Partida Rol por web

¡Esta vez el rancor fijaba su atención en el soldado Darrell!

Kaltor volvió a la carga. No lo pensó un instante más, y volvió a disparar su bláster apuntando, sobre todo a la espalda y el cuello. El rugido de la criatura parecía ser el preaviso de una posible retirada, pero ésta no sucedía, ya que no se amilanaba ante vosotros.

Daño a rancor: 6 puntos.

El droide ND-RW volvió a apuntar al gigante ser, pero su mecanismo de precisión no parecía calcular bien el destino de sus disparos. Es por ello que, tras disparar su bláster, los impactos golpearon la copa de un árbol cercano. Mejor suerte corrió Redk que, tras tener otra vez al rancor frente así, comenzó a dar un rodeo al ser, el cual le siguió con la cabeza. No obstante, el ataque producido por el cuchillo del explorador fue lo suficientemente potente como para herirle un poco por detrás.

Daño a rancor: 3 puntos.

El soldado Darrell hincó una rodilla al suelo y volvió a disparar. No tuvo tanta suerte como Kaltor, ya que sus impactos también salieron desviados. Asyr asintió ante la imperativa de Darrell, y como éste sugería, el bothan siguió disparando el bláster pesado*, aunque no tuvo mejor suerte que su compañero. Finalmente, el Jedi Lightman cargó su sable de luz y avanzó hacia la criatura; pero la mala suerte hizo que no se percatara de una raiz surgida de la tierra, justo delante de sí, que sobresalía hacia afuera: y en ella se enganchó el pie en su avance, cayendo de bruces y haciendo caer el sable de luz al suelo selvático** (el cual se apagó).

Entonces la infame criatura aprovechó para recoger su brazo y estirarlo hacia delante con la intención de golpearos a uno de vosotros. Dirigió sus esfuerzos hacia Darrell, y aquellas garras impactaron de lleno en el soldado de infantería de la Alianza Rebelde. El soldado salió volando hacia atrás, muchos metros detrás del grupo y el epicentro de la batalla. Había sido golpeado en el pecho con una fuerza sobrehumana. Darrell grito e impactó de espaldas en el suelo: su pecho, barbilla y cabeza ahora sangraban... bastante.

Daño a Darrell: 11 puntos (+3 por crítico de Rancor): 14 puntos totales***

El rancor ahora, tras vuestra segunda embestida, sangraba casi por doquier un asqueroso líquido oscuro y negruzco... ¡Parecía estar débil!

Pude sentir, más que ver, un nuevo disparo golpeando el cuerpo del rancor. Al destello le siguió una nueva lluvia de sangre surgiendo de su carne, y fue justo antes de que mi hoja se clavase en su pierna. De hecho, posiblemente ese había sido el motivo por el que, a pesar de haber seguido mi movimiento con la mirada, no había logrado impedir que le mordiera con mi hoja.

Sin embargo, la herida que le causé no era excesivamente grave, aunque se añadiera al daño que aquella bestia estaba acumulando. Y lo que era peor, a pesar de nuestra gran superioridad numérica, estábamos siendo poco efectivos como grupo de caza. Por eso, precisamente, ver a nuestra presa arrojar por los aires a un miembro del equipo, me hizo maldecir entre dientes.

Cabrón hijo de puta, ¿por qué no te mueres...?

Extraje la hoja de su cuerpo, notando cómo mis pies se hundían en el barro, y traté de clavarle el cuchillo de nuevo, en un intento de lograr que la bestia detuviera su avance.

Maldita sea!!! Kaltor, te apoyo con fuego de cobertura, tenemos a la mitad del equipo en condiciones nefastas. Mas vale que le remates de una vez!!!!

Darrell, ni se te ocurra volver, Redk "demonios" vas a herirte tu solo!!!

Jason, sal de ahí, la próxima vez átate la linterna con una correa.

Uno de mis camaradas había salido gravemente herido. Sinembargo, nuestro oponente se había debilitado considerablemente. Después de haber fallado dos disparos seguidos, asumí que las probabilidades no podrían sinó mejorar.

-Aguanta, Darrell. Muy pronto iremos a ayudarte.

Volvía a disparar, esta vez con más éxito. Esperaba que fuese suficiente para finalizar el combate. Necesitabamos neutralizar la amenaza para poder concentrarnos en curar a los heridos, especialmente a Darrell.

Aquel bicho si que era resistente, a pesar de que sangraba por todos lados, logró juntar fuerzas suficientes para asestarle un potente golpe a el Sr. Harris, que surcó el aire hasta impactar contra el tronco de un árbol, formidable golpe, el soldado tendrá suerte si sobrevive ese impacto pensó sin demasiadas contemplaciones y más preocupado por el ser que tenía en frente que por el destino de su compañero, alterarse no servirá de nada tenía que mantener la mente fría.

