Partida Rol por web

La sargento rechazó de momento la petaca, lo que no quería decir que quizás no la aceptara más tarde. Demasiadas emociones para tan pocas horas. Escuchó la información que les estaba brindando el hombre cuando el ruido de la radio cobrando vida le hizo mirar en aquella dirección.

-Taylor.- Indicó Riahnna hacia el médico del grupo para que iniciara la conversación con la mujer. Hasta el momento había sido quien parecía manejarse mejor con el equipo de comunicación; sospechaba que Kowalski también sabría algo del tema pero de momento, viendo el peculiar sentido del humor del piloto, no le pareció conveniente que fuera él quien hiciera el primer contacto con aquella voz femenina.

Estaban a salvo por un momento. O al menos, podían descargar la tensión del viaje. Akira, desconfiado, se agachaba de vez en cuando para mirar por una pequeña ventana de la caravana para controlar la valla, donde los zombis seguían golpeando. Aquel tipo con sombrero tenía contacto con exterior y eso era buena noticia, pero algo de él llamó la atención del japonés.

- ¿Se encuentra bien, señor? - le preguntó al tipo mientras señalaba con la cabeza su pierna, refiriéndose a su cojera.

"¿Podría haber sido herido por una de esas criaturas? No creo, ya habría sufrido las consecuencias".

La verdad es que desde que pasó por aquí ese trajeado tocacojones todo se fue a la mierda muy rápido. De no haber sido por mi ángel guardián...

 - ¿Sargento? - y miró a González, quién no había dicho nada con respecto a ese dato-. ¿Deberíamos conocer más sobre aquella persona, verdad?

En ese momento, la radio interrumpió la conversación y el ofrecimiento de petaca, el cual Akira rechazó levantando la palma de su mano. Al parecer una chica o una mujer tenía contacto directo con la caravana y sabía de nuestra presencia.

"No es de extrañar, dos minutos más disparando y dando vueltas por el pueblo y se entera todo el estado"

La mujer dirigió una mirada al soldado. -Esperemos a escuchar que información tenga la persona al otro lado de la radio, y haremos las preguntas pertinentes.- Indicó a Akira, aunque haciéndole una seña de agradecimiento. No le había pasado desapercibido el comentario pero con la interrupción de la radio podría llegar a saltárselo sin darse cuenta.

Cuando Douglas me acerca la radio, dejo de acariciarle las orejas al perro, le guiño un ojo al animalito mientras me incorporo y miro el aparato que tengo en frente. Una radio vieja, pero compacta y funcional. Alguien debía haberle puesto bastante empeño a mantenerla. Quizás el tal Douglas fuera bueno con las máquinas... o quizás era uno de esos Americanos que se dedicaban a acumular y a reparar cosas... por el placer de hacerlo.

Fuese como fuese, sólo me hizo falta mirar el dial de la radio para ver la frecuencia. Declinando amablemente el aparato, uso el ordenador de mi traje para sincronizar nuestros equipos de comunicaciones individuales con la frecuencia.

Es cuando la Sargento me da el permiso para conducir la entrevista.

Asiento, dubitativo. Había hecho muchas entrevistas en el adiestramiento táctico, pero no recordaba haber tenido nunca una situación similar. Normalmente tenía a mi interlocutor delante. Podía verle las facciones, los ojos. Cualquier gesto que me indicara lo que estaba pasando por su cabeza. O al menos, que me permitiese intentarlo.

-Agente Taylor, BSAA.-Hago las presentaciones pertinentes-¿Con quién hablo, y cuál es su posición?-Hago una pequeña pasusa-Cambio.

El receptor de radiofrecuencias de nuestros cascos recibe estática, de momento. En unos momentos veríamos qué era lo que aquella voz tenía que decirnos.

El perro recibe agradecido las atenciones del médico, y cuando éste empieza a hablar por a su alrededor busca ponerle la cabeza bajo su mano para conseguir más caricias.

Valiente perro guardián estás tú hecho, muchacho - rezonga Gary...

