Partida Rol por web

Tras recomponerme del impacto y mirar la la compañia estaba toda de una pieza exclamé - Joder, entramos en combate sin ni siquiera aterrizar??  .... estais todos de una pieza??- vociferé al aire, mientras buscaba con la mirada mi bolter pesado, me quité el cinturón y le di en una palmada en la espalda a Klauss.-Estas bien?? pues venga mueve el culo por que si nos quedamos aquí parados no lo vamos a estar... coje el equipo... tenemos que dar cobertura para que la gente salga de la nave... corre!!

Ajustandome los guantes, las botas, la armadura del torso... me coloqué la mascará de Krieg mientra apretaba los dientes con algo de odio... quereis guerra... pues la guerra acaba de aterrizar en este maldito planeta. Tomé con ambas manos a "Lucil" ,mi bolter pesado, tantas batallas habíamos vivido juntos... sabía que no me fallaría ... nunca lo hacía. -Sargento, permiso para despejar la entrada, debemos evacuar la nave cuanto antes. No esperé la respuesta, sabía lo que tenia que hace así que tomé posición y recé un par de oraciones antes de empezar a defender la salida de los camaradas.

El sonido dentro de la nave era agobiante, pero no me molestaba lo suficiente como para no seguir rezando una última oración, intentando quizás con ella proteger a la nave y a todos sus integrantes, quizás si me descompuso la imagen del artillero volando hacia la nada, mientras una inmenso y apestoso bicho lo sacaba por la compuerta trasera.
En ese momento la velocidad de la nave, una caída terrible y mi cabeza fueron en direcciones diferente, pero sorprendentemente no morí y mis compañeros a priori tampoco.

Con un movimiento quite el cinturón que me había salvado de morir estampado contra uno de los laterales de la nave y agarrando mi arma reglamentaria Salí pegado al culo de Ava, no me gustaba ni me dejaba de gustar aquella extraña mujer, casi como un hombre con esa voz que a veces pone, pero si conseguía enganchar su bolter pesado nos daría unos segundos de margen para salir todos, así que con mi potente voz:

-¡Ava monta el arma y empieza a escupir te cubro!- con todo mi ser intente ponerme entre lo que apareciera delante nuestra y esa señorita, o eso decia, así aquel desembarco ganaría enteros para llamarse como tal y quizás salir de aquel atolladero.

Concedido -respondió el sargento sin siquiera mirar a su subordinada, seguía escrutando el campo de batalla; en busca de ...algo- Sólo defensa, nada de ataques. Cayne, tú al otro lado de la nave, cubre ese sector.

La situación se complicaba por momentos, los tiránidos habían llegado y contaban con un carnifex. No era el momento para dejarse abrumar por los recuerdos del pasado, el presente era lo importante.

No fue hasta que Pía hubo liberado a todos sus compañeros que se percató de algo. En aquella valkiria había alguien más. El piloto. Una mirada al simple amasijo de hierros fue suficiente para imaginarse en que estado se encontraría. Otra cosa es lo que hubiese realmente, que solía ser mucho peor. Incluso pese a la terrible imaginación de Pía.

- Señor, solicito permiso para atender al piloto, Señor. rugió Pía, intentando hacerse oír sobre el ruido de sus compañeros preparándose para el campo de batalla. Bien podían acabar con todos y cada uno de los tiránidos, pero sin un piloto no habría forma de salir de allí.

Y llegarían más. Como los orcos: siempre llegan más.

Bien. Ya está.

El sargento Emil, ahora al mando de la quinta sección se giró hacia sus hombres y mujeres, era el momento de los bramidos. Necesitaría a la artillera.

¡Butcher, venga conmigo!

Agarró del brazo a la doctora mientras señalaba al herido con el rifle.

¡Worth! ¡Siga a Tronchahuesos tras las rocas y atienda al herido!

El siguiente golpe de hombro fue para el O'Connor.

¡Especialista! Usted y Cayce deben defender esta posición. Sectores norte y este

Al pasar junto al ogrete le gritó en la cara. Había que hacérselo entender bien claro.

¡Coge a ese piloto y llévalo tras las rocas!