Los blásters resonaron una vez más y otra andanada de disparos arreció a el Rancor, el Bothan descargó su arma distrayendo a su objetivo y dandole a Kaltor un disparo claro. 

Volar es una experiencia preciosa, bucólica, hasta que te das cuenta de que se debe a que te han dado un revés cruzado con efecto, y tu destino es estamparte contra un árbol, y luego besar un suelo no especialmente blando tras caer desde el punto de impacto con el árbol....

... todas esas cosas me dió tiempo a pensar hasta que reparé en el daño que me hizo el propio golpe... o sea, recapitulando... recibo golpe, salgo volando en shock..., me recupero del shock para darme cuenta de que me duele de cojones, tras lo cual, hostia al árbol, y hostia al suelo...

Que jodido es esto de ser soldado, demonios!... pero al menos, hecho una mierda, pero sigo vivo...

Ya por manía, por no decir que por puro odio, teniendo el arma sujeta por la correa, me la llevo a la cara, apunto, y disparo de nuevo... tres fallos seguidos, no, hombre, no, joder, hasta ahí podríamos llegar, esta tiene que ser la buena!

-¡Joputa!

... no me jodas... no soy capaz de darle... vale, ya tengo tiempo de quejarme

- ¡Mechachis! - se lamentó el Jedi mientras escupía brotes de hierba que se le quedaban colgando del bigote - Ya es mala suerte, ya...

El combate no iba saliendo como esperaba, y encima a esa criatura no le podía ordenar nada telepaticamente. Buscó y recogió su sable, estaba cerca y no quería perderlo, confiando en que la criatura no se le acercaría.

Desde la parte trasera del combate, el grupo oyó los disparos del bláster de Darrell. El marine se había levantado, había tomado su arma, y ahora se encontraba disparando de nuevo, pese a que la distancia era mayor. Sin embargo, pese a aquella acción de valentía, no logró acertar al rancor. El jedi alzó su mano y el sable de luz vino a ella (un truco más formidable que el del doble as bajo la manga en cualquier partida de Sabacc; mientras tanto Asyr disparaba con fuego de cobertura, por lo que el Rancor invirtió toda su atención en él. Entonces Redk aprovechó para atacarle, pero su cuchillo golpeó una de las uñas de la criatura y rebotó, haciendo resbalar la hoja de sus manos. Sin embargo, tanto el droide ND-RW como Kaltor apuntaron con suma precisión.

¡¡FASSSSHH!!

Aquellos dos disparos golpearon de lleno en el cuerpo de la criatura. Algunos impactaron en su boca y otro en su pecho. Instantes después, el ser cayó hacia atrás después de emitir un alarido de angustia y dolor. Su último alarido. El rancor ahora yacía sobre el suelo selvático, entre matorrales y arbustos, humeando sus heridas. La sangre negruzca manchaba el terreno y vosotros... habíais vencido.

Entonces, mientras la euforia de la victoria aún recorría vuestro cuerpo y vuestra mente, vísteis una figura que apareció detrás del ser. Estaba allí, de pie, contemplando el espectáculo. Era un tipo entrado en años, con barba blanca y portaba una capucha y una capa marrón. Llevaba consigo un bastón y también un droide astromecánico al lado. Era humano, y en cuanto os percatásteis de vuestra presencia os habló.

¿Quiénes sois? -alcanzó a decir mientra su unidad R2 emitía algunos pitidos de reconocimiento-. El humano miraba al rancor sorprendido, pues habíais acabado con él en pocos segundos.

Por mil Banthas en procesión!!! Que hacía usted ahí anciano? y como se le ocurre.... ehhh. No es muy importante quienes somos, nuestra nave comercial a tenido algunos problemas y tomamos la decisión de tomar tierra, y hemos tomado mucha, por cierto.

Oh.. esa unidad es un robot Astromecánico!!!

Maldita sea. Estais todos bien? Debemos curarnos, revisad el armamento, baterias y demas... Y por cierto Redk, puede que con ese juguete puedas abrirme en canal a mi como el que atraviesa gelatina, pero eso de ahí, era un RANCOR. Que esperabas hacerle, torturarlo hasta que hablara?. tienes un  par bien puestos, de eso no cabe duda, pero tu acción me pareció un poco suicida...disculpa que te sea tan franco.

Kaltor aterrizó con suavidad en el suelo selvático reduciendo gradualmente la potencia de su mochila propulsora pero antes de guardar su arma se sobresaltó al percatarse de que un desconocido observaba la escena atónito por lo que prefirió mantenerla en su mano,  "¿quienes sois?" preguntó preguntó el hombre de pelo canoso.