Llámeme Atenea, agente - responde la mujer - Por motivos de seguridad no puedo darle ni nombre ni mi ubicación. Fui yo quien avisó a la agente Sherawat de la llegada de Davion Clark a Las Vegas, y la gente para la que trabajaba el doctor no se lo ha tomado nada bien. Tengo un trato que proponerles: hay una persona a la que me interesa que rescaten de las mismas instalaciones de las que se escapó el doctor Clark. A cambio, yo les suminstraré información ¿Aceptan? Cambio...

Riahnna escuchó la voz que provenía de la radio con el ceño fruncido. Le hizo una seña a Taylor para que no contestara aún, antes de dirigirse al resto del equipo.

-Puede tratarse de alguien que pertenezca a dicho laboratorio, y eso explique que conozca el nombre de Clark y que esté informada.- Le era complicado confiar ciegamente de alguien desconocido, cuyo nombre real no conocían, pero tenía que admitir que sus palabras le sonaban veraces. De todos modos la sargento miró a su equipo primero. -Opiniones.- Les pidió, aún sabiendo que ella era quien tendría la última palabra.

La voz de la radio estaba dispuesta a ayudar, no sin algo a cambio. En esta situación de emergencia, todos querían su beneficio y en esta ocasión no iba a ser menos. La Sargento González pidió opinión sobre lo propuesto. Se acercó a ella y le susurró cerca. Su intención no era ocultárselo a su equipo, si no al tipo de la caravana, al fin y al cabo tampoco sabían quién era.

- Sargento, si no queremos ir por nuestra cuenta en este sitio sin saber por donde empezar, no tenemos elección. Siempre estaremos a tiempo de utilizar esa información o no. De que demos con la persona a la que se refiere, ya veremos qué hacemos, pero sería importante tener una pista para poder comenzar la operación.

- Pues ya que lo dice, a lo mejor le echo un trago. - me acerco al ver que el vaquero ofrece la petaca y me detengo al oler que eso me puede sentar tan bien como un chupito de lejía - ... Aunque soy yo el que tiene que conducir, así que me conformaré con tomarme la vida a palo seco. 

Levanto una ceja con eso del "ángel guardián" pero la amable voz de la señorita de la radio me saca una sonrisilla. ¿Aunque cómo narices se ha enterado la chiquilla de quiénes somos? Que yo sepa no lo tenemos pintado en el helicóptero... No, ¿no? Por un momento estoy tentado de acercarme y darle los buenos días a la chica pero Tailor se me adelanta otra vez. Está claro que hoy tiene amor para todos. Escucho la información mientras me quedo apoyado en una de las paredes de la caravana y miro a la sargento, rascándome la cabeza no muy convencido. 

- Señor Douglas, antes de aceptar una misión de rescate de su ángel guardián, ¿podría decirnos cómo la ha conocido o qué cosas de ángel ha hecho por usted? - miro al vaquero, con gesto tranquilo - Si quiere mantener su identidad en secreto no hay problema, nosotros tampoco nos hemos presentado adecuadamente. Pero estas peticiones sin una invitación a cenar o un par de copas de por medio... Al menos una carta de recomendación estaría bien. - me encojo de hombros. Soy el primero en quejarme de que las cosas vayan muy despacio, pero siempre hay excepciones.

Por lo visto la verja aguantaba sin problemas así que no interrumpo la conversación en el interior. El vaquero en otra situación podría haberme hasta caído bien pero ofrecer bebida a un grupo de soldados y el tener contacto con alguien que parecía saber demasiado no era algo halagüeño. Por lo demás me sorprende la petición de la sargento, ella era la que estaba al mando y debía decidir. Sinceramente esperaba que bajo presión no se pusiera a pedir opiniones y que esto solo fuera a la supuesta calma del momento.

- Estoy con el soldado Kurosawa, sargento. Veníamos para investigar la situación y ella parece una fuente de información que sea confiable o no es algo que deberemos descubrir.- termino por contestar la última, obviando mi opinión personal sobre la profesionalidad que estaba teniendo el grupo.

