Partida Rol por web

Sale del ascensor junto a Sakura y se dirigen hacia sus habitaciones, cuando al levantar la cabeza ve a Levi esperándole en la puerta. Antes de llegar hasta él, saca el móvil y ve su mensaje.

-¡Oh! ¡No lo había visto! ¿Llevas mucho tiempo esperando? -cuando ya están cerca, le da el estuche- Toma, tu estuche, la próxima vez no te lo dejes por ahí tirado si es tan importante. -Le sonríe.

-Bueno chicos yo me voy a dormir que mañana quiero levantarme temprano, que descanseis ^^

Era aproximadamente la medianoche, se había encontrado entrenando por más de hora y media, su cuerpo estaba semi-desnudo sin nada desde el pantalón hacia arriba mostrando un cuerpo bien trabajado con músculos marcados y levemente brillante, tenía el sudor a flor de piel y en grandes cantidades estaba levemente más seco que mojado. En su pantalón se podía ver como la chaqueta y la camiseta de color negro estaban colgando hacia abajo como si fueran utensilios, se notaba que las tenía allí hace un buen rato. En cuanto a su rostro, éste se encontraba levemente serio, más frío para ser específicos, ya no tenía la bandana verde que estaba en su cabeza y los cabellos rojizos corrían por su rostro como un mar de llamas. Se encontraba con las manos en los bolsillos del pantalón mirando a la puerta, se notaba que no había golpeado debido a que no sacaba las manos de los bolsillos, su cuerpo emanaba levemente un vapor, era el contraste que existía entre el calor de su cuerpo y el frío que existía afuera, miro hacia un costado para escuchar a Yumiko hablar, su mirada era fría como la esmeralda y que posó en la chica con rapidez. –Oh..Vale. –No le pareció interesarle mucho el hecho que recién estuvieran llegando o que estuviera semi-desnudo frente a ellas, estaba relajado y un tanto distante, tomo con la derecha el estuche y le agradeció con la misma actitud. –No, llegue hace poco. –Su cuerpo lo dejaba visible, aún tenía la piel erizada y las tetillas duras debido al frío, los músculos parecían marcarse aún más en ese estado, no tenía un gran volumen pero si parecían duros como la piedra.

La mirada del joven recrimino la palabra de Yumiko, no le había gustado aquel consejo y sus ojos se lo habían demostrado, mantuvo el estuche a su lado mientras respondía cerrando los ojos y con voz firme. –Si no me hubieras dicho que lo estabas cuidando hubiera vuelto enseguida. –Llevo su mano izquierda hasta su nuca y sacudió la maraña de cabellos rojos, miro hacia Sakura y con una leve sonrisa sin quitar la actitud fría respondió. –Bien, duerme bien Sakura. –Dijo con educación.

Le mira de arriba a abajo, y aparta la mirada, sonrojandose ligeramente. -No se.. Si deberías de vestirte, al menos para ir por el hotel... ¿Qué dirán los profes si te ven así? -cuando este le contesta fríamente, se gira para mirarle, arqueando una ceja. Antes de decirle nada, gira la cabeza sonriendo a Sakura.- Claro, buenas noches. Descansa, ¡que mañana tenemos un gran día para visitar Kyoto! -Una vez se despide de Sakura, y esta entra en su habitación, se gira para mirar a Levi y frunce ligeramente el ceño- ¿Que ha pasado? Estás muy serio. No tendrías que haberte preocupado tanto por eso -señala el estuche- No le habría pasado nada.