La pregunta aquí es ¿quién es usted y que hace acá?, ¿disfrutando el espectáculo?- la presencia de el veterano lo incomodaba pero la verdad hasta no saber sus intenciones lo más sensato era ser amable con él, pero si iba a ser un problema no iba a titubear en despacharlo -bah!, disculpe mis modales es que lidiar con Rancors me pone de los nervios- dijo con tono sarcástico -mi nombre es Nair Rallod, yo y mis socios tuvimos un percance con un asteroide y nos vimos forzados a aterrizar lo que derivó a nuestro encontronazo con esta bestia- dijo señalando al ya difunto Rancor, esto le recordó a el golpazo que se llevó Darrel -Oh! por cierto ¿qué tal estas Mason?- 

Un mal movimiento. Esas tres palabras daban mal fario entre mi pueblo, pues era bien sabido que un mal movimiento era la diferencia entre la vida y la muerte en un entorno tan hostil como mi colonia natal. Era la diferencia entre matar o morir, entre clavar la hoja en la carne del enemigo o perderla y quedar desarmado. Y así había quedado, desarmado por un mal golpe que no había encontrado carne de aquel rancor.

Pero la fortuna había decretado que aquel día no era el último para mí. O al menos, no en aquella cacería. El rancor cayó bajo el fuego de los demás cazadores, uno de los cuales empezó a hablar sin parar mientras yo me acercaba al lugar donde había aterrizado mi cuchillo perdido. Me di cuenta antes de agacharme a recogerlo que algunas de sus palabras me tenían a mí como destinatario, pero eso no me impidió acuclillarme, coger aquella hoja manchada de sangre y barro, y limpiar su superficie en mi pantalón antes de responder.

Estás disculpado. –Le dije finalmente, de forma ausente- También yo seré franco: no me importa lo qué te parezca, de modo que puedes ahorrarte compartirlo conmigo. –Expliqué de forma tajante, guardando el cuchillo en su vaina, a un costado de mi cinturón. ¿Quién se creía aquel bothan para cuestionar las costumbres de mi pueblo?

La caída de aquella bestia había desvelado la presencia de un anciano humano, acompañado de un androide. Qué hacía allí y quién era lo desconocíamos, pero algunos se apresuraron a plantar nuestra coartada y preguntar, de modo que me mantuve en silencio aguardando acontecimientos. No tenía sentido abordarle todos al mismo tiempo, y a mí no se me daban especialmente bien las relaciones sociales, como acababa de demostrar.

También yo seré franco: no me importa lo qué te parezca, de modo que puedes ahorrarte compartirlo conmigo.

Ohhh, entiendo.

Como no quiero perturbar tu tu necesario aislamiento social, a partir de hora te ignoraré. A todos los efectos. 

Puto chiflado egocentrísta, muy bien, ya que se cree auto-suficiente, no seré yo quien le haga ver su error. Si tiene que caer alguien del grupo, mejor sea este asocial que otro. La gente que no sirve para trabajar en equipo solo sirven para crear problemas en uno.

Darrell estas en condiciones de andar? Deberiamos salir de esta zona y buscar refugio. Anciano, como os llamais? Hay algo cerca de este lugar?

-Si, Asyr, tranquilo, puedo aguantar. Las drogas que llevan esto harán que ni me entere de que estoy herido...

Saco uno de los kits médicos que llevo. Ha sido realmente mala suerte; no esperaba tener que usarlo tan pronto, pero la bestia que nos salió al paso, era extremadamente peligrosa, como se ha demostrado. Estraivo el parche grande que se incluye en el kit y me lo aplico en la herida; inmediatamente, siento un hormigueo, mientras el gel que lo impregna burbujea, limpiando la zona dañada y cerrándola, a la vez que la deja entumecida. Además, me inyecto un producto que prevendrá infecciones, envenenamientos, y me hará sentir menos dolor. Al menos, con esto, podré seguir adelante, pero es poco probable que sobreviva a otro combate de este estilo, así que tendré que ser más cuidadoso.

Mientras termino de hacerme la cura (afortunadamente, mi formación como sanitario hace que la haga rápida y eficazmente, dentro de lo posible), escucho las palabras del grupo... no estamos muy cohesionados, pero eso es normal en equipos recién formados, que no han combatido juntos; en el fondo, cabía esperar algo así. Esperemos que no afecte demasiado a la misión.

Finalmente, me dirijo al anciano recién aparecido.

-Señor, acabamos de aterrizar en este planeta; como dicen mis compañeros, hemos tenido un aterrizaje accidentado... ¿puede decirnos si hay núcleos de población o un lugar que pueda asistirnos en esta zona?. Por cierto... se me hace raro ver una unidad R2 en un lugar como este...

... con mi pregunta, intento saber si hay algún puesto imperial próximo, ya que de haberlo, sería la respuesta más lógica ante unos forasteros que requieren asistencia...

Mi disparo había sido certero. Pero cuando el rancor cayó, un humano y un R2 aparecieron tras él. Algo extraño, pero no tenía tiempo para cuestionarlo.

