Partida Rol por web

- No se lo digas a nadie pero el trabajo me encanta, es duro, mal pagado y todo lo que quieras pero es en el unico sitio en el que puedo desconectar y decir las cosas como las pienso, a tu madre le daria una ataque si viera la clase de gente a la que pongo copas.  En fin, hoy no puedo quedarme mucho, entro pronto, a las 6, ayer tuvimos una pelea y hay mucho que limpiar antes de abrir.

 -  ¿Peleas? ¿Otra vez?- parece bastante asustada - Tienes que cambiar de trabajo ya. No puedes seguir allí, te vas a acabar haciendo daño. Ya hablare con mi padre. Además mira que hora es, si casi te tiemes que ir ya... -se queda pensativa un momento-

-Perdona lo de antes, creo que ahora entiendo por qué no tienes vida social.-

-Regina, si tengo que elegir entre una reunion social y recoger dientes del suelo me quedo con lo segundo, pero no te preocupes.- Le digo sonriendo.- Lo de anoche fue un cabreo entre amigos, al cerrar salieron riendose apollandose uno en el otro. Es lo bueno que tienen los heavys, tienen un problema lo arreglan a puñetazos y tan amigos, parece que la hipocresia no valla con ellos. Pero no me mires asi, no voy a la guerra, ademas se defenderme y si no puedo sola mi esta mi jefe para ayudarme. ¿Por que no vienes un dia y ves tu misma que no es tan malo como crees?

- Supongo que nos hemos criado en ambientes diferentes, pero preferiría que aceptases una de las ofertas de mi padre. Hacemos un trato, si el chico guapo viene conmigo, vamos a visitarte.-

Se levanta y vuelve al cabo de un minuto con tu abrigo.

-Te acompaño a la parada del autobús, que aún vas a llegar tarde, y los heavys te van a hechar de menos.-

- ¿Me estas usando de casamentera? Vale, te tomo la palabra, tu ve preparando la chupa de cuero.- Bromeo mientras me pongo el abrigo y miro a Regina cuando una bombilla de luz en mi cabeza se enciende.- ¿Si te consigo una cita posarias para mi? Necesito un retrato realista para este semestre y necesito una modelo que me tenga paciencia. Si le llebo otro autoretrato al señor Justo me lo va a hacer comer.

-Puff, lo ñunico de cuero que tengo no se puede sacar de casa- en cuanto dice esto se pone un poco colorada y cambia de tema.

-¿Modelo tuya?, claro. ¿Qué tienes pensado, sólo un retrato o algo más?. Prometo tener paciencia y portarme bien... siempre y cuando me consigas esa cita-

- Por la ropa no te preocupes, no llebo uniforme pero tengo bastante "ropa de trabajo" algo te servira, tu ropa de cuero puedes guardarla para enseñarsela a Jorge si tu cita va bien. Por lo demas no te preocupes, es un retrato normal y corriente, como el que le hacian a las reinas en la antiguedad no como el que le hacen a la protagonista de titanic, tranquila, los desnudos son el trimestre que viene.

- Jajaja, posaría para tí igual, ya lo sabes. Ups, ahí viene tu Vitrasa. Ten cuidado esta noche. Nos vemos mañana- te dice mientras te da un cariñoso beso.

- Hasta mañana, saluda a tu madre de mi parte y dale las gracias, digo mientras subo al Vitrasa

Subes al Vitrasa que, increiblemente no está especialmente atestado. En un cuarto de hora, llagas a tu casa.

Está situada en un grupo de viviendas conocidas como "Los pisos blancos", ya que toda la urbanización es de ese color.

Aunque inicialmente eran pisos de protección oficial, se han revalorizado después de la crisis. Estás casi en la frontera entre las "zonas seguras"  y las zonas que la Alcaldía aún no ha conseguido pacificar.

Tomo aliento en la puerta para afrontar los cinco pisos de escaleras que he de subir andando. Llego arriba con la lengua fuera. Entro, dejo mis cosas arrinconadas en el suelo y comienzo a vestirme para mi jornada laborar. Como toca limpiar, y bastante, me pongo unos vaqueros azules desteñidos. Asi si les cae algun producto de limpieza no se notara mucho y una camiseta de tirantes negra y lisa. En el local se concentra mucha calor para llebar demasiada ropa pero antes de salir me llebare un vieja chupa, todavia lustrosa, que me compre cuando todavia vivia en la mansion de mi padre. -Regina se sorprenderia mucho si supiera cuanto costo esta chupa.- me digo a mi misma.- Pero prefiero que no sepa nada.

