Partida Rol por web

Tal cómo sospechaba, el ruido que estaban produciendo iba a atraer muchos más de aquellas aberraciones, por lo que aún cuando se moviera muy rápido, la mujer sólo tendría una oportunidad para lograr disparar. Si fallaba, tendrían que meterse en el pozo y cambiar de plan, pues no habría manera que salieran con vida ante el mar de criaturas que se acercaban a toda velocidad. -¡Joder, joder!- Murmuró Riahnna, cambiando de arma en un movimiento natural y practicado muchas veces. Colocó la carga en el arma y apuntó en la dirección por la cual comenzaba a asomar las sombras y siluetas de los zombies.

Disparó.

La trayectoria de la granada pasó por encima de las cabezas de las criaturas, cada vez más cerca; pero en vez de impactar contra la pared como la sargento había planeado en un principio, escuchó el sonido del cristal romperse cuando atravesó una ventana. Y entonces...

Algunos infectados siguen con la vista el vuelo de la granada o se giran al escuchar el ruido de los cristales rotos. Sin embargo la mayoría no detiene su demencial carrera hacia los dos agentes atrincherados en el pozo cuando de repente...

La casa donde entró la granada explota en una potente nube de llamas y escombros que destroza e incendia las casas de alrededor. Los infectados que pasaban junto a la casa son consumidos por las llamas, mientras que los que estaban cerca son arrojados al suelo por la potencia de la onda expansiva. Akira y Riahnna se libra de lo peor al agacharse por instinto tras el murete del pozo. Aún así las ráfagas de aire sobrecalentado les perlan el rostro de sudor.

Cuando vuelven a asomarse ven un escenario de pesadilla: la casas arden furiosamente lanzando llamaradas humeantes hacia el cielo. Numerosos cuerpos yacen desparramados alrededor, muchos de ellos despedazados y quemados hasta la carbonización. Los infectados más afortunados se arrastran por el suelo o intentan levantarse. Algunos tienen la ropa o el pelo ardiendo, han perdido algún miembro o tienen trozos de madera clavados en el cuerpo. De las gargantas de los infectados surge un coro de aullidos de hambre y rabia que no tarda en ser respondido por más aullidos conforme los demás infectados de Dryfield son atraídos por el ruido.

A veces, los planes no salen como uno pensaba y aún así siguen funcionando...

Mientras los agentes de la B.S.A.A. se preparan para abrir la trampilla un momentáneo temblor sacude ligeramente el cemento del búnker. Una fina llovizna de polvo se desprende del techo tiñendo los uniformes con una leve capa gris.

¿Qué demonios han hecho esos dos? - pregunta Gary.

El hombre vuelve al salón para mirar la pantalla.

¡Esos bichos se están largando del taller! - grita con alegría al cabo de un momento - ¡Vamos, chuchos de mierda, salid de mi jodida entrada! ¡Joder! - vuelve a asomar a las escaleras meneando la cabeza - Nada. Esos dos deben saber que estamos aquí y prefieren pájaro en mano...

La sargento González estaba jadeando, viendo un poco sorprendida la explosión. Pero no tenían tiempo que perder en distracciones. -¡Vamos, vamos, vamos!- Se apresuró a decir a Akira, corriendo para bajar las escaleras del pozo. No sabía cuanto tiempo tardarían los zombies en despejar el área, pero mientras más rápido se movieran antes saldrían de aquel lugar maldito.

Lo que temía estaba pasando, estábamos perdiendo el tiempo y había que actuar rápido. Sin mediar palabra me coloco con el rifle dispuesta a disparar contra el primer infectado que se asomara y solo una vez ya estuviera colocada es cuando hablo de manera directas y concisa.

- No nos queda tiempo. Me da igual quien sea pero id abriendo la puerta, no os preocupéis yo os cubro.- y sin más afianzo mi mano en el arma esperando que el resto haga su trabajo.

En el momento de la explosión, encojo la cabeza como si fuera una tortuga y levanto la mirada, casi con temor de que el techo se nos caiga encima. Menos mal que no iban a volar toda la ciudad por los aires... Pero igualmente sirve; casi todos los zombies se marchan y nosotros tenemos vía libre. Y viendo cómo de agresiva se pone la rusa, me da que tengo que ir moviendo el culo. 

- Vale, vale, ya les abro yo. Pero como quieran vendernos biblias o diccionarios, no digáis que no os avisé.

Venga, que no pasa nada si muerden al loco. Miro a Doc esperando a que se ponga a mi lado cerca de la trampilla mientras cambio mi fusil por la Beretta. Con una silenciosa cuenta atrás, asiento al tiempo que abro la trampilla y disparo directamente contra la pierna del primer perro que veo. Casi al momento de hacerlo, me contengo por no darme en la cara con la pistola. ¿Qué ha pasado con todo el entrenamiento de ir a matar, listo? Deja. De. Ser. Buena. Gente. Joder.

En cuanto Kyle abre la puerta, abro fuego sobre los enemigos con mi rifle, y luego tomo la posición designada en el plan. Trago saliva antes de que se oiga el crujido del portón metálico al abrirse. Abro los ojos como platos al ver a las bestias, y suelto todo el aire justo en el momento en el que aprieto el gatillo.

