Partida Rol por web

El explorador no se encuentra saqueando como vosotros, está junto al cadáver de su perro, el cual había demostrado su valía matando a casi media docena de enemigos antes de caer muerto.

Voy a enterrar a mi compañero, esperarme antes de adentraros, no sea que quede algún enemigo escondido y os ataque, aún estáis débiles. Tras estas palabras se aleja cargando el cuerpo sangrante en dirección a la puerta.

Armas mágicas??? Oleeeee, dos mil oros como mínimo!! Gran trabajo enana, gran trabajo. Yo guardaré la poción junto a las otras dos.

Te encuentras asqueado con tu situación personal, tus ropajes no son más que harapos sanguinolentos, todo tu ser y tú armadura se encuentran llenas de sangre, tanto tuya como de trasgo.

Además, tus compañeros parecen únicamente dispuestos a rapiñar cadáveres, como vulgares ladronzuelos.

-​​​​​​ Siento lo de tu perro, Chatrilon. - Dijo la enana posando su mano sobre el hombro de explorador. - Fue un fiel y gran amigo. Supongo que querrás estar a solas con él...

La enana esperó a que Chatrilon saliera del templo en silencio y señal de respeto. Pero justo después su cabeza de saqueadora se puso en marcha.

- Vamos a registrar el otro ala. - Dijo Dwama. - Pero antes... - Miró a Sheiland. - Usa esa varita para recordarnos de nuestras heridas. No sea cosa que Chatri tenga razón.

-Acompañaré a Chatrilón, pues su can ha impartido castigo como el que más y por lo tanto, considero que merece una consideración-Dijo sin más, acompañando al explorador, preparando una pequeña oración para el compañero animal caído.

- Ves con cuidado Godofredo. - Le dijo entonces la enana. - No me gustaría perder a nadie más hoy. - La agarró del hombro mientras le miraba a la cara. - Nosotros trataremos de recoger todo lo que pueda ser de utilidad.

Entonces la enana se giró hacia aquel grupo de pequeñas criaturas, los trasgos y el niño.

- Seguidme todos. - Les dijo. - Vamos a buscar comida y otras cosas útiles. - Miró entonces a Tidden. - ¿Me entienden, verdad? - Le preguntó. - ¿Crees que van a colaborar? - Le preguntó al chiquillo. Al fin y al cabo eran trasgos...

Pero tu que te crees que la varita es gratis??? Vale un dinero cada vez que lo uso! Es solo para situaciones inesperadas, échate a descansar un poco y que luego el Conde te cure!. Dijo enfadada la enana.

Os metéis en un cubíl de trasgos, casi os matan y llego yo, arriesgando mi vida, atacó al líder, te curo... De nada eh! Sheiland tenía su particular forma de ver la vida, y el dinero era muy importante para ella, en cambio su compañera Dwama tenía otra forma de ver la vida, más de tirarse a la batalla.

Si que te entienden, pero tienen miedo, se fían de mí. Te seguimos, pero no esperes heroicidades de nuestra parte, estamos cansados de nuestro cautiverio.

Se agradece Conde. dijo el explorador mientras salía cargado con el cadáver seguido por Godofredo.

Salís del Templo maligno, todo sigue igual fuera, los grandes trasgos muertos siguen en el suelo.

El explorador busca un rincón, junto a un árbol, saca una pala y empieza a hacer un agujero en la tierra.

Cuando ha terminado deposita en su interior al can y lo tapa. Por último coloca unas piedras encima.

Señor de los bosques acoge a este animal junto a ti, que te ayude en la larga cacería.

Esa frase te recuerda al dios de la naturaleza Obbab Jai.

Monseñor... te dice.

