Partida Rol por web

Cedric aún mantenía la mano alzada ante él...tocando una pared que ya no existía...en un pasillo que había quedado atrás, en algún lugar...o quizá en algún momento.

Su capa roja ondeó durante un instante mientras el gris acerado de sus ojos recorría a los tres desconocidos que se encontraban ante él, para ir a reposar su mirada sobre Rogan durante un instante....parecía encontrarse bien, pero las armas que portaban aquellos a quien no conocía no fueron de gran ayuda para tranquilizarlo....y casi al instante dos espadas abandonaron su lugar a ambos lados de la cintura para pasar a estar empuñadas por sus curtidas manos.

Un leve movimiento de sus labios y la hoja del arma que portaba en su mano derecha cobró un color rojizo y ondulante, similar al fuego, que se reflejaba en sus ojos casi cubiertos por un mechón de cabello negro como el cuervo que se encontraba en el hombro de la mujer que portaba el símbolo del sol en su pecho.

¿Estás bien Rogan? - preguntó entre dientes sin apartar la vista de los deconocidos, y sin esperar respuesta del enano preguntó a continuación - ¿Quienes sois?

Movió su pié ligeramente hacia atrás, ladeando el cuerpo para ofrecer la menor cantidad de su cuerpo en caso de lucha, alzando el codo derecho por encima de su cabeza con la punta de la espada apuntando hacia delante, a la espera de respuesta o de un movimiento agresivo.

Te equivocas al hablar, humano. Has preguntado cuando a quien le toca contestar es a ti que acabas de aparecer aqui frente a nosotros. Bloquea la magia de tu arma que tan rapidamente has conjurado o lo considerare una preparacion de ataque.
La voz, dura, fria y sin emociones habla metodicamente, pero la posicion no cambia.

A pesar de la tensión del momento, unas breves palabras bastaron; un gesto, mostrando el alivio de encontrar algo deseado, aunque obvio; esto no puede ser un engaño, sus brazos se relajaron, aunque sin dejar de sujetar su arma, ahora inclinada hacia el suelo.

Olvidando sus últimos pensamientos de tranquilidad y dejar hacer, ladea un poco la cabeza, hacia la derecha, como queriendo ver la imagen desde otra perspectiva, con una mirada insondable. Es de mala educación preguntar sin presentarse primero finalmente deja de sujetar con fuerza su arma, cuyo extremo queda apoyado en el sucio cenagal.

Mientras escuchaba hablar a Kalador, su guardia seguía baja, casi analizando a aquel hombre que empuñaba sus armas contra ellos. No le parecía extraño, después de todo ella también empuñaba su arma, igual que su compañero. Se concentró levemente e intentó buscar algún atisbo de maldad en la pareja.

El explorador fijó su mirada en el ser de constitución robusta, escuchando atentamente sus palabras antes de contestar en un tono similar al utilizado para interpelarle - No soy yo el que ha empuñado primero las armas, así que por el momento creo que no voy a bloquear nada.

Su posición no cambió un ápice, pero su rostro se suavizó durante un instante al dirigirle unas palabras la mujer de tono rojizo.
Sus mirada giró un leve instante hacia ella, comprobando que su arma se encontraba en actitud poco amenazante, por lo que enseguida, volvió a dirigir su atención ante aquel que le parecía más peligroso - Para mí sois vosotros los que han aparecido ante mi presencia, pero como muestra de mis intenciones me presentaré...me llamo Cedric Anthorek, y el paladín aquí presente es mi amigo.

Sonrio entre dientes.. Esta situacion ya la he vivido antes... Sera facil.
Dices que para ti, nosotros hemos aparecido ante ti? Valientes palabras de alguien que nada mas aparecer se ha preocupado por su compañero, que aparecio poco antes que el. Mi espada es un problema? Miro de reojo a Lillian. La clavo delante mia en el pantanoso suelo, en forma de cruz delante mia, dejando ver la tela blanquecina alrededor de su mango de Zafiro... Eso tiene facil solucion, mas... no te has parado a pensar que encontrandonos antes que vos, en este lugar, no es de extrañar que este desenfundada..?
Paro por un momento Tranquilo.. te estas dejando llevar.... el otro tiene un escudo de Moradin...
Guardando los brazos por dentro de mi raida capa gris, me quedo totalmente quieto. Las siguientes palabras salen con un tono mucho mas tranquilo y bajo que las anteriores... Mi nombre es Kalador; me conocen como Kalador Garradorada...