Asiente a las opiniones de los presentes, pero sobretodo muestra interés por las preguntas que hace el piloto al hombre. También ella sentía curiosidad por saber en que manera Atenea había ayudado a mantener vivo a aquel hombre.

De todos modos, viendo que la opinión era casi unánime, se dirigió a Taylor. -Dile que aceptamos. Pregunta sobre cómo sabía de nuestra presencia, es decir, que somos de la BSAA, en este lugar y cómo pudo comunicarse con la agente Sherawat. Cuanto tiempo pasó desde la llegada de Clark a este pueblo, y cuales fueron las circustancias que lo trajeron aquí en primer lugar.- Esperó entonces que Taylor transmitiera el mensaje y estuvo atenta a si el hombre respondía a las preguntas que se le habían hecho.

Eso se lo puedo decir yo - interviene Gary - Ese meapilas pasó por aquí hace cuatro días. Paró a repostar y hacer unas compras en la gasolinera de Ed. Recuerdo que por la tarde me comentó que le parecía que el tipo le había pegado algo porque se notaba mal cuerpo y fiebre. A la mañana siguiente escuché a esa chiquilla berreando por la radio y me avisó de lo que iba a pasar. No me lo creí hasta que Marjorie intentó comerme cuando fui allí a desayunar al G&R. Me encerré aquí mientras escuchaba los gritos de mis vecinos matándose unos a otros. Maldita sea, incluso recoger a ese chucho del aparcamiento fue una maldita odisea.

Entrecierra los ojos para lanzar una mirada suspicaz a Akira - No creas que no he visto cómo me has mirado antes, chico. Sé lo que estás pensando pero te equivocas. Mi cojera ya viene de antes. Mogadiscio. 4 de Octubre del 93 - Se levanta la pernera revelando una pierna protésica - No hace falta que me vueles la cabeza ¿Vale?

Al oír el tono de voz de su dueño el perro se acerca a él poniendo su cabeza sobre la pierna sana. Gary deja caer la pernera y acaricia la cabeza del animal.

Hablar con ella me mantuvo cuerdo además de vivo. Me dijo que llegaría ayuda y me habló largo y tendido sobre esas... - hace un gesto hacia la multitud de infectados que todavía luchan con la reja - ... cosas. Pero vosotros sabéis lo que hacéis. O lo parecéis, al menos. Respondedme a una pregunta ¿Por qué Dryfield?...

-Es lo que pretendemos averiguar, y quizás su amiga nos pueda dar las pistas que necesitamos saber.- Dijo la Sargento, esperando que Taylor contestara a la joven para que pudieran tener más información. Cuatro días. Vaya pesadilla. No le gustaba que el contagio empezara de esa manera, y lanzó una significativa mirada al médico del grupo, esperando quizás que él supiera si el virus podía mutar de manera que no tenía que ser mordido para que surgiera efecto.

-¿Qué se trabajaba en este pueblo? Según los registros fue una mina hace años, pero no había mucha información respecto a qué se hacía aquí ahora. ¿De cuantos muertos estamos hablando?-

El hombre aún había tenido suerte. 4 días con alguien con quién hablar y una mascota. A cambio su verja de alambre parecía bastante menos resistente que los muros de aquella iglesia. Sea como sea la situación era de todo menos agradable para él y no estaba aquí para medirnos los traumas.

- Probablemente le pillara de camino hacia su verdadero objetivo o simplemente el pueblo cumple los requisitos perfectos para una prueba.- no estaba segura porque estaba contestando, quizás el saber cuanto tiempo llevaba aquí me hacía simpatizar un poco con él.- Básicamente un pueblo pequeño y con pocas conexiones con el resto les resulta ideal para probar sus mierdas.- mi tono es frío pero no cruel, era un hecho que usaban pueblos así y no veía necesario endulzarle la píldora. Por lo demás vuelvo a guardar silencio mientras sigo vigilando por la ventana y escucho el resto de preguntas.

El interrogatorio seguía cruzando opiniones e ideas posibles, pero allí seguían, intentando buscar alguna pista para poder salir de allí con un destino seguro, un primer paso. 

