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Rippers: La Tercera Mano

Episodio 1 - La Tercera Mano

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02/01/2019, 23:27
Louise "Lilou" Dufort

A pesar del infierno que se desató en el vagón, todos pudieron cruzar sin problemas, unos mejor que otros, pero por suerte ninguno, ni siquiera Donnelly, salió herido de aquel plan fallido. Pero el tiempo que habían perdido ellos intentando cruzar entre las llamas, lo habían ganado los cultistas que habían desaparecido entre las sombras.

Fue el grito de Liam el que hizo que Louise centrara la vista al frente, intentando acostumbrarse a la oscuridad reinante en el túnel, a tiempo de ver algo que se movía más adelante. Su compañero tenía razón, no podían perder el tiempo si no querían que se les escaparan ya que, aquello que se movía, seguramente tenía que ser uno de los cultistas.

El problema era Donnelly que se veía poco acostumbrado a hacer tanto ejercicio y, después de haber pasado por el mal trago del vagón en llamas, Lilou dudaba mucho que fuera a correr lo suficientemente rápido para mantener su paso, pero tendría que intentarlo ya que ellos no podían pararse a esperarlo.

Tendrá que correr con toda su alma —le dijo al hombre antes de salir ella a toda carrera tras sus compañeros.

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03/01/2019, 23:56
Narrador

No había dudas. Aquella pequeña luz en la lejanía, débil y apenas visible debía de tratarse del resto de cultistas huidos. No perdieron el tiempo en discutir como debían continuar. Estaba claro.

Avanzaron todo lo rápido que les permitía la luz que les llegaba desde el vagón en llamas. Al principio no tuvieron problemas para ello, pero tras recorrer varios metros las sombras fueron ganando la batalla sobre la claridad y les fue cada vez más difícil mantener el ritmo. Las traviesas y los railes ya no eran tan visibles y se confundían con la oscuridad reinante, convirtiéndose en obstáculos con los que tropezar y acabar golpeándose contra el suelo. Esto les obligó a reducir la marcha.

El túnel era frío y húmedo, y en ocasiones podían escuchar el sonido rítmico de gotas de agua golpeando contra el suelo, mezclado con los agudos chillidos de las ratas, molestas por la intrusión en su territorio. A pesar de haber desaparecido en un par de ocasiones, la diminuta luz volvía a reaparecer tras doblar el grupo una u otra curva y continuaba siendo visible en la lejanía. De esta forma, y aunque se movían ahora lentamente, no les fue difícil seguir la pista de los hindús.

Llevaban ya un tiempo tras aquellos hombres, cuando la luz volvió a desaparecer y, para sorpresa de los Rippers, no regresó a mostrarles el camino a seguir. Continuaron adelante, ahora tanteando las paredes en las absolutas tinieblas en que se habían convertido los subterráneos del metro de Londres, y, a medida que pasaban los minutos, se dieron cuenta que la luz ya no estaba allí. Había desaparecido por completo.

¿Cómo era posible? El túnel continuaba avanzando en dirección a la próxima estación y la distancia que les separaba de ella era con seguridad aún de varios cientos de metros. Pero, salvó ciertas pequeñas y recurrentes hendiduras en la pared, excavadas para permitir a los trabajadores del mantenimiento del metro londinense buscar cobijo cuando pasaban las máquinas de tren en su viaje por las entrañas de la capital del reino, allí no había nada más.

Sin luz, orientarse en aquel submundo era extremadamente difícil, y calcular la posición donde creían haber perdido de vista a sus presas era más bien fruto del instinto y de conjeturas que del análisis y el estudio.

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07/01/2019, 23:11
Alistair Buckley

Ya con la vista recuperada, Alistair corrió por el túnel junto a sus compañeros, siguiendo la pista de los cultistas. La luz de sus linternas los delataba, trazando una estela que los Rippers siguieron con rapidez.

Pero, llegado el momento, esa luz se desvaneció.

- Maldición… - se quejó Alistair por lo bajo mientras miraba en todas direcciones, cegado por la ausencia de luz -. ¿Se habrán escurrido por alguna salida? - sugirió en voz alta a sus compañeros.