Oyes una voz en tu cabeza
- Rogan: Estar bien? Cedric, estar con vos? Nosotros, os deber seguir? O necesitar que hacer algo? Contestar. Hasta veinticinco palabras recibir por poder de Helm -

Su mano izquierda suelta finalmente la espada, que sólo es sujetada por una mano. La eleva hasta su hombro y el cuervo, que se mantiene en él, acerca su cabeza, frotándose con el guantelete de su ama. Este es Itik, aún con la cabeza de lado y una pequeña sonrisa en sus labios, mostrándose orgullosa de haberse "salido con la suya" ¡hooooola! - el cuervo saluda, en un común parecido a un graznido - y yo soy Lillian, bienvenidos a este pestilente cenagal.

Miro de reojo a Lillian ante su ultimo comentario.
Ese comentario sobra.. Susurro en voz baja, casi expresando pensamientos de forma inconsciente, mas que hablandole realmente. Atenta. Bajo la capa me crujo los dedos mientras espero, atento tanto a las acciones de estos como a mi alrededor...

Duyrante un instante todos os dais cuenta como lilian parece marearse durante unos instantes

Te das cuenta como Lilian, ha hecho un detectar el mal, las palabras que ha pronunciado y esos movimientos de manos casi imperceptibles no tienen secreos para ti, lo has reconocido al instante

Me había quedado a las espaldas de Kalador como me había aconsejado, pero viendo que mis dos compañeros se relajan un poco, empiezo a presentarme educadamente Mi nombre es Xa... Lillian que te ocurre? digo mientras me dirijo hacia ella con una mirada de preocupacion

Pareció girarse hacia su compañero tras escuchar el susurro, dispuesta a protestar sin demasiada fuerza. Sin embargo el gesto se quedó a la mitad, ugh masculló llevando su mano a la frente mientras el dolor recorría su cabeza y clavando la espada en el cenagal, se apoyó en ella cual bastón, introduciéndola un poco más en el lodo. Estaba en pie, pero parecía un poco indispuesta. ¡Maldito lugar!

Este sitio rezuma mal responde tras unos segundos, con los dientes apretados.

Ante la reaccion de Lilian recojo rapidamente la espada y la enarbolo, girandome y mirando a mi alrededor en cuanto comenta lo del entorno... Levanta, vamos... Susurro infundiendo animos...

De repente las imagenes que te rodean empiezan a desdibujarse y van desapareciendo ante tus ojos, antesde que te des cuenta te encuentras en el interior de una habitacion de paredes negras y lisas en las cuales no hay ningun tipo de inscripcion ni de distincion todas son esactamente iguales, ante ti tienes a tus compañeros lilian tiene la espada clavada en el suelo, Xainne´e esta observando a lilian, la cual parece estar algo costernada y confusa, Los otros dos extraños parecen seguir mirandote como estaban haciendo hace solo un instante

Atencion! Grito en voz alta, mientras permanezco en guardia. La ilusion se ha roto! Lillian, en pie! Una habitacion!

De repente veis que Kalador empieza decir cosas inverosimiles, a vuestro alrededor el aire pestilente que procede de la cienaga pantanosa os llena las fosas nasales, al echar un vistazo a vuestro alrededor el pasisaje desolado y marchito de arboles muertos parece mecerse al ritmo de una ligera brisa malsana y en la boveda celeste un cielo sin estrellas

Miro a mi alrededor sin entender que ocurre, que dice Kalador de una habitación? mis ojos recorren los altos árboles.......
Busco con la mirada a Kalador...

Los gritos de Kalador eran sinónimos de peligro; aún algo indispuesta, volvió a sujetar su espada, y levantó la cabeza, mirando hacia donde estaban los recien llegados ¿habitación? todo a su alrededor seguía siendo aquel pantano de árboles muertos y podredumbre. ¿Me estarán engañando mis sentidos o Kal se ha vuelto loco? ¿y ellos... serán quien dicen ser? Arg.. quizá cuando el dolor cese un poco...

Permanece en silencio, contemplando lo que tiene frente a ella, esperando casi un milagro: que el pantano se convierta en habitación. La idea fluye en su cabeza, imaginándose una lujosa habitación, con tapices bordados en oro y una gigantesca cama... le parece tan estúpida que se le escapa una sonrisa cuando el dolor comienza a mitigar.

Cedric, al igual que los que se encontraban frente a él, comenzo a relajar un tanto su posición, bajando poco a poco su mano derecha, en la cuál parecía brillar un poco menos la hoja del arma que portaba.

Las presentaciones continuaron, mas cuando parecía que todo podía seguir un curso más o menos vacío, primero una vacilación por parte de Lillian y posteriormente unas frases extrañas por parte de Kalador, llevaron al escudero a levantar de nuevo la guardia, más no fijaba ya su atención en ellos únicamente, sino en todo lo que le rodeaba y que ahora se paraba a observar con detenimiento.

¿Qué ocurre? - preguntó al aire con la experanza de recibir alguna respuesta, ya fuera por parte de alguno de aquellos a quien acababa de conocer o del entorno.