 Nota como la joven le queda mirando y dice aquello, se miro hacia abajo viendo su cuerpo y lleva su mano izquierda hasta su abdomen, acaricia levemente los zurcos con la yema de los dedos y vuelve a mirar incredulo a su compañera. -Lo más seguro es que dirían que use condón. -Haciendo clara referencia a lo que había sucedido en el tren. Volvió a llevarse la mano izquierda hasta los cabellos, no se había dado cuenta el como había dicho las cosas y radicalmente cambio el rostro por uno más amable, como si las apariencias realmente le interesaran. -¿A mi? Nada, estoy perfectamente. -Esbozo una sonrisa amable. Luego miro hacia el estuche y la mirada parecía suavizarse al verle. -No le ha pasado nada gracias a ti. Simplemente es algo importante. -El frío de sus ojos parecía derretirse al mirar el estuche, pero luego volvió a mirar a Yumiko y con una leve sonrisa ladeada volvió a fijarse en ella. -¿Tu también quieres irte a dormir?

Se sonroja cuando dice lo del condón. -¿Pe... pero que dices?? Todos sois iguales >__< - niega con la cabeza, quitandose el rubor y le mira con gesto algo preocupado. -¿Seguro que estás bien? -pero cuando le ve que vuelve a poner una sonrisa amable, le sonríe. Niega con la cabeza ante la última pregunta. -Nah, estoy algo cansada del viaje, pero no me importa charlar un rato.- Mira el estuche. -¿Qué es tan importante como para que tenga que dar mi vida para protegerlo?

Un tipo alto, con una camisa blanca y un pantalón de chándal rojo camina por el pasillo del Rokusen, este tiene una venda en la frente mal puesta y a pesar de tener el vendaje sigue brotando sangre de la frente, esta recorre la cara bajando desde el entrecejo partiéndose en la parte del Puente de la nariz haciendo dos sub riachuelitos de sangre.

Este camina con las manos en los bolsillos y con andares algo bastos, parece algo enfadado, cuando se para justo frente la Puerta cerca de la de Yumiko, este empieza a dar mamporrazos a la Puerta llamado de males maneras

Hermana! Estas ahí dentro!? Tenemos que hablar! Anda no sigas enfadada que solo ha sido un comentario de nada....

Chilla a la puerta con intención que alguien la escuche

La actitud del joven era errática, le costaba controlarla debido a que a esas horas siempre se encontraba en su hogar y no tenía que lidiar con sus compañeros de clase, para esas alturas ya no debía de estar fingiendo como siempre lo hacía en el instituto y se comportaba tal cual le habían criado realmente, más frío y tajante sin pudor alguno ante nada ni nadie. Ignoro la pregunta de su estado anímico llevando la mano hasta el frente de su rostro y movió la palma de un lado a otro dejando en claro que aquello no daba importancia. Levanta el escuche al escuchar la pregunta, ya era la segunda o tercera vez que se la hacía por lo cual ya era bastante obvio que era importante para ella saber, esbozo una leve mueca de satisfacción mientras miraba el estuche y cuando se disponía a responder alguien realizo tanto ruido que el pelirrojo tuvo que prestarle un tanto más de atención.

-Hey. –Dijo con tranquilidad mientras miraba por sobre la cabeza de Yumiko. –Esa es la habitación de Kumiko. –Esperaba no equivocarse, a veces recordaba mal las cosa pero sacaba por conclusión que las primeras seis habitaciones fueran las de los estudiantes. –Ella no sé si estará, me parece haberla visto en recepción hace un par de horas. Pero es bastante tarde como para que vengas a causar tanto escándalo. –No había miedo en su mirada, desde pequeño que se ha enfrentado a multitud de personas que dicen ser boxeadores profesionales, karatecas, maestros del Kung fu. Pero todos ellos han practicado para reaccionar ante peleas limpias, jamás se han topado con alguien con fuerza, técnica y habilidad que utilice los más sucios trucos solo para ganar, es por eso que en su vida no había perdido jamás, Levi había sido entrenado para utilizar cada oportunidad que tenía para pelear sucio, ya sea mordiéndole un dedo del pie o ponerle los dedos en alguna cavidad, todo valía. –Si quieres le puedes dejar un mensaje. –Llevo su mano libre hasta la cabeza de Yumiko y movió a la chica levemente hacia adelante. –Ella es una de sus alumnas, es bastante confiable como para dejarle un mensaje.