- ¡Para empezar no tendrías porque haberte ido sin más! - Le recriminó. - ¡Joder, pensaba que éramos amigos! ¡Pensaba que los dioses nos habían encargado algo! - Resopló tratando de calmarse. - Está bien... - Le dijo más serena. - ¿No quieres curarnos? No lo hagas, pero que sepas, que hemos recibido una buena somanta de palos por parte de infinidad de enemigos. Si hubieras intervenido antes o no te hubieras largado, igual Jack estaría todavía con nosotros.

No me eches la culpa de meteros vosotros en una trampa mortal. Yo tengo un hijo y no puedo dejarlo sin madre porque os apetezca haceros los héroes, sobre todo si no hacéis más que dudar de que hacer, como hacerlo y luego vais y entráis sin plan alguno. No me echéis la culpa de vuestras decisiones!! La respuesta no era como esperaba la otra enana, le había dado un buen repaso.

Pues eso, atranquemos las puertas, descansemos y mañana será otro día.

-Castigador-dijo en tono solemne- El enemigo de mi enemigo es mi amigo. El Dios verde es poderoso aliado de tu palabra, por lo que te pido que tengas a bien interceder por el alma de este can, que tan valerosamente impartió castigo hasta que pereció bajo las armas del enemigo- se santiguó, arrodillándose frente a la tierra removida donde reposa el cadaver canino

El explorador y el clérigo vuelven junto a sus compañeros, encontrándose a Dwama y Sheiland discutiendo por la varita de curación.

Que hacéis discutiendo? Venga vayamos a revisar el Templo a ver qué pescamos, para eso hemos venido...

Mirando al montón de armamento que hay apilado a un lado continua... Dejemos esto aquí, total no se va a ir volando, luego decidiremos con que cargamos de Vuelta al Poble.

- Eso es lo que pretendía hacer desde hace rato... - Dijo la enana. - ¿Habéis tardado muy poco con las exequias o es que yo me he quedado embobada un buen rato? - Meneó la cabeza. - Supongo que será lo segundo... - Se encogió de hombros. - ¡Vamos allá!

La enana se puso en marcha por enésima vez. Esperaba que en esta ocasión el continuo espacio tiempo no se doblar sobre ella de nuevo y volviera a despertar una vez ya se hubiera llevado a cabo el registro y ella no se hubiera enterado de nada.

La enana, que había pasado largo rato discutiendo con su congénere sobre si la curaban más o no, decidió que era el momento de continuar explorando y rapiñando.

Salís del almacén de los trasgos dejando tras vosotros los cadáveres semidesnudos y los montones de armaduras, espadas y espadones y volvéis a la sala de antes.

Cruzais por delante del altar maligno y volveis A la habitación de las camas.

Los trasgos asesinados por vuestro fallecido amigo Jack y por Chatrilon siguen tendidos donde los dejaron, eso confirma que los que os siguieron no eran los mismos... De donde venían?...

La primera en empezar a rebuscar entre los muertos fue Dwama, la cual parecía haber nació para rebuscar entre los muertos.

El ala Oeste, donde encontráis las docenas de camas con sus arcones adjuntos, algunas de ellas ocupadas por los cadáveres de los grandes trasgos que dormian antes de morir, encontrándose 3 de ellos en el suelo.

Al fondo se encuentra una puerta abierta.

La puerta del fondo estaba abierta antes, supongo que de allí vinieron los trasgos. Dice el explorador con un tono más serio del normal en él.

- Podría ser, si. - Le respondió la enana al explorador. - Si quieres ves revisando los arcones. Mientras yo intentaré hallar algo en los cuerpos. Yo ya estoy llena de sangre y tú... Bueno estás casi limpio. - Le sonrió al humano. 

Acto seguido se puso a rebuscar entre los cadáveres uno a uno. No era la mejor buscando, pero que ella saqueara algunos cuerpos no significaba que el resto no pudiera hacer una segunda búsqueda o una tercera, incluso una cuarta.

- Godofredo, luego podría echarle un vistazo. - Miró al resto. - Eso va por todos. No podemos dejar nada aquí que pueda sernos útil.