Partida Rol por web

Retorno al Templo del Mal Elemental

Capítulo 6. En el Interior del Templo

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16/12/2021, 16:45
Crodos Mornward

Crodos se giró hacia la nueva voz que irrumpió tras los aullidos de los gnolls. Se subió la visera de la celada, adornada con elegantes labrados, y observó al viejo enano con mirada escrutadora. Sacudió distraídamente los restos de sangre y hueso de su mangual, que salpicaron el suelo a sus pies.

— Y tenéis entendido bien, venerable anciano. Mi nombre es Crodos. Estamos purgando el mal de este templo, y hemos empezado por estos viles seres. — dijo señalando los despojos que habían quedado de los gnolls — Mantendremos la distancia del Sr... Pinckles, pero, ¿cuál es vuestro nombre y por qué nos ayudareis? ¿Es que conocéis vos también el mal mayor que aquí se esconde?

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17/12/2021, 04:47
Akta

Terminábamos de acabar una batalla cuando creí que empezaríamos otra. Pero al volverme y ver al anciano hablarnos así, subido a lomos de un oso que dudaba que cupiese por la puerta, me di cuenta de que estábamos ante un aliado. Sin lugar a dudas mayor incluso que los insectos que nos acompañaban.

Crodos no tardó en presentarse y por una vez me sorprendió que no usase en su presentación que era un paladín de Seyran y que no nos presentase a Lerissa y a mí junto a él. Algo había cambiado en él. Algo que no me estaba gustando nada y todo había sido desde que encontramos a los dos insectos, al mediano ¿o era mediana? y al mago y ahora creía que una criatura tan atroz como esa cucaracha gigante, esta siendo bendecida y protegida por Seyran.

Tal era su creencia, que casi llegué a pensar en que presentaría a esa cosa como su compañero y se olvidaría de nosotras.

Cabreada por él con ello, por curar a ese asesino en nombre de nuestro dios, si es que realmente aún le seguía y por muchas cosas más que me crisparon los nervios en unos segundos y que tardaría días en relatar, limpié la sangre y entrañas de mi querido Libertador de Almas, en la capa de Crodos con disimulo, antes de avanzar y ponerme al lado del paladín.

- Mi nombre es Akta. Soy sacerdotisa de Seyran y ella es Lerissa, - dije señalando a la tiefling, - el otro lado de la moneda y mi amiga y compañera de armas. Está claro que estáis decidido a uniros a nosotros y teniendo en cuenta que ya tenemos a lo más rastrero con nosotros... - Dije mirando a la cucaracha gigante de soslayo. - ... no estará de más una mano amiga a la que sepa que no debo dar la espalda.

Entonces miré al oso. Me encantaban los animales. De no haber sido clérigo por obligación, seguramente hubiese acabado siendo druida. Pero caer en un templo de Seyran nada más nacer y ser una assamita, no te daban opción a mucho más. Ni la contemplaron. - De verdad que... ¿no se le puede tocar? - Le pregunté al viejo con ganas de acariciar al oso y pesar en mi voz, dispuesta a quitarme el guantelete para ello. Aunque hubiese venido con una lagartija me hubiese quedado con ganas de acariciarla.

De hecho tenía la necesidad de acariciar a un ser vivo. Llevaba demasiado tiempo viajando y sin poder tocar a nadie salvo con mi espada. Era más, me hubiese quedado con el pequeño gnoll si hubiese podido y demostrado a todos que la maldad se puede enderezar y que por nacer malo, no quería decir que no pudiesen hacer el bien. Pero tenía a su padre y su familia con él.

- Y yo quiero estar y formar la mía.

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17/12/2021, 09:00
Lerissa

Estaba disfrutando tanto de acabar con aquella criatura inmunda que no me di cuenta de que a mi lado había otro que podía herirme... como así hizo finalmente. Solté un grito de dolor al sentir el hacha en mi brazo y vi la sangre saliendo despedida en todas direcciones.

Cabreada, me volví hacia él y le ataqué con todo cuanto tenía, pero me volví con demasiada prisa y lo único que hice fue clavar la espada con fuerza en el muro que tenía al lado.

Mierda.

En ese momento, llegaron otros dos desconocidos, uno de los cuales tenía el mismo aspecto que el oso de peluche que tenía de pequeña.

