Partida Rol por web

Retorno

Capítulo 3. Comienza la rutina

Cargando editor
09/11/2013, 12:25
Liam Nathiel

-Bueno... difícil no significa imposible, ¿no? - mi respuesta a Kate llega acompañada de un guiño y una media sonrisa. Claro que es apuntar alto, pero nunca me ha faltado ambición, en ese sentido. Y es entonces cuando me habla de su sueño que, efectivamente, es prácticamente tan alto como el mío. Directora de Hogwarts. Sí, parece que, al menos en eso, nos parecemos más de lo que habría pensado.

-Serás la mejor directora que haya tenido este colegio. Eso seguro. - más que una lisonja, aquel comentario, básicamente, es una forma de decirle que creo en ella, en sus posibilidades, y en que será capaz de llegar hasta donde se proponga. Y, ocultando una sonrisilla en mis labios, me acerco algo más a ella, a su oído- Y la más sexy. Eso seguro que también...

Acompaño el gesto de mi mejor cara de capullo, y aquella sonrisa acaba por escapar, uniéndose a aquel gesto. La verdad es que, después de tanto mal rollo y tanta tensión, da gusto poder tontear con Kate tranquilamente. Eso es algo que con June nunca tuve, a pesar de todos aquellos años de relación.

Aquella complicidad, aquellas ganas de querer bromear, de querer sorprenderla... Con June todo era más monótono, más aburrido. Con Kate todo es distinto. Me siento distendido, relajado. Feliz. Me siento agusto en su presencia.

-Por cierto... ¿Que vas a hacer este fin de semana? Aparte de transgredir cincuenta normas seguidas, quiero decir... -digo, aludiendo a su intención de elaborar la poción y hacerse pasar por June, entre otras, sonriendo divertido, quitándole hierro al asunto.

 

 

 

 

Cargando editor
10/11/2013, 18:08
Erika Rouvin

- ... pero eso no quiere decir que seais tontos - Erika completa la frase a la vez que tu, pero no tienes dificultad en entender sus palabras y mostrar una ligera sonrisa. Tras su intervención se queda callada, escuchando todo lo que tienes que decirle. Lo hace concentrada y seria, volcando en ti toda su atención. - Fue el miércoles por la noche - contesta al fin. Que te responda de forma tan franca te pilla un poco por sorpresa, por mucho que fuese lo que querías desde el primer momento. Por algún motivo, algo en ti esperaba que te pusiera alguna excusa, que te siguiera ocultando lo ocurrido. Como todos los demás. - No sé por qué June, Vinny... no lo sé - Suspira con pesadez. Es entonces cuando la ves tal y como es. Una mujer joven, demasaido joven para el peso que lleva sobre sus hombros. Aunque a decir verdad, quizá ni siquiera los años podrían preparar a un jefe de casa para encajar el intento de asesinato de dos de sus alumnos. - No vi al atacante - continúa, manteniendo los ojos cerrados durante unos segundos. - Pero era alguien poderoso. - Esas palabras, sumadas al desconcierto de reflejan sus ojos te provocan un escalofrío. -  Me neutralizó sin problemas...  aunque al menos pude detener el ataque. Guardas silencio esperando que continúe, pero no lo hace. Permanece concentrada mirando al suelo, visiblemente contrariada y avergonzada por lo ocurrido.

Cargando editor
10/11/2013, 18:44
Narrador

Te duele tanto el pecho que el dolor no tarda en llegar a la cabeza y reflejarse en una fuerte presión en tus oídos. Pero no te detienes. Si lo haces, si te paras, es como si permitieses que todo lo ocurrido te alcanzase y acabase con cualquier atisbo de esperanza que quede dentro de ti. Aun así, tu mente no para de repasar lo sucedido en los últimos días, recuerdos que se entrelazan con los múltiples momentos en los que has podido estar con Ryan, a su lado. Estás tan sumamente ensimismada que te es imposible fijarte en lo que ocurre a tu alrededor, haciendo imposible que frenes a tiempo para no chocarte de lleno con la figura que presenta frente a ti. El golpe es fuerte y seco, y hace que rebotes hacia atrás precipitándote hacia el suelo. Por suerte vuestro encontronazo no parece haberle hecho nada a él, que con un movimiento rápido te pasa la mano por la cintura asegurándose de cortar tu caída. Con la misma agilidad te reincorpora, tardando unos segundos en soltarte.

