Partida Rol por web

Tras investigar las muertes de la aldea y acabar con una extraña criatura mágica, el grupo decide adentrarse en las ruinas que Galadriel les indica. Algo no huele muy bien en esa aldea pero, de momento, deciden seguir su instinto y confiar en ellos.

La entrada a las ruinas no fue agradable. Algo les estaba esperando. Una extraña y ridícula criatura de gran poder ataco a los héroes. Un enorme caballero alado completamente cubierto de acero apareció para ayudarles con la criatura, permitiéndoles acceder a las ruinas en busca del verdadero enemigo. Mas iban contra reloj, pues el caballero estaba recibiendo heridas muy graves y no aguantaría mucho.

Destruid los sellos y daréis con el Brujo. Les dijo…

Turno 1

Viendo que el combate se va a desenvolver al otro lado del grupo comprendi que necesitaba acelerar mi organismo, aunque la criatura esta vez fuese mas pequeña no podía menospreciarla.

Tras aumentar mi velocidad paso a entre el grupo moviéndome 9 metros y apartándome de la boca del pasillo.
Alcanzo al enemigo con un golpe lateral, lamentablemente no consigo superar su coraza.

La criatura recibe el impacto con placer, como deleitándose con el sadismo y el combate. Parece un monstruo creado únicamente para satisfacer algún tipo de perversa necesidad o, quizás, como reflejo de una personalidad perturbada.

Empuja con fuerza su pinza, intentando ensartar a Yuri, que recibe un tremendo impacto en el pecho que lo hace vibrar. A continuación, grita de frustración por no haber podido atravesar a su enemigo.

Aedoc mandó al dragón a vigilar el pasillo lateral. Quizá el jaleo llamara a más enemigos y más valía ser precavidos. Al trigre, sin embargo, no hizo falta ordenarle. Se lanzó contra la extraña criatura del selló. Sólo con el impulso inicial logró hacer daño de verdad. Los colmillos apenas arañaron su cascarón. 

El dragón miró por el pasillo, aunque estaba más pendiente del ruido del combate. 

El mago, por la experiencia con el otro, más grande, sabía que era un duro rival. Preparó un rayo de vacío y lo lanzó. 

Con un rápido movimiento Saul se acercó a la estancia en la que se encontraba el enemigo mientras destapaba su cantimplora, enseguida comenzó a gesticular en el aire hasta que tuvo la oportunidad para apuntar a la bestia momento en el que con un grito desencadenó las fuerzas mágicas a las que había dado forma, al instante un rayo de agua surgió desde la cantimplora a sus manos y de estas hacia su objetivo, aunque no con toda la efectividad que esperaba el mago.

Los gruñidos del cangrejo resuenan en los túneles mientras mis compañeros se precipitan en el combate. Avanzo rápido hasta una posición con mejor visibilidad y me tomo mi tiempo en seguir los movimientos del engendro. Su coraza parecía resistente por lo que la puntería iba a ser crucial.
Tenso el arco cerrando los ojos mientras apunto dejando que la flecha sepa el camino correcto hasta mi oponente.

Siento como la flecha sale disparada y veo indignado como esta rebota entre la gruesa coraza sin apenas molestar a la criatura.
- Mierda punta de crustáceo! - Gruño maldiciendo al destino.

Turno 2

Aprovechando la inercia creada por el movimiento anterior, pivoto sobre mi propio eje para descargar un golpe contra la criatura, viendo que el golpe no consigue penetrar el blindaje del adversario termino el giro con un golpe ascendente para terminar interponiendo la espada entre las pinzas y mi cuello.

El daño causado hace que la criatura entre en frenesí. El dolor la hace disfrutar tanto como causarlo. Sin dejar de gruñir, deseando más sangre, ataca con una velocidad inusual tanto a Yuri como al tigre de Aedoc.

El ataque contra el tigre consigue golpear un costado, dejando una fea herida abierta que hace que el animal se encoja de dolor.

Con la sangre derramada por el tigre la bestia todavía se enfurece más, e intenta arrancar una pierna a Yuri. Consigue atraparla y, al tirar de ella, el dolor atenaza la mente de Yuri.

Todo se vuelve borroso, de repente, esta en otra parte, en otro cuerpo. Tiene visiones de glorias pasadas, de antiguos heroes, de ejercitos y de hombres que te siguen hasta la muerte... esta viendo el mundo a traves de los ojos de un rey...

Por las venas de Yuri todavia corre sangre azul, muy diluida, de viejas historias de siglos pasados pero, al fin de al cabo, es Sangre de Reyes.

Vuelve al mundo que lo rodea y todavia puede ver la garra de la criatura rodeando su pierna, a punto de arrancarla...

No sera hoy... y no seras tu...

Con una tremenda descarga de adrenalina, Yuri salta en el aire y, con la pierna que todavia le queda libre, asesta un terrible golpe en el rostro de la bestia, girando sobre si mismo para caer nuevamente de pie. La criatura, sorprendida por la fuerza del impacto, suelta la pierna y retrocede unos pasos...