Me recojo el una coleta alta, cuando acabe de limpiar me lo soltare y  me pinto sin demasiados aspamientos, un poco de rimel algo de carmin. Listo, solo quedan los complementos. Una pulsera de pinchos y un colgante con forma de murcielago que me dan un cierto aire de chica mala. Una ultima mirada en minusculo espejo del baño y vuelvo a salir corriendo rumbo a mi puesto de trabajo. No creo que nadie de la universidad me reconociera con estas pintas pero me encanta, la noche es la mejor parte de mi vida.

Andando al trabajo son veinte minutos. Puedes coger el Vitrasa o bajar andando.

Mientras bajas hacia el bar, ves como la horda de yonquis e indigentes que pueblan la ciudad se despiertan.

El gobierno intentó enviarlos para la periferia, pero murieron tantos que tuvieron que dejarlos en las zonas seguras. Aún corren leyendas escalofriantes sobre aquellas muertes.

Llegas a la puerta del Infernos, es un bar bastante grande, con paredes de piedra, y con un arbol artificial en el centro. Las paredes están decoradas con escenas de castros.

El bar tiene puesto el cartel de cerrado, y suena In Extremo. Increiblemente, parece que tu jefe ha limpiado antes de que tu llegases, y está con un desconocido.

Cuando el señor Salzoya se va, Breogán se limita a abrir la puerta y dejar entrar a la orde de heavys que esperabn fuera. Parecen cabreados por la espera, y van directos a la barra.

No tienes mucha oportunidad de hablar con tu jefe.

Me guardo mis preguntas por el momento, ya tendre tiempo a la hora del cierre. Parece que mi jefe a contratado a ese hombre, sospecho que por algun tema relacionado con la seguridad.

De momento me muevo rapido hacia el hilo musical y lo conecto dejando que "Iron maiden" amanse a las fieras. Me anticipo a abrir unas cuantas cervezas antes de que me las pidan pues se que me van a volar de las manos mientras los saludo con una sonrisa.- ¡Calma tios, que hay birra para todos!

El local empieza a llenarse, me quito la chupa y continuo atendiendo a los clientes. La mayoria son viejos conocidos, clientes fijos que puedo saludar por su nombre aunque me preocupa lo que he oido "vaqueros y camiseta negra vendra bien vestido" ¿De quien estarian hablando? y a que vendria eso de controlar a los clientes...

La noche transcurre tranquila. Un par de cliente te intentan invitar a copas o conseguir tu teléfono, pero una mirada de Breogán vasta para que te dejen en paz.

Lo único extraño que sucede es que te parece ver un hombre en la barra observándote. Pearece desentonar un poco con el ambiente, pero tampoco demasiado. Justo cuando ibas a atenderlo, había desapareceido, y no había rastro de él en todo el local.

Cuando por fin conseguíes hechar a los borrachos de última hora, Breogán se acerca a ti.

-Voy a hacer caja, cuando acabes de recoger, quiero hablar contigo un momento-

Casi sin darte tiempo a responder, se mete en el almacén con la recaudación de la noche.

 Genial, puedo limpiar realmente rapido cuando me lo propongo es cuestion de organizarse y en eso mi sangre alemana aporta mucho. Cuando consigo que la barra quede como un espejo y que el suelo deje de pegarse a las suelas entro en el almacen disimulando.

- Ya esta todo limpio.- dijo mientras entro.- ¿De que querias hablarme?¿No iras a despedirme, tengo un credito estudiantil que mantener?

-No, la verdad es que tengo que darte el dinero de las propinas, más un aumento de sueldo. Te los has merecido.-

Por primera vez en toda la noche sonríe mientras te entrega un sobre cerrado y sellado.

-Hoy te llevo a casa en el coche, no quiero que te roben.-

¿Aumento de sueldo y me llevas a casa?.- pregunto con extrañeza.- Breogán, soy rubia pero no tanto, ¿Que esta pasando? y quiero la verdad.- dijo mientras me cruzo de brazos dejando claro que no dare un paso sin una respuesta satisfactoria.

-Imaginaciones tuyas, son las clases que te extresan. Además, no negarás que te lo has ganado. Coge la chaqueta que se hace tarde.- dice intentando escurrir el bulto.

Coge las llaves del coche y espera a que te pongas la chaqueta.