Partida Rol por web

- Maldita sea, Edgar aguanta tío, voy a sacarte de aquí, ¿me oyes? Sigue conmigo, sigue conmigo.

Las sirenas aún se acercaban, no había mucho tiempo y no sabía muy bien qué clase de ayuda necesitaba su compañero. Decidió cargar con él y llevarlo hasta el vehículo en el que habían llegado a la fiesta. Will debería seguir allí. Tal vez pudiesen hacer algo, tocar retirada.

Cogió a Edgar con toda la delicadeza que pudo, usando su poder para ayudar a llevar el peso, y fue lo más rápido que pudo al coche.

- No, no sería divertido. Puedes creerme. -El tono de Newman fue como de costumbre, frío como el hielo. Casi inalterado por la situación que estaba viviendo. Esa había sido siempre su mayor virtud, la de no alterarse ante nada y permanecer tranquilo aunque lloviera plomo por todos los lados.

- Su jefe va a tener una carrera muy corta y me temo que su número de empleados va a disminuir drásticamente. Pero no debe preocuparse por eso aún.

Newman también observó lo que sucedía en el exterior de la casa, sus ojos se posaron en sus compañeros durante unos cuantos segundos y luego volvieron sobre la mujer a la que estaba reteniendo.

- Amistad es una palabra realmente peligrosa. Les conozco, pero no es algo muy especial, en breve usted tendrá el gusto también. Ahora muévase, camino a la parte trasera. Tenemos que reunirnos con mis compañeros y ya sabe, un movimiento en falso y todo se acabó.

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John alivio el peso de Edgar a sus compañeros mientras volvían sobre sus pasos. Edgar estaba inconsciente y tenia el pálido aspecto de la muerte reflejado en el rostro.
Maxwell y Simon se encontraban allí, tensos por la situación. Al pasar delante de la cristalera lateral de la casa, esta se abrió permitiendo la salida de James al jardín, acompañado por un hermosa mujer.

- James, querido, creo que has cometido un serio error de calculo.- susurro la mujer de modo pacifico, casi cariñoso.

- Tranquilo Simon... - Digo rápidamente en cuanto diviso a la mujer mientras pongo una mano apaciguadora en el hombro de mi amigo. - Hablaremos con ella lejos de aquí... hay que largarse. - Digo mientras sin reparo alguno saco mi arma y apunto a la mujer.

- James vámonos ya o estaremos en problemas. Ella se viene. No hay tiempo para explicaciones. - Digo mirando a la chica y sin dejar de apuntarla.

James golpeó con la palma de su mano en la espalda de la mujer, no fue un golpe fuerte, pero sí fue un golpe seco que buscaba hacerla avanzar.

- Usa tus habilidades con ella, sabe cosas que nos pueden ser útiles. 

No la contestó, pero tampoco se guardó el cuchillo que tenía en la mano. Se mantuvo atento, por si le hiciera falta apuñalar a la mujer en caso de que hiciera algún movimiento extraño.

- Viene la policía y no nos conviene que nos vean aquí.

Tras eso se puso en marcha, siempre con un ojo puesto sobre Alice, no iba a permitir que utilizara cualquier treta para escaparse.

Con John cargando a Edgar, Simon ya había sacado la pistola al ver a Alice cuando Max trató de tranquilizarlo. Miró unos instantes a la mujer, pero no se dejó llevar.

- Vámonos. Rápido

Decidió no perderla de vista el camino hacia el coche, y también que no iba a guardar el arma.

Mientras caminaban, se quedó cerca de Max y le susurró algo

- Deberíamos dejarla inconsciente. Si grita ahora podría incriminarnos por secuestro. La muy perra se las sabe todas. Y debemos decidir si es conveniente llevarla a la guarida, claro que si llega allí sin conocimiento sería más fácil.

- Al coche. - Replico entre susurros. - De camino la dejaremos inconsciente. - por las prisas parece que sé de lo que es capaz la chica, y quizá tenga algo en mente para ella.