¿Qué le pasa? Normalmente no es así. Bueno... No le des más importancia, Yumi. Seguro que es porque está cansado. Va a decir algo cuando escucha un ruido detrás de ella. Se gira para mirar y ve a un tipo sangrando. Mete un pequeño brinco de sorpresa al verle. Sin decir nada, mira de reojo a Levi, luego al tipo, y de nuevo a Levi.

-Creo que si que es la habitación de Yamaguchi-sensei. -le medio susurra a Levi, aunque lo suficientemente alto como para que Eikichi le escuchara. Entonces Levi le pone la mano en la cabeza y la mueve hacia adelante.- ¿Eh? ¡¿EH?! Si... Bueno... Soy alumna suya y puedo dejarle el mensaje... -sonrie de medio lado, aunque su sonrisa es ligeramente temblorosa. Sigue mirando a Levi y al desconocido sin parar, cambiando la mirada de uno a otro.

Yamaguchi hombre se queda mirando a los dos y se acerca como un rayo hasta quedar frente a frente, este le agarra la mano uno a uno zarandeándola como saludando pero parece algo bruto, primero se la agarra a Yumiko y de tal meneo que le da se le mueve hasta el alma, luego se la agarra a Levi y hace los mimo. Ambos pueden notar como luchadores que tiene una mano muy fuerte, seguramente también luche

Así que vosotros sois alumnos del Rokusen... pero mira que guapos son!

Dice admirando a los muchachos como i fuesen un cuadro en una sala de arte, entonces vuelve a ponerse enderezado y serio, ose un poco con el puño cerca la boca.

Me llamo Eikichi Yamaguchi, un placer jóvenes del mañana.

Menciona cuando va a poner la mano en la frente para optar la típica pose de Chico triunfador tirándose el Cabello hacia atrás pro, se toca la herida y siente un escalofrió que le recorre el cuerpo, cosa que intenta aguantar como un hombre que es, pero, por dentro está diciendo “ mierda... duele....” con sollozos imaginarios.

Chicos, mi hermana se ha dejado el móvil en su  habitación, ¿podéis decirle cuando la veáis que Riu y Ken, ya van por la mitad de camino? Ellos son quienes están trayendo a vuestros compañeros.

Vosotros os acordáis que Sora and Shiru no pudieron venir con vosotros porque tenían que ir a una competición es misma tarde, Sora de Boxeo y Shiru de waterpolo.

El muchacho enarco una ceja al ver a al sujeto tan peculiar, apenas le dio la mano pudo darse cuenta que era un deportista o artista marcial pero aquello no llamaba su atención del todo, seguía siendo alguien común y corriente para él, pero el hecho de saber su nombre ya le hacía conocer que no era alguien normal, era parte de la familia Yamaguchi por lo cual debía tener cuidado por el cómo actuaran. –Levi Jaeger. –Respondió ante la presentación ajena, cuando le quedo mirando fijamente pudo sentir un escalofrió en la espalda aunque podría ser por el hecho de que estuviera sin nada de la cintura hacia arriba, el rostro del muchacho era un ojo en línea recta como si las cosas que estuvieran pasando no fueran de su interés. Debo dejar de meterme con la familia de Kumiko.

No quiso preguntar sobre lo que le había sucedido, lo más seguro es que tuviera sus razones para estar en ese estado, dio un leve suspiro para volver a poner su mano derecha, la cual no estaba con el estuche en el cuerpo de Yumiko, pero esta vez le paso el brazo por el cuello por derecha a izquierda y apego su torso desnudo y parte de la pelvis en la espalda de la joven colocando su mentón sobre la cabeza azulada de la muchacha. –Claro, ni idea de quienes son los que faltan pero seguro Kumiko sabe. –Levi no tenía idea de quienes faltaban pero era porque había tanta gente que muchos le parecían iguales. El cuerpo del pelirojo era fuerte y bien formado dejándose sentir completamente en la joven, incluso el frío de su cuerpo se dejaba deslumbrar además de la intimidad del muchacho en la espalda de la chica, aunque el joven miraba con ojos tranquilos y una leve sonrisa hacia Yamaguchi-Men. –¡Nosotros le diremos! –Dijo con cierto tono juguetón a la par que esbozaba una sonrisa, la oración fue casi más cantada que dicha de la típica manera que la dicen los japoneses.