- ¿Te encuentras bien, Regina? - la voz de James Jackson llega a tus oídos distorsionada y con eco. El sonido es tan parecido al de su sobrino, que la similitud te provoca un escalofrío. Te cuesta reaccionar a sus palabras. Todavía no te has recuperado del sobresalto.

- Tiradas (1)
Cargando editor
10/11/2013, 19:15
Berenice Blair

Sus ojos recorrieron el semblante de Erika Rouvin mientras hablaba, buscando a la desesperada una señal que le permitiera comprender mejor lo que decían sus palabras, o tal vez lo que no decían, los huecos que se instauraban silenciosamente entre ellas y que la profesora se negaba a rellenar. Echaba en falta la resolución de la gran incógnita que la presionaba, el saber qué había tras los ataques a June, no tanto el por qué ella sino por qué existían esos ataques.

Poco a poco, su expresión de sufrimiento se fue enfriando en su rostro, dejándola con un sentimiento de desazón sin parangón, sin ver que aquello fuera a parar a ningún sitio, sin que la profesora hubiera respondido ninguna de sus incógnitas.

- No era un alumno, ¿verdad? - preguntó con la voz apagada y la desesperanza tiñendo su mirada.

Cargando editor
10/11/2013, 19:29
Regina Oswald

No me doy cuenta de lo que ha sucedido hasta que no noto ese dolor en el pecho, tras el choque, y hasta que la inercia me tira hacia atrás, haciendo que me precipite en dirección al suelo. Sin embargo, aquello nunca llega a ocurrir. De repente, una mano me agarra por la cintura, evitando que me caiga. La mano del profesor Jackson. El instinto me lleva a colgarme literalmente de su cuello, como si fuera un salvavidas al que aferrarme.

Sin embargo, antes de que pueda darme cuenta, él mismo me ha incorporado y acaba con aquella extraña postura que, resulta a la vez me hace sentir repentinamente tan incómoda. Yo también lo suelto inmediatamente, mirándolo, con un gesto que pide claramente disculpas, y con los ojos y las mejillas llenos de lágrimas.

Por un instante, incluso dudo, y mi mente me juega una mala pasada. Y es que, cuando su voz llega a mis oidos, durante unos segundos, siento que es Ryan quien me está hablando, que son sus brazos los que han evitado que caiga. Me siento confusa, perdida. Ni siquiera soy capaz de focalizar bien y me duele la cabeza horrores. Tras algunos segundos, reparo en que no se trata de Ryan, sino de su tío, James Jackson.

-Dis... disculpe profesor Jackson. - a pesar de que son muchos los eventos y celebraciones que he compartido con James durante mi relación con Ryan, ahora mismo, allí, lo trato como el profesor que es, dejando la confianza que pueda tener con él a un lado. No, no estoy bien. Eso es obvio. Pero, ¿Qué le puedo decir precisamente a él? Es el tío de Ryan... ¿Qué quiere que le diga? ¿Que estoy destrozada porque su sobrino me ha dejado por la hermana de Blair? ¿Cómo iba a decirle yo eso? Por otra parte, mentirle sería estúpido, sólo había que verme, así que acabo cogiendo aire, llevándome una mano a la sien, cuando noto un fuerte pinchazo que me hace cerrar los ojos un instante.

-Estoy... - ,me interrumpo, abriendo los ojos de nuevo, para clavar esa mirada acuosa en él, haciendo un esfuerzo por no apartarle la mirada - No se preocupe por mi, señor, no es nada... Se me pasará.

Aprieto los labios, en un gesto de contención, para evitar seguir llorando. Me siento culpable por haberle pegado a Vinny pero, al mismo tiempo la odio con todo mi ser. Y esa angustia por la ausencia de Ryan es algo que, sencillamente, no puedo soportar.

-Siento haberme chocado con usted... Debí haber mirado por donde iba... - vuelvo a disculparme, con la voz quebrada. Tanto, que para cuando he acabado la frase, he vuelto a echarme a llorar, inevitablemente.

