Partida Rol por web

Me recosté contra un árbol cercano apoyando en el mi espalda pero sin dejar de mirar los ojos de Sam, esos ojos que eran tan expresivos y que siempre me habían fascinado mientras escuchaba todo lo que tenía que decirme. -Gracias por tu apoyo dragoncita, eres más especial de lo que tu te piensas. Voy a ver qué tal estos días, pero realmente no le veo futuro. Su forma de actuar hoy... no me ha gustado. Puede que no le gusten los sangre sucia pero ¡joder! Una de las atacadas era una cría de primero... ¿y si hubiera sido Mel? -de sobra era conocido lo sobre protector que era con la gente que quería. -Sea quien sea el que ha atacado el tren... se les ha ido de las manos completamente. -aquello era una revelación más que extraña pues jamás había defendido a ningún sangre sucia o sangre mestiza. No me habían educado para ello.

Al escucharlo hablar asi m pecho se hincho de orgullo recordando porque era tan especial para mi, pues a pesar de todo no era como Isabella, el no tenia esa mentalidad.

Cogi su menton con dos de mis dedos y agache su cabeza hacia mi subiendo yo un poco la mia para besar con cariño su mejilla Me encanta oirte hablar así... susurre antes de soltarlo y volver a dejar mi cabeza sobre sus piernas sintiendo las relajantes caricias que daba a mi cabello.

Nadie elije en que familia nace... evidentemente nosotros lo tenemos mas facil, hemos crecido rodeados de magia, y alguien criado con muggles no, pero... no puedes dañar a una simple niña por quienes sean sus padres... hay que valorar al mago, no su procedencia...

Y podia imaginarme que le habia dicho Isabella al respecto de lo sucedido, asi que preferia no preguntar...

Sonreí con sinceridad tras su beso y mi mano libre fue a parar a la mejilla que me había besado. -No voy a permitir que le ocurra nada a nadie Sam. Puede que los considere inferiores, o que no los vea dignos de portar una varita, pero si están aquí es por algo y mi deber como Premio Anual es proteger a los alumnos de Hogwarts. Si veo a uno de esos cabrones... no pienso dudar. -no me iba a andar con bromas, para algo había dejado que mi padre me enseñara las maldiciones prohibidas. 

Aquello me hizo recordar que su padre era auror y que si se enterara acabaría en Azkaban. Tenía que guardarme las espaldas. -Esto... Sam... hay algo que quisiera contarte, pero tienes que darme tu palabra de que no dirás nada. A menos que quieras que termine en Azkaban.

Me encantaba oirlo hablar con aquella decision y no me hacia falta decirle que tenia mi apoyo pues sabia que siempre era asi, y mas en temas de este estilo. Pero sus ultimas palabras me hicieron elevar una ceja...

No tienen un buen regimen de visitas asi que puedes estar tranquilo... que no dire nada.

Intente bromear pues con todo el tema de lo del tren parecia que se habia puesto bastante tenso y es lo ultimo que quería.

Ahora era mi turno de elevar una ceja. -Lo dices como si fueras a venir a visitarme Sam... -aunque conociéndola como la conocía, no me extrañaría en absoluto que lo hiciera. 

-Mi padre... mi padre me ha enseñado a usar las maldiciones imperdonables Sam... y no te voy a engañar, se me dan muy bien y eso me asusta... no tienes ni idea de lo poderoso que me sentía al matar a aquellos bichos... -estaba asustado de verdad pues si veía a alguien atacando a Mel no es que lo matara, antes lo torturaría con saña y le haría arrepentirse del día en el que había nacido.

Cuando me dijo aquello mi expresion seguramente no fue la que el imaginaba si no que puse cara de haber roto bastantes platos....

Sabes que quiero ser aurora, y odio que me digan que por ser buena chica no tengo lo necesario, ser buena persona no implica no tener coraje... Ya habia quedado claro que no habia duda un segundo en su aparición en el lago... Este verano pase bastante tiempo sola... mi padre estaba de viaje y mi madre preparando su ultimo libro... y quise prepararme... no hay mayor arma que conocer las que usa tu enemigo...

