Partida Rol por web

 -Parece que cada día se hace más común pensar que Doragon es una nación de bárbaros sin cerebro -opino con sutil tono de disgusto, haciendo un gesto con su mano libre de "disculpa mi tono". -. El plan inicial de Doragon no consiste en asediar Maxener hasta que suelten al ingeniero, sino persuadirlos para hacerle salir... Claro que atacar la nación es el plan B, pero tal como señalas hay otras prioridades para atender: honestamente nos da igual que el Imperio caiga a manos de la horda, pero a cierta persona le preocupa más lo que pueda hacer si ganan la batalla y capturan al demonio entre sus filas... Por eso priorizaremos primero a los orcos, mientras preparamos el tablero para castigar a Maxener si no acepta la advertencia pacifica...

El consejero delegado suspiró cuando el enano marchó. No creía que fuera a sacar mas de su estancia allí por lo que volvió a su barco y se dirigió al reino a informar.

La etiqueta diplomatica le señalaba que debía quitarle hierro al insulto que el noble había vertido sobre sí mismo, pero no iba a desperdiciar la oportunidad de dejar que se atacase solo, porlo que no dijo nada. Cuando hubo acabado la diplomatica se llevó una mano al pecho e hizo una leve reverencia con la cabeza a modo de despedida.

- Visto que podemos contar con su apoyo, me retiro.

Levanta la cabeza, chasca las botas y se marcha.

Tarsi enseguida fue consciente de que no disponía por sí misma de todos los recursos necesarios para garantizar el éxito de los reasentamientos en el Oeste. Al fin y al cabo, era una isla en mitad del mar. Por ello, solicitó la ayuda de sus socios comerciales, además, de exigir el pago adelantado de deudas pendientes, aceptando cobrar en especie.

Sus socios estuvieron a la altura de los acontecimientos. Todos se beneficiaban de recuperar la estabilidad en aquella región. A los que dudaron, Tarsi les recordó su labor protectora frente a la piratería y otras amenazas... Y lo poco que se estaba pidiendo a cambio.

Mensaje oficial de la sacerdotisa de Animalia.

"Animalia retira de manera oficial su protección marítima a los barcos con bandera de Tarsi o de Maxener hasta que se resuelvan los conflictos con Khazalid Ungol. Instando a los dos primeros a hacer las paces con el último"

Las tensiones diplomáticas seguían sucediéndose en el Mar Interior, y los cuervos no paraban de volar trayendo misivas de un a otro reino. Todo empezó cuando Khazalid Ungol rechazó al cónsul enviado por Tarsi, y aquello fue escalando como una bola de nieve. Tarsi se quejó a los otros reinos enanos, donde Enán era muy apreciado, y estos contestaron en consecuencia. La gran mayoría de reinos enanos comunicaron a Khazalid Ungol que interrumpirían todas las acciones comerciales con ellos¹ hasta que se corrigiera ese error o se presentaran disculpas. Si aquello no se arreglaba pronto, tendría un impacto serio en algunos de los materiales que Ungol necesitaba para sus fundiciones.

Khazalid Ungol se tomó aquello como una afrenta personal al hermano del rey, y puso su propio ultimátum sobre la mesa a los señores del mar. Por si el ambiente no estuviera suficientemente caldeado con aquello y la petición de la cabeza de Ray de Maxener, Animalia se sumó al caos, declarando que dejaba de proteger a los barcos de Tarsi y Maxener hasta que se arreglaran con los enanos.

Mientras, al otro lado del continente, los sabios de Maxener estaban absortos en su trabajo de diseñar nuevas defensas para el Imperio, completamente ajenos al huracán político que azotaba el Mar Interior. Un pequeño grupo trabajaba con gente enviada por Tarsi en lo que pensaban sería un revolucionario invento para mejorar la navegación.²

A pesar de los incidentes con los piratas y con Khazalid Ungol, a Tarsi no le iba del todo mal. Las colonias recién fundadas en el oeste empezaban a prosperar, de forma lenta pero estable. De momento no eran más que semillas sensibles, pero algún día llegarían a ser asentamientos de pleno derecho³. Además, sus promesas de oro y gloria para cualquiera que supiera del oficio marinero parecían haber tenido éxito, pues muchos marineros se sumaron a la causa de las colonias, y los ataques de los piratas parecieron remitir durante una temporada.

