Partida Rol por web

Cuando remato al último goblin una flecha me roza , maldición suelto mi espada y cojo mi arco mientras me parapeto en el lado contrario de la mesa y disparo el arco , utilizando mi poder arcano para bendecir mi arma .

- Por todos los elementos, nos atacan!! El enemigo los habían sorprendido en esta ocasión, y el impacto sufrido hacia Caranthir no parecía, por el momento, muy grave. Desde allí, poco podía hacer, así que se parapeta detrás de un muro cercano, para salir de un linea de visión.
El atacante parecía un semi-elfo, posiblemente no estarían con los goblins y todo sea una confusión.
- Deten tus flechas, no somos los causante de la carnicería a los aldeanos. Quizás estés enfocando mal tus objetivos. Dice detrás de la protección de su parapeto.

Kiber se agacha para recoger su ballesta y cargarla (no se levanta.. permanece agazapado) maldiciendo por lo bajo al recién llegado mientras aguarda a la reacción del semielfo ante las palabras de la hechicera.

La sorpresa de Arus fue máxima cuando un nuevo enemigo aparece en escena. Pero aún se sorprendió más cuando vio que no era un sucio goblin, sino un Semielfo. Sin duda algo raro había detrás de todo esto.

Persephore pensó que tal vez nos confundiera con enemigos. Tal vez estuviera en lo cierto.

-Responde rápido. Como seas aliado de esos goblins seguirás su mismo camino. Dijo Arus mientras se movía, escudo en mano hacia la posición de Caranthir. Éste había sido herido y tal vez necesitara ayuda.

Drialia avanzó un poco para no quedarse rezagada. Se concentró un poco y de repente una niebla comenzó a arremolinarse alrededor de sus compañeros. La niebla se volvió más y más espesa hasta parecer un muro de oscuridad. Ellos no podían ver al elfo, pero estaban a salvo de sus flechas. - Así podremos estar a salvo mientras dure la conversación.

El semielfo parece decidido en su actitud, y contesta ante las demandas con un nuevo disparo de flecha y reculando un poco para atras. El duelo de elfos es digno de verse pero arus se pone en medio escudo en mano lo que no es suficiente y tratando de parapetar a caranthir con el recibe un flechazo en todo el pecho. Este semielfo tiene un ojo de aguila y la niebla no es impedimento para su intuicion

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La joven druida avanzó hasta la altura de sus compañeros, e intentó impactar al enemigo con un rayo que se perdió a varios centímetros de él.

Kiber corre hasta ponerse cerca de la hechicera. Se mantiene agachado (como no es muy alto tampoco es dificil) esperando que la niebla se disipe para poder ver a su objetivo

Lanzo un proyectil mágico hacia el semielfo, suelto el arco y me muevo hacia él  sacando la daga, sigo utilizando la mesa como cobertura.

El semielfo no atendía a razones, sin duda estaba compinchado con los goblins, y le trataremos como tal.

El golpe de la flecha casi deja sin fuerzas a Arus. Un dolor punzante se repartió por todo su pecho. Quizá sea buena idea pedir ayuda a La Flor del Amanecer. Sin dudarlo un segundo, evocó el poder de Sarenrae proyectando un aura de energía positiva. 

Después, con vigor renovado, se movió con decisión hacia el enemigo. No tendría piedad con todo lo malo.

La niebla habia disminuido sus opciones. No podia ver al objetivo, por lo que no podía afectarle sus magias. Se movio hasta alcanzar a la druida, usando el mesa como escudo, y agachándose lo mas que podia.
Necesito verlo, para poder atacarle.

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Cada vez los heroes le atosigaban mas y se echaban mas encima de el , pero el se movia apenas de sus sitio y de su actitud y seguia disparando.

El disparo iba a caranthir

Aprovecha el ver como surca una flecha la niebla para moverse dentro de esta y colocándose ne una posición mas favorable para ella, ya que no tenia cobertura el arquero de su posición, y en cambio, la mesa donde estaba ella le daría alguna ventaja.
- Es hora que caigas en brazos de los reinos de los sueños. Tu ojos te pesan, tu brazo se vuelve rígido, y solo deseas descansar.

Utilizo mi conjuro de desaparición  volviéndome invisible y  me muevo hacia donde está el semielfo, luego utilizo  algo de mi reserva arcana en mi daga.

El semielfo cae desmayado por el efecto del encantamiento, parece que esta apunto de superarlo pero finalmente sus parpados pesan , deja caer su arco lentamente y se duerme en el suelo

Creo que es muy fuerte la maldición... no crees? Lo único bueno es que tiene un poco de todo y no avanza tanto como un hechicero o clérigo, pero ahora que la estoy viendo en acción no se yo si te vendría mejor cambiarla.
Acepto consejos, je je.

Gran sorpresa embargó a Arus al ver desplomarse al semielfo. Un sueño profundo se apoderó de él. -Buen trabajo Persephone. Dijo mientras se acercaba al durmiente. Buscó todas sus armas y las arrojó lejos de su cuerpo por si despertaba.

-Creo que sería buena idea despertarlo para hacerle unas cuantas preguntas. Este hablará nuestro idioma, no como los goblins. 

Dirige una mirada a Arus, y con su impasible gesto de su pálida cara, le contesta.
- Veo que algunos de vosotros habéis sido impactado por los certeros disparos del arquero. Puedo pedir sanación a los elementos de la madre tierra, pero os advierto, estos dones, pocos comunes, son limitados, y solo os lo podre conceder a cada uno en cada salida del astro sol.

A Kiber no le gustaban los hechiceros, nunca le habían gustado, aunque se tratasen de hermosas mujeres, para el eran todos unos malditos tramposos que se valían de trucos para engañar y confundir a la gente, eso en el mejor de los casos. Si bien, esta vez tuvo que reconocer, no en alto por supuesto, que aquella pálida hechicera había resultado útil.

Camino lentamente hasta el semielfo caído, sin dejar de apuntarle con su ballesta, e intentando no mirar a la carnicería que había en aquella habitación. No deseaba tener pesadillas.