No me jodas.

Entre insectos y animales de pelo, me veía dirigiendo una exposición para niños y niñas de todas las edades. Aquello cada vez parecía más un despropósito que una limpieza del mal, aunque mientras mi arma estuviese encallada en la pared, lo único que iba a limpiar era su empuñadura.

Mientras intentaba extraerla, Crodos y Akta se presentaron y oí mi nombre en boca de esta última.

-Mucho gusto. ¿Alguien podría ayudarme a sacar la espada de aquí? -pedí, sin dejar de tirar.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Halaaaaa pedazo pifia jajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja

Tenía que poner 11 en lugar de 1 pero así queda más bonita jajajajajajaja

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17/12/2021, 10:09
Glÿnmaer

Me llevo una buena sorpresa al darme la vuelta y descubrir a un simpático oso que se nos ha acercado atraído probablemente por el olor de la sangre. Al pobrecillo parece que se le ha subido una gorda garrapata parlante, con orejas de soplillo.

Por lo que a mí respecta, esta nueva pareja pueden estar del lado de los gnolls, o todavía peor, ser "aliados" tan "valiosos" como los últimos que hemos encontrado y por eso decido por el momento seguir ocultando mi presencia. Akta debe pensar lo mismo que yo, porque también ha decidido que no debe darles la espalda. Cuánta verdad hay en ese viejo refrán de los bosques que reza: "cree el ladrón que todos son de su condición".

Notas de juego

Master, no tengo del todo claro si hemos matado ya a todos los gnolls o si nos hemos puesto a charlar en mitad del combate xD

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17/12/2021, 12:45
Ruru Sauceviejo

El ceño de Ruru no parecía aún dispuesto a desfruncirse a juzgar por su expresión facial, si bien pareció dulcificarse una pizca ante las palabras de los dos seguidores de Seyran, para luego negar lijeramente con la cabeza.

Era cuanto menos curioso a ojos del enano como la sucia civilización escupía de tanto en cuanto aquellos raros especímenes cargados de buenas intenciones pero tan equivocados en esencia.

Descolgándose por un lateral ayudándose de los mechones de grueso pelaje del oso, el druida llegó hasta el suelo denotando bastante práctica en el proceso.

-Mi nombre es Ruru y ella es el Sr. Pinckles, mi compañera-dijo a modo de seca presentación.

-Y si os ayudo es porque como vosotros, quiero vaciar este lugar de  aquellos que lo habitan. Y sí, por supuesto que conozco el mal que aquí se esconde, si bien se encuentra a plena vista-dijo pateando la pared labrada más cercana a él.

-Este lugar debería ser bosque y en cambio...-negó con la cabeza con gesto agrio.

-Pero no es nada que no se pueda arreglar con tiempo. Una vez  estas salas queden vacias de humanoides, tarde o temprano serán reclamadas por el bosque y sus habitantes y así se recuperará el equilibro. Mi intención simplemente es ayudar a acortar los plazos.

Ante el comentario de Akta a cerca de la osa, llegó a sonreir por un instante, respondiendo a su pregunta con una carica a la mejilla de su compañera animal.

-La sr. Pinckles es bastante buena juzgando las intenciones ajenas. Y tú pareces no albergar intenciones ocultas, por lo que dudo que te haga nada sin motivo-dijo encogiéndose de hombros

 

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18/12/2021, 04:25
Akta

Me quité el guantelete al escuchar al enano hablar sobre la sra. Pinckles y dejé que esta oliese mi mano. Mi empatía con los animales era nula, así que había aprendido que si les quería tocar primero debía dejarles que me olisen y luego ellos me darían o no permiso para hacerlo. Mi mano temblaba por los nervios al tiempo que por mi mente pasaba la duda de que hacía un enano vigilando los bosques, si ellos se encargaban de vivir en el interior de las montañas.

Nuevamente era todo parte de mi inocencia por llevar toda la vida recluída en aquel Templo en aquel diminuto pueblo.

Menos mal que el destino nos llevó a la Encrucijada Vieja y que allí... todo mejoró para mí. Hasta ahora. En ese momento sentí el roce del hocico de la sra. Pinckles en mi mano y todo cambió. La acaricié con cuidado y algo de temor aún. - ¡Por Seyran! ¡Mirad Lerissa! ¡Estoy acariciando a una osa! - Exclamé feliz como una niña y emocionada. Tanto que la hubiese abrazado de no llevar la armadura puesta.