- Minas... Un lugar "apartado" del mundo... Apunta a un buen sitio para realizar pruebas. Quizás Clark pasó para supervisar la investigación y algo no fue bien. Se confió y pensaba que estaba bajo control. Cuando ya quiso marcharse después de repostar, ya era tarde. Para él... y para todo Dryfield.

El japonés echó de nuevo un vistazo a las afueras, quería mantener controlada la alambrada.

Entrecierra los ojos para lanzar una mirada suspicaz a Akira - No creas que no he visto cómo me has mirado antes, chico. Sé lo que estás pensando pero te equivocas. Mi cojera ya viene de antes. Mogadiscio. 4 de Octubre del 93 - Se levanta la pernera revelando una pierna protésica - No hace falta que me vueles la cabeza ¿Vale?

Akira levantó una mano mientras agachaba la cabeza momentáneamente, haciéndolo ver que no había mala intención en la pregunta. Podían sentirse agradecidos cuanto menos por haberles dejado entrar en su patio.

- Mis disculpas, señor, toda precaución es poca en este sitio; no hemos tenido un recibimiento muy cariñoso que digamos - dijo amablemente mientras señalaba la alambrada con el pulgar por encima del hombro -. Si llevan cuatro días así habrá visto a esas criaturas a todas horas, y más desde aquí. ¿Algo qué le haya llamado la atención? ¿Responden a algo en especial? Hemos visto muchas variantes, pero aquí hay algunas más evolucionadas.

La mina lleva más de cuarenta años cerrada, sargento - informa Gary - El viejo Coulter perdió la propiedad en un casino de Las Vegas y la mina pasó a manos de una gestora. Fue un negocio de mierda, pues la mina ya estaba casi agotada y era difícil encontrar a algún chiflado que quisiera bajar a aquellos túneles. Sin embargo lo intentaron. Vaya si lo intentaron. La gestora compró las tierras de alrededor, puso una valla y trajo un montón de maquinaria. A veces los oíamos trabajar incluso de noche, malditos fueran - se encoge de hombros - Tardaron unos cuantos meses, pero acabaron por rendirse.

Se quita el sombrero para rascarse la cabeza tras la segunda pregunta de Riahnna - De poco se trabaja aquí ya. Somos una mera estación de paso antes de Las Vegas, un puesto de socorro cutre para los alrededores y un dormitorio para los que no quieren dormir con el ruido de Las Vegas en sus oídos o que no pueden permitirse un hotel. Demonios, estaba seguro de que iba a ver el final de este pueblucho, pero no esperaba que fuera a ser así.

El comentario de Sasha le arranca un gruñido - ¿De qué "pruebas" estamos hablando?

Sonríe con sorna al escuchar la disculpa de Akira - Si hubiera tenido la más mínima sospecha de que os hubieran mordido a alguno os habría volado la cabeza sin mediar palabra, así que no es necesario que te disculpes ¿Que qué buscan? A nosotros. Creo que nos rastrean por el olor, pero tampoco me he puesto a hacer experimentos con ellos. Si te muerden y tienes la mala suerte de que no te comen vivo, te conviertes en uno de ellos.

¿Hola? - pregunta Atenea a través de la radio - ¿Siguen ahí, B.S.A.A.?...

Dile que aceptamos. Pregunta sobre cómo sabía de nuestra presencia, es decir, que somos de la BSAA, en este lugar y cómo pudo comunicarse con la agente Sherawat. Cuanto tiempo pasó desde la llegada de Clark a este pueblo, y cuales fueron las circustancias que lo trajeron aquí en primer lugar.-

-Por supuesto-Respondo a la Sargento, tratando de concentrarme en la información relevante que queríamos obtener de nuestra misteriosa interlocutora. Era, como poco, muy interesante saber cómo pudo ver lo que estaba ocurriendo en el pueblo, como para avisar a Douglas con el suficiente tiempo como para que pudiese escapar.-Atenea, aceptaremos lo que nos plantea. Pero necesitaremos más información sobre estas instalaciones. Cómo llegar a ella, y sobre todo... ¿Cómo sabe de su existencia?-Hago una pequeña pausa-También necesitamos saber cuál es su relación con la agente Sherawat.-Aprieto los labios. Ya era bastante ominosos que una voz desconocida que no quería identificarse nos hablara. Mucho más aún que nos mandara a hacer algo.-¿Y cómo sabe que somos BSAA? ¿Está usted cerca?-

Esa mujer sabía demasiado.

