Partida Rol por web

Rocafreda

El hogar de Lucius

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17/08/2010, 13:07
Director
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 En las cercanías de la torre del mago, pues es así como es conocida por la mayoría de vosotros, es un lugar agradable donde emplazar un hogar. Está ubicado en la parte alta de una pequeña colina en la que reina el verdor de la vegetación, con grandes árboles de hoja caduca dándole sombra en verano y dajando que el sol acaricie la torre en invierno.

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17/08/2010, 17:59
Director
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 Una vez fuera das un vistazo al pueblo, ya ha pasado la hora de comer y ves como, poco a poco, la vida retorna por las calles, llenando el pueblo de los sonidos de trajín de sus habitantes y de los forasteros que van llegando trayendo sus caravanas para montar algunos estantes, así como los ganaderos van llegando también para dar tiempo a sus bestias para descansar para estar frescas para cuanado las inspeccionen los posibles compradores.

  Pero lejos de prestarle demasiada atención encaminas tus pasos, decidido, hacia el hogar que compartes con Lucius. El paseo es largo, son un par de horas de camino que termina convirtiéndose en senda. Pero a finales de verano es agradable el paisaje y la temperatura acompaña.

 Finalmente, tras las siete u ocho millas de andar, terminas por llegar a ver la torre en la que tantos recuerdos tienes, lugar en el que has crecido y aprendido.

 Pero a medida que te aproximas ves tres monturas en el exterior, una de las cuales destaca por encima de las otras, un corcel más fuerte y bien cuidado. Un semental de color castaño oscuro con la cola y la crin de color negro. Los arreos de esta montura están rícamente ornamentados.

 Cuando ya alcanzas dinalmente el patio y diriges los pies hacia la puerta de acceso de la torre, esta se abre de improviso y tres figuras salen por ella. Dos son cláramente combatientes, tipos rudos, enfundados en armaduras ligeras. Pero el que te llama la atención es el tercero. Un tipo alto ataviado con ricos ropajes de terciopelo negro y carmesí. De pelo negro largo recogido en una cola que cae por su espalda. Que antes de salir se gira para decir lo que parece ser las últimas palabras de una conversación.

 - Ya me darás una respuesta, Maese Lucius. Y espero que cuando llegue el momento podamos brindar.- Habla con cierta autoridad, parece una persona acostumbrada a ser obedecido.

 Una vez fuera el hombre te mira, pero te ignora claramente mientras dirige sus pasos hacia el semental oscuro y lo monta para salir a un trote ligero por la senda por la que has llegado. Los hombres que le acompañan hacen lo mismo con las otras monturas. 

 Nunca le habías visto, estarías seguro de recordarlo de haberle visto.

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18/08/2010, 10:37
Judas Maldecap
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Judas observó discretamente como aquellos hombres se alejaban cabalgando. No había visto nunca a aquel tipo, pero sin embargo, parecía tener negocios con Lucius.

Todavía con estos pensamientos dándole vueltas por la cabeza, entró en la torre del mago.

- Buenas, maestro Lucius. Ya he vuelto de Lunil. Se acercó a la mesa, y dejó encima el zurrón que cargaba a la espalda. - Albert me dio este paquete para vos. La voz le tembló un poco al recordar el estropicio que había causado abriendo uno de los fardos. Decidió confesar antes que Lucius lo descubriera. - Ha habido un pequeño problema con uno de los embalajes... Judas miraba hacia el suelo, sin atreverse a fijar su mirada en los ojos de su maestro. - Se abrió... Y bueno... Las antenas se desparramaron por el zurrón. Inclinó repetidas veces la cabeza en señal de disculpa.

- ¿Quien... quien era el caballero que hablaba con vos? La curiosidad pudo con su sentimiento de culpa, y realizó la pregunta antes de observar la reacción del mago. Al darse cuenta de su precipitación volvió a disculparse sentidamente. - Lo...lo lamento.

No es que Judas tuviera miedo de Lucius, más bien era respeto. Apreciaba enormemente a su tutor y maestro, y no quería decepcionarle.

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18/08/2010, 10:58
Lucius
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 Cuando entras en el interior de la torre encuentras a Lucius sentado en una butaca, con Terrible (su familiar hurón) en su regazo, acariciándole. Parece sumido en unas profundas cavilaciones.

 No es hasta que, ya hace un poco que estás en el hogar, comentando que se desparramaron las antenas, que no hace algún signo de escucha.

 - Bueno, encárgate de guardar en los frascos y tratar los componentes para las recetas alquímicas.- Te comenta en tono maestril.- Y luego limpia el zurrón, el icor que sueltan esas antenas es horrible, mejor limpiarlo cuando está fresco... sinó lo haces así es mejor que lo quemes.

