Partida Rol por web

Phil se quedó helado al escuchar los disparos de escopeta. Su primer impulso cuando pudo reaccionar fue mirarse el pecho y asegurarse de que los disparos no le habían alcanzado. Después pensó en su moto y, finalmente, en el resto de gente de la tienda.

¿Estais todos bien?...

Entonces vio a Troy entrar como una furia en la trastienda. Apenas tuvo tiempo de gritarle que se detuviera antes de ir tras él rodeando la barra, sin tanta acrobacia.

Hacía ya unos segundos que el que fuera que estuviera al otro lado había colgado, pero aún así Samantha siguió con el auricular apoyado en la oreja demasiado aterrorizada para reaccionar. Fue cuando oyó los disparos que salió de su estupor, tirándose al suelo en un acto reflejo y arrastrando con ella el teléfono que aún sujetaba fuertemente, sin atreverse siquiera a respirar. Sólo cuando vio a Troy salir enfurecido hacia la parte de atrás de la gasolinera su garganta se puso en acción.

- TROY NOOOOOOOO.... ES UNA TRAMPA.... -Pero él o no la había oído o no la quería oír.- Phil no vayas, nos estaba vigilando... está esperando por nosotros... NOS VA A MATAR... -Pero parecía que nadie la hacía caso.

Se volvió histérica hacia Steve.

- Por favor Steve, por favor... nos va a matar a todos uno por uno... estaba al teléfono... no era el sheriff... está loco y nos va a matar.

Sabía que ir a la trastienda era un auténtico suicidio, pero quedarse allí sola podía ser muchísimo peor. Si Steve decidía ir a mirar qué pasaba no le quedaría más remedio que ir con él, aunque lo mejor sería escapar de allí lo más rápido que pudieran.

¡Troy! ¡Troy! ¡¡TROYY!!,  ¡ven, ven! -gritaba Steve-, ¡No vayas joder! ¡¡Larguémonos de aquí, coño!!

El guía también se agachó instintivamente. Jamás le había pasado nada parecido. Alguna vez se había perdido (durante las primeras rutas que guió), le robaron una vez el depósito cuando fue a unos baños durante una parada tiempo atrás y había tenido incluso que auxiliar como buenamente pudo a un antiguo cliente al que le dió un infarto en un descanso... pero ésto... ¿Disparos? ¿Un atraco?

Lo que vió, junto con el resto, no le pareció tal cosa.

Cuando troy alcanzó la trastienda, el restaurante,  vio una escena dantesca: justo en el medio de la sala, entre todas las mesas cuadradas provistas con sus dos pares de sillas cada una y preparadas para un montón de comensales si fuera necesario, una mujer yacía bocabajo. Un gran charco de sangre inundaba ahora el suelo, junto a ésta. En la pared inmediatamente frontal podían divisarse rastros de sangre impregnada violentamente (algunas de ellas formando un biscoso "goterón" que poco a poco iba cayendo).

Junto a la mujer, que tenía el cráneo destrozado y el cuerpo agujereado por la cantidad de disparos, había un hombre agachado, como examinando el cuerpo como cuando lo hace un inspector tras la escena de un crímen. Tenía el pelo largo y blanquecino (el tipo); no llevaba camiseta alguna y estaba manchado, en cara y pecho, de la sangre tras los embistes de fuego. Vestía unos pantalones oscuros muy maltrechos, al igual que unas botas negras y unas vendas en sus manos. Lo cierto es que aquel tipo parecía un indigente.

El hombre, aún agachado, estiró su brazó, y con dos dedos de su mano tocó el charco de sangre sobre el suelo. Untó un poco en sus llemas y se las llevo a la boca, como probándola. Aquella situación os revolvió el estómago, pero alguno de vosotros sentía furia más que otra cosa. Un detalle, en su mano portaba una escopeta, y en el momento en que Troy entró como un poseso en el espacio designado como restaurante y le vio, tuvo que pararse en seco: ahora el tipo le apuntaba directamente, a escasos tres metros.

Una de las ventanas de aquella gran sala no tenía cristal: más bien estaba destrozado y sus restos esparcidos por el lugar.

MMmmm... De...delicioso -dijo el tipo paladeando la sangre de la boca antes de levantarse con sumo cuidado sin dejar de apuntar a Troy.

Phil se detuvo en el marco de la puerta al escuchar a Samantha por un lado, y ver al psicopata por otra.
Tra...tranquilo hombre. Solo pasabamos por aqui. No hemos visto nada.
Phil sentia el corazon a punto de explotar. Aquel tipo estaba como un cencerro, no hacia falta ser un profesional para darse cuenta. phil sabia que troy acabaria intentando algo, asi que espero que entre ambos tuvieran alguna oportunidad.

