Partida Rol por web

Al salir de aquella habitación mi mano se extendió al ver a Terri sacrificandose. - ¡NO! - La puerta se cerró y yo caí al suelo de rodillas, rompiendo a llorar - Terri... Susan... - Aún estoy a tiempo de salvarla, levanta - De un golpe me levanté pero... Al intentar tocar la puerta, recordé la escena de Susan... - No... No quiero ver a otra amiga morir... Pero aún puede estar viva... Pero que digo... Esos monstruos son horribles e imparable. - Las lagrimas seguían brotando.

Miré mi beretta, pensando en hacer una estupidez muy grande, pero descarté la idea. Estaba entre la espalda y la pared. O entraba con muchas posibilidades de morir, o volvía sobre mis pasos retornando al ala uno - Umbrella... Terri ¿que harías tu? - Darme la vuelta y volver al principio será lo más facil... Prometo que os vengaré.

Voy hacia la primera puerta, aún delicaida para probar la llave. - En teoría... debería funcionar

Malherida, podía percibir el olor de la sangre que manaba de mi herida. Aquella monstruosidad me había infligido un grave tajo en la pierna, e intuía que mi final estaba cercano. Estaba satisfecha con lo sucedido. Había salvado a Chambers y al menos ella tendría una oportunidad de salvar y exponer a Umbrella. Además, poseía aquella llave que había encontrado. Esperaba que, al menos, pudiera serle de ayuda.

Mi corazón acelerado y la respiración agitada no sólo eran una evidencia del profundo miedo que sentía, sino también la confirmación de que seguía viva. De que incluso a las puertas de la muerte no podía rendirme. Apunté a la criatura con mi pistola, mas no le disparé. Si aquella araña gigante había aguantado tantos disparos, ese ser también sería duro de matar.

 En vez de ello, decidí retrocerme todo lo deprisa que me lo permitía mi pierna herida, en dirección a la puerta, con intención de escapar de allí. Me mordí los dientes, reprimiendo el dolor que sentía y sabiendo que probablemente no lo conseguiría.

-¡No me quedaré quieta mientras me despedazas, hijo de perra! -exclamé, mientras me dirigía hacia la puerta con todas las fuerzas que me quedaban.

Para tu sorpresa la llave encajó perfectamente en la cerradura y pudiste girar el pomo.

Cuando abriste la puerta pudiste encontrar a un hombre muerto sentado sobre una silla, frente a él estaba la radio ¿sería desde allí donde dieron el aviso de los problemas en la prisión?. No tardaste mucho en darte cuenta que aquel hombre era uno de los vigilantes, se había suicidado con un disparo en la sien, puesto que aún mantenía el revolver en la mano.

Tras registrar al cadáver encontraste una llave que guardaba en el bolsillo, tenía grabado el símbolo de una luna, muy sutil.

El revolver no tenía balas, parece que la última está todavía incrustada en su sesera, ¿qué habría hecho con el resto?

En cuanto comenzaste a trastear un poco con la radio te diste cuenta que todavía seguía operativa. Podrías transmitir a cualquier frecuencia que quisieras pero lo que más te impactó fue el mensaje de evacuación que estaban repitiendo.

"Aquí el el departamento de policía de Raccoon City, se decreta el estado de alerta, intenten no salir de sus hogares, las calles ahora son un lugar peligroso, repetimos, las calles son ahora un lugar peligroso. Si alguien se encuentra con algún hostil que corra inmediatamente y se dirija a la comisaría, la comisaría está acogiendo a cualquier tipo de superviviente o refugiado"

A los pocos segundos el mensaje se volvió a repetir, sin embargo de fondo se escuchaban explosiones, tiroteos y cristales rotos ¿qué demonios estaba pasando allí fuera?

La escena, era macabra, pero por lo menos, era un lugar seguro. Guarde la beretta en mi cinturón e inspeccione el cadaver, otro cadaver... - Una llave, para la puerta que vimos al lado de la araña... ¿Aun falta esa habitacion por registrar? - me la guarde, nunca se sabe.

El revolver sin balas - Si se suicido... ¿Que hizo con las otras balas? Me hubieran venido de maravilla antes... Terri... Susan... - lo cogi. Aun sin balas, siempre podia encontrar mas luego.