-Sí... seguimos aquí... ¿Hola?

Miro a Douglas con cierta curiosidad, luego a la Sargento. Aquella empresa que había comprado las minas debía ser la que había construido esta... "instalación" de la que hablaba Atenea. Todo lo que este hombre supiese sería extremadamente valioso.

El señor Douglas vio el emblema de la B.S.A.A. en el costado de su helicóptero y usted se ha identificado como miembro de esa organización - contesta Atenea - Sé de esas instalaciones a través de la persona a la que quiero que saquen de ahí. No sé si el señor Douglas les habrá hablado de lo que pasó con esas minas...

Es que todavía me cuesta creerlo - apostilla Gary

... pero la gestora que posee la propiedad trabaja para Gentek. Si su gente lo investiga llegará hasta Gabriel Morgan, directivo economista de Gentek. Pues bien, Morgan simuló un intento de reconstruir la mina para construir un enorme complejo subterráneo en el que seguir investigando las distintas cepas derivadas del virus Progenitor. De ahí es de donde se escapó Clark tras infectarse con la nueva variante del virus T llamada T-Blacklight. Este nuevo virus es la causa del recibimiento que han tenido...

Cuando el vaquero me pregunta hago un simple gesto hacia los infectados de fuera y me mantengo atenta a la conversación de la radio. Estaba bien tener la confirmación de lo que sospechábamos pero tampoco es que estuviese dando una información demasiada precisa.

- Yo al menos la creo, pero ya que quiere que rescatemos a alguien denos un nombre y descripción. Aparte ya que conoce tantas cosas, supongo que podrá indicarnos el camino hacia esas instalaciones, ¿no?- seguíamos sin saber si fiarnos de ella pero siendo la única pista que teníamos era mejor que nos diera información concisa.

Su nombre es Alex Mercer. Es... era el investigador jefe del proyecto T-Blacklight en Gentek. Creía que estaba trabajando en una cura experimental para la leucemia hasta que descubrió que las verdaderas intenciones de sus jefes era la de modificar la infectividad del virus T para que sólo afectase a personas con un perfil genético concreto. En la práctica, esto se traducía en que el virus sólo podría infectar a determinados grupos étnicos clasificados como "indeseables"  - aunque ella no lo dice abiertamente el tono de su voz indica que la mera idea le resulta nauseabunda - Alex consiguió seguir el rastro de la financiación hasta el alto mando militar en el Pentágono, pero no pasó de ahí. Después intentó sabotear el proyecto pero Gentek lo secuestró y lo llevó a Arkadia, que es el complejo que se encuentra bajo Dryfield. Anoten esto.

Atenea recita una serie de números que Tailor identifica al momento como coordenadas GPS - Es la ubicación de una entrada a Arkadia que dejó de utilizarse cuando se terminó la construcción del complejo. Según Alex es la mejor opción que tienen para entrar sin que los de Gentek se den cuenta...

Tras varios intentos de comunicación, el equipo recibió instrucciones claras sobre nombres y coordenadas donde operar. Al final, las minas eran el lugar donde los laboratorios Gentek operaban con un motivo más que repugnante, aunque no era tampoco una sorpresa viniendo de este tipo de corporaciones.

"Alex Mercer... las minas... Arkadia" - apuntó mentalmente el soldado volviendo a mirar por la ventana.

Akira dio un paso al frente.

- ¿Cuándo fue el último contacto que tuvo con Mercer? - preguntó, mientras observaba la radio que manejaba Taylor. La situación podría haber cambiado, aunque la única entrada al complejo siguiera disponible.

 - Agente Taylor, ¿a qué distancia están esas coordenadas? Supongo que tendremos que hacer otro tour en coche hasta allí.