Troy asentía de forma seria, obviamente quieto a unos metros frente a aquel pintoresco y maquiavélico personaje.Lo miraba con rabia y desprecio mientras este probaba la sangre de su víctima desfallecida en el suelo, haciendo más y más grande el charco de sangre.

Aquel tipo para simples ojos parecía un idigente de aspecto normal y de indudable locura, no obstante, Troy parecía apreciar algo en él, algo extraño que le decía "ten cuidado o morirás", este tipo no es como el resto que alguna vez te apuntó con un arma, y aún así no podía evitar que su corazón se acelerara, no por el miedo sino quizás por esa placentera y excitante sensación de saber que alguien puede matarle.

-No vengo a molestar, sólo quiero que me respondas a un par de preguntas, quizás tres- le decía con descaro al mendigo que parecía no dejar ni apuntarle ni un momento.

-¿Fuiste tu el que mataste a Jaime Guttemberg, viajaba en un mustang rojo?- esta era la pregunta menos importante, aunque no quería decir que no sintiera curiosidad por saberlo, pues odiaba a ese tal Jaime y en el fondo le agradecía que acabara con ese desgraciado.

-Por qué haces esto, tienes alguna meta a conseguir, algún motivo, es el fondo del mundo o algo así- comentaba con un toque burlón pero sin dejar de mantenerse serio y sereno.

-Y....- el rostro de Troy pasó ahora a uno más amenazador, intimidante sin duda, asustaría al más valiente-...y fuiste tu quien puso unos clavos en la carretera próxima a esta gasolinera- el tono de voz era homogéneo durante la pronunciación de toda la oración, quizás fuera en esta ocasión como otra de tantas en las que no se pudiera controlar.

Haz dos tiradas: un de Bajos fondos (dificultad 5), y otra de Percepción (dificultad 6)

No tengo "niiiiuuuuiiiideeeaa" de "quieuen" me hab... me hablas -el tipo parecía, al hablar como drogado, o quizá en un estado de embriaguez exagerado-. Al hablar pestañeaba, pero no perdía firmeza al encañonar a Troy.

Ahoura me vuoy a ir tranquilamen...men... mente -continuó mientras daba unos pasos hacia atrás en dirección a la ventana. Acto seguido, sin que pudiérais hacer nada, ni tan siquiera acercaros debido a las precauciones que tomaba por aquella posición coercitiva con el arma, se subió a la ventana y saltó por ella. Luego vísteis a través de ella como se alejaba corriendo.

Acto seguido, el tipo se acercó a la parte posterior, al restaurante, pues estaba acurrucado tras el mostrador de la gasolinera.

¡¡Madre!! -seguía gritando. Luego llegó hasta donde estaba Troy, avanzó unos pasos y su cara se tornó deseperada. Comenzó a gimotear y luego a llorar, agachándose mientras tocaba el cuerpo de su madre y se manchaba de sangre sus rodillas... ¡¡Hijo de la gran... !! -ahora el chico estaba lleno de ira, rabia... Luego se levantó, miró por la ventana, y vio corriendo al tipo, alejádose colina arriba ¡¡Hijo p$%&"!! -volvió a gritar.

Pero esta vez no se estuvo quieto. Volvió al mostrador y os sorprendió que el muchacho tuviera la agilidad que no aparentaba, pues parecía cuidarse poco físicamente debido a aquel trabajo tan estático... Se agachó, cogió algo y lo puso en el mostrador. Era una escopeta. Volvió a agacharse (haciendo todo esto como si no estuviérais allí, no le importaba), y tomó una cajita de cartón: eran cartuchos de bala. Abrió la escopeta, metió dos en la cámara y el resto las quedó allí, en el mostrador. Acto seguido salió con la escopeta apuntando hacia arriba y corriendo hacia la misma dirección del tipo.

Os fijásteis por el resto de ventanas que no lo iba a perseguir a pie, sino que se subió a una camineta blanca que había en la parte trasera y no habíais visto al llegar al lugar. Le vísteis montarse. Le óísteis arrancar...

El tipo de la escopeta, el asesino, no sabe de qué le hablas, es decir, no sabe a quién te refieres con el nombre del tal Gutemberg. Quizá lo haya matado, si; pero de haberlo hecho no tiene ni idea de quien era.

No sabía como expresar las ganas que tenía de apalear a ese tio.Su asquerosa y tonta forma de hablar le desquiciaba, y cerraba los puños con vigor e irritación mientras se sentía impotente por no poder hacer nada, bueno poder si pero acabaría seguramente con un buen balazo en su pecho por no decir la cabeza.Simplemente se queda allí plantado observando como el tío escapaba sin bajar la guardia.Escupía mostrando el poco respeto que le tenía a aquel vagabundo, y por la rabia que sentía al no poder hacer nada. De pronto aquel silencio es roto por los llantos de aquel obeso dependiente, lo que hace llamar la atención de Troy, mirándole sin expresar pena, sino frialdad y pasividad.

