Partida Rol por web

Continuáis en la cocina, escuchando unas risas que suenan muy bajito, pero que parece no querer abandonaros. Metus ha huido asustado, y vosotras permanecéis ahí.

Tenéis la sensación de que hay algo en ese sótano que pide ayuda, como si esas risas quisieran deciros algo a su manera. Algo se ha caído detrás vuestra, cuando Metus ha huido. Si os dais la vuelta veis un frasco pequeño en el suelo. Tenéis miedo, pero... también una sensación de esperanza. Hay algo que podéis hacer... si sabéis como lograrlo.

Cuando las risas suben y suben, me abrazo a Amanda y le tapo los oídos con mis manos para que no escuche y se asuste, mientras hago lo mismo con Luka, apretándolo contra mí. Tengo mucho miedo y no sé que está ocurriendo... Sólo quiero que papá y mamá vuelvan y nos protejan...

Cierro los ojos con fuerza y espero a que se callen de una vez. Escucho que Metus dice algo sobre ayudar a alguien... ¿Pero a quién? ¡Somos nosotras las que necesitamos ayuda! ¿o tal vez no? ¿Y si nosotras somos las heroínas? ¡Una aventura! Sí, eso es... sólo puede tratarse de una aventura nueva.

Cuando vuelve a haber silencio, miro a mi hermana y le quito las manos de las orejas:

-Ya ha pasado... ¿estás bien?-entonces, me doy cuenta de que se ha caído un botecito al suelo y voy a recogerlo y ver qué es de paso.-¿Qué es esto?

Estelle coge el pequeño frasco que se ha caído de no se sabe dónde, y que ha rodado casualmente hasta sus pies. Es un frasco no muy grande, parece un bote de medicamentos.

Lee lo que pone en la etiqueta, que además tiene mucha letra pequeña. 

Clorpromazina

Y luego el tipo de medicamento: Antipsicótico

El bote está medio lleno, y es de color marrón oscuro. No es opaco, es un poco translúcido y deja pasar la luz a través de él. Por lo que las pequeñas pueden ver que dentro de ese pequeño frasco no hay solo pastillas. Parece que hay un papel plegado en sí mismo.

Cuando Estelle coge el bote, me asomo a su lado para ver lo que pone en el bote. No me sale, no sé leerlo bien, y no sé lo que significa. ¿Cómo ha llegado aquí?

- ¿Sabes lo que es? ¿Te lo vas a tomar? No, ¿verdad? - le pregunto a mi hermana, buscando a Metus sin moverme de su lado - No lo ha traído Metus, ¿verdad? Porque estaba con nosotras hace un momento, y ahora se ha ido, y ahora no sé que hacer... ¿Crees que tenemos que ir al sótano para saber lo que pasa?

¿Qué sería el botecito? Parecía que ponía algo como Cloropozina... Y debajo ponía Antipicótico...Qué raro, ¿para qué serviría? Tal vez sea algo para evitar picaduras.

Pero me fijo que dentro hay un papelito, así que abro el botecito y saco la notita para leerla, espero que sea más fácil hacerlo que lo otro.

-No voy a tomarme ninguna.-aclaro a Amanda para tranquilizarla.-Voy a leer el papelito... Tal vez nos diga qué tenemos que hacer.

Estelle coge el botecito, lo abre a pesar de que está un poco duro. Saca el papelito y deja las pastillas a un lado, lo desdobla para ver su contenido. 

Consigue leer algo claro y simple, totalmente opuesto a lo complicadas que eran las palabras anteriores. Los adultos dicen cosas muy raras.

"Comienza la cuenta atrás... ¿Por qué no llamáis a mamá y a papá?"

Aparece un dibujo muy infantil de un teléfono, y una cara triste de una niña con rasgos bastante deformados y bastos.

Leo el papelito al lado de Estelle, y después busco el teléfono sin separarme de ella. Me da miedo ahora caminar sola por la casa, ¿y si se escuchan esas cosas otra vez? ¿Y si nos perdemos en la casa? No quería ir sola.

- ¿Vamos a buscar el teléfono? - le pregunto asustada

Leo el papelito atentamente... Teníamos que llamar a papá y a mamá. ¡El tiempo se agotaba! Pero... ¿para qué se agotaba el tiempo? ¡Fuera lo que fuese, daba mucho miedo!

Abrazo a Luka y le tiendo la mano a Amanda, para ir las dos juntas mientras me trago todo el miedo junto con la saliva. Le sonrío para tranquilizarla y comienzo a andar hacia el teléfono.

-Vamos, vamos... Seguro que ha sido una notita de Elliot.-digo no muy segura de mi misma.

- ¡Pero si Elliot no está! - me quejo, porque no entiendo nada de lo que pasa. Si es una broma de Elliot, lo despertaré saltando sobre él cuando sea fin de semana. Y luego me dirá que si soy muy mala, ¡pero es que se lo merece!

Le apreto la mano y salimos corriendo hacia donde sea que vengan las voces

"Esta niña es tonta..."-Escuchas en tu cabeza

-¡Pero pero pero pero pudo dejarla antes de irse para asustarnos!-contesto a Amanda.