 

Cargando editor
10/11/2013, 20:02
Isabella Black

Que la agarres de ese modo no le sobresalta. Recibe tus caricias en silencio, y no es hasta que rodeas el barrote con tu mano que inicia sus movimientos. Su mano toca tu antebrazo en el preciso instante que su cabeza queda apoyada en uno de los barrotes contiguos. Durante unos instantes recorre la venda con sus dedos, dibujando figuras incoherentes que se convierten en un reflejo de lo que guarda en su interior. Y entonces, comienza con la operación que tantas veces habías visto ya.

Tarda apenas unos segundos, que te obligas a guardar en tu memoria a fuego. Entonces, sus delgados dedos rodean tu brazo y, con delicadeza, tira de ti hacia delante. Le dejas hacer. Apenas te mueve, pero si lo suficiente como para prácticamente romper la distancia que esos barrotes se empeñan en poner. Sabes lo que esta por venir, pero no te mueves. Poco a poco notas como se pone de puntillas para alcanzarte, y besar con delicadeza tus labios. El beso es suave y corto, pero cargado de todas aquellas emociones y sentimientos que Isabella es incapaz de verbalizar.

- Te quiero.

El susurro te pilla totalmente desprevenido. Estás paralizado, concentrado en el significado de esas palabras y en la restructuración mental que tu cerebro sufre en esos momentos. Por ello, eres incapaz de reaccionar cuando rompe el contacto contigo y se separa de ti, adentrándose en la zona más interna de la celda. En cuestión de segundos, su figura se emborrona mezclada con las múltiples sombras que la rodean. Ha llegado el momento de marchar.

Cargando editor
10/11/2013, 20:35
Erika Rouvin

- No, no lo era - la fuerza de sus palabras se resquebraja en el último segundo. - Es... imposible que lo sea. De nuevo, suspira hondo, y se obliga a dedicarte una sonrisa tranquilizadora, que no te sirve de mucho. - Sea lo que sea, lo solucionaremos.

Sin más, echa a andar hacia el castillo. Lo hace despacio, girándose ligeramente hacia ti. Te está invitando a que vayas con ella. - Es hora de marchar. Tengo.... cosas que hacer, y ya me he retrasado más de lo que debería. - No das importancia a sus palabras, hasta que recuerdas lo ocurrido por la mañana. Con tantos problemas y sobresaltos, se te había olvidado el altercado de Isabella. Rouvin había sido una de las profesoras que primero reaccionaron tras el ataque de la joven Black. - Y estoy segura de que tú también tienes cosas que hacer - concluye sonriendo, aunque esta vez manteniendo su seriedad habitual. Parece que por fin se ha recompuesto. 

Cargando editor
10/11/2013, 20:44
Ethan Vaionali

Poco a poco los minutos pasan y uno por uno os vais acercando a la mesa del profesor Vaionali para entregarle vuestro pequeño pergamino. Lo hacéis con cierta duda e incluso vergüenza, sabiendo que en él están puestas vuestras esperanzas y más profundos deseos.

- Perfecto chicos, buen trabajo - las palabras del profesor hacen que guardéis silencio. Dada la peculiaridad de la última tarea, habéis podido disfrutar de unos minutos de charla amena con vuestros compañeros. Ethan os mira con una sonrisa divertida. No necesitáis más para saber que su felicitación no está relacionada con la 'fantástica' clase que habéis protagonizado la mayoría de vosotros. - Todavía nos queda un rato pero por hoy terminamos la clase. Aprovechad para ir con tranqulidad hacia Transformaciones, y curaros esas heridas. Por lo que tengo entendido, será una clase que no olvidaréis.

Salís de los invernaderos con la mosca detrás de la oreja, muriéndoos de la curiosidad por saber qué esconden las palabras del profesor. Quizá no se trate de nada y esté tomandoos el pelo, o por el contrario... el subdirector os tenga preparado algo. En el fondo, se trata de Biger Evens, y con él nunca se sabe.

Notas de juego

Decidir qué queréis hacer con vuestro pj ahora. Tenéis un rato libre, pero es poco rato. Depende a donde queráis ir, podéis llegar tarde a la clase de transformaciones (o incluso no llegar). Es vuestra elección (es vuestro personaje y decidis), pero recordad que siempre hay consecuencias.