Me puse algo sonrojada ante mi confesión... pero haria lo que hiciera falta por conseguir ese lugar Aunque a mi si me dieron algo de pena los bichillos Sonrei de nuevo mirándolo Comparitemos celda ¿vale?

-Mi padre me hizo acabar con cucarachas gigantes, así que no tuve ningún tipo de pudor. -comenté aún flipando por lo que me acababa de comentar. Joder con la mosquita muerta, quién lo iba a decir. -Dudo que nos dejen compartir, en teoría vas allí como castigo y eso sería un premio... -se me escapó y maldije mil veces el no haber pensado antes de hablar. Espabila Malfoy, que no piensas. 

Sin embargo y movido por un impulso me incliné y besé su mejilla con cariño. -Gracias por tu confianza Sam. . -sonreí. La había echado de menos aquel verano. Pero el tema de la confianza y el verano me llevó a recordar la conversación en la estación. -Hay algo que quiero saber. ¿Quién fue el chico que te beso? -pregunté a bocajarro.

Al decir lo de las cucarachas puse cara de asco pero sus siguientes palabras hicieron que mi corazon comenzara a bombear a cien de nuevo Nooooo, deja de montarte peliculas momentáneas, tiene novia, pasan una mala racha y al final la arpia volvera a llevarlo al lado oscuro y tu no seras mas que la sombra....

Pero sentir su beso... ¡Maldito Derek! Ahora no hacia mas que recordar sus palabras resonando en mi cabeza "Déjate llevar y disfruta de este año trencitas, es tu ultimo de libertad" Maldito Malfoy... aunque no creo que se refiriera a que me dejara llevar con su hermano pero bueno... ¡Malditos Malfoys! Por suerte mis pensamientos hicieron pasar el momento y la idea de girar mi rostro para toparme con sus labios se quedo en el tiempo...

Entonces pregunto por el chico y negue con la cabeza Te dije que cuando hablara con el te lo contaría, ademas... no tiene importancia ya... como te dije no me gusta el Eso tu vuelve a sacar el tema de quien te gusta, si es que eres la reina de las meteduras de pata...

Ante su negativa fruncí el ceño, no me gustaba no conseguir lo que quería. -¿Qué ocurre Sam? ¿Acaso no confías en mi? -pregunté de forma dura. -Dices que no le das importancia pero al ocultármelo ya se la estás dando. -Razoné. -Además... algo tuvo que significar para hacer que te perdieras el cumple de Mel...

 Dejé que lo pensara unos segundos mientras seguía acariciando su pelo. -Sólo quiero saber quién es Sam, para estar atento por si intenta ir de listo darle su merecido. -una cosa buena de ser Premio anual era la libertad de castigar a quien yo considerara oportuno. No te mientas a ti mismo, quieres saberlo porque en parte, aunque sea una parte muy pequeña, te jode.

Me gire y apoye una de mis manos a cada lado de su cadera quedandome a cuatro patas delante de el y dandole un suave cabezazo con mi frente en la suya.

Al final te lanzo un maleficio, es la tercera vez que me dices hoy que no confio en ti Le dije arrugando los labios y mirandolo mal pero bromeando. No fui porque soy boba y los chicos se me dan fatal, y cosas estupidas como esas me afectan, pero sera mi maldicion tranquilo, me besa el chico que me gusta y salgo corriendo, eso ya deja claro que las relaciones no son los mios y sere la unica virgen graduada en la escuela... Al decir lo ultimo solte un buido y volvi a dejarme caer sobre sus piernas mirando de nuevo las estrellas.

En cuanto hable con el prometo que seras el primero en saberlo, si hace falta te mando una nota por Redi para que lo sepas al momento Pero entonces una idea malvada cruzo mi mente ¿Estas celoso Hawky? Error... ahora te dira que no y sentiras una patada en toda la boca del estomago....

Su última pregunta me hizo soltar un bufido parecido al de un gato enfadado. -¿Celoso yo? Por favor dragoncita, ya sabes de sobra que yo no soy una persona celosa. -Mentiroso. -Sólo... sólo estoy preocupado de que... de que no te hagan daño. Si, eso. -trolero. Quieres saberlo porque no te gusta la idea. Además a ti debería darte igual. Tienes novia, estáis mal pero tienes novia y además está Kate. ¿Qué cojones está pasando?