Al ver que Lerissa no decía nada y era más que evidente que había ignorado a Crodos en mi comentario por ignorarnos a nosotras en la presentación, miré a la tiefling, quien se pegaba con su espada. Suspiré con resignación y bajé mi mirada a la par que mi mano de la cabeza de la osa. - Gracias. - Le dije al animal sin saber si me entendería o no y me puse el guantelete para ir en ayuda de mi amiga.

- Déjame anda. - Y con un tirón con mi musculado brazo, saqué la espada sin esfuerzo. - Toma, anda... y no vengas ahora con la historia de que lo habías aflojado, que nos conocemos. - Bromeé hasta que vi la sangre en su hombro. - ¿Te han herido? Ven, déjame que te vea, Lerissa... - No, no sabía sanar. Había dejado esa senda para dedicarme a la guerra, pero sabía ver si una herida requería sanación o una venda sería bastante.

- Tanto ayudar a tu nuevo amigo, Crodos y te olvidas de que estamos aquí y que Lerissa necesita atenciones.  - Le increpé al paladín. - Espero que aún conserves tu don para curar heridas leves y no hayas desperdiciado todo con tu... máscota o lo que sea eso para ti. - Dije refieriéndome a la cucaracha gigante.

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18/12/2021, 09:28
Crodos Mornward

Crodos asintió complacido al enano.

Tal vez ese sea el mejor destino para estas obscenas ruinas, reclamadas por la Naturaleza y que ella se encargue de su protección. Aceptamos pues vuestra ayuda, Ruru — era obvio que el enano de cara de haberse tragado una cabeza de ajos ya lo había decidido e iba a hacerlo de todos modos, pero así quedaba más elegante.

Luego miró con expresión amable a Akta, cómo en su inocencia se fascinaba con un oso. No era un oso vulgar, desde luego, pero Akta había visto tan poco mundo que la comprendía. No obstante, sus arrugas de preocupación volvieron a marcar su rostro cuando ésta empezó a increparle. Su párpado derecho empezó a temblar ligeramente.

— ¿Tan grave es? Déjame verlo — hizo acopio de calma y se acercó a Lerissa para comprobar el corte de su brazo — Hum, es profundo, pero no parece demasiado grave. Es importante que la mantengas bien limpia, Lerissa. — luego clavó sus ojos fijamente en la sacerdotisa. — No es mi don, es el poder de Seyran. Seyran ha sanado ya dos veces su cuerpo impío por algún motivo que no somos capaces de comprender y mucho menos hemos de juzgar. Deberías darte cuenta de eso y no oponerte a Su Voluntad. — suspiró. Que se preparara, ese Mitil. Lo que le esperaba... — No me reprendas, Akta. Sabéis bien que sois mis más fieles compañeras y que me debo a vosotras mas que a nadie, pero estamos en un momento muy importante y peligroso, ¿de acuerdo? — dijo enfatizando con las manos, entre pacificador y un poco hastiado ya. Se giró tratando de hacer volar su nívea capa de forma espectacular, pero los trozos de vísceras y sangre que Akta había dejado amablemente al limpiar su espadón hicieron que se le pegara en la pierna con un ruido húmedo. Maldijo por lo bajo, tirando para despegarla, muy disgustado de verla tan sucia. — Deberíamos continuar, ¿por dónde es ahora, Glÿnmaer? ¿Has podido volar para ver el camino que hemos de seguir? ¿Glÿnmaer? — miró a los lados, sin verlo.

Hacía un buen rato que no escuchaba la vocecilla chillona de aquel bichejo. No le extrañaría que al ver el cielo abierto se hubiera ido volando en busca de alguna flor gigante que hubiera visto en la lejanía. Sólo Seyran sabía que pasaba por la mente de esos seres tan extraños.

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18/12/2021, 12:53
Glÿnmaer

—Me haces preguntas cuyas respuestas ya conoces, gran paladín —respondo engolando mi voz para que resulte menos chillona de lo que es habitualmente, en un intento de sonar como un oráculo—. En tus sueños ya has visto sin duda arder la llama eterna de Seyran. Una llama que no quema a aquellos que son dignos de cruzarla. Debes buscarla alrededor del templo y, cuando la encuentres, sabrás que es por allí por donde debes entrar.

