Partida Rol por web

Todos sabíamos que Kyle estaba hecho polvo de la cabeza, pero en lo suyo era bueno y con eso era suficiente. 

- Si no nos sacas de esta con vida no vas a cobrar ni ahora ni en todo lo que te quede de carrera, Kyle. Venga, joder.

Precisamente las palabras que se escuchaban a través de la radio no eran muy cariñosas, en especial, las que se referían a la sargento González. Eran muchos vehículos, seis para ser exactos. Se podía ver la cara de preocupación de Taylor, pero pronto reaccionó y comenzó a dar instrucciones al piloto: si no desviábamos, sería difícil que nos dieran alcance.

Akira no tenía ningún problema en encararse, pero tampoco era tonto y sabía que la situación no les favorecía. Las nubes de polvo se acercaban más a cada segundo, pero aún estaban muy lejos para un tiro certero. Aunque si la sargento cargaba las granadas era porque tenía intención de "intercambiar algunas palabras".

 Akira y Taylor, cubran a Tankian, si pueden apunten a los copilotos. 

- No están a tiro, sargento. Necesitamos tenerlos más cerca, apuntaremos hasta que tengamos buena distancia.

Se giró para dirigirse a Natasha.

- Al final parece que los vivos son igual o menos simpáticos que los muertos - le dijo sonriendo refiriéndose a la frase de antes. Después, se colocó en la ventana, apuntando.

Conseguíamos mantener las distancias y eso me daba cierta ventaja, ni me afecta cuando la metralla golpea la parte acorazada del Humvee, la orden ya la tenía dada y aunque disparar al conductor era una buena idea había formas más fáciles de librarse de esas excusas de vehículo. Apunto un poco más a la izquierda y abajo centrando la mira en la rueda delantera y espero con paciencia a que el coche haga una curva, al fin y al cabo maniobras evasivas eran 101 de combate montado y no tardarían en hacerlas.

Tal cual llega el momento aprieto el gatillo y veo como la rueda salta por los aires en el momento justo haciendo el giro completamente desbalanceado y consiguiendo que salte por los aires cayendo justo encima de otro de los vehículos. Apenas sonrío por un segundo satisfecha, aunque al volver a observar tenía más malas noticias.

- No sé cual es su historia con ese tal Nakov, sargento. Pero el soldado Kurosawa se queda corto con lo de poco simpáticos. Han sacado un blindado, por suerte se encuentra a 6 kilómetros así que estamos fuera de su alcance por ahora.- mi voz suena tranquila y fría a pesar de que como todos los del vehículo era consciente que un solo cañonazo de esa cosa podía matarnos por muy resistente que fuera el Humvee.

Frunzo el ceño y aprieto los dientes al escuchar al loco de la radio. Sí, eso concretamente es un loco, yo sólo soy un tipo que dice y hace lo primero que se le ocurre sin pensar mucho en las consecuencias. 

- Sargento, permiso para volarle las pelotas a ese gilipollas si Sasha no revienta su vehículo antes. Bueno, que el permiso se lo concedo a usted si quiere, por el tema de ser su ex...algo, pero ya me entiende. Me haría muy feliz que ocurriese. 

Me encojo de hombros sin querer forzar más, pero no es algo que vaya a dejar pasar si surge la ocasión. Kyle serio no mola, pero ese tal Nakov mola menos aún. Doy un respingo al escuchar el grito de Doc y la sonrisa vuelve a mí cuando señala y explica el terreno, aunque termino con una risa lastimera cuando Shawarma me quiere dejar sin paga.

- No me digas eso, que llevo poco tiempo "vivo". Además, prometí que devolvería el HUMVEE sin rayones... Y espero que sin una capa de lodo por encima. - a pesar de que no estoy muy convencido de eso último, giro a la derecha y reduzco un poco la velocidad para obligarles a seguirnos, antes de volver a acelerar a tope de nuevo con una carcajada - ¡Venga, que os lo estoy dejando fácil!

El disparo de Tankian no decepcionó, logrando quitar dos de los seis vehículos fuera de combate. Sin embargo su nueva noticia no mejoró la situación, Riahnna podía estar segura que ese nuevo coche que se acercaba tenía como tripulante al dueño de la voz a través del comunicador. No respondió a los comentarios de los distintos miembros del equipo, sino que dejó el lanzagranadas en el asiento posterior para usarlo cuando fuera necesario, y apuntó en cambio con la ametralladora, haciendo una ráfaga. Pero aún cuando tenía distancia para alcanzarlos, ninguna de las balas pareció acertar o hacer daño suficiente a los coches.

