Partida Rol por web

Tras un incómodo silencio esperando respuesta por parte de aquel hombre, Nora añade algo más antes de que éste se pronuncie. 

Además… - dice algo insegura, pues aquel hombre la incomoda - que estos monstruos traten con demonios no creo que sea algo para tomar a la ligera, creo que os conviene tanto como a nosotros terminar con todo esto antes de que la cosa empeore.

Otero se gira renqueando.

-Ya veremos ya, pero no esperes grandes cosas, Uilenad.-

Pero se gira en cuanto escucha las palabras de Norma. La lluvia ha empañado sus gafas y os resulta muy difícil verle los ojos. Pero cuando habla, su voz parece rejuvenecida.

-Oh, eso cambia las cosas. Sin duda. Tienes suerte.- dice dirigiéndose de nuevo a Uilenad- pero ya veremos. Estudiaremos la situación en consejo y después deliveraremos. Te llamaré dentro de un mes. Buenas noches.-

Uileand mantiene la compostura, pero Becka parece desolada. John la abraza pasándole un brazo alrededor de los hombros.

El sire de Berit empieza a caminar habia el coche. -Al menos no ha sido un no. Y se van a poner de parte de ellos. Podría haber sido mucho peor.- dice intentando animaros.

-Y mucho peor.- protesta Becka -Espero que tengamos mas suerte con los gangrel.-

Uilenand parece satisfecho, yo no.- ¿Un mes?.- exclamo dirandome hacia los garuo.- Entiendo que lo tengan que pensar pero ¡JODER! ¿Un mes? ¿Con quien lo consultan?¿con su menstruacion?¡Tendran suerte si en 15 dias queda algo en pie por lo que merezca la pena luchar! Ustedes veran, mientras se lo piensan nosotros si vamos a hacer algo... Creia que los Licantropos eran sabios y sensatos, almenos mas de lo que demuestran....- Gruño de camino al coche.

Cuando estamos cerca del coche, lo suficientemente lejos de aquel tipo, comento algo nerviosa e insegura - Berit.. tiene razón... un mes es demasiado tiempo... ¿no? y qué pasará mientras tanto?

-No son nuestros únicos aliados. No os preocupeis. Bien dicho Nora.- felicita Uileand- estaba a punto de decíroslo por comunicación mental, pero temía que nos descubriesen y que fuese peor.- explica.

Becka responde bastante malhumorada.

-John y yo podríamos haber usado la suerte de los dos para ayudarlas. Nunca cuentas conmigo,, Leand.- protesta ofendida. John le coge la mano de forma cariñosa, intentando tranquilizarla.

-Ya sabes que es un peligro usar tus poderes. Mientras más tiempo piensen que eres de los nuestros, mejor. Y no te quejes, si todo sale bien, no tendrás qeu hacerlo más tiempo. Tendreis, más bien.- dice señalando a John- Además, después de que Berit los llamase "señoritas", creo que agilizarán un poco los trámites.-

Veis como por primera vez desde que empezó el vieje, Uileand sonríe mientrqas mira a Berit con orgullo y con cariño. Becka se adelanta sentándose atrás en el coche, con John, al lado de Nora. El asiento del copiloto  queda libre para Berit.

Os poneis de nuevo en marcha, acompañados de una cortina de lluvia que no parece terminar nunca.

- Ahora iremos a junto del consejo de los gangrel. Como yo soy el promigénito actual, no tendremos problemas en que nos ayuden. Ya sabeis, nuevo cargo, más poder. Nora, no es tu clan, pero siéntete libre de hablar y actuar como consideres.-

En el coche le hablo a Becka.- Los demonios te buscan Becka, saben que quien usa el poder de cambiar la suerte esta con Uileand y por descarte piensan que eres tu asi que procura no usarlo ni mencionarlo o te pondras en peligro a ti y a el.

¿Tambien tendremos que hablar en el consejo?¿El consejo sera como una de esas reuniones con la principe? Porque te juro que si esta vez veo alguien usa a otro como un grifo autoservicio de sangre la voy a armar pero bien.

Antes de entrar al automóvil freno en seco y me quedo algo desorientada mirándoles.

Espera... cómo que... mientras más tiempo piensen que es de los nuestros mejor? Becka es... de los nuestros no? de qué estáis hablando? - miro desconcertada tanto a Uileand como a Becka sin comprender.

Pongo la mano en el hombro de Nora y le digo con seriedad.- Nora, Becka es de nuestra manada y ya esta...no le des mas vueltas ¿Vale? Concentrate en lo que vamos a hacer ahora. Exactamente yo tampoco sabia que teniamos que hacer, hablar... hablar y mas hablar mientras el mundo alrededor se va a la mierda... ¿Somos vampiros o jodidos politicos?

Mi estado de animo descendia de nuevo, la impotencia de que nadie se mueva cuando gritabas "peligro" comenzaba a convertirse en un peso oprimiendo mi pecho.- Vamos.- susurre sin que me importara demasido lo que pudieramos encontrar... seguramente un monton de viejos carcamales tan poco dispuestos a hacer nada como los otros.

Uileand arranca el coche y os poneis en marcha. Cuando llevais un par de kilómetros, de nuevo en dirección a Vigo, Becka empieza a hablar.

-No te preocupes Nora. Si soy un vampiro. Y soy de la manada. Pero no soy un Gangrel, aunque tengo habilidades muy parecidas. Somos como... primos, o algo así. Nos llaman los Bohagande. Manehjamos la suerte. Algo así.-

Cuando acaba de hablar, saca una moneda del bolsillo. -Me pido cara.- dice sonriendo como si estuviéseis en medio de un juego.

Tira la moneda al aire y esta cae dejado la cara hacia arriba. Nora, en un movimiento algo torpe, se rompe una uña.

- Así funciona. Yo me quedo tu suerte, yo gano. Por eso no les gustamos a los otros vampiros. Desequilibramos las cosas.- dice con gesto triste.

John le pasa el brazo por el hombro, intentando consolarla pese a que carga con la misma tara, y que tiene mucha menos experiencia.

Miro con detenimiento la escena y susurro al oido de Becka.- ¿Puedes decidir quien pagara la consecuencias?.- la pregunta no es inocente. Si las cosas se ponen feas seria una baza importante aunque me temo que la respuesta sera que no.

--Si, no te preocupes. Los dos podemos decidir a quien coger la suerte. Además, yo puedo cogerla y dársela a otro, o guardarla para más tarde. Él aún no puede.- te explica señalando a John.

Bien... entonces, si las cosas se ponen mal en algun momento. Manda a Uileand la buena suerte y dirigeme las consecuencias si es necesario... en serio, no me importa lo que me pase. Yo soy prescindible, el no.- Le susurro a Becka intentando que comprenda mi postura.