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18/12/2021, 13:01
Glÿnmaer
Sólo para el director

Seyran, yo... en realidad no importa mucho quién haya colocado allí ese ilusorio y permanente muro de fuego que señala la ventana por la que entramos al templo ayer. Lo que sí importa es que el grupo esté dispuesto a acceder a su interior y no lo harán si soy yo quien se lo dice. Quizá si se lo sugiere un dios imaginario suyo que solo vive en sus cabezas...

Puede que incluso se maravillen al ver cruzar a Krath-Tk indemne las llamas y si lo piensen dos veces antes de atacarle de nuevo por temor a airar a su inexistente divinidad.

Llevo años jugando con las mentes de los obtusos leñadores humanos que se adentraban en el Bosque Nudoso y con algo de suerte estos no serán mucho más despiertos. Más desconfiados, sí, sin duda, pero no les pido que confien en mí; solo les pido que confíen en su propia imaginación.

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18/12/2021, 14:27
Crodos Mornward

Ah, ahí estaba. Crodos escuchó a Glÿnmaer con atención. La misteriosa criatura le contestó con un halo de misterio, y lo de  'Gran Paladín' le agradó también. Aquel ser parecía respetarle más que las dos hembras. Después de lo vivido con ellas en Encrucijada Vieja compartían una profunda amistad, pero a veces le generaban ciertas tensiones emocionales.

— La llama eterna... — murmuró mirando al infinito — Sí, en mis sueños la he visto — respondió convencido. ¿Acaso aquella polilla también la había puesto su dios en su camino? Así habría de ser, pues hablaba con las palabras de La Verdad. — ​​​​​​Sí, hemos de continuar. Seyran nos mostrará el camino. — y, aferrado con fuerza a su mangual, echó a andar, solemne y calmado, hacia la dirección que le dictaba su fervoroso corazón.

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19/12/2021, 04:29
Narrador

Nada más decir aquello, Questin seguido por Lerissa avanzaron agazapados hacia una zona arbolada anexa al torreón y a la ruinosa construcción donde habían dado muerte a aquel trío de criaturas híbridas. El grupo les siguió de cerca y una vez todos estuvieron ocultos entre el ramaje, se detuvieron a observar lo que tenían frente a ellos. 

Lo primero que observaron fue a un grupo de cuatro de aquellas criaturas de aspecto canino acercándose sigilosamente hacia ellos. Posiblemente no les habían visto, pero si era posible que les hubieran escuchando o que hubieran oído el sonido del combate. 

Algo más atrás y junto a los deformes muros de aquel Templo dedicado a una atroz deidad maligna, se hallaba lo que en efecto parecía un fuego que rodeaba una zona con un amplio ventanal. Las llamas se mecían en el aire sin avanzar ni retroceder y con una secuencia casi mecánica. Sin duda aquello podía parecer una señal, pues aunque sin duda tenía la apariencia de ser un fuego real, también albergaba algo mágico, por denominarlo de alguna forma.

Notas de juego

Punto rojo: dónde acabáis de pelear.

Punto negro: patrulla gnoll.

Hexágono rojo y amarillo: llamas.

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19/12/2021, 12:33
Lerissa

El grupo era cada vez más extraño, porque además de una criatura con aspecto de insecto y cerebro de copo de nieve se nos acababa de unir un maldito oso. Después de recuperar mi espada, me quedé un rato absorta mirando a los recién llegados sin entender nada de nada, sin saber cómo era posible que tantos seres tan distintos como nosotros estuvieran de alguna manera haciendo algo juntos.

Le di las gracias a Akta y después a Crodos, envainé la espada y empecé a caminar, oyendo a mi espalda tonterías sobre yo-qué-sé-que llama eterna. Solo Crodos y aquel otro ser, Glyn, podían dejarse llevar por cuentos de niños y ancianos.

Pero mientras fuesen felices, para qué molestarse.