-Chaval...- se disponía a decirle algo cuando este se levanta de forma agilodosa y acude aún más raudo al mostrador.Troy le sigue, con curiosidad para ver a que se disponía a hacer el joven gordito.Sus ojos se abren como platos al ver lo que sacaba de debajo del mostrador.¡Vaya trabuco! Si se hubiera percatado de este antes las cosas hubieran sido totalmente distintas.El dependiente parece estar bastante cabreado, cargando aquella arma y de nuevo dirigiéndose a la parte trasera.

-¡No puedes hacer nada!- le gritaba mientras este se alejaba dirigiéndose hacia la camioneta.Troy se queda observando hacia la dirección que había tomado este.Se mantenía pensativo durante unos segundos pero acto seguido...

-Bah, que diablos.¡Sin mi no podrás hacer nada!- una de sus manos se aferra agarrando la caja de cartuchos y corre hacia la camioneta para que antes de que se marchara, subir en la parte trasera.Era su oportunidad, podría darle su merecido a ese tipo por el mero hecho de apuntarle con un arma.Además, seguro que le ocultaba algo, quizás algo de dolor le refresque la memoria.

Al ver que Steve se dirigía a la parte de atrás no le quedó más remedio que seguirle, ni loca se quedaría allí sola. Cuando irrumpieron en el restaurante y vio lo que estaba sucediendo, una arcada llegó hasta su garganta aunque consiguió contenerse. Aquel loco estaba chupando sus dedos impregnados con la sangre del cadáver. Se sujetó con una mano el estómago y con la otra tapó su boca cuando, al ver aquello, una nueva arcada subía hacia su boca.

- Está loco... está completamente loco -la voz apenas era audible ya que el miedo, sobre todo al ver cómo apuntaba directamente a Troy, era demasiado grande.

Nada más escapar el hombre por la ventana Samantha se dobló por la mitad y empezó a vomitar violentamente sin poder controlarse. Ni siquiera vio al joven salir detrás del loco ni a Troy salir después. Cuando se incorporó con el pelo revuelto, los ojos llorosos y la garganta ardiendo, intentó no mirar el cuerpo allí tirado ni la sangre salpicándolo todo.

Se dirigió de nuevo a la tienda y cogiendo una botella de agua intentó aliviar la quemazón de su garganta así como refrescar un poco su aliento. Se acercó a la parte de atrás sin atreverse a entrar.

- ¿Alguno de vosotros va armado? Creo que necesitaremos buscar algo con qué defendernos y largarnos de aquí pitando. Ese loco no parará hasta vernos muertos, eso fue... eso fue lo que me dijo por teléfono. Nos estaba vigilando, seguro que nos sigue vigilando...

Phil apenas tiene tiempo de reaccionar cuando el muchacho sale por la ventana cargando con el arma. si hubiera tenido tiempo hubiera intentado calmarlo y convencerlo de buscar ayuda. Ya era tarde. Para colmo, su psicopata personal, Troy, habia saltado tras el. 

Ante la pregunta de Samantha, Phil retiro su camisa para que pudiera ver el revolver que llevaba dentro del pantalon.

-Yo tengo esto.

Troy salió corriendo con la caja de cartuchos que el muchacho se había dejado. Pese al accidente poco tiempo antes, parecía poder correr perfectamente. Salió corriendo de la gasolinera.

¡Espera, joder, Troy! -gritó Steve con cara de pasmado al ver que la situación se le descontrolaba. ¡Está loco, está loco! ¿Vosotros conocíais a este tio antes de apuntaros a la ruta? ¡Vaya liante, joder!

Luego, mientras se acercaba a Samantha y le entregaba unas camisetas que había en uno de los estantes para que pudiera limpiarse, se sorprendió al ver el revólver que Phil había sacado.

¿¡Vienes preparado, no!? -dijo sin apenas sorpresas. Por salvaguardar mi negocio, decidí dejar las armas en casa. Cuando era motero por pura diversión no dejaba alguna de las alforjas de mi moto sin alguna, por lo que pudiera pasar, pero ahora... ahora no. ¡Dios mío, Phil! ¿Y qué vas a hacer con eso? -obviamente disparar si fuera necesario. O no. Más bien aquella pregunta fue retórica o al menos, incluso, llevaba la pretensión de responder si él también iría "de caza" tal y como lo habían hecho el tipo de la gasolinera y su compañero.

