pero pudo ver como uno de los malditos ballesteros callo ante las certeras flechas de la gata.

Al ver a sus compañeros tan cerca tuvo la esperanza de poder seguir adelante, y comenzo a incorporarse con cuidado, sin embargo sus enemigos no le perdian de vista, asi que se lanzaron fieros contra el, que terrible dolor le invadio, se le nublo la vista por segunda vez, la tercera saeta se inco en su pecho las palabras salieron sin pensarlo, por los Dioses no un haz de sangre se deslizo por las comisuras de sus labios.

tenia miedo un miedo terrible a la muerte, una tan humillante.

Thoradin se interpone entre Adara y el hobgoblin, se toma un respiro y agita su pesada maza con intención de aplastar al enemigo. No lo consigue pero al menos recubre su piel con una fina capa de resistente piedra.

La deva levanta su símbolo y tres proyectiles parte a sus enemigos.
Tengo una gana de estar en una cama decente, aseada y bien nutrida. Acabad con ellos que quiero irme pronto.

Con rápidos movimientos, la cambiante se escurrió entre el enano y la deva que bloqueaban la entrada, para tener una mejor visión de su nuevo objetivo. Los dos hobgoblins que amenazaban con sus armas cuerpo a cuerpo le resultaron mas controlados que el escurridizo ballestero goblin.

Este último había saeteado sin remordimientos al joven Tempest y era algo que Nieve no iba a consentir... Tensando su arco una vez mas, dos flechas salieron de su carcaj para hundirse en el cuerpo del goblin. Sus ojos se clavaron en el pequeño ser con cierta frialdad e ira.

Un sonido gutural,semejante a un gruñido de algún gran felino, fue el aviso que expulso la garganta de Nieve al soltar aquellos feroces proyectiles...

Nieve demuestra su rapidez y clava cuatro flechas en el cuerpo del goblin, dejando a la escurridiza criatura a un paso de la muerte, pero todavía en pie.

Los hobgoblins por su parte siguen batallando contra los enanos. Uno intenta golpear a Zannan pero el paladín está protegido hasta los dientes y el ataque del hobgoblin carece totalmente de precisión. 

El otro hobgoblin da un paso y golpea a Thoradin, aunque el impacto no va con demasiada fuerza y la capa de piedra que recubre al clérigo amortigua el golpe.

Veo como el hobgoblin 1 se desplaza para no conceder ventaja - ¿te quieres estar quietecito? ¡¡te voy a matar estés donde estés....!! - resonaron las fuertes palabras del enano en toda la sala, las cuales, una vez lanzado el martillo tuve que tragarmelas - ¿que le pasa al martillo este....? - pensé mirándolo, pues no había llegado ni siquiera a pasar cerca de mi objetivo... - Bueno, por lo menos intentaré que el pobre Tempest tenga más posibilidades de vivir... - Bahamut, concédeme parte de tu poder para ayudar al amigo que está con mala cara ahí tirado en el suelo frente a mi.... -

Tras eso, hice lo mismo que el hobgoblin y me coloqué en la misma posición que él, tenía que encontrar la forma de conseguir alcanzarle fuera como fuera - ¿bailamos maldito bastardo.....? -

El goblin que queda en pie, con las flechas de Nieve clavadas por todo el cuerpo, apunta su ballesta hacia la cambiante. A pesar de su pulso tembloroso y el esfuerzo de sostenerse erguido con la ballesta, el virote alcanza a la felina en la pierna.

Los braseros se siguen moviendo e intercambiando lenguas de fuego de uno a otro. Esta vez la lengua de fuego arremete contra Nieve y Adara. También acaricia la dura piel de Thoradin pero el enano ni se inmuta.

el sonido de la batalla se escuchaba lejano, apagado y extraño, en su interior todo se enfriaba, y el era el testigo silencioso de su propia agonia.

El fuego hizo tambalear a Adara tanto que los proyectiles que surgieron de sus manos se erraron por muchos a sus objetivos. Decidida se resguardo con Baghera de los blaseros colocandose en la boca de la entrada.
Desde aqui os estorbare menos compañeros. Aligerar el combate, pues habria que ver cual es el destino de Tempestuoso.... o era Tempest? Poco tiempo hemos pasado junto a el.

Thoradin golpea con fuerza al hobgoblin, pero lo que le sobra de fuerza le falta de precisión y el martillo se estampa contra el suelo.

Nieve bufó al sentir las llamas chamuscar parte de su escueto ropaje. El olor a pelo quemado no le hacía gracia. Con gráciles zancadas se acercó a su objetivo a la par que evitaba que el fuego volviese a acercase a su anaranjado pelaje. Sacando dos nuevas flechas,tensó su arco contra el goblin herido.Se relamió de gusto al saborear el miedo de su objetivo al tiempo que los proyectiles volaban  hacia el.

Nieve tensa su arco y dos mortíferas flechas salen disparadas, alcanzando a sus objetivos y poniendo fin a sus míseras vidas. 

El hobgoblin que queda en pie no se va a rendir tan fácilmente. Trata de golpear a Thoradin pero falla su golpe. Un grito de frustración sale de su garganta y da un paso atrás, alejándose del enano.

Finalmente, los enemigos iban cayendo poco a poco víctimas de nuestros poderosos ataques, algunos con más corazón que precisión, pero tremendos y mortales de necesidad.

Todos nuestros enemigos habían caído, excepto uno, el cual empezó a retroceder y alejarse de la refriega - ¿donde te crees que vas amigo?... - y me lancé hacia él lanzando un tremendo martillazo contra el hobgoblin.

respira chico, respira y ni se te ocurra morirte cabrón eran las palabras que se agitaban en la tempestad, inhalaba y exhalaba aferrándose a cada gota de sangre que le quedaba en su cuerpo, a cada bocanada de aire se hacia mas difícil pero aun estaba con vida y quería mantenerse así.