Tras el violento choque los dos buggies vuelan por los aires y ruedan varios metros por el suelo hasta detenerse con las ruedas hacia arriba. Por su parte, Kyle consigue evitar las balas que pasan más cerca dando un volantazo y metiéndose una zona de arena menos compacta utilizando la tracción 4x4. El HUMVEE empieza a subir y bajar dunas mientras los buggies intentan adentrarse en la arena para interceptarlo. La ráfaga de Riahnna apenas llega a salpicarles los frontales con pequeños regueros de arena.

Sin embargo, tal como predijo Kyle este terreno no es bueno para los sobrecargados buggies, que no tardan en quedarse atascados en la arena. No obstante aún intentan alcanzar al HUMVEE con ráfagas de fuego automático...

Que Akira no pueda disparar ahora no significa que esté ocioso. Sacando unos prismáticos consigue divisar a los vehículos enemigos, tanto los buggies como el blindado que ha mencionado Sasha.

Hay algo que no termina de encajar. El blindado podría meterse sin problemas en la zona de arena suelta gracias a la anchura de sus neumáticos paro se limita a quedarse ahí y seguirlos con el cañón de la torreta. Los conductores de los cuatro buggies deben ser bastante torpes, pues con un poco de maña no deberían tener problemas para moverse por la arena y...

¿Sólo cuatro?

Akira busca los dos buggies siniestrados, pero sólo consigue ver el tren delantero de uno de ellos antes de que se hunda en la arena. Tres soldados de Gentek han conseguido salir de los buggies antes de que se hundieran, uno con medio brazo arrancado y otro cojeando a causa de una fractura abierta en la pierna. A pesar de sus terribles heridas se mueven con ligereza, apuntando y disparando sus armas, que por supuesto se quedan muy cortas de alcance.

De repente, la arena se traga a dos de ellos...

La corazonada de Kyle ha resultado ser correcta, y Even vuelve a comprobar la ruta trazada en su ordenador. Si el comandante enemigo es listo sacará los buggies atascados y entrará en el complejo para tenderles una trampa, por lo que la clave está en llegar a la entrada antes de que tenga tiempo de sacarlos.

Eso suponiendo que Atenea tenga el código de apertura que les prometió...

Sasha sacó rápidamente de la partida a dos de los buggies que venían directos a por los de la BSAA. El impacto fue tan certero que Akira tuvo que mirar dos veces para creérselo, había sido un disparo espectacular. Los buggies rodaban levantando gran cantidad de polvo, mientras que los otros vehículos seguían hacia nuestra posición, entre ellos, aquel blindado.

Kyle giró bruscamente y Akira tuvo que agarrarse a las protecciones interiores. Era un momento de intensidad entre las maniobras del HUMVEE, las instrucciones de Taylor y el sonido de la ametralladora manejada por la Sargento González. Akira, sin poder participar en el combate, cogió unos prismáticos de la guantera del HUMVEE para ver si conseguía divisar algo que pudiera ayudarles a elegir su siguiente movimiento.

El blindado, pudiendo entrar en el terreno por su equipamiento y sus neumáticos no lo hizo y se dedicó a disparar a distancia. Pero los buggies, ni siquiera estaban. Akira logró ver como la parte delantera de uno de ellos asomaba en la arena hasta que desapareció. 

A su lado, tres de los hombres que iban en ellos seguían disparando, a pesar de sus tremendas heridas. Cualquier fractura o amputación en una persona normal habría ocasionado un shock por el dolor o por la pérdida de sangre.

- ¿Qué coño...? - dijo en voz baja para sí mismo, mientras no daba crédito - ¿Es una trampa... nos querían traer aquí?

Bien. Un problema demorado, aunque no completamente eliminado. Trago saliva mientras miro la pantalla del ordenador y asiento al piloto, que parece estar pasándoselo de lo lindo. Sabía que no necesitaba ningún reforzamiento por mi parte, así que simplemente me limité a preparar el terreno para la próxima fase. Teníamos que llegar al sitio designado cagando leches. Porque si nos pillaba el enemigo de frente, mientras nos perseguían por la espalda, estábamos literalmente perdidos. Y no iba a permitir que aquello ocurriese... Si es que evitarlo estaba en mi mano.