Esperaba que no se diera cuenta de mi ligero titubeo y di gracias porque fuera de noche porque mi rostro pálido estaba más rojo que un tomate.

Vale, yo nunca mentía pero el cuando lo hacía... Lo hacia fatal, o quizás eran demasiados años conociéndonos para saber cuando lo hacía...

Sonreí abiertamente y volví a incorporarme poniéndome de rodillas esta vez y comenzando hacerle cosquillas ¡Estas celoso señorito Malfoy! ¡Admite lo o te torturare a cosquillas! Casi parecía que me las estaba haciendo el a mi de lo mucho que me reía pero no era consciente de lo que eso podía significar, celoso el, por mi... Era casi imposible, pero también era cierto que su familia era territorial para todo, hasta para los amigos.

Estallé en carcajadas pues desde siempre había tenido muchísimas cosquillas. -No... para Sam.. para!. -con lágrimas en los ojos de la risa agarré sus manos y la tumbé en la hierba, inmovilizándola. -No estoy celoso. -sentencié con la voz seria. Si que lo estás aunque no sepas el por qué. Cállate o te juro que empiezo a beber hasta quedar dormido.

La cercanía de nuestros cuerpos era algo peligroso pues yo llevaba demasiado de sequía y el calentón del tren no ayudaba. Además estaba el tema de que ella sentía algo por mi y no quería jugar con Sam. No con ella. 

Me aparté con suavidad y le eché la lengua. -Aún por encima que me preocupo por ti... -acusé todavía rojo como un tomate. La verdad es que me lo estaba pasando genial. Me había olvidado de todo lo ocurrido en el tren y de toda la mierda que llevaba dando vueltas por mi cabeza todo el verano.

Su cercanía cuando me inmovilizo me hizo tragar de forma forzada mientras mi mente se disparaba a fantasías estúpidas de el besándome y dejando todo a un lado...Eres patética Samantha... Olvídate de el... Nunca será tuyo.

Yo... Josh... Lo que hablamos antes... No quiero que cambie nada, yo prometo intentar olvidarme de ti de esa manera y... Sabes que sí lo dejas con Isabella y te empieza a gustar otra chica... Te apoyare... No quiero que dejes de contarme las cosas ¿vale?

¡Jah! No lo has olvidado en todos estos años y lo vas hacer ahora... Pringada... Deberías tatuarte patética en la frente, encima de puta pondrás la cama, sólo te queda ofrecerte de celestina...

Estuvo apunto de agradecer a un dios en el que no creía el simple hecho de que la sala común estuviera desierta, así que en un esfuerzo sobrehumano para no arrastrar los pies, se fue a sentar ante el único ocupante que quedaba en la cargada biblioteca que era la casa de los alumnos de ravenclaw.

- Isaac - saludó con una leve sonrisa, feliz de reencontrarse con su amigo. Pasó de la posición de sentada a la de estirada, demasiado cansada para mantenerse erguida -. ¿Ha quedado algo para cenar? No nos han dado nada y ni siquiera hemos podido ver a la señora del carrito, estoy...- le rugió un poco la tripa, interrumpiendo la frase de forma teatral, y en el rostro de la chica se dibujó una sonrisa apurada en un intento vano de disimular la vergüenza -... famélica.

Su sinceridad y claridad al hablar me dejaron un poco trastocado pues rara vez Sam era tan directa. Esta vez fui yo la que se encaró con ella y volví a depositar en sus labios un suave beso. -Este no es por pena, ni por lástima ni por ninguna extraña razón. Es porque quiero y punto. -Pese a que sonreí,por dentro estaa flipando. ¡¡¡PERO TU ESTÁS GILIPOLLAS JOSH!!! ¡¡Qué cojones haces besándola!! 

No sabía muy bien por qué lo había hecho, simplemente había seguido mis impulsos y eso no sabía si era bueno o malo. Dish, pareces un puto Gryffindor. -Eh.. no salgas corriendo ¿vale?