-Hola -le dije al R2- Como decían mis compañeros, tuvimos un percance y nuestra nave necesita reparaciones. Pero ahora mismo me preocupa más la salud de nuestro camarada. Recibió un golpe muy fuerte de ese rancor.

Una vez recuperado su sable, Jason se disponía a usarlo de nuevo, pero afortunadamente para el grupo lograron derribar al rancor.

El aprendiz de Jedi limpió el exterior del sable de las hojas y barro que se habían quedado enganchadas, y volvió a guardárselo entre sus pertenencias. Mal le estaba decirlo, pero estaba satisfecho de no haber dañado a la bestia, aunque se cuidó de hacer ningún comentario, vista la alegría de los demás miembros cuando abatieron al rancor. Aunque percibió cierta tensión entre el bothan y el explorador del grupo.

- Venga, chicos, habrá que limar esas asperezas. ¿Qué tal si esta noche asamos algo en una hoguera y hablamos bajo la luz de las estrellas? Seguro que eso conseguirá que haya armonía y paz entre nosotros.

Jason no pudo oír la respuesta a su propuesta, pues en ese momento hizo aparición un anciano acompañado de una unidad R2.

- Tengo una extraña sensación... como si esto me sonara de algo...

Con un ademán de la cabeza desechó esa idea y, como los demás, se presentó al recién llegado.

- Saludos, me llamo Jason Lightman. Como han dicho mis compañeros, hemos sufrido algunas averías en nuestra nave y estamos buscando la manera de poder arreglarlas y proseguir nuestro camino... pero es verdad, tenemos a uno de nosotros malherido.

Se acercó a Darrell, aunque se alegró al ver que podía tenerse en pié.

- Será mejor que no te expongas demasiado hasta que no te recuperes del todo. - le dijo - Si necesitas apoyarte en mi para poder caminar no dudes en decirmelo.

Excelente, denle sus nombres a un perfecto desconocido que es posible que este con el Imperio, Asyr no tiene expedientes trabajando con los rebeldes pero Darrel era un soldado con cierta experiencia y ¡Jason Lightman!, ¿es que no saben que Vader caza a los usuarios de la Fuerza? Se puso de espaldas a el anciano y le dedicó a sus compañeros una clara mirada de descontento que a pesar de tener rasgos rodianos fue muy notoria Bah, podría seguir fingiendo pero el anciano y su unidad r2 ya habían escuchado todo, si resultan una amenaza yo mismo los limpiaré.

El anciano escuchó las palabras de Asyr y de Kaltor. Se asustó un poco cuando ambos le reprimieron su posición, allí, de pie, delante del cuerpo de Rancor.

Vivo allí -el tipo se giró, mirando atrás y arriba, en lo alto de una pequeña meseta a unos ciencuenta metros de altura. Vísteis una pequeña casa de techo abovedado-. Lo ví todo: los gritos del Rancor, vuestros disparo. Y me acerqué a observar. No obstante, cuando el rodiano se presentó con aquel nombre, el tipo pareció comprender. Mientras Redk guardaba su cuchillo y el bothan parecía molestarse por el comentario de su compañero, Darrel sacó su medpac y comenzó a aplicarse los medicamentos que contenían, utilizando sus conocimientos adquiridos en la formación bélica de la Alianza.

Mi nombre es, Parr Yaris, y éste es R2-D1 -decía señalando a su droide-. Lamento oir lo de su nave. Lo cierto es que el único lugar de población por este lugar... soy yo, y mi casa allá arriba -volvió a señalar su vivienda en lo alto del montículo-. No suelo bajar de la meseta por los Rancor y otros seres. Mi pequeña estación con huertas es suficiente para autoabastecerme de alimentos, y a mi unidad con electricidad.

R2 comenzó a emitir pitidos ante el comentario de ND, y éste le comentó que, si se diera el caso, podría ayudar a repararlo. Añadió que se encargaba de los dispostivos humidificadores de su amo, y que se le daba bien la mecánica. Parr asintió otra vez cuando Lightman se presentó, viéndole coger aquel sable de luz.

Si queréis, podéis venir todos a mi casa. Hay sitio suficiente, ya que vivo solo -añadió con la invitación-. Tal vez pueda ver esas heridas a vuestro compañeros -refiriéndose a Darrell-. Además, quedarse mucho tiempo en esta zona baja de la selva... no creo que sea muy buena idea -añadió finalmente mirando el cuerpo del rancor otra vez-.

-¡Oh, pero que bien! -dije ante los comentarios del r2. Luego me dirigí a mis camaradas- Esta unidad me ha dicho que es muy útil para la mecánica y que podría ayudarnos a reparar la nave. Tal vez deberíamos ir a la casa del señor para reunir las refacciones necesarias y organizar la tarea.