No podían haber desaparecido sin más, pero tampoco podían averiguar nada más sin luz.

- Sin luz… ¡luz! - exclamó mientras recordaba que todavía llevaba consigo parte de su equipamiento.

Alistair rebuscó entre sus pertenencias, recuperando su propia lámpara de aceite y una caja de cerillas.

“Nunca me meto en una tumba abandonada sin una de estas” pensó amargamente.

Rápidamente le tendió la linterna a Donnelley - quién tenía más cerca - y trató de encender la lámpara. Con manos temblorosas por la excitación y la prisa, rompió un par de cerillas antes de encender finalmente el fósforo.

Una vez contaron con algo de luz, Alistair tomó la lámpara de las manos de Donnelley y la alzó.

- ¿Veis algo?

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07/01/2019, 23:55
Liam Ajax

Liam, mientras corria tras los cultistas, se giraba de vez en cuando para ver como tras de sí había dejado de nuevo un rastro de destrucción. Las llamas recortadas por la silueta de sus compañeros que le seguían de cerca, le recordaban actos temerarios del pasado. No era la primera vez que por su impetuosidad se había precipitado tomando malas decisiones. No era la primera vez que inundaba o quemaba propiedades ajenas. Intentaba convencerse que lo había hecho por un bien mayor y eso eran sólo daños colaterales. Por desgracia, en ocasiones, eran algo más que daños materiales.

Quitándose ese pensamiento de la cabeza reanudó la carrera, pero ya era demasiado tarde, les habían perdido la pista, de nuevo...

- No puedo ver nada. - dijo sin aliento mientras frenaba su carrera tras doblar la última curva. - Maldita sea... - se oía en un tono cada vez más nervioso. A Liam no le gustaba para nada la idea de volver a perder la pista a esos asesinos y lo peor de todo es que ahora no tenían ninguna pista que seguir. Al parecer siempre iban dos pasos por delante de ellos y eso le irritaba sobremanera.

Sólo cuando el profesor recordó tener entre sus cosas una lámpara, su ánimo comenzó a calmarse y a pensar con frialdad de nuevo. - Mirad por todas partes. Tienen que haber escapado por algún lado. Busquemos puertas o túneles auxiliares, conductos... o que diablos se yo. 

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08/01/2019, 15:24
Maggie Wilson

Maggie siguió a sus compañeros a lo largo del túnel, mientras perseguían la exigua luz que veían delante. No le molestaba la humedad, ni el frío ni las ratas. En sus correrías había estado en sitios peores. Pero no le hacía gracia no saber a dónde iban ni qué estaban siguiendo.

Cuando dejaron de ver la luz, Maggie cayó en la misma confusión que los demás.

-¿A dónde ha ido?- verbalizó la mujer mientras sus compañeros se preguntaban lo mismo.

Alistair especuló que quizás habrían encontrado una salida y Maggie no pudo por menos que darle la razón, no se le ocurría ninguna otra explicación lógica.

Tuvieron que esperar hasta que Alistair encendió su linterna, mientras su nerviosismo crecía, y aprovechar aquel único foco de luz puesto que no tenían más.

Pero no parecía que la luz les hubiera dado la respuesta. Era cierto que ahora podían ver donde estaban pero seguían sin saber a dónde habían ido aquellos a los que seguían.

Maggie atendió la petición de Liam en cuanto la formuló y, sin alejarse del foco de luz, comenzó a buscar algún tipo de pista que les guiase hacia los portadores de la luz misteriosa.

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08/01/2019, 21:43
Louise "Lilou" Dufort

Siguieron el diminuto punto de luz que se veía a lo lejos como si fueran polillas revoloteando tras un farol y, mientras aquel pequeño punto se moviera y no se apagara ellos tendrían alguna oportunidad. Pero estaba claro que la suerte no iba a estar de su lado pues, sin saber muy bien cómo, Lilou se dio cuenta que la oscuridad ya era total a su alrededor y que aquellos que los precedían habían desaparecido.