Encontraste que la mente de la mujer se mantenía concentrada en pensamientos aleatorios, o era estúpida o conocia tus poderes e intentaba evitar que leyeras sus pensamientos.
Tu poder podía sacarle sus secretos pero no en mitad de una situación como aquella, con la policía acercándose e intentando secuestrarla, además otra cosa era mas preocupante que la nueva invitada al grupo. La mente salvaje odiaba a esa mujer, solo su olor le causaba una enorme alteración, iba a atacar y era algo inminente.

- Un hermoso atardecer en la playa, una copa de vino, una maleta con ruedas, un cepillo de dientes y si, un pequeño sonajero azul.- surro la mujer repasando una lista mental que tenia sentido solo para ella.
Su sonrisa era inquietante pero actuaba tal como le pedíais, incluso demasiado sumisa para ser alguien a quien a quien estaban secuestrando.

Al final iban a terminar llevandose media fiesta con ellos, al menos podian haber sacado unas botellas en lugar de los invitados mas freak presentes. John solto un gruñido entre dientes al oir a esa mujer hablar tonterias, que podian no ser nada o un conjuro para liberar a un puto kraken. No habia razon para arriesgarse. John se la arreglo para liberar uno de sus brazos un segundo, sin que se le cayera Edgar al suelo con intencion de asestar un puñetazo que dejara a la mujer en K.O tecnico por un rato.

Era mas facil sacar a dos borrachos que se pasaron con la bebida en un coche y evitarse lo que fuera que esa mujer estaba haciendo.
 

La mente salvaje se aplaco con el golpe de John. Erais enemigos de su enemigo, eso tal vez no os convirtiera en amigos pero definitivamente no tenia motivos para atacaros y ella ya no podía hacer daño. Los arboles se movieron, algo salto por el muro del fondo y la mente salvaje se perdido con la idea de buscar refugio seguro para el frió y tal vez encontrar algo comestible en el cubo de basura de un restaurante que estaba olfateando desde allí.

John asesto un tremendo golpe que volvió la cara de la mujer dejándola inconsciente en ese momento. De ese modo, cargando con Edgar, llegaron hasta el coche que Frost usara para llegar allí.
El ya se había marchado en la furgoneta, presumiblemente con Will.

Cinco asientos para seis personas, suerte del amplio maletero trasero para esconder a la mujer y evitar una inoportuna multa. De fondo el sonido de las sirenas de policía acercándose avisaron del poco tiempo que quedaba para escapar.
Al parecer nadie quería quedarse mas tiempo en la mansión pero la pregunta sobre donde dirigirse flotaba en el tenso ambiente.

Me siento en el asiento del copiloto y espero a que todos estemos a bordo antes de bramar al conductor*.

- ¡De regreso al búnker! - Podría interpretarse como una orden pero no me importa. Es lo que es. - No vayas directo... da varias vueltas para asegurarnos de que nadie nos sigue, y finalmente aparca a unas tres manzanas de la entrada. - Explico mientras me devano los sesos para ver cómo cargaremos con la chica hasta el búnker andando.

En cualquier caso me parece más seguro seguir en movimiento y ya decidir más tarde.

- Espero que Will y Frost vayan al búnker también, y que nuestro amigo no se dedique a hacer de las suyas a su bola. - Comento también pensando en las idas de olla de Frost. Si quiere seguir su propia agenda será muy difícil dar con él.

James ignoró el asiento del conductor, prefirió un asiento trasero pegado a una puerta, por lo que pudiera suceder. Había caminado junto a sus compañeros en silencio de vuelta al coche pero no le gustaba que algunos de ellos hubieran huido, eso sería un tema para tratar cuando se reunieran todos.

- Si ella entra en el refugio, no puede salir, nunca. Si lo hace nos venderá, es peligrosa y trabaja para el Payaso. No podemos andarnos con medias tintas.

Tras eso James carraspeó a la espera de que le facilitaran algo más de información.

- ¿Qué os ocurrió dentro? 

Sus compañeros debian pensar que el puto coche se conducia solo. De mal humor decidio tomar el puesto del conductor, de todas formas era mas comodo viajar delante.