Doragon y Animalia tenían algunos problemas internos. Siendo naciones que habían enviado tropas propias a la guerra, empezaban a notar el descontento entre sus ciudadanos, quienes se quejaban de que sus compatriotas fueran enviados a morir por un país del que no sabían nada y al que no tenían especial aprecio.⁴

Animalia además se enfrentaba a otro dilema. Un par de semanas después de que volviera aquel explorador superviviente, llegó otro de su grupo de capturados. Aquel pobre desgraciado habría pasado un infierno. Le habían quemado ambos ojos con un hierro al rojo, y desvariaba, diciendo solamente incoherencias. Sin embargo, le quedaba un resto de cordura como para entregar el mensaje por el que lo habían liberado:

Hemos capturado a vuestros sucios espías. Animalia haría bien en retirar públicamente su apoyo al Imperio antes de que pase una semana. De lo contrario, ejecutaremos a vuestros soldados y después iremos a por el resto de vosotros. Os cazaremos como los animales que sois, y os cocinaremos a fuego lento en nuestros espetos y pucheros, malditas bestias.

¡Larga vida a Azgherot, Señor de la Horda, Azote de los débiles y Señor del Mar Interior!

La estación calurosa estaba siendo propicia para Tarsi, pese a las amenazas emergentes. La ciudad se había sobrepuesto a los golpes del destino y del azar.

(1) En el Oeste, los campamentos temporales se crearon según el plan establecido, aunque no sin problemas. Y las construcciones de las ciudades comenzaban lentamente. Con los refugiados idolatrando a su pueblo salvador, era el momento de enseñar los dientes. Los delegados tarsinos les hicieron firmar una carta fundacional, que en verdad era la formalización de una relación clientelar. También se difundió entre los países del Mar Interior, no quería que se acusase a Tarsi de no ser clara en su diplomacia. Aquí un extracto:

Sois descendientes del hambre, la guerra, la catástrofe y la calamidad. Todos iguales a ojos de la desgracia. Como lo fueron los tarsinos en origen.

Una nueva vida Tarsi os facilita. Pacífica, grata y fructífera. Como la que los tarsinos ansiaron en origen y hoy disfrutan.

(...) Pero una nueva vida para todos requiere de unos nuevos vosotros. Hay que dejar atrás los vasallajes, las servidumbres, las supremacías y las ascendencias. Os habéis de reconocer libres e iguales entre vosotros. Sin amos ni señores.

(...) Una nueva sociedad basada en la libertad, la igualdad, la justicia, la solidaridad y la hermandad.

(...) Una confederación de asentamientos libres, guiados por el ejemplo de Tarsi, la primera liberada.

(...) Trabajareis la tierra para vuestro propio sustento, y los excedentes irán para el comercio.

(...) En caso de vivir contra estos principios, se os desterrará. O peor, en caso de traición a Tarsi y al resto.

(2) La injerencia de Animalia en la crisis con Khazalid Ungol causó sorpresa, orgullo, y algunas risas. Resultaba que Enán era tan poderoso como un reino. Si quienes últimamente habían tenido encontronazos con otros pueblos del mar eran los animalios marinos, no Tarsi. De hecho, fue Nautí quien tuvo que intermediar con Botán en las Nueve Lunas, pues había países dispuestos a cazar a los seres de Animalia por atacar buques y espantar la pesca. Además, estaba el tema de sus "mascotas"...cuentos de terror convertidos en realidad para muchos habitantes del Mar Interior. Se contestó públicamente en el mismo tono, sin buscar escalar o rebajar la tensión.

Tarsi recuerda a Animalia que no está en posición de exigir a nadie cómo deben tratarse entre sí personas libres. Animalia es de los pocos reinos que aún trata como bestias, o animales, a seres con capacidad de pensar, hablar y sentir. A seres que deberían ser personas de pleno derecho. Somos muchos los gobernantes que os venimos pidiendo el fin de la subyugación de los "mestizos", que eufemísticamente llamáis "mascotas" en lugar de esclavos domésticos.

(3) Los cónsules del Mar en Maxener, Doragon y Nueva Isolde solicitaron audiencia. Querían conocer la opinión de estos países sobre los asentamientos, los piratas, los enanos, la horda, la sequía , las mascotas y demás acontecimientos recientes.