¿Pero dónde se...? —musitó confusa y enfadada, dejando la pregunta perderse en el aire pues, a pesar de que no había perdido de vista ni un solo momento el movimiento delante de ella, de alguna forma los cultistas habían logrado esfumarse.

Sin algo que iluminara su camino era una temeridad continuar. Aquellos túneles podían tener cantidad de recovecos, de pasajes adyacentes, de puertas que usarían probablemente los trabajadores, cantidad de sitios en los que podía estar oculto el enemigo o, lo más probable, por donde hubiera escapado dejándolos a ellos con un palmo de narices.

Suspiró aliviada al comprobar que Alistair llevaba encima otra linterna que, después de segundos que a Louise le parecieron eternos, consiguió por fin encender y, haciendo caso al consejo de Liam, se puso manos a la obra buscando cualquier indicio, cualquier huella o pista que pudiera indicarles por dónde habían huido los cultistas.

- Tiradas (1)
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08/01/2019, 23:11
Narrador

Alistair no tardó en reaccionar, sacando una pequeña linterna que encendió con ciertas dificultades al principio. Un inteligente juego de cristales en el interior de la lampara, reflejando y potenciando la luz del interior y generando una luminosidad apenas imaginable en un objeto de ese tamaño.

Así y todo, las sombras seguían dominando en la oscuridad del túnel y los Rippers trataron de mantenerse cerca unos de otros, dentro de los limites de la claridad de la lampara.

Miraron a su alrededor, en busca de cualquier rastro o señal que les indicara por donde podían haber continuado su huida aquellos hindúes. Miraban al suelo, al frente y a los lados, pero, a pesar de la luz que despedía la linterna y que les permitía ver algo a su alrededor, no fueron capaces de discernir ninguna huella, ninguna marca o detalle de sus perseguidos.

Avanzaron varios metros sin éxito alguno y empezaban ya a pensar que los sectarios se habían esfumado en el aire, que una vez más habían conseguido ganarles la mano y logrado despistarles, cuando escucharon una voz conocida tras ellos.

Lilou se había quedado algo retrasada, comprobando una pared que la había llamado su atención. Al continuar el resto su camino a lo largo de los railes del tren, la luz había disminuido en intensidad y la artista circense tuvo que llamarles para que regresaran. Alistair se acercó y juntos, con la linterna a pocos centímetros de la pared, palparon la fría piedra.

No les quedo ninguna duda. Una grieta apenas perceptible recorría el muro subiendo desde el suelo hasta más o menos la altura de la cabeza del académico. Allí daba un brusco giro y continuaba paralela al piso, para luego, tras poco más de un metro, volver a bajar en línea recta.

Golpearon con los nudillos la fresca y húmeda superficie. Su tacto y su dureza, al igual que su aspecto, eran los mismos que el de la roca a su alrededor.

Notas de juego

Me tengo que mirar con algo de tiempo la Ventaja que has usado y que te ha dado un +2 a Notar, Eyra. Creo que no ese +2 no se usa en un caso como este. Sin embargo, a pesar de todo, tendrías un éxito con aumento en la tirada de Notar.

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10/01/2019, 00:31
Liam Ajax

Liam estaba desesperado y fue el primero que comenzó a caminar de aquí para allá como pollo sin cabeza. Por suerte su compañera circense tenía la mente más fría que el en ese momento y tuvo la intuición de que allí había gato encerrado. Cuando Lilou comenzó a seguir el recorrido de esa extraña grieta que seguía una línea demasiado perfecta para ser causada por el simple azar, todos volvieron sobre sus pasos.

Iluminada ya por la linterna del profesor, se descubría ante ellos lo que parecía ser una puerta secreta, camuflada de forma ingeniosa entre los adoquines de la pared. - ¡Bien hecho Louise! ¡Esto es lo que andábamos buscando!  

Palparon la fría piedra pero allí no parecía haber mecanismo alguno para hacer que se abriera. Parecía que la fuerza bruta era la única opción. Resopló y miró a su alrededor, ninguno de ellos era un fortachón. Ojalá tan sólo por un momento Lilou fuese uno de esos hombres que parecen en los carteles del circo... esos que lucían mallas y graciosos y extremadamente rizados bigotes que aparecían levantando pesas de decenas de kilos.