-¡Dale caña, Kyle!-Pido con presteza-Tenemos que llegar lo antes posible. 

Empiezo a abrir el programa de comunicaciones. Aprieto los dientes y mando un mensaje a la frecuencia de nuestra... Aliada... A falta de un término más adecuado para ella. 

-BSAA a Atenea. Necesitamos el código de apertura de la entrada designada. Y vamos ajustados de tiempo.-Me hubiese gustado ser menos escueto, pero era difícil pensar en formalidades cuando tenía el cerebro dividido en tres y mis dedos tecleaban la clave de cifrado para evitar la interferencia del enemigo. Si quería un canal seguro de comunicaciones, tenía que esmerarme. 

Veo por el retrovisor cómo los buggies se quedan cada vez más atascados en la arena y aprieto los dientes en una sonrisa para no morderme la lengua por las dunas. Lo único que echo de menos en este HUMVEE es una radio para ambientar a tope. Le guiño un ojo a Even y piso más el acelerador, provocando un nuevo salto del vehículo.

- ¡Cuidado con los baches! - les grito a los de atrás, pero realmente preocupándome lo mínimo - ¡Yujuuuu!

La sargento González intentaba mantener estable la ametralladora a pesar de los continuos brincos del HUMVEE mientras Kowalsky avanzaba por el camino que Taylor le indicaba. La mujer se afianzó más en su posición, ignorando el dolor de la pierna donde la criatura le había impactado, y usando el peso de su cuerpo se aseguró de enviar una ráfaga certera contra uno de los coches, intentando frenar su avance o desestabilizarlo del camino.

-Uno menos, quedan tres.- Murmuró para si misma, aunque estaba esperando poder ver el acorazado pronto. Tenía una granada incendiaria con su nombre.

Viendo que estábamos dejando atrás la mayoría de buggies me centro en el objetivo más peligroso, el problema es que a esa distancia iba a necesitar mi tiempo y probablemente necesita más de un disparo pero si inutilizaba el puñetero cañón se acabarían todos los problemas que esa chatarra pudiera crearnos.

- Voy a darle prioridad a inutilizar el cañón del blindado, intentad mantener la distancia pero tampoco os alejéis demasiado o se quedará fuera de mi alcance.- pido con calma, no había tono de orden en absoluto pero tampoco de petición simplemente dejaba claro un hecho que necesitaba.

La línea está intervenida - informa Atenea - Encriptaré la transmisión.

Even recibe un pequeño archivo codificado que no tarda en abrir en su ordenador. Es una simple clave de acceso junto a una imagen de videocámara de la puerta de acceso: Un montacargas en el que fácilmente cabe el HUMVEE.

Una vez estéis dentro entraré en el sistema informático de Gentek y así podré comunicarme con vosotros. He visto que ya se ha movilizado uno de los equipos de seguridad. De verdad espero que consigáis darles esquinazo...

Si la idea de zombies con armas de fuego ya era aterradora, lo que ha causado la desaparición de los buggies accidentados no lo es menos: buscando con los prismáticos Akira termina por encontrar la cola de un gusano del tamaño de un tren de mercancías escondiéndose bajo la arena.

Y el HUMVEE va directo hacia el monstruo...

La ráfaga de Riahnna sobrecalienta la ametralladora, cuyo cañón empieza a humear al ponerse el metal al rojo. La sargento detiene la ráfaga justo a tiempo para ver cómo el buggie derrapa en la arena para luego enderezarse y seguir adelante. Con la cantidad de balas que ha disparado es imposible que no haya alcanzado a alguno de los tripulantes, pero éstos no parecen haber notado nada y siguen acortando distancias y devolviendo el fuego.

De repente la arena parece abrirse bajo el buggy más adelantado, que desaparece por completo en las fauces de un titánico gusano que tras aplastar el pequeño vehículo entre sus portentosas mandíbulas triples se lanza en persecución del HUMVEE. Los demás buggies giran siguiendo la dirección del HUMVEE para poder interceptarlo y al mismo tiempo alejarse del gusano...