Sangre de Reyes...

El dragón voló hacia el bicho, ante su impaciencia y la orden de Aedoc. El tigre ganó la espalda, pero ninguno logró hacer nada. Más aún, el dragón tropezó y algo hizo. La cosa pintaba mal. 

El arcanista no tenía más remedio que invocar otro tigre. Una nube apareció junto a Dientecitos y otro tigre asaltó al engendro.

Los potentes ataques del grupo apenas traspasaban la armadura que poseía el monstruo, daba igual que fuera acero o magia, tenían que buscar la manera de traspasarla y Saul creía tener la solución, sin embargo le llevaría un tiempo concentrar el poder necesario para lanzar el conjuro de forma segura.

Vuelvo a tensar mi arco sacando una nueva flecha. Afianzo mis piernas para tener mejor equilibrio que el tiro anterior.
Centro la vista en la horrorosa mandíbula del engendro. Me tomo mi tiempo calculando la distancia y el momento perfecto. Ahora conocía la dureza de la piel de aquella bestia. Aguanto la flecha tensando más la cuerda sintiendo mis músculos ejerciendo todo su potencial.
Respiro hondo esperando el momento oportuno. Aguanta, un poco más,... aún no, espera...
Clank!!!
Oigo como la flecha se sale del arco y cae a pocos pasos de mi sobre el suelo empedrado.
Me muerdo con fuerza el labio hasta conseguir que brote un hilo de sangre maldiciendo mi suerte cada vez mas cabreado.

Turno 3

Noto como el impetu inicial se va marchitando, y nuevamente fuerzo mi organismo para cruzar los limites, las visiones me habian cogido desprebenido, pero habia comprendido que llevaba un vida de entrenamiento para destacar en lances como el actual.

Su potencia muscular es superior y sus reflejos son rapidos, pero saborea demasiado el momento y no termina de comprender el juego, deberia sacar ventaja de mi improvisación.

Realuzo un molinillo con el mandoble, cuando la criatura alza la guardia giro sobre mi cuerpo y salto acia la pared, recorriendo pocos pasos por ella y giro sobre mi mismo, no alcanzo la altura desada para salir de la ratonera, pero consigo retirarle la ventaja por altura... 

Realizo un ataque descendente alcanzando la parte superior de su hombro, un colpe capaz de cruzar una pesada coraza, pero la criatura es un ejemplar para el combate.

La criatura disfrutaba con el dolor y la sangre, algo que el guerrero con espada no le proporcionaba. Sin embargo, esos animales de pelo largo, tan blandos, con unos huesos tan frágiles… eran excelentes para desmembrar.

Se gira para tener ambos a su alcance. El olor de la muerte hace enloquecer los instintos de la bestia, que entra en un frenesí de destrucción. (Frenesí +30 ataque y doble daño. Defensa 0)

Las garras atrapan a los tigres, causando grandes daños pero, en su afán de destrucción, sus ataques carecen de la precisión necesaria, dejándolos escapar inmediatamente.

El tigre recién invocado atacó con ganas. Entre bestias, ese era el lenguaje, matar o morir. El dragón intentaba romper la armadura del ser aprovechando las grietas que ya se estaban formando. La garra la tenía ya muy tocada y la desgarró todavía más. El gigante debía sentir un tremendo dolor.

El mago lanzó un rayo negro de nada. Ir debilitándole era lo único que podía hacer. 

El combate se recrudecía por momentos, tanto sus aliados como la bestia sangraban profusamente, tenía que darse prisa, pero aún era peligroso liberar la desbordante energía que estaba tejiendo entre sus manos, solo necesitaba unos pocos segundos más...

Recojo gracilmente la flecha caída contemplando la escena del sangriento combate en el que andan inmersos mis compañeros.
Los rugidos de la bestia y mis compañeros resuenan en la habitación redoblando los latidos de mi corazón. No podía permitir por más tiempo que aquella aberración siguiera entre nosotros. La rabia y la furia del combate se apodera de mi cuerpo. Saco mi lengua y la paso por la punta de mi flecha saboreando el cálido sabor de mi sangre al brotar. La sangre llama a la sangre. Esta vez no fallaría.
Disparo la flecha sin mucho miramiento con ansias sin tiempo para calcular la trayectoria. Veo satisfecho como la flecha alcanza al cangrejo clavándose en un lateral de su cuerpo.
Sonrío disfrutando de la emoción con cierta decepción al darme cuenta que mi enemigo no se inmuto por aquella picadura.
Sería mejor cambiar de plan.

Alejando el pie izquierdo, pivoto sobre el para para ganar potencia en el golpe, aprovechando así golpear en su expuesta espalda. Aunque el ataque es rápido, de forma reactiva guío, pues este ataque se dirigía a una parte previsible de su organismo, consiguiendo poco mas que abrirle una brecha en su coraza. No fue suficiente
Tras este ataque adquiero nuevamente una posición mas seguro. Mi cuerpo no reacciona como debería. Golpeo con la parte lisa de la espada, asiéndola con ambas manos para parapetarme tras ella.