(4) Acción contra piratería. En elaboración, por definir junto a DM.

La ignorancia de Tarsi sobre sus legítimas palabras hicieron que el Consejo se pusiera en marcha. Khazalid Ungol rebuscó en sus bibliotecas y habló con sus primos gnomos en busca de viejos diseños, no eran aparatos muy estables pero si ideales para una emboscada contra una nación naviera. La expansión hacia el oeste no les había gustado en absoluto con lo cual, el comercio que les había bloqueado se lo cobrarían con creces.

La idea de Tolgur era atacar las recién formadas colonias, no habría sangre sino una presencia abrumadora de fuerzas enanas buscando una rendición, tras la cual los enanos se llevarían diez veces el valor que Tarsi les había perjudicado. Así dejarían en ridículo a una nación que no podía proteger a sus colonias. Cuando la flota Tarsiana se pusiera en marcha la trampa ya estaría tendida, los elementales más grandes les bombardearían con rocas desde los acantilados mientras los artilugios subacuáticos enanos iban hundiendo todos los barcos que acudieran al rescate de las colonias uno a uno.

Iremos pocos a poco, primero iremos investigando nosotros solos por nuestra cuenta lo del tema submarino en plan steampunk. En plan a 100 años vistas, sin problema, lo dejamos es stand by.

En lo que metería a nivel más inmediato seria en globos aerostáticos con dos hélices a los lados. Futuros "bombarderos".

A la ventaja le cambio el nombre a "Emboscada" y será más sencillo, les tenderemos una trampa cuando vengan a defender sus colonias. Cañones cargados con cadenas y metralla para reventarles las velas inmovilizándoles así los barcos. Nosotros no cubriríamos en sus propias colonias, así si llegasen a disparar artillería también darían a sus "colonos".

(1) Los refugiados del Oeste y los marinos del Este dejaban atrás vidas muy duras. Ganaban paz, pan y techo. Se comprometerían a lo que fuera por ello.

(4) Tarsi ofreció una mejora en el trato a aquellos marinos recién llegados que aportasen información veraz y de interés sobre los piratas y sus patrocinadores. Un mejor trato, que incluso podía ser vivir en las colonias puramente tarsinas. No sólo empezar de cero en los campamentos o enrolarse en la flota. Muchos contaron mentiras y habladurías, por si colaba, pero no coló. La información más relevante, cribada como el lecho de una marisma para sacar las almejas más jugosas, se fue enviando por cuervos a Nautí, que retomaba su periplo. Con suerte, incluso hablaron de otros reinos del Este.

(5) Nautí, con su flotilla reabastecida y su tripulación recuperada, prosiguió su viaje. Fue aún más al Este. Donde más débil era la influencia tarsina. Ésta vez no buscó calas o refugios. Se mantuvo en alta mar, observando en la distancia las rutas que seguían los barcos de aquel confín del mundo. Cada cierto tiempo volvía al puerto seguro. Allí recibía la información desde Tarsi, para tomar una mejor decisión.

Días más tarde un mensajero de Animalia con cara de pocos amigos dejó un paquete en el salón de gobierno de la ciudad de Tarsi.
 

A los gobernantes de Tarsi.

El consejo de Animalia agradece la exposición de su punto de vista, sin embargo, oh, aquellos que aleccionan sobre la libertad, deberían, quizas, reconsiderar sus palabras. Animalia reconoce el derecho de conquista y el derecho de la fuerza, que son derechos muy anteriores a aquellos que su nacion, la ciudad LIBRE de Tarsi, desearía imponer al resto de naciones. Suele pasar que no hay gobierno menos libre que aquel que lucha por la libertad.