Cargando editor
10/11/2013, 21:26
Mathew Trial

Salgo de clase de herbología bastante rápido tras las palabras de Ethan. No es precisamente porque quiera descubrir lo que nos espera en clase de transformación, es más bien por algo que tengo que hacer. Me adelanto con gesto serio y me desvío del camino más corto para la clase. Tengo algo que hacer antes de esa clase y el tiempo escasea.

Antes de girar me giro para ver si Liam me sigue y si viene solo.

Cargando editor
10/11/2013, 21:56
Liam Nathiel

Kate no llega a contestar a mi última pregunta, cuando Ethan interrumpe la clase, dándola por finalizada. Y, mientras nos habla, aún tengo una sonrisa divertida en los labios. Escucho el discurso del profesor Vaionali, sin poder evitar sentir curiosidad por lo que acababa de decir de la clase de Transformaciones.

-¿Has oido eso? ¿Que no la vamos a olvidar? ¿Que se habrá propuesto Evens? - susurré a Kate, con una expresión de infinita curiosidad. Y justo entonces, cuando iba a decir algo más, vi como Mathew salía, como alma que lleva el diablo, de la clase. Eso me recordó que tenía algo que hacer.

-Escucha... Tengo que ir con él. -sigo diciéndole a Kate, que ya sabe de que va la cosa- Si ves a Vinny, dale un beso de mi parte y dile que luego hablamos, ¿Vale? - añado, por si acaso, aunque dudo que tenga tiempo de mucho antes de clase. Y, acto seguido, me inclino hacia ella, dejándole un beso en los labios, breve, pero intenso- Te veo enseguida... Guardame sitio, ¿Vale? - acabo por dedicarle una media sonrisa, que acompaño de un guiño cómplice. Y acabo por acercarme aún más, a su oido, para pronunciar tan solo dos palabras más: un Te quiero que queda solo para ambos y que dura tan solo un instante.

Cojo mis cosas entonces y, tras dedicarle una última sonrisa a Kate, salgo de la clase, apresuradamente, siguiendo a Mat a donde quiera que vaya. Solo, tal y como me ha pedido.

Cargando editor
10/11/2013, 22:05
Liam Nathiel

En cuanto estoy fuera, llamo la atención de Mat, para que sepa que le sigo.

-Eh, Mat, espera.

Corro esos últimos metros que me separan de él, hasta ponerme a su altura y, mirando a mi alrededor, busco esa intimidad que él parece necesitar para hablar.

-Tú dirás. Soy todo oídos.

Solo hablo cuando me aseguro de que estamos solos y de que, con aquel desvio que ha tomado Mat, nadie va a venir tampoco a molestar. Y lo miro, con la curiosidad plasmada en el rostro, preguntándome qué demonios será eso que tiene que hablar a solas, conmigo.

Cargando editor
10/11/2013, 21:31
Ryan Jackson

Observando cómo remangaba la túnica, como jugaba con los pliegues de mi túnica como tantas veces había hecho, me di cuenta que lo que le ofrecía no era más que una ilusión de paz y de lo cotidiano. Ver sus manos, jugando con mi ropa, como había hecho durante los últimos quince años, desde que nos conocimos.

Un gesto que tenía tan poco valor por lo habitual que era, y que, allí, en aquel momento, me daba cuenta de que desaparecía si ella también lo hacía. Y como aquello, tan simple, cotidiano y niño, todo lo referente a ella. Gire la mano, agarrando su túnica en un deseo de no dejarla escapar, en el mismo momento que ella tira de mi brazo hacia ella, pegándome a los barrotes. No es más que un paso, que me obliga a apoyar la cabeza entre dos barrotes, y cierro los ojos, sin soltar el puño de su túnica, agarrándola con fuerza, tensando todos los músculos de mi cuerpo.

Tenía la sensación de que aquel era el beso de despedida. Sabía lo que iba a pasar, y deje que se acercara, que se uniera a mí en un corto beso cargado de todo aquello que no nos queríamos decir, por orgullo, o porque las dábamos por hechas. Esta vez, a pesar de lo corto que fue, correspondí su beso, en el mismo momento que afloje la presa sobre su túnica, soltándola, y bajando las manos, hasta agarrar los barrotes, como si fuera yo ahora el prisionero.