-Estos bichos son más feos en persona...-

En el momento en el que el piloto abre al fin la verja cojo aire y mantengo la respiración para tener el pulso perfecto. No hay emoción ni sentimiento en cuento veo a ambos cánidos infectados y aprieto el gatillo primero sobre el que no ha recibido tiro alguno y sin esperar a confirmar si lo he derribado (bastante segura estaba de ello) apunto rápidamente al que quedaba para repetir la faena.

El aullar comenzó a ser más nítido de lo que les hubiera gustado a la sargento y el soldado. De cuatro zombies pasaron a un gran grupo que comenzó a divisarse claramente al final del callejón. Akira miró a la sargento mientras con destrezaba guardaba la Dessert y se hacía con el lanzagranadas:

- Vamos... - dijo en vos baja mientras miraba de nuevo al grupo de muertos vivientes acercándose, subfusiles en mano.

Cuando volvió a girarse hacia su superior, una bocada de aire caliente le inundó el rostro, dejándolo aturdido un par de segundos. El estruendo se convirtió en un pitido dentro de la cabeza del soldado que se incorporó rápidamente para ver el panorama de sangre y carne que había dejado la explosión. Cuerpos sin miembros seguían arrastrándose por el suelo, como si no hubiera pasado nada en ese lugar.

-¡Vamos, vamos, vamos!

Los dos de la BSAA se apresuraron al pozo para volver con sus compañeros aprovechando la llamada de atención de las llamas.

- ¡Buen tiro, sargento! - felicitó Akira mientras corrían juntos de vuelta.

Los disparos de Kyle y Even apenas logran hacer rasguños superficiales en las patas de los animales infectados, que no tardan en abalanzarse sobre los dos soldados.

Aunque Kyle consigue apartarse a tiempo uno de ellos se abalanza sobre Even chasqueando las mandíbulas a escasos milímetros de su cara. Se escucha un trueno y de repente la cabeza del animal desaparece junto con buena parte del cuello. En cuanto el otro perro aparece por el hueco de las escaleras corre la misma suerte. Los restos del cráneo destrozado dejan una rociada sangrienta en los bajos de la furgoneta...

Akira y Riahnna llegan a la carrera a tiempo para escuchar los disparos del fusil de francotirador de Sasha y ver los cadáveres decapitados de dos chacales infectados caer por las escaleras de entrada, uno de ellos tras resbalar del cuerpo de Even donde estaba encaramado.

No sé qué demonios habéis hecho pero ha funcionado - dice Gary - Vamos. El taller está despejado ¡Buena suerte!

El hombre levanta el elevador lo justo para permitir la salida del equipo, que después llega al patio a través de una persiana metálica medio levantada con un agujero de bala.

Una sorpresa desagradable aguarda a los agentes en el patio del desguace: hay otros dos perros infectados junto a cuatro humanos horriblemente mutados por el T-Blacklight interponiéndose entre ellos y el HUMVEE. Even, Kyle y Natasha reconocen a los dos animales que se quedaron rondando el elevador mientras los otros se colaban por debajo. Por algún motivo la maniobra de distracción no ha funcionado con ellos y su presencia ha retenido a los demás infectados.

Los perros son los primeros en lanzarse al ataque...

Justo cuando pienso que nos hemos librado de los perros, volvemos a la superficie y pongo los ojos en blanco. Cómo no... Tendríamos que haber traído palos para lanzarles o algo. Y encima se han quedado sus dueños, que seguro que no se van a dedicar a recoger la mierda que vayan dejando.

- Despejado mis cojones... - murmuro disparando contra la cabeza del perro que se lanza contra nosotros. Chasqueo la lengua al ver cómo la bala le pasa de refilón y entrecierro los ojos como en una de esas películas de acción. ¿Sirve para apuntar mejor? Pues... diría que sí.

La explosión y la carrera habían elevado los niveles de adrenalina del soldado, que avistaba el final del túnel por dónde habían venido. El eco de los pesados pasos de las botas retumbaban en las paredes de cemento. Una vez en la entrada, el soldado escuchó varios disparos. Se puso alarma, pero reconoció el sonido del fusil de francotirador de su compañera.

No sé qué demonios habéis hecho pero ha funcionado - dice Gary - Vamos. El taller está despejado ¡Buena suerte!

 Todo el equipo se dirigía a la entrada con la esperanza de haber desviado toda la atención a la zona de la explosión y tener una vía de escape segura, pero no fue así.

- Despejado mis cojones...

El soldado, frunció el ceño. Nuevos tipos de zombies los acorralaban, desafiantes. Sus deformaciones los hacían peligrosos y lo mejor era tenerlos separados, no sabían qué daño podrían alcanzar esas figuras dentadas.

- Parece que a algunos no les gusta el ruido. ¡Vamos a ello! - dijo mientras comenzaban a silbar las balas en el aire. 