-¡Wow, wow!-Chillo, agarrándome al asiento de Kyle cuando siento la sacudida de aquella aberración emergiendo de la arena-¡Tienes que estar de coña!-

Lo que veo es un espanto en todos los sentidos. No sólo porque destroza uno de los acorazados que nos siguen en cuestión de segundos, sino porque además, manda al traste la ventaja que le llevamos a nuestros perseguidores. Sin contar con el peligro añadido que surgía de la posibilidad de acabar ubicados en su panza.

-Bueno... las malas noticias son evidentes... Las buenas es que tenemos coordenadas y código de acceso... Y podemos llevar el HUMVEE con nosotros.-Me callo un segundo Al menos tenemos UNA buena noticia-Kyle, creo que vamos a necesitar que le des toda la caña que te permita nuestra amiga-

Miro a la sargento, y su lanzagranadas.

-Señora... me imagino que no llevará ahí un lanzacohetes, por un casual...-Suspiro, tratando de pensar-¿Cree que podría acertarle con unas pocas de esas granadas en la boca, si el bicho se acerca demasiado?

Me giro extrañado al ver la reacción de Doc y miro por el retrovisor justo para ver al enorme gusano aparecer entre la arena. Espera... Eso no es cosa del Virus-T, ¿no? Pero si pueden hacer un gusano de ese tamaño...

- ¡Quiero que hagan también a Godzilla! - exclamo emocionado, girándome para ver las caras de los demás. En un incómodo silencio, borro la sonrisa y asiento, volviendo al volante. Aquí no ha pasado nada. - Vámonos de aquí entonces.

Todavía pensando en Godzilla, piso el acelerador y voy evitando algunas dunas, echando miradas fugaces hacia atrás para ver cuánta ventaja debería sacarle a ese bicho. Y ya si llegamos a la maldita entrada, será un logro.

La mujer detuvo las ráfagas de balas al sentir como el cañón de la ametralladora comenzaba a recalentarse. Sin embargo estaba satisfecha de haber logrado detener a uno de los coches, pero no tuvo mucho tiempo de disfrutar la mini victoria, cuando vio a aquella cosa salir de la arena.

-Me cago en... ¿Ahora estamos en la jodida Arrakis?- Exclamó antes de poder contenerse. Fijó su atención en los otros dos coches que comenzaban a realizar maniobras evasivas. -Tankian, ¿alguno de ellos ha dado muestras de haber sido tomado por sorpresa, o esperaban algo así?- Preguntó a la experta en largo alcance. Sospechaba que los mercenarios tampoco sabían de la existencia de aquella cosa. Bajó de la torreta para tomar el lanzagranadas, antes de responder a Taylor. -Tendrá que llegar a unos trescientos cincuenta metros para poder intentarlo; honestamente prefiero que no se acerque tanto.- Aún así, estaría preparada de ser el caso. -Akira, siga atento a los otros dos coches, y dispare cuando estén a distancia.-

Sólo esperaba que no hubiera más de esas cosas esperando el momento para surgir de la arena...

No es que la enorme criatura me resultara indiferente pero hacía tiempo que había aprendido a centrarme en mis objetivos para no malgastar ni un solo tiro. Así que mantengo la mira en el blindado, el cual parece ignorar lo que sea ha generado ese temblor y avanza directamente hacia nosotros. En linea recta y completamente seguro de sus defensas creyéndose invulnerable. Era hora de demostrarle lo equivocado que estaba, contengo la respiración y aclimato mi cuerpo al bamboleo del Humvee asegurando acompasar el movimiento para finalmente apretar el gatillo consiguiendo introducir la bala donde me lo proponía.

- Lo siento sargento estaba demasiado centrada en el blindado para haber visto la expresión de los soldados pero viendo como el gusano ha devorado a uno de ellos realmente lo dudo bastante.- termino por contestar a la pregunta de Riahnna.

Cuando Akira vio aquella figura en el prismático, se los quitó de los ojos y miró. Volvió a mirar por los prismáticos y se dio cuenta de que no era una alucinación suya.

- ¿Qué coño...? - dijo mientras aquella criatura se movía por el desierto.

El HUMVEE dio un giro para alejarse todo lo posible mientras las balas y seguían silbando cortando el viento. Akira todavía no tenía a tiro ningún objetivo, pero en ese momento la sargento dejó la ametralladora y echó mano del lanzagranadas.

-Akira, siga atento a los otros dos coches, y dispare cuando estén a distancia.

- Esto se pone serio - dijo el soldado mientras se ponía a los mandos de la ametralladora.