 Entonces se levanta de la butaca, te parece que le cueste, como si hubiera envejecido en tu ausencia. A pesar de que es un hombre mayor, con una edad imprecisa sobre los sesenta años, siempre se ha mostrado vital y enérgico, por eso no te pasa desapercivido ver como se levanta trabajosamente de la butaca.

 Cuando preguntas acerca del forastero, te mira con una expresión que no sabrías definir.

 - Nadie que debas conocer, un tipo que ha venido de la capital. Un posible cliente.

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18/08/2010, 19:26
Judas Maldecap
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El joven mago obedeció a su maestro. Guardó y catalogó los componentes alquímicos en sus respectivos frascos y repisas. Una vez concluida la tarea salió al patio exterior, y se dispuso a limpiar el zurrón que él mismo había mal logrado.

Cuando acabó la limpieza, Judas, regresó al interior de la torre. Aun estaba intentando limpiarse las manos de aquella pasta hedionda cuando se dirigió a Lucius. - ¿Os encontráis bien? ¿Parecéis algo fatigado? Judas se mantenía a una cierta distancia, no quería incomodar a su maestro. - ¿Necesitáis que os prepare algo que os ayude a descansar? Haciendo el gesto de dirigirse a la cocina, pero sin emprender el camino a esta.

Parecía que la visita de aquel caballero, había influido en el extraño estado en que se encontraba ahora Lucius. No quería volver a importunarlo con preguntas referentes a aquella visita, pero estaba claro que algo perturbaba a Lucius.

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18/08/2010, 23:23
Lucius
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 Al regresar al salón donde está Lucius, tras haber guardado y limpiado los componentes, lo ves sentado de nuevo en el sillón, con una copa de cristal en la mano y una botella encima de una mesita auxilar juno a él, con una copa vacía en ella.

 Cuando le hablas parece que salga de algunas profundas reflexiones y se te queda mirando, intensamente, como si te analizara o inspeccionara.

 - Ya te has hecho todo un hombre Judas, y tienes cualidades para llegar a ser un buen mago, si eres diligente... y logras mantener esa curiosidad tuya bajo control.- Sus palabras suenan un tanto extrañas, más viniendo de él. Es como si pensara en voz alta. Luego da un trago de la copa, degustando su contenido antes de tragarlo.

 Con la zurda te indica una silla cercana, indicándote que te sientes en ella, mientras te sientas en ella, llena la copa vacía y rellena la suya. Luego te entrega la que estaba vacía.

 - Brinda conmigo, joven Judas.

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19/08/2010, 15:55
Judas Maldecap
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Se sentó lentamente en la silla que le indicaba su maestro, algo dubitativo, aceptó la copa que le ofrecía. La alzó, y brindo. - ¿Por qué brindamos maestro? No acababa de entender las palabreas de Lucius. No parecía que estuviera reprendiéndole por su torpeza anterior. Había algo en el tono de voz, que sonaba solemne. Cosa que inquietó, aun más si cabe, al joven mago.

 

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20/08/2010, 03:13
Lucius
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 Ves cierto brillo en los ojos del mago cuando preguntas el motivo, y fugazmente aflora una sonrisa entre sus labios, esfumándose tan rápido como ha llegado.

 - Eres agudo Judas. Sí que lo eres.- Pasa la mirada de tus ojos a la copa que tiene en las manos y de esta nuevemente en ti.- Por el presente. Brindemos por el Presente, pues desafortunadamente el futuro pinta turvio Judas.

 Alza la copa hacia ti para luego ingerir su contenido de un largo trago. Luego deposita la copa en la mesita y se acomoda en el sillón. Mientras sus ojos siguen puestos en ti.

 - Las cosas cambiarán Judas, algo poderoso se avecina, como un huracán. Si logramos aguantar su paso por nuestras vidas es posible que las cosas, tal y como las conocemos hoy día cambien de forma dramática.

 A pesar de el mensaje lúgubre de sus palabras, el tono con el que las pronuncia es sosegado e introspectivo.

 - ... Lunil... Rocafreda... Idilia... puede que nada vuelva a ser igual. Joven Judas.

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20/08/2010, 10:05
Judas Maldecap
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 Imitando a su maestro, Judas bebió parte del contenido de la copa. Las palabras de Lucius perturbaron al joven mago.

- ¿Que intentáis decirme maestro? En los ojos del joven brillaba un fulgor intrigante. - ¿Hay algo que podamos hacer para impedir ese cambio? Judas sabía que los cambios no siempre eran malos. Las cosas mutaban, se transformaba. A veces para transformarse en algo mejor, o diferente. Pero la actitud de su maestro no daba a entender que aquel cambio establecido en el orden fuera para bien.