Se quitó la imagen de Lilou con bigotes de la cabeza sacudiéndola y volvió a su semblante serio y decidido. - Vamos a empujar todo lo que podamos. Pero no os aseguro nada. - dijo eso mientras con la ayuda de un segundo de sus compañeros intentaría hacer que esa pesada puerta cediera.

La imagen de su compañera llevando esa pinta graciosa volvió a su mente mientras empujaba y casi le hace perder la concentración. Pero finalmente y gracias a su perseverancia más que a su fuerza, la puerta perezosamente les dejó pasar. Con la lengua fuera por el esfuerzo realizado después de la carrera en plena oscuridad y ahora tras empujar esa gran puerta rocosa dejó que los demás encabezaran el grupo.

- Ahora os sigo... dijo resoplando, mientras una gota de sudor la caía por la frente. Tomó la ultima posición tras el banquero. No le gustaba estar el último en una situación como esa, pero no tenía más remedio si quería recuperar resuello.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Como me da que todos tendremos FUE entre d4 y d6, Liam se pone a empujar como "actor principal" en esta acción. Fallo estrepitosamente, gasto Beni. Vale, parece que finalmente superamos la prueba gracias a ese Beni bien invertido :)

Réstame otro Beni jefe.

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11/01/2019, 00:59
Louise "Lilou" Dufort

Comprobar que había resultado útil para sus compañeros elevó, por unos instantes, el ánimo de Lilou aunque dicho toque de ligera vanidad quedó eclipasado por la sorpresa al ver que su compañero la miraba de forma rara e, incluso, pudo ver un brillo divertido en sus ojos. No entendía qué podía estar pasando por la cabeza de Liam y, si se paraba a pensarlo, casi prefería ni saberlo.

A pesar de su cuerpo menudo, el duro trabajo del circo había conseguido desarrollar en ella una fuerza que pocos se plantearían que pudiera tener, aunque tenía que reconocer que desde que estaba con los rippers el entrenamiento que tenía se basaba más en velocidad y agilidad que en fuerza. Por ese motivo no le sorprendió comprobar que, en un intento de ayudar a Liam a empujar aquella puerta camuflada, apenas consiguió mover un milímetro de piedra.

Por suerte Liam, que en un principio había parecido que iba a desfallecer en el intento de mover la puerta, consiguió abrirla lo suficiente para que pudieran pasar uno a uno a través de ella.

¿En qué estarías pensando hace un segundo? —le susurró a Liam al pasar a su lado pues seguía extrañada por el raro comportamiento que su compañero había tenido. No es que esperase ninguna contestación por su parte, y de hecho no tenían tiempo que perder en tonterías, pero en cierta forma se vio en la obligación de preguntar ya que Liam había mostrado una torpeza poco habitual en él.

Lilou observó tanto a Maggie como a Alistair colarse por la puerta antes de cruzarla ella. Sólo esperaba que no se cerrara de golpe dejando a Liam del otro lado.

- Tiradas (1)
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11/01/2019, 15:54
Maggie Wilson

Pese a que Maggie se esforzó por intentar localizar algo que les indicase qué había ocurrido con aquellos a los que perseguían, no obtuvo ningún resultado.

Acuciada por la urgencia que le imponían las llamas que había al inicio del túnel, comenzó a perder la paciencia y soltar maldiciones en tono bajo.

Cuando escuchó a Lilou comentar que había localizado algo, se acercó hacia ellos pero no se inmiscuyó. No le parecía que hubiese mucho espacio como para ponerse a buscar todos a la vez y, encima, se harían sombra y se quitarían la luz.

Así, apartada de la linterna de Alistair, Maggie se limitó a observar cuando sus compañeros intentaban dar con el resorte adecuado o el espacio necesario para empujar. Pero incluso eso se les negaba en esa noche de infortunio y mala suerte.