En Animalia existen esclavos y no lo negamos. Es un derecho natural. Del mismo modo existen las mascotas, que puede que a ojos de vuestra nación LIBRE y que mira por encima del hombro al resto seán lo mismo, aunque no lo sean. Pero la verdad es que incluso ellos, en cierto modo, son mas libres que cualquiera de sus ciudadanos. En la ciudad LIBRE de Tarsi sus ciudadanos si quieren algún cambio tienen que pasar por un tedioso proceso burocratico que no garantiza que vaya a ocurrir pues necesita la aprobación, en muchos casos, de gente que ni es cercana, ni bien le puede importar la vida privada de aquellos que vienen con sus peticiones. ¿Podría algún ciudadano de nuestro reino simplemente presentarse en su ciudad LIBRE y asentarse sin mas? Lo dudamos mucho. Lo mas probable es que enviaran a soldados a hacer cumplir una ley que constriñe y limita a sus ciudadanos. Por que por lo visto hasta la libertad tiene limites ¿Nos equivocamos?. Y estamos seguros que nos dirán "Una cosa es la libertad y otra el libertinaje". Sentimos disentir. Desde el consejo de Animalia opinamos que libertinaje es solo una palabra que utiliza el poderoso cuando la libertad no es como el la concibe y necesita coartarsela a los demás. Entonces les convence de que deben reprimir sus deseos, que deben de cortar sus propias alas, por que la anarquía es el mal supremo.

En Animalia hasta los esclavos tienen derecho a ganar su libertad si son mas fuertes que su amo. Si, hay leyes que castigan comportamientos, pero incluso eso esta sujeto a cambio.

Puede que a sus gobernantes les sorprenda, pero hay humanos que viven en Animalia por decisión propia y que vinieron como esclavos pero han ganado su sitio, sus tierras y su ciudadanía con el sudor de su frente y la sangre de sus heridas.

Con el respecto de las mascotas, simplemente decirles que con toda probabilidad a muchos de sus ciudadanos menos pudientes les gustaría cambiarse por ellas.

Animalia no ha realizado ninguna exigencia, cosa que Tarsi sí ha hecho ¿O acaso no somos LIBRES de brindar apoyo a quien queramos de manera gratuita cuando queramos? ¿Acaso somos los esclavos guardianes del resto de naciones? Solo buscamos la paz dentro del Mar Interior ante el enemigo que viene del norte.

Esperemos sepan darle buen uso al presente que adjuntamos a esta misiva. Es de la mas alta calidad, para que puedan sujetar mejor a sus perros.

El consejo de Regencia                                                                                         Alfred Wencival

La carta venía con las firmas de los 4 gobernantes de Animalia y una extra. Tarsí si consulta el nombre podrá corroborar que pertenece a un ciudadano de su ciudad desaparecido hace una decada.

Dentro de la caja viene una cuerda enrollada con birretes de oro y decoraciones de colores. Al tocarla sin embargo se puede notar aspera y rasposa.

Frente a la venida de la consul de Tarsi a consultar sobre las opiniones del consejo de sabios de Maxener, Cid aceptó sin problema alguno a la dama. En ese momento estarían presente todos los del consejo, siendo Cid quien saludó en primer lugar.

-Sinceramente dama Acad, no entiendo que a que tipo de acuerdo habrá llegado Animalia con Ungol para mantenerse en ese tipo de comportamiento para con el resto de reinos. Sin embargo una cosa si que está clara. El comportamiento de Ungol es irrespetuoso cuanto menos. Y ellos que son los primeros por historia en tener problemas socio-políticos deberían tenerlo en cuenta. No obstante no podemos actuar de manera agresiva contra ellos, pues no sería una respuesta correcta. Tampoco podemos darle lo que quieren ya que ni siquiera quieren entender porque ocurrió lo que ocurrió.

Los demás consejeros, se veían un tanto estables dentro de lo que cabe, pero de acuerdo con Cid, mientras que Ray era quizás el más afectado. - Quizás pueda amainar personalmente la ira de Khazalid Ungol, no obstante la rebelión de Animalia es otra cosa totalmente distinta. ¿Vos que creeis mi señora Acad? 