Aun tengo los ojos cerrados, cuando ella rompe el contacto conmigo y sin separarse más que unos milímetros, me susurra esas dos palabras, que me obligan a abrir los ojos, en silencio, siguiéndola con la mirada, serio. Jamás la había escuchado decir algo así.

Jamás.

Nunca la había escuchado decir algo bonito por nadie, nunca una muestra de cariño, aprecio o amor. Y mucho menos, escucharla decir esas dos palabras. En concreto, esas dos palabras. Agarrado a los barrotes, seguí mirándola, mientras se alejaba de mí, mientras ponía tierra de por medio. No pude evitar pensar que... simplemente, quería esconderse, estar sola después de mostrar lo que pensaba o sentía.

La presa de mis manos sobre el metal se aflojo, tomando impulso hacia atrás, y separándome de aquellos hierros que la mantenían prisionera. Tan cerca que podía tocarla. Tan lejos que no podía ni acercarme. Me encare hacia la salida, mirando de reojo una última vez en su dirección, en el más profundo de los silencios. No sabía cuando seria la próxima vez que la vería. Podía ser en unas horas. En un mes. Cuando acabara el año. O simplemente, jamás.

La última posibilidad conseguía ponerme los pelos de punta, volviendo la vista hacia el frente, hacia la salida. No se aun como lo hice, mis pies se movieron solos, me encamine a la salida sin despedirme. Decir algo después de las palabras de Isabella estaba, simplemente, de mas. La luz del sol incidió en mis ojos y me molesto, acostumbrado al interior del edificio.

Cogí aire, una vez salí, contemplando la escena. Se podía ver prácticamente todos los campos que rodeaban el colegio. la vista me recordaba a la Torre de Astronomía, nuestro lugar. No podía evitar ponerme en la peor situación. Siempre preparado para enfrentarme a lo peor.

Me giré hacia las escaleras, caminando hacia ellas, bajando. Ahora... debería ir a ver a la otra parte de la ecuación. Víctor. Estaba preocupado por él, después de todo, era uno de mis mejores amigos, sin importar que llevara un par de días mas... extraño. Quería saber como estaba, y según me habían dicho en el Gran Comedor, estaría en la enfermería.

Hacía la enfermería encamine mis pasos. No pude evitar recordad la ironía mas evidente de todo aquello... a Víctor, le daba pánico la enfermería. Era simplemente, superior a él.... y si se despertaba, lo mejor sería tener una cara amiga cerca. Una cara amiga... de verdad.

Cargando editor
10/11/2013, 22:44
Arianna Weasley

Le entrega el pergamino al profesor sin levantar la vista, que todavía está puesta en sus dedos ensangrentados, mientras su mente le da vueltas a una idea. Aunque le gustaría ver qué tal le va a Víctor, lo que menos le apetece en esos momentos es pasarse por la enfermería. 

Vuelve a su sitio y se gira para comentarles algo a Scott y Sarah. 

Scott, ¿qué tal relación tienes con los elfos domésticos de las cocinas?- El chico es de Hufflepuff, seguro que algo de enchufe tiene. Y tras recibir su respuesta, se inclina un poco más, para explicarles el plan. 

Cargando editor
10/11/2013, 23:06
Arianna Weasley

Una vez que ha logrado captar su atención, prosigue con la explicación. 

- Veréis...este verano aprendí unos pocos trucos muggles, relacionados con la medicina. Y como supongo que no os apetecerá mucho pasaros ahora por la enfermería...- mira a Sarah al tiempo que pronuncia esas últimas palabras, recordando su reciente discusión con la enfermera Keaton. - He pensado que podríamos ponerlos en práctica. Sólo necesitamos conseguir pulpa de aguacate, zumo de limón y algo de orégano. ¿Crees que tendrán en las cocinas?-  Esta vez, sus ojos se posan en Scott, esperando que no la tomen por una loca y decidan seguirle el juego. Confía en que al menos Sarah lo hará. Y seguro que el chico se siente inclinado a hacer lo que esta haga. 