El disparo de Kyle se lleva por delante media cara del animal infectado más rápido haciéndole caer al suelo. Akira decide hacerse cargo del otro con una maniobra de doble disparo. El primero arranca una oreja y termina rebotando contra el blindaje del HUMVEE, situado detrás de los infectados (1). El segundo entra por la boca abierta del monstruo y hace explotar la parte posterior del cráneo. Muerto definitivamente el animal infectado rueda medio metro por el suelo antes de detenerse...

Por supuesto nada puede salir como queríamos y el resto de infectados cánidos se habían quedado a la espera con compañía. El problema de llevar una arma de este calibre es que para situaciones de choque dejaba bastante que desear así que sin poder apuntar tan bien como querría y teniendo en cuenta el retroceso cojo el arma desde la cintura y, ya que los perros parecían neutralizados, disparo contra dos los infectados con mutaciones más peligrosas.

El infectado se detiene en seco, sangrando por el boquete abierto en la base del cuello mientras la cabeza, amputada, cae varios metros más atrás. El cuerpo da un par de pasos derramando sangre hedionda a su alrededor antes de caer definitivamente. Por desgracia el segundo disparo de Natasha sale demasiado alto y los tres infectados restantes siguen avanzando.

Mientras, tras ellos el chacal infectado al que Kyle derribó vuelve a levantarse gruñendo a pesar de su cara mutilada...

De regreso junto al resto del equipo, Riahnna comprobó que éstos tampoco habían estado por completo sin problemas. -Taylor, ¿está bien?- Preguntó al doctor, puesto que había visto como una de esas criaturas habían estado sobre él. Esperaba que no hubiera sido herido, no le convenían perder al médico de campo en ese momento.

Cuando llegaron a la parte superior del bunker descubrieron que no todos los zombies se habían sentido atraídos al calor y a la destrucción. Kowalski, Akira, y Tankian habían actuado rápido, incapacitando a uno de los zombies humanoides y uno de los chacales, aunque parecía que el otro ya se incorporaba para atacar de nuevo.

La sargento se enfocó en los enemigos de a dos patas, disparando primero al zombie con la garra más grande, y luego al zombie cuyo brazo parecía una maza. Disparó una tercera vez hacia el de la maza, pero la bala no impactó.

La ráfaga de disparos, para nuestra desgracia, sólo les hace cosquillas a aquellos cánidos desérticos mutados. Sin pensarlo mucho corro hasta la posición designada en el plan, y al girarme, veo a uno de ellos saltando hacia mí.

-¿¡Qué dem...!?

Sin tiempo para levantar mi arma de nuevo, caigo al suelo de espaldas, con un sonido sordo que demostraba que llevaba una buena armadura. 

Veo la cara del chucho acercarse, y esquivo el primer bocado echando la cabeza a un lado.

-¡Ahg!-Grito, aterrado, y pongo mis manos en el cuello del monstruo, para evitar que envite de nuevo con una dentellada.

Dios...

Entonces se oye un gran Bang, y un segundo más tarde, una explosión sangrienta me cubre toda la cara, las manos y el pecho, y el enemigo cae inerte sobre mí.

-Ah...-Suspiro aliviado-Humph...-Suelto al hacer esfuerzo para quitarme al cadáver de encima.-Gracias... un poco más y no lo cuento...

-Taylor, ¿está bien?- Preguntó al doctor, puesto que había visto como una de esas criaturas habían estado sobre él. Esperaba que no hubiera sido herido, no le convenían perder al médico de campo en ese momento.

El equipo principal de la misión vuelve justo en ese momento. Hubiese preferido que no hubiesen visto mi momento de debilidad, pero estaba tan aliviado por no haberme convertido en comida de perro, que ignoré la vergüenza, y traté de incorporarme. La Sargento me ayuda a levantarme, ofreciéndome una mano-Estoy bien... ha ido por muy poco... espero no tener más encontronazos de estos en lo que me queda de vida...

Luego, todos corremos. Aquello no estaba tan despejado como hubiésemos deseado. Pero no era tan terrible. Aún algo atolondrado, doy un par de pasos atrás mientras preparo la pistola. Respiro hondo y dejo salir todo el aire justo cuando disparo dos veces a la cabeza del infectado con garras. Me complació ver que el entrenamiento había sido efectivo y al menos uno de los tiros impacta en el cerebro del ser. Aprovecho para dar un tercer paso atrás. Las piernas aún me tiemblan después de lo ocurrido en el bunker...

-¡Esos chacales son muy rápidos, cuidado!-Advierto a los compañeros, manteniendo el arma en alto, y listo para continuar con la acción.

Esto NO PUEDE acabarse así...

El disparo de Riahnna levanta parte del cuero cabelludo del infectado de la garra deforme levantando una grotesca aleta de carne en el cuero cabelludo que se agita cuando éste intenta golpear a Akira. Sin embargo el peso del monstruoso apéndice le desequilibra y sólo consigue agitar aire y polvo delante del soldado.

El segundo disparo de la sargento destroza un pie del infectado de la maza orgánica haciéndole tropezar y que su golpe quede muy lejos de llegar a impactar sobre Kyle. Sin embargo el disparo contra el infectado de las garras sólo consigue desequilibrar a Riahnna, lo que el monstruo aprovecha para lanzarle un brutal zarpazo contra la pierna...