Seguí a Questin por la zona, ocultándonos tras los árboles, avanzando entre ellos y también observando con cuidado, puesto que allí tenía que haber más gnolls o incluso otras cosas peores. Como si de un presagio se tratara, no tardamos en ver otras cuatro criaturas y más allá lo que tenía todo el aspecto de ser eso de lo que hablaba Crodos.

Negué con la cabeza, incrédula. ¡Qué cosas se encontraba una!

Miré a los demás y señalé mi arco en silencio. Podía disparar a esas criaturas y al menos aprovechar la sorpresa y el estar cubiertos. O también podíamos esperar a que se fueran... si así lo hacían finalmente.

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20/12/2021, 04:25
Akta

No sabía que le pasaba a Crodos, pero empezaba a preocuparme como aquella polilla le manipulaba con tanta facilidad y la fe que tenía en aquella cucaracha gigante que apestaba a maldad por cada... ¿aquella cosa tenía poros? Daba igual, olía a maldad a la legua. - Llama eterna... será idiota por creérle.

- ¡Crodos! ¡Espabila! Ya han estado aquí dentro, saben que hay sin tener que avanzar... y tú tragándote sus tonterías. - Cada vez tenía más claro porque era paladín y porque aquella noche en la taberna de la Encrucijada Vieja, cuando curó mis heridas y sentí ese vínculo tan especial e íntimo con él, no llegó a más y se quebró ante la presencia de Mitil.

Necesitaba en mi vida alguien que me espabilase, no que me atontase más pues bastante tenía con mi propia inocencia.

Al salir de la torre, saqué de nuevo mi espadón. No esperaba una arboleda allí y vi a Lerissa y al mediano desaparecer delante de mis narices. - Odio que haga eso.

Nuestros pasos nos llevaron frente a una patrulla de gnolls. Mis ojos brillaron ante su presencia con intensidad. No eran muchos, nos deshicimos de tres con facilidad y ahora con el druida y su osa, sería pan comido. Pero aún así quería saber quienes eran mis aliados en ese grupo, así que lancé bendedir para todos ellos, preparándonos así para entrar en combate y si los insectos no hacían nada, al menos iríamos con algo más de ganas a la batalla.

Notas de juego

Bendecir (Los aliados ganan +1 al ataque y a las salvaciones contra el miedo)

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20/12/2021, 08:32
Crodos Mornward

Crodos observaba la llama fijamente a través de los arbustos. Miró a Akta como queriendo decir: "¿Ves?" pero no llegó a abrir la boca.

Meditó unos instantes con el ceño fruncido, mirando la llama, antes de volver a hablar en susurros:

En eso te tengo que daros la razón, Akta. — dijo con cierto esfuerzo — Esa no es la llama de Seyran de mis sueños, Glÿnmaer. Te agradecería que no me liases. Es evidente a los ojos que es magia mundana. 

Preparó de nuevo su mangual, esperando lo inevitable. Cerró los ojos por un momento, sintiendo la bendición de la sacerdotisa y de su dios.

 Vienen hacia aquí. Dado que no todos podemos movernos en silencio para contraemboscarlos, es menester que salgamos a su encuentro.

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20/12/2021, 17:36
Lerissa

Nadie me dijo nada, pero a medida que los segundos transcurrían, tenía más claro que debíamos tomar la iniciativa. Después de todo, estábamos allí para librar ese templo del mal, por lo que cualquier superviviente que quedase debía ser una excepción. Tampoco es que fuésemos a lanzarnos a lo loco, pero no dejar con vida a quien se ponía a tiro.

Así que sin esperar a que me confirmasen nada, saqué y preparé el arco. Un disparo bien hecho a aquella distancia podía permitirme diezmar al grupo antes de que tuviésemos contacto directo con ellos.

No era un mal plan, si no nos veían antes, claro estaba.

- Tiradas (2)
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20/12/2021, 18:55
Glÿnmaer

—Tú eres el experto en dioses, gran paladín, no me juzgues con severidad por no saber distinguir entre magia arcana y magia divina —me disculpo con el mejor tono de aflicción que soy capaz de emular en susurros—. A fin de cuentas, no soy más que un pequeño pixi de campo que sufre visiones que es incapaz de comprender.