Si no hubiera sido por todos los entrenamientos que había hecho a lo largo de su vida, seguro que le habría dislocado el brazo. Madre mía, ¡que fuerza tiene! Le mira parpadeando cuando este se da en la frente con la mano. Seguro que le duele... Y mucho....

-Yo... Yo soy Yumiko Kobayashi.

Asiente cuando le dice lo de avisar a Kumiko, pero no da tiempo a decir nada ya que Levi le pasa el brazo por el hombro, acabando pegado a su cuerpo, medio abrazándola y con el mentón en su cabeza. Se queda quieta como un palo y roja como un tomate. Nunca nadie, a excepción de su familia, se le había acercado tanto, ¡y menos nadie medio desnudo! Intenta mirarle de reojo y lo único que puede ver es su pecho, por lo que se gira mirando a Yuamaguchi-man, más roja, casi echando humo por la cabeza.

-S... Si... ¡Se lo diremos!

tras esa petición se queda mirando una vez mas a los dos cuando se percata que Levi esta desnudo, o mejor dicho semidesnudo

-wuaaaaaaaa estáis en medio de empezar el tema lo siento !!! 

dice el profesor quedando cada vez mas sonrojada de la vergüenza, tanto que lega a parecer un tomate 

- mejor me voy lo siento!!!

menciona chillando mientras va corriendo a la escalera bajandolas, sacando humo por las orejas de la vergüenza que ha pasado, sera todo lo valiente y fuerte que sea, pero en temas amor y relaciones, esta muy perdido el pobre, la vergüenza siempre le puede y le gana.

una vez fuera la pareja queda en absoluto silencio y a solas.

Ve su reacción y niega con la cabeza y moviendo los brazos hacia los lados.

-¡No no! ¡Esto no es lo que parece! ... No es... -pero ya se ha ido escaleras a abajo, dejando a solas a ambos en el pasillo. Se queda en silencio, mirando hacia las escaleras y una gota de sudor le recorre la espalda. Levanta ligeramente la cabeza.- Em... Yo... -baja de nuevo la cabeza, roja como un tomate, recorriendo el pasillo con la mirada a la espera de que no venga nadie más y los vea en esa situación tan vergonzosa.

Levi se quedó mirando la escena desde la posición en la cual se había mantenido, tenía el mentón apoyado en la cabeza de la peliazul y el brazo aún enrollado en el cuello de la chica, se irguió al ver como el sujeto salía corriendo y mientras la chica intentaba, de mala manera, explicar la situación éste simplemente se despedía moviendo la mano izquierda de manera inocente y con una leve sonrisa en los labios. –¿Estas bien? Pareces tener algo de fiebre. –Dijo ya estando frente a la puerta de su habitación, la cual estaba justo al lado de la de Yumiko. Abrió la puerta con lentitud y se giró para volver a mirarle. Los ojos eran fríos pero la sonrisa era marcada. Tuvo que mirarle más de frente a la chica debido a que ella se encontraba a su derecha y el parche le tapaba la visual. –Es un poco tarde, pero si quieres puedes quedarte un rato más en mi habitación. Me has hecho un par de preguntas y si quieres puedo responderlas. Pero claro, no prometo portarme bien. –Saco levemente la lengua, juguetón como nunca antes se le había visto en el instituto. Se había hecho un par de preguntas mientras entrenaba y las respuestas habían sido clara, la más clara fue: “Esta semana es lo último que te ata a estas personas. No hace falta que finjas todo el tiempo”

Sin esperar una respuesta el muchacho entró a la habitación, encendió las luces de ésta y dejo el estuche en la cama, noto como las maletas se encontraban a un costado bien ordenadas, tal como le habían dicho que estarían el botones, se quitó la chaqueta y camiseta que tenía atadas al pantalón y las dejo en un costado donde pudiera tomarlas con mayor facilidad. Estiro sus brazos y dejo notar como los músculos se tensaban. 