Bebió otro trago de la copa, y la depositar sobre la mesa. Casi mostraba impaciencia en su lenguaje no verbal, ante las inminentes explicaciones de Lucius.

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20/08/2010, 11:05
Lucius
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 Tu mentor te contempla en silencio, parece que esté reflexionando, buscando las palabras adecuadas. Finalmente, tras un prolongado silencio habla de nuevo.

 - Puede ser que llegao el momento algo podamos hacer. Pero tengo que meditarlo... ahora me siento abrumado, necesito un tiempo para reflexionar en ello. De momento mejor que no te cuente nada. La ignorancia, por el momento, espero que te mantenga a salvo.

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20/08/2010, 15:54
Judas Maldecap
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No estaba muy seguro de comprender a su maestro, pero dado que Lucius daba la conversación por concluida, se dispuso a retirar las copas vacías. Las últimas palabras pronunciadas por su tutor, resonaban en su cabeza mientras se dirigía a la cocina. ¿Qué sería aquello que no le quería revelar? ¿Tan dramáticos acontecimientos estaba apunto de acaecer?

Tras un momento de ajetreo en la cocina, volvió junto al anciano mago. En su cabeza bullían las preguntas sobre aquellos funestos presagios. Su instinto curioso luchaba por surgir. Pero las palabras que dirigió a Lucius no tenían nada que ver. – Esta noche iré a Lunil. Hay una actuación en la posada, y estarán allí Viloant y Gustarson. ¿Los recuerda? La sonrisa jovial era sincera, mostraba el ímpetu y las ganas de divertirse de cualquier chico de su edad. - ¿Hay alguna tarea que quiera que haga antes del anochecer? Intentando parecer responsable de sus tareas.

 

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23/08/2010, 11:35
Lucius
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 El anciano hace un gesto afirmativo ante la mención de Violant y Gustarson.

 - Sí, ya escuché que regresaba el hijo de Beogolf.

 Tras meditarlo un momento, este niega con un gesto de la cabeza.

 - No, no, ya quedas libre de tus obligaciones hasta mañana, joven... tan solo vigila con la farra, que las resacas son muy malas.- Sonríe un tanto pícaro con esta pequeña observación, sin reflejar preocupación alguna.

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23/08/2010, 12:20
Judas Maldecap
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Judas sonrió y se retiró alegremente de la presencia de su tutor. Pasó la tarde ocupado en sus cosas, preparándose para el recital nocturno. Tal vez conociera a alguna chica esa noche, nunca había tenido demasiado tiempo para ese tipo de relaciones. Así que pasó las horas yendo de aquí para allá, silbando entre dientes, esperando que llegara el momento.

Notas de juego

Ojo Isaac a quien marcas.

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24/08/2010, 09:57
Director
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 Finalmente el ansiado momento parecía llegar, pues pronto en el exterior sería negra noche, y como el camino hacia Lunil no era precisamente corta, mejor partir ahora que aún acompañará la luz del ocaso.

 Tras despedirte del anciano mago, partes hacia Lunil con la intención de pasarlo en grande.

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24/08/2010, 12:54
Judas Maldecap
Sólo para el director

Con paso alegre, su bastón en la mano, y su inseparable libro de hechizos en la mochila, Judas partió hacia Lunil. El camino, con el leve resplandor de la tarde, se le antojó mágico. Con los sonidos de animales, y el aroma de las plantas flotando en el aire. Las funestas palabras de Lucius, ya no pesaban en el corazón del joven mago.

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01/06/2011, 09:47
Director
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 Sin demorarte un ápice, emprende la marcha por el camino secundario hacia tu hogar, bueno el de Lucius, pero también ha sido tu casa durante la última década.

 Al tomar el camino ya fuera de Lunil, y empelido por cierta alegría al andar deseoso de contar lo vivido durante los últimos días a Lucius, el camino se hace más ameno y algo más breve. Y ya hacia el final, ciertos aguijonazos en tu estomago, ya que lo comido en el castillo ha sido más bien poco, te hacen avanzar más rápido.

 Tras hora y media de marcha ya vislumbras la perenne imagen de la torre de Lucius, armónicamente rodeada con el entrono, con los dos árboles de ámplia copa bajo el que tantas horas habéis descansado durante las tardes de verano alo largo de los años.

 Pero a medida que te acercas, y puedes ver más bien los detalles, algo no te cuadra...

 No sabrías decir qué exactamente, pero algo no era como solía ser. Como debía ser. No hay los sonidos de los pájaros que solían trinar por las tardes, la puerta estaba abierta... colgando de una de las bisagras, de forma lastimera. En el exterior, ante la torre, había una mancha oscura con un montón de restos carbonizados en medio.