Troy corrió hacia la camioneta. El joven muchacho que estaba dentro aún se encontraba arrancando. Lo cierto es que ese maldito cacharro blanco "petardeaba" muy mal, y tardó unos segundos en ponerse en marcha, suficientes para que Troy le diera tiempo a colocarse en la parte de atrás, la de carga, de un ligero salto. El jóven, al oír el ruido tras su camioneta se asustó, miró para atrás y observó a través de la ventanilla que el hombre llevaba su caja de cartuchos. Troy vio, cuando se giró, de nuevo aquella mirada de odio, y comprobó que en asiento del coplito llevaba preparada la escopeta.

¡¡¡BRRRMMMM!!!

Por fin arrancó, y tras un severo movimiento oscilante (parecía como si esas ruedas estuvieran algo desinfladas) se pusieron en marcha, no sin antes hacer derrapar la rueda por la severidad del primer acelerón. La gravilla debió rechinar y salir lanzada hacia atrás, y así fue: Phil, Samantha y Steve vieron un pequeño polvo a través de una de las ventanas, que fue el que produjo el arranque. Acto seguido se dirigieron colina arriba los de la camioneta. Ya no veían al tipo que parecía un indigente, pues habría llegado a la pequeña cumbre... En esos momentos, cuando estaban arriba, el muchacho paró la camioneta, sacó su escopeta y se bajó de la misma.

¡Cabrón! -gritó mirando a todas partes mientras daba vueltas sobre sí y apuntaba a cualquier lado notándose que no lo hacía muy bien-, ¡¡Da la cara hijo de..."·$%&"!!

Entonces hubo un disparo.

¡¡BBOOOMM!!

La bala impactó en el suelo, desde algún lugar de alrededor, que, concretamente era una gran zona frondosa de árboles, y lo hizo justo al lado de los pies del muchacho, como advirtiéndole.

¡¡Largáos!! -dijo una voz...
¡¡Eso, iros de aquí!! -pero esta segunda voz no era la misma. Era de mujer.

-Solo la pillé por si acaso. No soy un matón como Troy, hace años que no disparo. Si os digo la verdad, si fuéramos listos, deberíamos coger las motos y salir pitando pero no puedo irme tranquilo dejando a esos dos solos contra... BOOOOOM! Se escucho en lo alto del cerro.

-Mierda! Voy a por la moto! Intentare ayudarlos.

Phil salio y salto al asiento de su Dyna

Consiguió fácilmente acceder a aquella polvorienta y degastada camioneta, para así comenzar a moverse colina arriba, aferrándose bien al pequeño techo del vehículo mientras este escopeteaba cómicamente por el tuvo de escape, y los neumáticos luchaban por no destrozarse en mil pedazos.

Finalmente cuando llegan, Troy permanece atento a su alrededor, aquel paraje les dificultaría las cosas para encontrar a aquel tipo, y más cuando escuchó un disparo, lo cual hizo que se lanzara de la camioneta al suelo de un salto, para rodar nada más tocarlo y ocultarse tras esta.Parecía que por el silencio que había, no le habían dado al dependiente.

-Cuidado bola de sebo, o te reventarán como a una piñata en una fiesta de mocosos alocados- le advirtió mientras observaba a su alrededor por si podía detectar algo para así localizar la posición del enemigo.

Sólo había hecho aquella pregunta para tranquilizarse un poco, así que abrió los ojos sorprendida al ver el revólver bajo la camisa de Phil.

- Joder... -Exclamó sin poder evitarlo. Y pensar que yo sólo venía a una aventura sin complicaciones y me encuentro rodeada de psicópatas.- Esta es nuestra oportunidad, marchémonos ahora por favor. Que le jodan a Troy, nadie le mandó ir detrás del ase...

Las palabras murieron en su boca al escuchar de nuevo otro disparo. Aquello no podía estar pasando, no a ella, aquello sólo ocurría en las malas películas que solían echar los domingos por la tarde para entretener a los mocosos.

- Pero Phil ¿dónde vas? -gritó al ver al hombre ir a por su moto.- Esto es una locura y yo la primera loca.

Muerta de miedo y sabiendo que su vida corría peligro, salió en busca de su moto para ir detrás de sus compañeros. Sabía de sobra que sola por la carretera no tenía ninguna posibilidad.

Troy intentaba aconsejar al tipo que se cubriese,y otorgó unos momentos para otear entre los árboles. No vio a nadie, aunque si apreció algunos de los matorrales al lado de ciertos árboles, en uno de los lados del comienzo del bosque, como moviéndose. Ahora ya sabía de dónde venían los tiros y comprendió que estaba en el lado correcto de la camineta si quería cubrirse de los disparos. Pero el muchacho de la gasolinera seguía en sus trece apuntando "al vacío".

¡Capullos!, ¡salid imbéciles! -gritaba mientras seguía apuntando.