-Fieb... ¿Fiebre? -niega con la cabeza rápidamente intentando despejarse- ¡Para nada!

Al ver que este sale de encima suyo y se dirige a su habitación, mete la mano en el bolsillo y saca la tarjeta de su propia habitación. Cuando Levi se gira de nuevo hacia ella y le dice de quedarse un rato más. ¿Hablando? ¿En su habitación? ¿En serio? Mira su tarjeta, mira a Levi de nuevo, ve como este entra en su habitación y desaparece de su vista, y mira de nuevo su tarjeta y la puerta de su propia habitación. Suspira. Bueno, ¿y que voy a perder por charlar un rato? Total, se que lo que dijo en el whattsap era broma y no me va a hacer nada. Se guarda la llave en el bolsillo de nuevo y entra por la puerta de la habitación de Levi, cerrando esta tras de si. Se queda quieta en la puerta observando todo al rededor. Pues si que son grandes estás habitaciones... Ve la camiseta y la chaqueta, y vuelven a subirsele los colores al recordar que estaba medio desnudo. Para disimular, mira a su al rededor y ve el estuche.

-Em.. Ejem... Y... ¿Y que contiene ese estuche?

 Abrió el ventanal que daba con la terraza, el viento entro con furia como si un temporal estuviera atacando la ciudad, las cortinas se movieron rápidamente pero luego se calmaron. El muchacho de cabellos rojizos se giró al escuchar las palabras de su acompañante y el brillo en los ojos del joven parecía que fuese una recién pulida gema de esmeralda. Observó a la chica y luego al estuche. –Es el violín de mi madre.  –Camino con las manos en los bolsillos y paso pausado hasta queda a un par de metros de distancia de Yumiko, abrió los seguros del estuche y dejo relucir un violín perfectamente cuidado y de un color blanco puro con toques negros. A pesar de tener varias décadas había sido cuidado con una gran calidad y cada cierta cantidad de años había sido rejuvenecida. Lo tomo con la mano derecha y lo quedo mirando con rostro solemne, la sonrisa se había esfumado levemente y luego miro de reojo a su compañera. –Ella me enseñó a tocar ciertas tonadas. –Se notaba un cierto aire de cariño en sus palabras mientras dejaba el violín en la mesa, le hizo un gesto con la mano para que pudiera tocar el violín con libertad, camino hacia la ventana abierta y miro hacia afuera.

-Tengo muy pocos talentos o características positivas. El tocar el violín es algo que ella me enseño, técnicamente es su talento no el mío. –Pronuncio casi respondiendo a una pregunta la cual jamás fue dicha. Espero algún tipo de reacción mientras se quedaba con los brazos abiertos sintiendo la brisa que solo un cuarto piso podía darte. 

Mira hacia el ventanal con los ojos de par en par, cuando Levi lo abre de golpe. Vaya aire hace fuera... Parpadea y mira a Levi acercarse hasta el estuche. Se acerca un poco a él para ver como abre el estuche y ve el violín. Cuando lo deja encima de la mesa, lo coge con suavidad y lo mira bien.

-¡Ala! ¡Es super bonito! Seguro que lo tocas genial. -le mira de reojo viendo como vuelve hacia la ventana a sentir el aire. Sonríe de lado al escuchar su último comentario y arquea ligeramente la ceja. Se acerca a la cama y deja el violín en su estuche, cerrando la tapa para que no sufra ningún accidente, y se acerca a Levi.- Aunque ella te haya enseñado, también es un talento tuyo, no solo de ella. -se pone a su lado mirando hacia fuera.- Fijo que ella está muy orgullosa de ti.