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01/06/2011, 11:59
Judas Maldecap
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Una punzada de apremio se clavó en el corazón de Judas. Después de sus últimas "aventuras" no esperaba encontrar cambios en su lugar de paz. La preocupación por la vida de su maestro creció incontrolable.

La cabeza aturullada del joven mago, le hizo olvidar la precaución. Cosa que hubiera sido lo más sensato. Así que alarmado, apoyándose en su bastón, y con su nueva ballesta al hombro, se dirigió apresurado hacia la torre de Lucius.

- ¿Que puede haber paso? Rápidamente su mente buscaba explicaciones racionales para aquel inquietante paisaje que se dibujaban ante sus ojos.

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01/06/2011, 12:13
Director
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 Una vez el joven alcanza el patio de la torre ve una imagen bastante desoladora. Por todas partes se pueden intuir escenas de combate. En varios puntos se ven efectos de la magia desatada, una amplia mancha levemente carbonizada en el suelo, un impacto de relámpago en el muro de la torre, asímismo también hay rastros de cascos de caballos profundamente incrustados en el suelo de tierra, manchas de sangre oscura medio embebido en el suelo.

 Con los ojos fuera de las orbitas, el joven aprendiz termina por entrar, con cierta cautela al inicio, en el interior de la torre. Los rastros en el patio no eran nada en comparación. No quedaba mueble entero en la torre. Estanterías derribadas, mesas rotas y arcones rebentados. El suelo es un caos de cristales, pergaminos, tintas, componentes alquimicos y ropas rebueltas.

 Marcas de impactos se aprecian en las paredes o el suelo. Un par de cuadrillos de ballesta están incrustados en una puerta. Sin lugar a dudas una dura contienda se ha sucedido en la torre.

 En cualquier caso, no parece haber nadie en la torre.

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02/06/2011, 18:53
Judas Maldecap
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Por un momento el corazón del joven mago desfalleció. Sus rodillas se doblaron por la angustia que sentía en su pecho, y amargas lágrimas resbalaron por sus mejillas.

Todo lo que conocía y amaba parecía haber desaparecido. Nunca se hubiera atrevido a imaginar que la torre de su maestro no perduraría inmutable para siempre.

Los ojos enrojecidos del mago miraron hacia todos lados, buscando el mas mínimo indicio de su maestro.

¿Porque nadie querría dañar a Lucuis? Era un buen hombre, un hombre sabio que no había hecho daño a nadie. Aquello no tenía sentido. Algo en el interior del joven se quebró, tal vez levemente, pero lo suficiente como para perturbar su alma.

Toda su vida había sido feliz. Había aceptado la suerte que corría, y le había parecido la mejor de las dichas aprender junto a tan justo maestro. Pero esta destrucción sin sentido, había echo tambalearse los cimientos de su propia existencia.

Con la sucia manga de su camisa hecha jirones, Judas se secó las lágrimas que manchaban su rostro. Con amargura volvió a ponerse de pie con la ayuda de su bastón. Tenía que encontrar cualquier indicio de su maestro, no podía perder el tiempo lamentándose.

Si en aquel lugar había alguna cosa que él pudiera encontrar, la encontraría. Y aun con todo su pesar, mantenía la ilusión y la esperanza de que su maestro aun estuviera con vida.

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03/06/2011, 10:59
Director
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 Con el corazón encogido y los ojos enrogecidos, Judas rebusca en toda la torre ahora que al parecer no hay nadie presente que pueda representar un peligro. Pues por los destrozos, y los componentes alquímicos hechos añicos, parece ser que hace más de un día de todo este alboroto.

 Al revisar la torre se percata de que ha sido saqueada, varios viales que contenían pociones y preparados arcanos más frecuentemente demandados habían desaparecido, así como alhajas menores y otros objetos, así como un pequeño cofre donde Lucius guardaba algunos pequeños fondos que había alcanzado con el negocio. También encuentra sus propias pertenencias bolcadas en el suelo pero servibles, unas mudas y algunos eneseres personales.

 Pero no encontrando rastros de Lucius el aprendiz de mago sale al exterior con la esperanza de encontrar algo. Tras dar un breve rodeo, lamenta haberlo encontrado...

 Al pié de un pequeño estanque natural, junto a la torre encuentra un cuerpo enclenque enfundado en un pijama y una bata abierta que reconoces como Lucius. Con las lágrimas resbalando por sus mejillas te apresuras para llegar junto a este para ver como algunas heridas menores han manchado de sangre el empapado pijama, pero que lo que realmente ha terminado con su vida es la asfixia, su rostro amoratado, con un rictus de pánico te dan fe de una muerte horrible.