Finalmente, Liam decidió optar por la fórmula más simple pero cuando se volvió a mirarles, Maggie se limitó a encogerse de hombros. "Si buscas músculo, aquí no lo hay" pensó, aunque no llegó a decirlo en voz alta.

Cuando finalmente lo consiguieron, Maggie se adentró ocupando el segundo lugar y permitiendo así a los que habían abierto, que descansasen un poco antes de seguirles.

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11/01/2019, 17:00
Alistair Buckley

Durante la búsqueda, Alistair se había concentrado más en proporcionar iluminación para sus compañeros, enfocado la linterna allá dónde le indicaban, que en buscar pistas él mismo.

El profesor esperaba encontrar una escalera, una trampilla. Algo evidente. Pero resultó que la salida que sus enemigos habían tomado era una mucho más discreta. Si no hubiese sido por Lilou los Rippers habrían pasado de largo y habrían terminado llegando a la siguiente estación.

- Bien hecho – la felicitó el profesor mientras iluminaba la pared en cuestión, resaltando las hendiduras que delataban la presencia de la puerta camuflada.

> ¿Tendrá algún tipo de mecanismo? – se preguntó en voz alta Alistair mientras sus compañeros palpaban la roca.

Al final parecía que no, que simplemente hacía falta fuerza bruta. Se limitó a negar levemente con la cabeza cuando su mirada se cruzó con la de Liam, y esperó a que sus compañeros forcejeasen con la puerta.

Una vez estuvo abierta, Alistair abrió la marcha, adentrándose por la cavidad con la linterna en lo alto. En la otra mano aferraba con fuerza su bastón.

Notas de juego

Desde el movil. Dale formato porfa Bilbo!

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12/01/2019, 01:32
Narrador

Lilou buscó la forma de abrir la puerta y Liam se unió a su compañera en su tarea. Mas, de haber algún mecanismo de apertura, este estaba demasiado bien escondido. Quizás por rabia o quizás por desesperación, el caso es que el cazavampiros empujó furioso el portón y se sorprendió al ver que este parecía ceder algo. No estaba seguro. Había sido apenas una ligera sensación y no tenía muy claro si tal vez sus sentidos le habían engañado. Volvió a empujar, esta vez con más empeño, y despejó cualquier posible duda que aún pudiera tener. La había conseguido mover un par de centímetros. Pero el peso era tremendo, así que tuvo que pedir ayuda a sus compañeros y Lilou, hecha a la dura vida del circo, se ofreció al instante para ayudar a su amigo.

No fue para nada sencillo. La puerta era de pura roca y se resistía tercamente a abandonar su posición, pero, tras el esfuerzo conjunto de Liam y Louise, acabó dejando el paso abierto. Quien quiera que hubiera abierto aquel portón antes que ellos, debía de ser un auténtico coloso.

Alistair avanzó entonces, seguido de Maggie, Lilou, el señor Morrison y por último Liam. Frente a ellos se abría un pasadizo estrecho, por el que solo podían avanzar de uno en uno. A cada pocos metros, unas aperturas a ambos lados de las paredes anchaban el espacio, permitiendo de este modo el cruce con otras personas. Antorchas colgaban a derecha e izquierda, esparcidas por todo el pasillo, e iluminaban tímidamente la oscura galería en una especie de semipenumbra. Concentradas en su lucha con la negrura que reinaba bajo tierra, apenas conseguían dar algo de calor, manteniendo el pasadizo un frio que semejaba al de las cámaras mortuorias. Llegando hasta los huesos.

Pero quizás el sentido que más impacto sufrió fue el del olfato. Un intenso y nauseabundo olor flotaba en el aire, llenando cada hueco de aquel pasillo excavado en la roca. No era fácil reconocer de que se trataba, pues algo así solo podía ser una mezcla de varías fragancias. Cada una de ellas desagradable por separado, unidas se convertían en un muro físico de hedores, que golpeó violentamente las caras de los Rippers. Clancy Donnelley se dobló compulsivamente y vomitó, incapaz de soportar los efectos de aquella pestilencia y añadiendo así el amargo y penetrante olor de los restos de comida a medio digerir a la ya de por sí hedionda sinfonía del ambiente.

