Partida Rol por web

Persephore se pone la mano en la nariz intentando tapar el mal olor. Ve que Arumat entra sin vacilar.
Ni loca entro ahi. Aqui os espero.

Yo también esperé a que aquellos que entraran en la sala de las comidas nos vinieran a dar las noticias de lo encontrado allí, pues me parecía muy descortés y poco inteligente por mi parte seguir inspeccionando.

Así que estuve al lado de Persephore, pero alerta por si la puerta norte se abría...

Drialia cerró la puerta de nuevo antes de decir. - Eeem, la izquierda, quería decir la izquierda. - dijo sonriendo la joven.

-Malditos salvajes. Pagarán por esto.-Dijo Arus al ver el interior de la sala. Era un espectáculo macabro y poco agradable, y motivo más que suficiente para el desprecio de un hijo de Sarenrae. Esperó que sus commpañeros inspeccionaran la habitación antes de continuar.

-Sigamos por donde propone Drialia.

La primera o la segunda vez. Dice la chica con un tono burlesco y una sonrisa en sus labios... si se podia llamar a eso una sonrisa.

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Esta gran sala del trono está decorado con colgantes de pieles a lo largo de sus paredes, en su mayoría rojo negro a rayas  varias pieles de perro y, en algunos casos, lo que parecen ser los cueros de caballo. Cuatro maderas cuadrados soportan el techo, con cabezas humanas empaladas en docenas de clavos de hierro, con los tramos inferiores decoradas con manos amputadas al noreste, una plataforma de madera se esconde soportando  un trono colmado de pieles de perro y de caballo cráneos del perro adornan los reposabrazos y un cráneo de caballo en los alto sobre respaldo del trono.

En esta sala hay 3 goblins comando ,1 warchanter , 1 gecko gigante y un jefe goblin que al situarse en el trono parece ser el jefe de la tribu.parece que estan entrenando en combate. El jefe observaba la contienda desde su trono y se levanta de el indignado por vuetra presencia y os grita

Como osais los de vuestras desgarbadas razas, presentarse ante el Jefe de Guerra "Piedra afilada" ?

Por lo visto parece que habla de el en tercera persona y esta indignadisimo por vuestro atrevimiento

Persephore da un paso atras. Se siente muy indefensa, aun con las proteccion que le ha aguardado sus compañeros a lo largo de sus locas andanzas. Mira a Arus, esperando que el hable. Lo cierto es que sin saber porque, le ve como la imagen de lider del grupo.

Tras inspeccionar respetuosamente entre los restos de aquellas gentes y no encontrar nada el grupo abrió la siguiente puerta, dentro un jefe tribal con su séquito descansaba rodeado de macabros trofeos, Arumat ni siquiera iba a negociar, aquella afrenta contra las razas humanoides no sería perdonada, iba a llevar las almas de aquellas viles criaturas ante el fuego de su diosa. ¡Rápido, al pasillo, allí anularemos su ventaja numérica y evitaremos que nos alcance la criatura gigante!

Entraron en lo que parecía ser la "sala del trono". Estaba bien defendida, con un jefe, cuatro goblins más, e incluso una criatura gigante. Si se descuidaban podrían ser superados rápidamente, por lo que las indicaciones de Arumat eran acertadas y, de momento, era mejor luchar en el pasillo, controlando el número de enemigos.

Arus se movió un paso, y rezó, en una corta plegaria, a la gracias de su diosa para pedir su ayuda en combate. Conjuto: Escudo de la Fe +2CA

-Hoy acabará tu existencia, escoria. Pero si me dices donde encontrar a Bruzasmus, haré que tus últimos minutos sean más llevaderos. ¿Que respondes?.- Le dijo en tono amenazante. No esperaba respuesta alguna, al menos ninguna agradable.

Drialia esperó un momento a ver que decían sus compañeros. No iba a haber negociación. Drialia sonrió para sus adentros, quizá este combate fuese más entretenido que los anteriores. 

Temed a la naturaleza. - dijo con una sonrisa perturbadora. Había visto unos pequeñas hierbas en el centro de la sala, abriéndose paso entre las losas del suelo. - ¡Crece! - ordenó simplemente la druida a la pequeña hierva que, acto seguido, comenzó a crecer y crecer. La planta comenzó a extenderse rápidamente enredándose en los pies de los goblins y las demás criaturas de la sala. 

Me eché el conjuro que hacía que un haz de luz se iluminase entorno mía dándome una protección extra, mientras grité a Drialia para que se apartara de la zona, ya que estaba en la línea enemiga. Luego me moví siguiendo la idea de Arumat.

La chica desde allí no tenia perspectiva del campo de batalla asi que espero hasta que la circunstancia le permitiese moverse y poder actuar en consecuencia.

Os arrepentireis de haber entrado aqui ,sereis mas palidos todavia cuando esteis muertos y esta sera vuetra tumba!!!

Al oir esto los enemigos entran al ataque , nada mas vosotros habeis entrado en la habitacion

El warchanter anima a sus tropas con su latigo y al mismo tiempo le hecha a los ojos a Arus unos polvos magicos a los ojos , con un soplido (efecto hechizo "daze" dc 11)

Los demas se abalanzan torpemente , pero sus pequeños brazos en comparacion a los dos guerreros que soportan sus ataques no son suficientes

Arus se vió rodeado de enemigos. Por todas partes había goblins, pero como sabía lo indisciplinados que erann pensaba que matando a su comandante cundiría el pánico entre sus filas. Alzó su escudo y con la mano de la espada asestó un fuerte golpe hacia el comandante. Sería el primero en caer.

A la vez que alrededor de mi armadura se crea un halo de luz, mi arma brilla con una energía eléctrica, preparado para arremeter contra mi enemigo, pero el ataque resulta desastroso...

Esperar compañeros a ver si se ve afectado el lider La bruja murmura unas palabras hacia el lider del grupo esperando que se vea afectado por su hechizo.
অবিরাম যে রাতে আপনার ভাঁজ পৌঁছানোর, আপনি স্বপ্ন অন্তর্জগৎ আপনার আত্মা ড্র্যাগ এবং এই স্বপ্ন বা বাথরুমে ঘুম থেকে না.

Drialia se movió junto a Arus para evitar que les flanqueasen. Escudo en una mano y cimitarra en la otra atacó al goblin que tenía delante. Tenían que luchar juntos si querían salir airosos de esa situación.

Ballesta en mano Arumat se dispuso a disparar, sin embargo sus compañeros se hallaban en mitad de la refriega dejando poco espacio para el disparo, por lo que decidió invocar las bendiciones de su diosa, tras una pequeña plegaria casi inaudible una luz celestial rodeó al grupo durante unos instantes antes de que éste sintiera las fuerzas renovadas.