Partida Rol por web

28 de septiembre, 1998 - 19:00 horas

Era hora de cerrar. Aunque aún no sabes muy bien por qué sigues yendo a la joyería, en Ennerdale street, cerca del cruce con la comisaría. La gente ha dejado de salir de la calle. Has tenido la suerte de no encontrarte con ninguna de esas... cosas. No sabes exactamente por qué no fuiste con el resto de civiles al imponente edificio del RPD. Quizás fuese la ingente cantidad de "zombies" que se dirigían a él o que golpeaba sin cesar la puerta. Entonces empiezas a recordar el J's. Cuando fuiste por última vez, estaba prácticamente en ruinas. Esos seres campaban a sus anchas por el bar. Rezaste porque no les hubiese pasado nada a Cindy, Jack y los demás comensales. Todos eran buena gente. Todos.

La radio estaba emitiendo una y otra ves una señal de aviso de la policía, llamando a los supervivientes. Pero la emisión paró hace unos minutos. Algo no andaba bien. Antes de salir, miraste a través de tu escaparate de vidrio reforzado. Todo parecía tranquilo. Demasiado.

James echa mano de nuevo a su cuchillo de supervivencia, bien escondido en la bota derecha. Al notar el tacto frío se reconforta un poco. Entonces examina rápidamente su situación y calcula la posibilidad de que esos seres hayan entrado en el establecimiento, haciendo un rápido repaso de los puntos por donde podrían entrar y aguzando los sentidos en busca de cualquier sonido, olor o movimiento sospechoso.

Robertson se queda inmóvil durante unos segundos, esforzándose por percibir cualquier cosa fuera de lo normal.
 

Recuerdas que, tras entrar tu, cerraste todo a cal y canto. Es imposible que ninguna de esas criaturas haya podido entrar, y mucho menos escurriéndose tras de ti. Parecían demasiado torpes y lentos.

Con la seguridad de saberse a salvo, James se sienta en una silla del recibidor del establecimiento, pensando en cuál es el mejor modo de actuar. Por un momento piensa en intentar llegar hasta el tranvía, esperando encontrarlo allí, para atravesar la ciudad hasta la calle Raccoon y salir de allí echando leches. Pero ¿adónde iba a ir? Raccoon City es su hogar, y James no tiene intención de irse. Al menos, no sin luchar.

Mirando el mapa callejero, buscas la localización del J's. Según lo que tu piensas, estimas que lo más obvio es que se hayan dirigido hacia el sur, buscando las salidas más cercanas. Después de todo, no estás seguro de si las carreteras se llegaron a bloquear, y si ese era el caso, no debía ser muy difícil sortear el bloqueo. Al menos si no eras uno de los caníbales...

Lamentando no haber seguido la moda de guardar un arma de fuego en el establecimiento por si lo robasen, James sale de su improvisado búnker para tomar las calles hacia el sur.

28 de septiembre, 1998 - 19:00 h.

Te atrincheraste en tu piso de soltero, en Jack Street. Habían pasado dos días desde que los caníbales empezaron a destrozar todo cuanto pillaban de camino. Las barricadas de la policía y el ejército no soportaron el embate de la turba. Parecían lentos y estúpidos, pero ni los disparos a quemarropa los paraban. No podías creértelo. 

No hacía mucho, el famoso J's Bar estalló en llamas. Conocías a Jack y a su camarera más popular, Cindy. Cada día esperabas que no les hubiera pasado nada, que hubiesen conseguido escapar. Pensabas en Zoey... Cuando era pequeña, fuisteis al J's más de una vez. La invitabas a batidos y ella se lo pasaba en grande contigo y con las anécdotas de Jack.

Te parece escuchar algo fuera, en las escaleras del edificio. Tu mano coge a Rosita, casi por instinto.

Como si de un detective te tratases, lo primero que haces es caminar hacia Jack Street. Quizás las llamas no habían destruido todas las "pistas" del bar, y aún albergas esperanzas. Pero, para llegar rápido (e intentando evitar callejones oscuros), tendrías que pasar frente a la comisaría.

Por enésima vez, me dispongo a contar las provisiones que tengo. Escasas por decir algo...¿Desde cuando un soltero tiene comida en casa como para sobrevivir más de dos días? Los solteros comen fuera. O piden comida a domicilio, no cocinan.

Si Zoey me escucha decir eso me dará una colleja...

Vuelvo a contar los paquetes de fideos instantáneos y las galletas saldas. Puede que se multipliquen si las cuento las suficientes veces. O si no al menos...mato algo de tiempo. Cualquiera diría que tras dos días la policía y el ejercito habrían logrado algo pero...está claro que no. La cosa parece cada vez peor. Y si tengo tiempo de no hacer nada me pondré a pensar en Zoey y...

Para, Ozzy. Te vas a volver loco. Lo que tienes es que trazar un plan.

Un ruido me interrumpe. Inmediatamente cojo a Rosita y me acerco a la puerta, a tratar de ver algo por la mirilla mientras procuro escuchar más atentamente.

Durante un segundo, James titubea. Luego, con paso decidido, enfila por la calle en la que se haya la entrada al RPD. Sea lo que sea que le espere, estará preparado.

A través de la estrecha mirilla, te parece ver una sombra en el descansillo que lleva al piso inmediatamente superior.

Para tu sorpresa, la cerca que lleva a la puerta principal está abierta... Pero también hay mucha sangre, y cuerpos, algunos con signos de descomposición avanzada. Un par de coches patrulla están frente a la cerca (posiblemente, haciendo de barricada), apartados a empujones y con las lunas destrozadas.

La puerta de la comisaría está cerrada. No sabrías decir si puede abrirse o no a simple vista. 

No tengo ninguna prisa en salir y toparme con uno de esos caníbales...a saber qué es esa sombra.

Podría...

Comienzo a dar golpes en la puerta. con cierta cadencia muy peculiar.

Toctoctoc toc toc toc toctcotoc

S.O.S.

No es que necesite ayuda pero si es una persona...espero...lo entienda y no se esconda. Si es un caníbal dudo que lo entienda.

Escuchas unos suaves pasos. A través de la mirilla, ves a un oficial de policía. Lleva un arma.

- ¿Hola? ¿Hay alguien?