Cuando se encaró conmigo me encogí cerrando los ojos como esperando una compleja o un capirote, pero al sentir sus labios sobre los míos mis ojos se abrieron como platos ¡Me esta besando! ¡Me esta besando! ¡Ajhsdajashjahdas! Al separarse mi respiración estaba completamente cortada y mi corazón iba más rápido de lo que había ido jamás..

Sus palabras me hicieron sonreír de medio lado No volveré a caer en el mismo error.. Susurre antes de ser yo la que se acercara esta vez y lo besara a el, era la primera vez que yo besaba a alguien y sin duda era un beso cargado de emociones y pasión, me estaba dejando llevar como había dicho su hermano, y no iba a desperdiciar esa oportunidad que se me brindaba.. Idiota... En cuanto lo arreglé con Isabella no serás más que un mal recuerdo, un error... ¡Calla maldita conciencia! ¡Cállate por una puñetera vez!

estaba volcando mis deseos de tal manera en aquel beso que casi estaba recostado en la hierba u yo sobre el, si era el último beso pensaba disfrutarlo.

Me separé de ella esperando un grito, un bofetón o incluso que se echara a llorar pero no aquella reacción. Tanto me pilló por sorpresa que acabamos los dos en la hierba, ella encima de mi, besándonos. Su pasión arrolladora no me dio tiempo a reaccionar así que mi cuerpo lo hizo por inercia rodeando al suyo por la cintura con mis fuertes brazos mientras mi lengua dejaba que la suya explorara a conciencia mi boca, guiándola.

Sabía que estaba mal, aunque no estuviésemos bien aún seguía teniendo novia. Una novia con la que no estás convencido a seguir. Pese a todo no corté el beso pues realmente deseaba besarme con ella, borrar el recuerdo de nuestro primer beso empañado por los malos entendidos y sustituirlo por uno mil veces mejor.

Ya en la hierba con mi cuerpo sobre el suyo puse una pierna a cada lado y apoye mis antebrazos al lado de su cabeza mientras mis manos se enredaban en aquello precioso pelo ondulado que siempre me había encantado. 

Estaba dejándome llevar por completo y no estaba siendo consciente de ello, había apagado del todo mi conciencia y sólo actuaba mi cuerpo por impulsos y por lo que sentía. Tiraba levemente de su pelo mientras mi lengua no dejaba de bailar con la suya, mi vestido quedaba elevado por la postura y mi cadera se apoyó sobre la suya a la vez que una tira de la parte de arriba se deslizaba sola por un hombro

Samantha... El no te quiere... Sólo esta pasando un mal momento... ¡CÁLLATE!

Conforme te sientas, la automática sonrisa que siempre pone Isaac al verte se convierte en una sonora carcajada. - No lo jures, ¡tienes un aspecto horroroso! - Tras sus palabras, se levanta de inmediato y, al pasar por tu lado, pega un rápido salto hacia el lado opuesto; gesto que le salva de llevarse un buen golpe. Estás como para que te toquen las narices. 

Suspiras cansada y aprovechas la marcha de Isaac para recostarte en el sofá. No sabes a dónde a ido, pero tampoco te importa mucho. Solo quieres que el dolor de cabeza que tienes desde hace unas horas desaparezca. Cuando estás a punto de dormirte (ya has dado alguna que otra cabezada), la llegada de Isaac te sobresalta. Da igual que se acabe de levantar acabe de jugar el peor partido de quidditch de la historia. Siempre mantiene esa energía. Es increíble.

- Aquí tienes reina - deja un plato lleno de pasteles y dulces sobre la mesa. El deseo que te producen los pasteles no consigue opacar el dichoso adjetivo con el que siempre te llama. Detestas que te diga 'reina'. Acto seguido, pega un salto y vuelve a recuperar su postura en el sofá. - Sé que no es lo mejor ni más sano del mundo, pero no puedo ofrecerte otra cosa. Solo quedo yo - concluye guiñándote un ojo.

Durante unos minutos, Isaac se mantiene en silencio observándote como comes. Cuando cree que ya te ha dado un tiempo prudencial, retoma la palabra. - ¿Cómo ha ido la reunión de urgencia? ¿Ha salido algo en claro?