Por lo que a mí respecta, el cuarteto de patrulleros gnolls son tan culpables o tan inocentes como cualquier otro miembro de su especie. Como no termino de comprender cuál es el criterio que siguen mis compañeros para indultarlos o condenarlos, opto por esperar pacientemente hasta saber qué quieren hacer con esos desgraciados. No sea que después quieran afearme de nuevo mis esfuerzos por guiarles y ayudarles.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Retraso mi iniciativa hasta saber qué hacen los demás.

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20/12/2021, 22:21
Ruru Sauceviejo

-Adelante, muchacha-susurró el enano ante la propuesta de la Tiflin de iniciar el combate a distancia y, dándole una lijera palmadita en el hombro, susurró unas palabras druídicas, las cuales provocarno que al toque de su palma, una ténue luz brillase por un instante allí donde se había posado.

A decir verdad le gustaba aquella muchacha. Por un lado su caracter seco y cortante le parecía sin duda el más adecuado y por otro las criaturas con cornamenta le recordaban antiguos amores de juventud, cuando empezó a experimentar con su habilidad cambiaformas durante largos periodos en los que se llegaba a adaptar a las costumbres animales de las criaturas que adoptaba como cuerpo.

Con una cariñosa caricia en el mentón de su osa, le indicó que se preparase para la batalla. Había llegado la hora de desparasitar al bosque de aquellos tábanos peludos.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Conjuro "Poder instantáneo" sobre Lerissa, le confiere un +4 en su siguiente tirada de ataque.

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20/12/2021, 22:30
Krath-Tk

Los gnolls cayeron uno tras otro dejando solo un charco de sangre al rededor de ellos, sin duda alguna no eran nada comparados contra los que se encontraban dentro del templo. Al terminar con el trabajo se voltea para ver cuál era esa "amenaza", se topa con un enano entrado en años montando un oso, al parecer otro más que quería limpiar el templo de aquel mal que tanto parecen temerle, ojalá esté si sea más coherente que el grupo de las dos hembras.

Glynmaer sin duda alguna tenía una personalidad retorcida, la maldad intrínseca en él era sin duda muy diferente a la que guiaba a la mantis, ya que a este jamás se le habria ocurrido jugar con la fe del paladin de aquella forma.

Avanzaron en "silencio y ocultos", cuan silencioso podía ser el insectoide, Crodos y Akta quienes tenían armaduras completas y que tan oculto se vería un oso agazapado, nada más verlo le causaba algo de gracia, sin embargo todos aguardaban la llegada de los próximos gnolls.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Dm podrías mostrarnos los pv de los enemigos? No al inicio pero si después del primer ataque, lo digo porque no sé si los gnolls anteriores quedaron por debajo de -10, de no ser así les haría un golpe de gracia a cada uno curandome otros 6pv.

Por cierto me llevo la mejor hacha dos manos que hayan dejado los gnolls, ya me dirás si es de buena calidad y que tipo de hacha es.

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21/12/2021, 00:43
Crodos Mornward

Crodos se apresuró a agazaparse tras los matorrales con un sutil sonido de varias ramas quebrándose bajo sus pesadas botas, el metal rozando contra el metal de las articulaciones de la armadura, el tintineo de la cota de mallas que llevaba debajo y que tapaba los huecos que las placas de acero no cubrían y el sonido pesado de la cadena de su mangual cuando lo apoyó en el suelo, junto a su respiración pesada dentro del yelmo. Y se sintió entonces totalmente ridículo escondiéndose de aquella manera. A no ser que los gnolls de la patrulla fueran ciegos, sordos y menguados, de seguro los habían detectado ya.

- Tiradas (2)
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21/12/2021, 03:47
Akta

Poco a poco voy viendo como los demás se van ocultando y siento vergüenza ajena al ver a Crodos hacer lo mismo. No se da cuenta que con nuestra armadura y capa, con nuestros colores, es imposible que nos ocultemos en ningún sitio y más aún con el sonido del metal. Lo peor era que si le detectaban a él o a mi... estropearían el ataque de todos, salvo que...

- Seguid en sigilo. Yo les distraeré. - Susurré a quienes fuesen a atacar y comencé a correr hacia la salida de la arboleda, para encontrarme cara a cara con los gnolls y centrarles en mí. Con eso no deberían ver a los demás.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Como dependo de que todos frenen sus iniciativas, lo dejo ahí. Si me hacen caso, ya pongo el ataqu si llego en carga a por un gnoll.