Cargando editor
10/11/2013, 23:15
-MUERTO- Scott Seen

- Supones bien - La respuesta de Sarah es tan seca y cortante que no necesitas más para conocer su estado de ánimo actual. El de saltarle a la yugular a cualquiera que se atreva a tocarle la fibra más de lo preciso. Por suerte, la gente ya se está marchando de clase y, seguramente, no va a haber riesgo de altercado.

- Es buena idea, podemos intentarlo - el tono de voz de Scott, suave y tranquilo, choca por completo con el utilizado por tu mejor amiga. Antes de continuar mira a Sarah, intentando adivinar su predisposición. Por lo poco que sabes de Scott, tienes claro que no es de esos que van pidiendo permiso para hacer las cosas. Aun así, no está de más el detalle que tiene con Sarah. El ligero endulzamiento de su expresión te relaja. - Pero será mejor que nos demos prisa. Por si acaso. - Por si acaso, y por Biger Evens. Quizá no os convenga llegar tarde a su clase.

Echáis a andar, dejando atrás la clase tras despediros de los rezagados. Durante el camino, habláis poco. Sarah no está de humor, Scott parece estar metido en sus pensamientos, y tú no puedes evitar concentrarte en el dolor que sientes en tus manos. Cada segundo que pasa es mayor, y te sorprendes mordiéndote los labios para evitar soltar alguna que otra lagrimita. Será mejor que os déis prisa. De forma involuntaria, aceleras el paso en dirección a las cocinas, y no es hasta que llegáis a los sótanos que te permites relajarte un poco.

Conforme os acercáis se incrementa una ligera presión en tu estómago. No es la primera vez que visitas las cocinas (recuerdas haber acudido en tercer curso), pero no puedes evitar sentirte como una intrusa. Scott pasa primero, seguido por Sarah. Dejas un par de pasos de distancia, y haces lo mismo.

- ¡Buenos días chicos! - la confianza y cercanía con la que los trata te llama la atención tanto como te gusta. - ¿Está Limbo por aquí? - continúa, moviendo la cabeza hacia los lados rítmicamente - Es nuestro pequeño fichaje... - os aclara, visiblemente divertido. - Parece que no está. Está bien, ¿alguno podría conseguirnos pulpa de aguacate, zumo de limón y orégano? - visto desde fuera, vuestra petición es bastante pintoresca.

Pero lo conseguís. En menos de 2 minutos estáis de nuevo en los sótanos dejando atrás las ruidosas, abarrotadas y calurosas cocinas. Habéis conseguido vuestro objetivo. Es el momento de ponerse manos a la obra.

Notas de juego

Tirada (curar heridas- limón -, apresurar supuración - aguacate -, cicatrizar y analgésico - orégano-) 1d20 (sin bonificador). Dif. 12

 

Cargando editor
10/11/2013, 23:44
Arianna Weasley

Notas de juego

Salgo de la clase con Scott y Sarah. Lo digo para que no me marquéis..

Cargando editor
10/11/2013, 23:50
Narrador

Mathew, Liam, Sarah, Arianna y Scott salen de clase.

Cargando editor
10/11/2013, 23:51
Berenice Blair

La conversación con Erika sólo le dejaba claro el hecho de que su hermano no le había mentido; los profesores iban tan perdidos como los alumnos, posiblemente sumergidos en otras teorías estúpidas y sin sentido. En un silencio meditabundo y aún angustiado, empezó a caminar a su lado, a sabiendas de que la mujer tenía demasiadas cosas en las que pensar. Y ahora ella, iba a añadirle una más.

- Tengo que darle una cosa una cosa - se habían parado al pie de las escaleras cuando su mano se internó en su túnica, buscando el contenido de uno de los bolsillos. Sin entretenerse, sacó un pergamino perfectamente doblado y se lo entregó a la profesora Rouvin -. Es sobre el tema que hablamos de Samantha Grey. Eso es una conversación a base de notas que se realizó el miércoles noche tras el toque de queda que llegó a mis manos gracias a Kate Starks, que hacía guardia con Josh. El contenido es... vergonzoso, pero me temo que es otra prueba de la conducta irresponsable de Samantha e incluso de la de Josh como premio anual. Supongo que le corresponde a usted tomar una decisión - acabó por dirigirle una sonrisa cansada a la mujer, suponiendo que estaría cansada de responsabilidades -. Cuídate - acabó la conversación tuteándola antes de empezar a subir las escaleras dirección a la enfermería.

