Partida Rol por web

Por fin pudo ver lo que había sucedido, aunque prefirió no haberlo hecho. En el suelo se encontraban los cuerpos de Steve y del guarda encima de un gran charco de sangre. Samantha se llevó una mano a la boca intentando ahogar un grito. Ni siquiera reaccionó cuando oyó a lo lejos sirenas de policía. Sólo salió de su estupor al oír a sus compañeros preparándose para salir de allí.

Apretando tanto los dientes como los puños, el deseo de escapar a toda costa se impuso a cualquier otro sentimiento. Aquello se había convertido en supervivencia pura y dura y no había sitio para el miedo.

Se acercó a Phil para ayudarlo a llevar a Troy hasta su moto. Una vez que estuvieron acomodados, Samantha corrió hasta su moto y, poniéndose sin mucho miramiento el casco, se subió en ella. Las sirenas se oían al lado.

Salísteis de la cabaña. Samantha estaba visiblemente nerviosa y asustada; Troy aún parecía malherido aunque lograba portar sobre sí el hacha que mató a Steve hacía unos segundos... Y Phil lograba maneter el revolver con el que había repartido justicia en el interior. Veíais que el coche se acercaba ya bastante:

Los dos hombres se montaron en la moto de Phil y Samantha hizo lo propio con la suya. La moto de Steve y el Jeep del Guardabosques estaban intactos. No había más escapatoria que continuar el camino de tierra que avanzaba más allá de la casa forestal, pues del otro lado (el que daba a la carretera de la ruta del infierno) venía tal vehículo extraño. Tras arrancar vuestras motos y avanzar por la única salida (continuando el camino de tierra) mirábais hacia atrás y os dábais cuenta de que el coche no aceleraba ni hacía por perseguiros (mantenía una velocidad constante).

Sea como fuere, al cabo de unos quinientos metros aproximadamente tuvísteis que detener vuestras motos: el camino se acaba debido a un gran lago rodeados de matorrales que lo cortaba. En la orilla, dentro del agua, había una señal muy oxidada de "carretera cortada".

Era absolutamente imposible salir del camino e intentar avanzar con vuestras motos por otro lado, pues a uno y otro lado se concentraba el bosque típico y cuantiosas rocas y caminos poco irregulares (ni tan siquiera los delicados amortiguadores de una harley aguantarían una embestida de tanto desnivel tras coger una raíz saliente o una roca de los alrededores...). Por ello, no había más opción que dar la vuelta: la única forma de salir de allí era por donde habíais venido, por el mismo lugar que venía el coche. Tras unos minutos pensando qué hacer, el vehículo destartalado, incluyendo su sirena parecía aparecer en vuestro horizonte... El sonido e iluminación de la misma era presente, y se acercaban ¡SE ACERCABAN!, pero ahora, además se oía una música "amenizadora" que procedía del interior, como si estuvieran escuchando la radio o algún cassete:

Phil derrapa al llegar a la carretera sumergida.

¡Mierda! Parece que hasta aquí hemos llegado. Podemos intentar pasar cada uno a un lado del coche. Al menos uno de nosotros conseguiría escapar. Si  no, nos atrincheramos detras de un árbol y a ver cuantos son y qué intenciones traen!

Sin poder hacer mucho más que observar desde su posición, se aferraba a la moto mientras avanzaban por el camino de tierra y pedregoso.Lamentablemente, como solía ocurrir en esas situaciones, la vía de escape siempre estaba cortada por algun imprevisto, en este caso una especie de inundación que había ocultado por completo el camino.

Miraba de vez en cuando hacia atrás preocupado.Ese coche tenía mala pinta, pero parecía que por el momento no tenía prisa por seguirle, y parecía que ya sabía que el camino que habiamos cogido estaba inutilizable más adelante.Troy maldecía a todos los muertos que todo ser viviente que había a su alrededor cuando se encuentran finalmente el coche de cara al intentar volver, y además ahora llevanan una música que para él era irritante y burlesca.

-Tsk...se creen....q..que estamos cagads... de miedo- añadía costosamente al tenso momento, agarrando el hacha vigorósamente, dispuesto a usarla si fuese necesario.