La fuerza del ogrete bastaría para cargar al herido y ponerlo a cubierto. No quería que los xenos vieron toda esa sangre y quisieran darse un festín. Después podría dedicarse a disparar y dar golpes. Emil aún no tenía claro si quería que lo acompañara hasta la torreta. Wolfgang se unió al sargento tras las rocas mientras Emil calculaba la distancia a la carrera hasta esa torreta.

¡Butcher! ¡Butcher! ¿Sabe usar esa tarántula?

     La ira de Numaios se encendió ante la vista de aquellos odiados enemigos. Necesitó de todo su autocontrol para no lanzarse sin mas contra ellos, pues aun pesaba la muerte del capitán Benahia además de muchas otras atrocidades. Pero era momento de tener la mente fría y analítica o no podrían vencer a semejante horda. - Sería prioritario hacer funcionar esas defensas automáticas de nuevo. Dijo mientras su mano se cerraba sobre la empuñadura de la espada con una presa capaz de aplastar huesos. Miró al hermano tecnomarine con los ojos entornados tras los autosentidos del casco. - Necesitaremos ese generador libre de enemigos, ¿no es así? Preguntó a Jaden.

Asteron miro a Numaios y este comprendió al instante que la rabia se había apoderado del bibliotecario, silencio al otro lado del comunicador del bibliotecario ni un solo ruido nada. En ese momento cambio su arma de disparo por sus espadas psíquicas que con solo el contacto con la palma del bibliotecario rezumaron una potente luz roja desde la empuñadura hasta la punta de la espada.

- ¡Concentrad el fuego sobre el Carnifex!, una vez tengamos via libre cubriremos al hermano Jaden en las reparaciones que sean necesarias, para poder posteriormente avanzar hacia el punto de reunión - dijo el Ultramarine a sus hermanos lo que le parecía el mejor plan a trazar dada la situación.

Mientras tanto empezó a hacer señales para ponerse a cubierto mientras avanzaban.

Ariarkus escucho a su hermano de Capitulo hablar, y no hizo nada mas que asentir, colocando sus manos en su SoundStriker, lo cargo con unos proyectiles especialmente diseñados para acabar con esa mole de Carnifex. Sabia bien de lo que eran capaces esas armas, y aun peor, sabia de lo que era capaz semejante enemigo.

-Entendido- dijo al escuchar las palabras de Deuteros- acabemos con el carnifex lo antes posible pues, cuanto antes lo derribemos antes podremos reactivar las torretas y antes podremos acabar con la horda.- comprobó el estado de su rifle de plasma y lo optimizó para atravesar la armadura natural de la bestia.

Una sonrisa torva se extendió bajo el yelmo de Laocastus. Le tenía ganas a los bioengendros, ya desde hace tiempo. Su necesidad de justa retribución no se había saciado aún, después de tanto tiempo.

Aun conmocionado por el golpe se suelta de su amarre observa a su alrededor para ver si hay alguien herido o que necesite ayuda, mientras pensaba en ello busca directamente a Vlad que, aun conmocionado, se levantaba a escasos metros de donde está.

En ese momento una llamada de atención del sargente impacta en su costado.

- Si, señor. - Responde ante su orden.

Mirando hacia la posición de Vlad y con intensos gestos le indica que se reúna con él en la posición designada y avanza hacia allí mientras desenfunda su rifle.

Haciendo caso a Emil, movi el culo rapidamente.

-Si señor-

     Había que moverse con cautela para acometer una horda de semejante magnitud. Numaios comenzó el avance, escudo por delante y espada crepitando lista para cercenar quitina y carne. A buen ritmo pero conteniéndose por el momento. Había que eliminar a los xenos que rodeaban el generador y quizás atraer la atención de aquel ariete viviente que era el carnifex y el era el adecuado para ello.

Las hordas de Hormagantes avanzaron veloces como el viendo sorteando los escombros levantados por los tiranidos tuneladores que no habían aparecido de momento, la distancia se acortaba tanto hacía los marines como hacía los guardias imperiales que habían sufrido el accidente aéreo...

Al ver la horda tiranida tuvo claro que reactivar las tarantula era imperativo si querían salir de esta sobre todo para los supervivientes de la valquiria estrellada. Así pues, sin pensarselo dos veces salió corriendo en dirección al generador:

-No te pares Numaios, si no conseguimos encender ese generador, podemos despedirnos de la pista de aterrizaje.