– Yo lo… lo siento. –se disculpó en voz baja, una vez se hubo recuperado medianamente, y sacó un pañuelo de su chaqueta para limpiarse las comisuras de los labios.

Desde donde estaban podían ver como unos diez metros más adelante una pared les cerraba el paso aparentemente. Aunque, por la forma en que las luces de las antorchas más alejadas se repartían por aquel pasadizo, cayendo a ambos lados como un fluido que rebosa un vaso incapaz de contenerlo, suponían que se trataba más bien de un recodo del pasillo.

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14/01/2019, 18:28
Alistair Buckley

Aquel hedor podría haber tumbado a un caballo, Alistair estaba seguro de ello. Aun así, avanzó con una evidente mueca de disgusto en el rostro. No tenía ninguna mano libre que llevarse al rostro, por lo que aguantó como pudo las ganas de vomitar.

Aunque al oír a Donnelley hacerlo no pudo evitar sentir una arcada. Su boca se llenó de un desagradable sabor ácido, pero no llegó a escupir nada.

Qué desagradable, cielos… ¿Dónde demonios estamos?

Mientras el banquero se recuperaba, Alistair se giró hacia sus compañeros.

- Parece que el camino se bifurca más adelante - dijo en voz algo más baja.

La mueca de asco seguía presente en su rostro.

- Me asomaré, con cautela - propuso, tomando la iniciativa.

Después de todo, se encontraba a la cabeza del grupo.

Tratando de minimizar el ruido de sus pasos, y mientras su mente se debatía sobre el origen de aquellos infames olores, Alistair se acercó a la bifurcación con intención de mirar a lado y lado.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Hago una (malilla) tirada de Sigilo para acercarme con cautela y mirar a lado y lado.

Si se me permite, me gustaría hacer también una de Notar, ¿por si puedo desentrañar alguno de los olores?

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15/01/2019, 09:10
Maggie Wilson

Maggie avanzó por el estrecho corredor preguntándose qué tipo de lugar era este

"¿Por qué lo hicieron tan estrecho si sabían que circularían personas en ambos sentidos?"

No es que tuviera claustrofobia, pero este sitio sería perfecto para que cualquiera les atacase y el reducido espacio les impidiera defenderse.

"¿Y por qué huele así?" Maggie había estado en sitios realmente pestilentes pero esos olores eran identificables; estiercol, suciedad humana, descomposición de animales muertos... Pero este olor no sólo le pareció desagradable, si no que, además, le dio mala espina.

-Al menos hay luz...- comentó entre susurros para sus compañeros, intentando buscar algo positivo en su situación.

No era un gran motivo para la alegría y duró poco. Cuando la vaquera vió que se acababa el pasillo estuvo a punto de soltar una maldición.

Por suerte, Alistair que iba delante, le dio una opción

-Espera, intentaré cubrirte lo mejor que pueda- propuso Maggie a su compañero cuando se ofreció a asomarse. Mientras él se pegaba a la esquina interior, ella se apoyo, por detrás de él, en la pared contraria, para tener un ángulo mayor y se asomó ligeramente. En su mano, su arma, que preparó para disparar inmediatamente si fuera necesario.

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16/01/2019, 21:00
Louise "Lilou" Dufort

A medida que avanzaban Lilou no dejaba de temblar por culpa del frío y húmedo ambiente que había en aquel túnel, pero lo peor fue el hedor que, con cada paso que daban, comenzaba a ser más intenso. En el circo, los olores tanto buenos como malos, inundaban toda la superficie que ocupaban y muchos curiosos decían que las fieras y los elefantes solían tener un olor fuerte que Lilou, ya acostumbrada, no captaba. Pero lo que se podía apreciar en ese túnel era distinto, parecía una mezcla de todos los malos olores del mundo y eso sólo podía signicar que estaban en la cloacas de la ciudad, allí donde los desperdicios de miles de personas iban a parar.