Phil entrecerró los ojos tratando de discernir quien iba en aquel maldito vehículo. Mientras, Troy, mas recuperado y animado ante la perspectiva de violencia, maldecía a su espalda.

No se lo podía creer, estaban atrapados... por un lado aquel camino polvoriento no llevaba a ninguna parte y por el otro... por el otro aquel siniestro coche que avanzaba sin prisa y con la música a tope. Aquella música le estaba crispando los nervios.

No tendrían otra opción que intentar dar media vuelta y esquivar el coche. No sabía cuántos ocupantes llevaría, pero lo que sí estaba convencida era que las intenciones no eran nada halagüeñas para ellos. Samantha suspiró para calmar los nervios esperando el momento propicio para actuar.

Tres ocupantes, Phil, dos delante y uno atrás.

El coche parecía frenar a unos 100 metros de vuestra posición. En esos momentos, antes de pararse del todo, el vehículo giró y tapó el camino, pues el largo del coche era suficiente para tapar el ancho de la vereda de tierra (no totalmente horizontal se colocó el coche, sino lo suficientemente inclinado. La música seguía sonando, pero nadie se bajaba. La tensión aumentaba por momentos.

En esos momentos la sirena se apagó.

Me cubro tras un árbol y espero a ver qué hacen. 

Escondeos tras los árboles. No he alcanzado a ver si van armados o no.

No parecía que hubiera muchas más alternativas que la planteada por Phil, así que Samantha se bajó rápidamente de su moto y echó a correr hacia los árboles, escondiéndose detrás de uno cerca de su compañero ya que al fin y al cabo era el único de ellos que disponía de un arma.

Se agachó detrás del árbol esperando nerviosa los acontecimientos. Y aunque la sirena había dejado de sonar, la música seguía escuchándose por todo el bosque. Samantha se atrevió a echar un vistazo al coche para saber qué estaba sucediendo, pero nadie parecía tener prisa por bajar de él.

- Pero... ¿a qué coño están esperando?

No lo se. He distinguido a tres pero aún no sé si van armados.- Phil entecerraba los ojos. Siempre había tenido buena vista pero justo ahora desearía tenerla mejor.

Se baja de la moto como puede, y cojeando torpemente, se movía hacia el interior del bosque, colocándose finalmente detrás de unos de los muchos troncos que flanqueaban el camino de tierra.Agarraba con decisión el hacha, mientras tomaba algo de aire y se tranquilizaba, asomando tímidamente su rostro para ver que ocurría con ese maldito coche.

Acto seguido, mientras os guarecíais tras un árbol, se bajaron tres tipos del coche y la música acabó:

Os dísteis cuenta de que uno de ellos era el que habíais visto en la gasolinera, el mismo que había apuntado a Troy. Los otros dos parecían un tipo más viejo que éste y una muchacha rubia. En esos momentos, los tres se fueron al maletero de su coche, lo abrieron y sacaron de ahí diversas cosas: el tipo del pelo blanco una escopeta, el hombre mayor un hacha de leñador simple pero firme y la muchacha unos cuchillos.

Entoces se colocaron en fila de a tres, cubriendo todo el camino, se miraron entre sí y avanzaron. Escuchásteis cargar la escopeta del hombre mientas pisaban la arenilla del camino. Iban paso a paso, poco a poco. Vosotros conteníais la respiración, rezando porque no os hubieran visto. Sin embargo, al poco de estar cerca de vosotros, unos diez metros aproximadamente, la muchacha levantó un brazo y señaló el lugar donde estábais.

¡¡Entonces los tipos corrieron hacia vosotros, balanceando lo que portaban en sus brazos en la carrera, avanzando como embravecidos!!  ¡¡YA LLEGAN!!

Phil asió el revólver con las dos manos y abrió fuego 3 veces contra el tipo del pelo blanco. Las deflagraciones se escucharon por todo el bosque y un leve olor a pólvora lleno el aire frente a Phil. Odiaba disparar y se notaba. Sus dos primeros disparos salieron muy desviados pero el tercero tenía que haber acertado.

TENÍA QUE HABERLO HECHO.

Phil hizo un repaso mental y se dió cuenta, horrorizado, de una cosa. Solo le quedaba una bala.

Sin pensárselo dos veces, le pasa el hacha a su compañera para que pudiera defenderse.