 En Doragon las opiniones siempre eran divididas, y luego de escuchar que cierto líder del ejército había enviado tropas hacia el imperio de las nueve lunas no se hicieron esperar las disputas sobre la administración del ejército: Doragon era una nación guerrera, pero no enviaba a sus hombres a luchar sin razón alguna, y es que hasta el momento el imperio no había dado nada de interés a Doragon para ganarse realmente su apoyo, y aun así allí estaría el comandante del ejército para explicar que los enviados serian solo voluntarios que previamente fueron avisados de con quién lucharían: definitivamente no era una excusa buena, pero con las promesas de una gran recompensa por formar parte de la batalla el pueblo Doragoniano se mantendría relajado durante un tiempo, ya tenían muchas cosas para preocuparse con el tema del clima y los problemas generales de la nación para añadir otro a la lista...[1]

 Tal como había anunciado en su momento, Arkham finalmente partiría de vuelta al imperio para estar con sus tropas al momento de enfrentar a los orcos, comandando personalmente a sus guerreros en lugar de dejarlos en manos de otro estratega, además de estar presente para presenciar cualquier suceso que pudiese surgir durante el seguro enfrentamiento que se avecinaba, aunque su presencia en territorio del imperio pudiese ocasionar molestia a algunas personalidades...

 Respecto a las solicitudes de los cónsules del Mar por tener presenciar con representantes de Doragon, al menos un par se mostraron dispuestos a escuchar y responder sus preguntas: los asentamientos le daban igual mientras no les fuesen a dar problemas luego; los piratas eran un tema que se habían cansado ya de ofrecer su ayuda para hacerse cargo; parecía la horda no era un tema de prioridad realmente, más allá de la que le daba el comandante del ejército por intereses personales; la sequía era un problema más; a Doragon le daba bastante igual el asunto de la libertad de ciertas especies, dado que era una nación que creía que aquellos que querían ser libres debían obtener esa libertad por su propia mano, algo que se acercaba bastante a la ideología de Animalia de esclavos consiguiendo su libertad enfrentando a sus amos, siempre y cuando fuesen lo suficientemente fuertes para hacerlo... Básicamente, para todos los asuntos, eran problemas del resto mientras no le afectase positiva o negativamente a Doragon.

 Por su parte, mientras Arkham se dedicaba a atender el asunto de los horcos, otros líderes de Doragon destinaron su interés en explorar otras opciones de terreno: Maxener estaba en el norte, Tarsi estaba "liberando" las costas y hacia él este se encontraba Nueva Isolde. Ante ese posicionamiento, la nación buscaría hacia el oeste y sur nuevos lugares que fuesen óptimos para expandir su territorio, o que necesitasen de la mano Doragoniana para crecer... [2]

Acad asistía orgullosa a las reuniones con Cid. Era una dama de avanzada edad, y desde niña había soñado con habitar en Maxener, con estar al lado de aquel genio. Siempre fue una chica brillante y soñadora. Por eso enfocó su carrera a ser Cónsul del Mar en aquella ciudad de sabios. Lo consiguió a temprana edad, y desde entonces vivía en Maxener. Por aptitudes mentales, era su lugar. Y siempre había intentado hermanar a sus dos ciudades, un éxito presente.

- Los motivos de Animalia para posicionarse con Khazalid Ungol también se me escapan. Esos enanos no se llevan bien ni con otros de su raza. En cualquier momento darán la espalda a Animalia, como al resto.

No me parece, por tanto, que sea un movimiento diplomático... más allá de mostrar su garra. Y cierto miedo a la alianza entre las Nueve Lunas y Nueva Isolde, o al tratado de no agresión entre nosotros y Doragon... Quizás teman verse relegados con otras naciones menores al estar fuera de estos pactos.

Puede haber una cuestión económica de fondo. Que Animalia quiera las mismas armas enanas que las Nueve Lunas. Y quiera congratular a Khazalid Ungol. Me temo que, si esto es cierto, la cabeza de Max peligra: los animalios entienden la vida distinto a nosotros... no verán más que una "presa". 

Creo conveniente no escalar más la situación. Dejar correr el tiempo. Indagar en la verdad... Y, desde hoy, proteger a Max. ¿Qué opináis?

En todo caso, hay problemas más inminentes. No descarto que la Horda de orcos, si no puede avanzar sobre las Nueve Lunas, intente saquear Maxener. Por proximidad geográfica. Si me permite una recomendación, es más importante reforzar la frontera terrestre que la marítima. El Mar Occidental está relativamente apaciguado. Y los piratas del Este primero tendrían que pasar por Tarsi... Algo que no se permitiría.

Acad terminó su reflexión en voz alta. Animalia y Khazalid Ungol eran dos bravucones, pero la Horda le preocupaba sobremanera: era una amenaza mucho más próxima.