Me paro en seco y frunzo el ceño, enfadada. Ahora sí que estaba segura de que no podía ser Luka esa voz... él nunca nos llamaría tontas, ni a Amanda ni a mí. Él es bueno y nunca insulta.

Me cruzo de brazos y miro hacia arriba, como si mirase mi propia cabeza.

¿¿A quién llamas tonta??

"Oh vamos, no te enfades... solo busca el teléfono. Tu hermanita parece que no lo ha pillado, pero tú eres más lista. Lo sabes."

Amanda y Estelle salen de la cocina en busca de un teléfono. En el salón hay uno fijo, de color rojo, precioso, como si fuera de los antiguos de rueda. Llegan hasta él y una de ellas comienza a marcar los números mientras la otra aguarda con impaciencia, ambas desean volver a ver a mamá y a papá.

Cuando comienza a dar tono, a su ver, una melodía conocida comienza a sonar en el piso de arriba, como si fuera una respuesta a lo que están haciendo. 

Es una melodía familiar ya que es el tono de llamada que tiene vuestra mamá en el móvil. Tal vez podéis intentar llamar a papá.

Vamos... vamos... cogedlo... Papá, mamá... por favor...-pienso mientras mantengo el auricular del teléfono en mi oreja. Aunque por dentro esté asustada, miro a Amanda con una sonrisa de seguridad en los labios, ¡no puedo dejar que ella se asuste!

Papá y mamá no responden y yo estoy preocupando cada vez más...

Escucho la melodía del móvil de mamá, que suena desde arriba. Miro en su dirección y después a Amanda, ladeo la cabeza, dubitativa.

-¿Deberíamos subir?

- Venga, vamos a ver - le digo, mirando hacia arriba

Voy caminando despacito para no encontrarme nada que me de un susto. Aunque ya me ha dado un susto lo de la música del móvil de papá y mamá en el piso de arriba. A lo mejor estaban escondidos allí arriba y no lo habían dicho. A lo mejor era una broma y estabamos asustadas por nada

La gemelas van caminando despacio, tanto que parece que pasa una eternidad entre salir del salón, subir las escaleras y llegar a la planta de arriba. Saben que el sonido proviene de arriba, pero no saben exactamente de qué lugar. 

Por lógica, van al cuarto de mamá y papá. Allí hay muchas cosas, algo desordenadas. Extraño... ellos eran muy ordenados. Algo ocurre, como de costumbre, los teléfonos de sus padres están sobre la cómoda, al igual que algunas de sus pertenencias. Podrían echar un vistazo más a fondo.

Miro las cosas que están desordenadas, porque es muy raro que pase eso. Porque en la casa no hay nadie. Y nuestro hermano no ha podido ser porque no ha hecho ruido ninguno. Y eso parece que ha tenido que hacer mucho ruido. Y Metus era pequeño para hacer todo eso. Las voces eran solo voces, podía ser la radio o la tele. Estaba asustada

- Entonces... ¿quién hay en casa?

¿Papá y mamá dejando esto desordenado? No es posible... si ellos siempre nos riñen cuando dejamos los juguetes de por medio... nunca dejarían algo desordenado.

Entro con Amanda cogida de la mano  para no pasar miedo ninguna de las dos.

-No te preocupes, Amanda... no hay nadie... Seguro que ha sido un despiste de papá y mamá...-Sí... un despiste... Ojalá sea eso... Qué miedo...-Vamos a buscar el teléfono, anda.

Comienzo a dar vueltas por la habitación, buscando el teléfono que sonaba, o al menos alguna pista que nos ayude...

Las pequeñas comienzan a explorar el desordenado dormitorio de papá y mamá. Encima de la coqueta de ella, encuentran su móvil, y al pulsar una tecla se puede ver claramente que aparece un icono de una llamada perdida. La de las gemelas. Encima de la cama está también el móvil de papá, apagado. Posiblemente sin batería. Es más... el móvil de mamá está también a punto de apagarse. 

Continúan buscando, alarmadas al ver que sus padres no se han llevado nada con lo que estar comunicados. Es extraño, algo no cuadra entonces...

Encuentran también el bolso de mamá, con el monedero, las tarjetas mágicas que hacen que salga dinero de un aparato de la calle, y la cartera de papá en la cama también, con esa otra tarjeta donde aparecen las fotos de los mayores junto con sus datos.

Todo desordenado, parece que no falta nada. Ni siquiera se han llevado lo esencial para un viaje. 

Además de todo eso, hay un segundo papelito en el móvil de papá, que es de los que se cierran.

Veo el papelito en el móvil de papá... ¿Otra pista?

-Mira lo que encontré, Amanda...-le digo para llamar su atención. Cojo el móvil y saco el papelito de dentro de éste con cuidado para abrirlo y ponerlo entre mi gemela y yo para que ella también pueda leerlo.

-A ver qué pone...-cojo a Luka con la otra mano y lo pongo al lado del papelito, él seguro que también quiere leerlo.