-La necesitarás más que yo- le dijo serio asintiendo a esta para que confiara en él y no se preocupara por su salud, total ya estaba bastante tocado y el peso del hacha en sus manos no le ayudaría en sus movimientos.Percibió por los estruendosos sonidos de Phil, que había comenzado el combate.Al parecer uno de ellos tenía escopeta, así que no se arriesgaría a entrar a un combate cuerpo a cuerpo directo, o podría salir despedido hacia atrás por una potente ráfaga de escopeta.

Así pues, se quedo tranquilo y a la espera detrás de los troncos, divisando concienzudamente a las tres personas de aspecto macabro, acercarse hasta a ellos.Uno de ellos era el tipo que parecía un mendigo, el que se encontraron en la gasolinera y montó todo ese alboroto, quizás finalmente podría cumplir lo prometido.

Cuando la música dejó de sonar Samantha se atrevió a atisbar qué estaba pasando; vio a los tres personajes ir hacia ellos y reconoció al loco de la gasolinera. Por su cabeza cruzó la idea de escapar, de salir huyendo a toda ostia de allí, pero tenía tanto miedo que era incapaz de moverse, además... ¿hacia dónde iba a ir? ¿correr por aquellos bosques sin ton ni son perseguida por aquellos monstruos que seguramente conocerían la zona a la perfección?

Pegó un respingo al oír los disparos realizados por Phil y miró esperanzada para ver si caía alguno, pero... parecía que no iban a tener tanta suerte. Cuando Troy le dio el hacha lo miró estupefacta sin atreverse siquiera a cogerlo, pero al ver cómo aquellos asesinos corrían hacia ellos, asió con fuerza el mango dispuesta a lo que fuera por su vida.

- Gra... gracias. -Fue lo único que consiguió balbucir mientras apretaba los dientes en un esfuerzo desesperado por mantener la calma. Tenían que sobrevivir como fuera.

El tipo del pelo blanco cayó hacia atrás* al impactar una de las balas del revolver que Phil disparó. Ésta fue directamente al pecho (no sabiendo sus compañeros si éste tenía tal puntería o no). Lo cierto es que movió sus brazos al viento por la inercia del proyectil (y su largo y lacio pelo con ellos), su cuerpo se paró en seco despues de avanzar un poco y poco a poco fue cayendo hacia atrás... ¡Parecía haberle impactado muy cerca del corazón!

La escopeta que llevaba salió volando cuando hizo aquellos gestos y ésta cayó en el suelo, sin estar cargada aún (aúnque si tenía un par de balas en su interior), quedándose sobre el camino. Medio segundo depués, el cuerpo impactó contra el suelo, quedándose boca arriba. El tipo parecía muerto. Los otros dos ni parecían ni percatarse del hombre, e iban con su cuchillo y hacha respectivamente, o más bien parecía darles igual: érais sus objetivos, y como tales ninguna otra cosa tenían en mente.

Fue en estas que el hombre mayor, el del gran filo, se fue directente contra Troy, que había ido directamente a esconderse a los árboles. Cuando el tipo llegó hasta su posición, Troy parecía haberle ganado el asalto y consiguió abalanzarse sobre él, Tras un leve forcejeo, Troy consiguió "agarrarle" bien hizo caer el arma del tipo viejo al suelo y le propinó sendos golpes en la cara y el estómago ¡buenos derechazos incluso en ese estado tras el accidente! El tipo cayó al suelo y parecía nublársele los ojos mientras una de sus cejas y su barbilla sangranban..., estaba un poco obnubilado por los golpes... Eso si, no mencionaba palabra, igual que la mujer (parecían querer llevar a cabo sus intenciones lo más rápidos posible).

Mientras, la mujer corrió hacia Samantha con su cuchillo en la mano, aunque ésta le esperaba con el hacha en la mano. Sin mediar palabra como hasta ahora, tan sólo acompañada de un agudo grito de euforia y desquicia, ésta se abalanzó sobre la pelirroja, aunque la rechazó respondiendo poco acertadamente con el hacha, tan sólo golpeando al aire forzosamente. Cuando la enigmática mujer se repuso, volvió a la carga, volvió a abalanzarse y en esos momentos le asestó una puñalada cerca del hombro a Samantha, ¡le había hundido casi completamente la hoja!