El olor era intenso y hacía que se revolvieran las tripas pero Louise, con la mano tapando nariz y boca, aguantaba con estoicismo aquel mal trago, algo que no pudo hacer Donnelley al que oyó vomitar detrás de ella, lo que provocó una reacción más que lógica al escuchar los esfuerzos del pobre desgraciado por echar cualquier resto de comida del interior de su cuerpo. La acidez de la bilis subió desde el estómago de Louise hasta su garganta y una arcada, que pudo contener gracias a la mano que seguía cubriendo su cara, a punto estuvo de hacer que se doblase sobre ella misma. Aguantó ese envite, intentando centrar su mente en cualquier pensamiento más agradable que el lugar donde se encontraban.

Se quedó mirando fijamente las antorchas que portaban para darse luz y que habían encontrado sujetas a las paredes del túnel, y fue en esos momentos en los que intentaba distraerse de las arcadas de Donnelley y del mal olor, que se dio cuenta de lo extraño que resultaba aquello. ¿Por qué alguien querría iluminar un lugar semajante? ¿Acaso por allí iba tanta gente que necesitaban iluminación constante?

Pero sus negros pensamientos se vieron disipados al escuchar a Alistair hablar de la bifurcación del camino. Estaba claro que aquella misión iba a ser una constante carrera de obstáculos y, al igual que vio hacer a Maggie, ella también se preparó, sacando cuchillos del interior de su chaqueta, por si un nuevo peligro asomaba repentinamente por alguna de las dos bifurcaciones.

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17/01/2019, 00:32
Liam Ajax

Liam que por esta vez iba cerrando el grupo tuvo tiempo suficiente de sacar un pañuelo del bolsillo interior de la gabardina para taparse. Pese a todo ese olor nauseabundo le golpeo primero en la cara y luego en el estómago haciendo revolver las tripas. Tuvo incluso que detenerse unos segundos y respirar con el pañuelo fuertemente pegado a su boca para intentar no acabar echándolo lo poco que había podido comer aquel día. - ¿Quien demonios se escondería en un lugar así de pestilente? No me extraña que hayan perdido todo el sentido de la razón después de respirar estos vapores durante sías o semanas. - dijo el ripper intentando relajar un poco la tensión que aumentaba por momentos.

El pobre banquero estaba pasando por cosas mucho más fuertes de las que cualquier persona pudiese aguantar y eso le hacía ganarse paso a paso el respeto del cazavampiros. Si un estudioso como Alistair se había vuelto todo un ripper, ¿Porqué Donelly iba a ser menos? Si salían de está le propondría unirse a los suyos. Sabía demasiado y esa gente era mejor tenerla de su bando o al menos a su servicio.

Falto de lámpara de aceite, guardó su revolver en la funda y con la única mano libre que le quedaba, tomó una de las antorchas que allí había colgadas. La idea de tener un punto de luz delante del grupo y otro detrás, le parecía de o más previsor.

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17/01/2019, 06:06
Narrador

Avanzaron lentamente, haciendo terribles esfuerzos para controlar las arcadas y los espasmos reflejos originados por el terrible olor que allí reinaba. El pasadizo estaba tan tranquilo, que sus pisadas contra la piedra del suelo resonaban recordando el sonido apagado de unos disparos lejanos. Alla donde en el suelo se encontraban charcos dispersos, un sonido liquido del agua quejándose al ser golpeada por unos zapatos, se propagaba por todo el espacio donde se encontraban.

Si pudieran ver con más claridad, se asombrarían de la palidez que podía llegar a alcanzar la cara del banquero. Éste, sin embargo, no se quejó del ambiente que les rodeaba y, dispuesto a intentar ser de alguna ayuda, sujetaba su pistola firmemente en la mano derecha, preparado para usarla.
Al acercarse Alistair al lugar desde donde se podía apreciar la bifurcación más adelante, se detuvo un momento y se lo comentó a sus compañeros para que estuvieran preparados. Realmente, buscaba también en parte tratar de tranquilizarse un poco a si mismo. No se encontraba a gusto. No era miedo, tal vez más bien ansiedad. Aunque se había enfrentado en numerosas ocasiones a la muerte, la tensión que podía mascarse en aquellos corredores y que caía sobre ellos como una pesada losa era presagio de peligro para el académico.