- Ruiseñor, ¿Podrias borrarle le mente a la chica cuando terminemos de interrogarla?.- pregunto ante el tajante planteamiento de James, siempre tan serio y estirado que parecia que se hubiera tragado un palo.- No te ofendas James, pero si no es necesario no pienso matar a una mujer.- expuso dejando claro su anticuado sentido de la caballerosidad.

- Raptor estaba en el sotano, alli tenian una fiestecita privada que era como una pelicula porno a la carta de cada invitado. Nos lo encontramos en los pasillos, el tambien ha cogido rehenes. Un tio gordo y una chica con los ojos rasgados.... china, koreana... o yo que se. Ni puta idea de quienes eran pero Frost tenia esa mirada de perro loco que se le pone cuando a pillado una buena presa.

De reojo miro a Maxwell por si queria añadir algo mas y despues a Simon, por si tenia algun dato importante que añadir.

Asiento con aire distraído mientras reviso por los retrovisores que no nos siga nadie.

- Hay que registrar a Alice, Nina o como quiera que se llame bien a fondo. – Comento. – Tenía un dispositivo que inutilizaba mis poderes y me provocaba cierto dolor de cabeza. – Explico. – Pero sin ese aparato podré sacarle toda la información que sepa. Toda. – Recalco.

- Y sí, tras ello puedo eliminar de su mente todo recuerdo de haber estado con nosotros. – Respondo a John. – Aunque si sospechan que ha pasado tiempo con nosotros seguramente la eliminen… Soltarla por ahí fuera del búnker es igual de peligroso para ella que ejecutarla directamente. Y John… esta vez tenemos que ser prácticos. No puedes verla como una mujer, sino como el enemigo. – Digo dando la razón a James. – Ahora estamos en guerra y habrá que hacer lo que haga falta para sobrevivir. -

- Sé quién es el gordo que secuestró Frost. Le haga lo que le haga se lo merece. La chica que les acompañaba no tengo ni idea de quién es. Nos pondremos al día cuando lleguemos al bunker. Ahora debemos confiar más que nunca los unos en los otros. – Añado finalmente antes de volver a centrarme en la vigilancia.

- Además, si llega al bunker inconsciente no sabrá cómo se llega allí, ni su posición. Creo que tenemos una instalación perfecta para retenerla.

 Añadió Simon, que no paraba de vigilar por las ventanillas del asiento trasero.

- Todas las instalaciones son perfectas para retener a alguien, hasta que ese alguien se escapa. No lloréis, si llega el caso no tenéis que mancharos las manos. Yo lo haré, no hace falta que sufra vuestra conciencia.

Frío y distante, como de costumbre. El tono de James Newman no era diferente en ese momento o cuando hablaba de cualquier situación cotidiana. Tampoco expresaba ningún tipo de duda, para él la solución era clara y el riesgo era muy alto.

- Mientras volvemos, podéis informarme de todo lo que os ha pasado en este tiempo reciente. Retomar la charla que nos interrumpió la llamada de Frost, por cierto. ¿Qué pasa con él? ¿Va a volver?

John miro por el retrovisor y emitio un gruñido.- Creo que tenemos otro problema mas apremiante ahora. Edgar esta mal, no sabemos que coño tiene, no hay heridas a la vista pero ninguno de nosotros es un jodido medico y aunque tengamos medicinas de poco nos sirven si no sabemos como coño usarlas o que hay que darle. Podria necesitar una operacion o solo dos aspirinas pero me parece que tendriamos que hacer una parada en un hospital o ya puestos, secuestrar algun matasanos... total asi amortizamos la pedazo de fosa comun que vamos a tener que hacer en el jodido jardin.

Se podia saber como de cabreado o nervioso esta John por el numero de palabras mal sonantes que soltaba. La idea de matar siempre le resultaba intragable pero eliminar mujeres lo era mucho mas.

- Imagino que Frost ira al mismo sitio que nosotros, quedamos en encontrarnos alli.... pero con Frost cualquiera sabe....