Cargando editor
10/11/2013, 23:56
Mathew Trial

Ando unos pasos antes de responder a Liam. Los pensamientos se agolpan en mi cabeza. Por un lado está el poco tacto que ha tenido al pasar olímpicamente de mí para ir a besar a Kate delante de mis narices y pedirle matrimonio haciéndome un vacío impresionante y dejándome en una posición ridícula. Para que mi perdón no merece ni cinco minutos de su tiempo. Pero lo que ha dicho de Lucas... Tengo que saber más.

-Qué hacía Lucas con Isabella a esas horas de la noche? Qué sabes de él? Quiero los detalles, Liam.-Intento que mi voz sea cortante, pero la preocupación me puede. Tengo que saberlo. Lucas no puede tener nada que ver con Isabella. Es impensable.

Cargando editor
10/11/2013, 23:49
Arianna Weasley

Tienes razón. Vamos. - respondo, ante el comentario de Scott. No tiene ninguna duda de que el subdirector les haría pagar de alguna forma una llegada tardía a su clase. Y más si dos de ellos son chicas. 

Arianna se muerde los labios al tiempo que se apresura hacia las cocinas, confiando en que Scott y Sarah la sigan. Necesita a Scott para poder entrar. ¿Por qué me duelen tanto? Hace unos minutos tan sólo eran una fea imagen para la vista... Al llegar a la puerta, olvida por unos segundos todos sus males y se queda parada frente a la puerta. Sin saber muy bien por qué, le incomoda estar ahí. Y la presión que siente en su estómago no hace más que recordárselo. Siente que como prefecta no debería estar yendo a sitios que supuestamente están prohibidos a los alumnos. Y sin embargo, no puede evitarlo. Además, no es la primera vez que lo hace. Dejando que sea la pareja quien entre primero, los sigue adentro. 

Sonríe ante el comportamiento de Scott. Nunca lo había visto en su elemento ni había entablado la suficiente amistad con él como para conocerle, pero le gustaba el trato que le daba a los pequeños elfos, como si se tratase de iguales y no de meros esclavos. Le sorprende, en parte porque nunca se había planteado como era Scott en realidad. Echa una rápida mirada a Sarah. Hacen buena pareja. 

Cuando los elfos les traen lo que han pedido, se planta junto a Scott para que no sea él quien cargue con todo, y recoge el aguacate y el zumo de limón, ignorando el dolor que le produce el contacto con sus dedos destrozados. Una vez fuera y a una distancia prudencial, lejos de miradas indiscretas, se pone manos a la obra. 

Vale, a ver... tú primero- dice, mirando a Scott, que después de ella misma es el que peor aspecto presenta.- A ver...acércame tu mano.- Tomando la mano que el Hufflepuff alarga hacia ella, hunde el dedo en la pulpa del aguacate, que los elfos habían tenido la bondad de ofrecerles ya cortado, y esparce algo de la sustancia por las heridas de Scott, que empiezan a supurar al instante. Buena señal...- Cogiendo el jugo de limón, inclina el recipiente ligeramente hacia la zona herida, lanzando una mirada al chico- Esto te va a escocer un poco. - El temblor de sus manos, causado por el dolor, hace que una pequeña parte del líquido caiga al suelo pero el resto cae sobre la herida y parece empezar a hacer efecto. Por último, tras secar la zona con la manga de su túnica, le añade el orégano, que aplica como un emplasto sobre las heridas y, rompiendo un pedazo de su túnica, cubre la zona. 

Espero que surta efecto...- añade, tomando la mano de Sarah para repetir el proceso y finalmente hacer lo propio con las suyas, tarea que le lleva algo más de tiempo, puesto que los dedos se le están empezando a entumecer y su pulso resulta cada vez más inestable. 

Satisfecha con el resultado, se pone en pie, pues hasta ahora había estado sentada en el suelo de los sótanos, y se dirige hacia la clase de Biger Evens. No podemos llegar tarde ya el primer día...

¿Qué creéis que querría decir Vaionali con eso de que será una clase que no olvidaremos?- pregunta, intentando mejorar el humor de Sarah y de paso, trabar algo más de amistad con Scott. 

 

- Tiradas (3)