Maggie le ofreció su apoyo para cubrirle las espaldas cuando se fuera a asomar a aquel cruce. Continuaron su camino y, una vez llegaron a la bifurcación, Alistair se asomó a mirar lo que les esperaba más allá.

En un ángulo de noventa grados, el pasillo se abría ahora a ambos lados, sin perder su estrechez. A la derecha, a un par de metros del cruce donde se encontraban, el pasillo parecía terminar en una sala de mayores dimensiones. Aunque les llegaba algo de luz desde allí, no podían distinguir con claridad ni el contenido, ni el verdadero tamaño de la habitación. Tampoco podían percibir ningún sonido.

Al otro lado, hacia la izquierda, el pasadizo continuaba su camino hasta llegar a un nuevo cruce. El intenso olor era más poderoso en aquella dirección y Alistair creyó poder reconocer dos posibles fuentes en aquella amalgama de hedores: heces y descomposición.

Pero allí había algo más. Algo que era incapaz de identificar.

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21/01/2019, 17:23
Alistair Buckley

Con la seguridad de que sus compañeros le cubrían las espaldas, Alistair avanzó por el pestilente pasillo con la frente perlada de sudor. En cualquier momento podía salir un cultista hindú de una esquina, blandiendo una daga o apuntándolo con una pistola. Aquello no lo aterraba, pero sí que lo ponía en un estado de constante tensión.

El comentario de Liam contribuyó a rebajar un poco aquel agrio ambiente que se había instalado en su mente. Pero el rostro le ardía, sentía que en cualquier momento podría estallar. A pesar de todo, siguió avanzando.

Llegada a la bifurcación, a Alistair se le presentaron dos posibilidades. Una sala hacia la derecha, o seguir el origen de la pestilencia hacia el pasillo izquierdo.

La nariz de Alistair no le falló en aquel momento, y logró identificar parte del origen de aquel hedor.

- Puede que estemos en las alcantarillas - comentó mientras valoraba distraídamente las dos opciones que se le presentaban -. O muy cerca de ellas. Pero hay algo más… mucho me temo que aquí hay algo más que aguas fecales - dijo, arrastrando la última palabra hasta convertirla en un soplido.

> En fin, hacia la derecha se abre una sala. Puede que encontremos algo de interés - dijo a sus compañeros -. Adelante… - dijo mientras abría de nuevo la marcha, sosteniendo la lámpara frente a él.

Llegados a aquel punto de pestilencia, la emoción por descubrir secretos mágicos se había desvanecido un poco en el corazón de Alistair.

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21/01/2019, 18:14
Maggie Wilson

Maggie se esforzó lo que pudo por cubrir a Alistair de alguna posible emboscada. Pero resultó que sus precauciones eran innecesarias.

A ambos lados parecía que solo les esperase un espacio vacío. Al menos, de momento.

Aunque le hubiera gustado descubrir, lo antes posible, el origen de la pestilencia pues la curiosidad la acuciaba, optó por hacer caso a su compañero que, además de ir el primero, era quién llevaba la única luz que tenía Maggie cerca.
-Te sigo- le comentó mientras avanzaba detrás de él hacia la sala.

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21/01/2019, 18:27
Liam Ajax

Cerrando el grupo iba Liam que una vez tomado el camino de la derecha, comenzó a caminar de espaldas, girándose solo de vez en cuando para no tropezar.

Con la mano izquierda seguía sujetandose el pañuelo sobre nariz y boca, intentando evitar en parte marearse por ese horrible hedor. Con la derecha, la antorcha para iluminar sus espaldas. Defendería a sus amigos de cualquier amenaza que les sorprendiera por la espalda.

- Cuando se trata de pestilencia casi prefiero no saber de dónde proviene.

De reojo miró a Donelly que no sabía dónde se estaba metiendo. - Donelly ¿Cuando encontraron la mano tuvieron que bajar a lugares como este? Si ya ha estado en la guarida de estos dementes en el extranjero, algún parecido debe haber con este lugar...

Todo el conocimiento de las expediciones del banquero de algo tenían que servir allí abajo.