La radio, soprendida por su mensaje - Esta dando un mensaje equivocado. Dios mio tengo que cambiarlo antes de que sea tarde - Agarre la radio sin pensarlo cortando el mensaje automatico y tratando de grabar uno nuevo, o al menos transmitirlo la primera vez...

Cita:

-Cambio... - me gire, sin esperar respuesta, e inspeccionando la sala

Ni yo misma me creía que hubiera podido escapar con vida de aquella criatura. La pierna herida me ralentizaba y no dejaba de sangrar, pero esperaba que me permitiera poder avanzar con cierta normalidad por la prisión.

Ahora estaba sola y, en mi estado, mi única esperanza se hallaba en poder reunirme con Chambers y continuar juntas hasta el final. No sabía dónde podía encontrarse en estos momentos, pero después de que hubiéramos explorado toda aquella planta, el único lugar al que podía haberse dirigido era el pasillo donde se hallaba la puerta que, por el momento, no habíamos logrado abrir.

Con la esperanza de encontrar a Chambers cerca de aquella puerta, decidí dirigirme hacia aquel pasillo, cojeando y con el arma de fuego a mano.

-¡Chambers! -me comunico, usando mi radio, con mi compañera-. Lo he logrado. He dejado atrás al Lengua-Larga. Me ha jodido pero bien, aunque aún puedo seguir dando guerra. Estoy buscándote. ¿Dónde te encuentras?

-¡Terri! - Exclamé por radio - Terri pensé que estabas muerta - Mi voz sonaba triste y llorosa, pues mi cara estaba esparciendo lagrimas. - Nos encontraremos en el pasillo hacia la sala de la araña. Voy corriendo. - Acto seguido corrí hacia allí

-Intentaré ir todo lo rápido que pueda, no sé si "corriendo" pueda ser un buen término para definirlo -comenté, en tono sarcástico, para tratar de relajar la situación. Me alegraba de poder escuchar la voz de mi compañera. Sabía que, juntas, aún teníamos una posibilidad de salir de aquella prisión con vida.

Cojeando por la pierna herida, decido continuar avanzando por el pasillo, con intención de dirigirme al pasillo al que Chambers me ha indicado que me dirija.

Al llegar y verla, corrí hacia ella y la abracé aún con las lagrimas en mis mejillas - Terri. Lo siento. - La agarré bastante fuerte por mi arrepentimiento - Pensé que el bicho ese te había devorado cuando cerró la puerta y yo... Lo siento. Siento haberte dejado sola. ¿Estás bien? - No tenía nada con lo que curarla, así que solo pude comprobar su estado

No pude evitar reconocer que me alegró volver a encontrarme con mi compañera estando ambas con vida y que me alegré de sentir su abrazo, aunque me sentiría bien hasta que las dos nos hubiéramos marchado de aquella infernal prisión.

-He estado mejor otras veces, pero no me puedo quejar -comenté, con una sonrisa, feliz de volver junto a Chambers-. Yo misma pensé que esa cosa me destrozaría, creo que escapé por los pelos... -Le señalé a mi pierna herida, donde aquella criatura me había dado la dentellada-. No creo que pueda caminar demasiado, pero supongo que aún podré dar algo de guerra. ¿Cuál es el plan ahora? ¿Adónde nos dirigimos?

-Pues... -Paré un momento para rebuscar entre mis cosas y sacar la "llave luna" y el revolver. - En aquella habitación donde aparecieron los primeros seres, había una puerta con este simbolo. ¿Recuerdas? Lo encontré en la sala que te dije. Dentro estaba este revolver, por desgracia sin balas, y también la radio desde la que transmití el mensaje, por lo visto habían puesto uno en el cual decían que evacuaran a la ciudad, que ya no era un sitio seguro por las bestias, aquí a la comisaría. - Miré un poco abajo guardando las cosas

-Sinceramente dudo si lo ha oido alguien más aparte de ti... Por ello debemos detener lo que aquí ocurra, antes de que llegue nadie. ¿Vamos a terminar de abrir las puertas? Dejame, te ayudo a caminar - Aunque yo también estaba hecha polvo, no me gustaba para nada esa dentellada. Así que agarré a mi amiga y la ayudé a avanzar