Partida Rol por web

Llevas horas allí... Horas interminables de silencios, preguntas, respuestas desagradables y más silencios... 

La sala de interrogatorios, aunque tiene una temperatura agradable, te resulta fría, distante y estéril... Durante varias horas diferentes agentes del FBI han entrado a hablar contigo, haciendo bailar frente a ti diferentes papeles que acreditaba lo último que has hecho, mostrando especial interés en cómo lo has hecho.

Sin embargo...Hay algo raro en todo aquello... 

Al cabo de un tiempo que te parece interminable, una mujer entra en la sala.

Va vestida de manera simple: falda de tubo, camisa blanca, chaqueta y tacones. Sus pisadas se muestran seguras y tiene otra carpeta bajo el brazo.

- Buenos días Señor Ryan. ¿Qué tal se encuentra? Espero que los agentes del FBI le hayan tratado de forma adecuada. - La mujer retira una de las sillas que hay junto a la mesa y se sienta, dejando la carpeta sobre esta. - Le ofrecería algo de beber, pero me temo que yo seré más rápida que la persona encargada de traerlo. 

Con un movimiento rápido, abre la carpeta.

- A pesar de su corta edad, ha tenido una vida... Intensa... Por no decir interesante... No es la primera vez que hackeas un sistema informático por lo que puedo ver... 

En lugar de parecer enfadada ante esto, su expresión y su tono de voz te dejan ver que está ciertamente sorprendida de forma grata. 

En estos momentos te encuentras en la base de entrenamientos. Tras los incidentes de... Bueno... Ya sabes qué incidentes, tus superiores han creído conveniente que, por el momento, te quedes en el campamento formando a los nuevos reclutas, algo que te aburre soberanamente, aunque la idea de volver a salir al exterior te resulta agridulce.

- Hicks. - Te dice uno de los soldados cuando llega hasta ti. - El comandante quiere verte en su despacho.

De manera que, mientras las preguntas del porqué se van agolpando en tu mente, te diriges hacia allí. Sin embargo, cuando entras en la habitación, no te encuentras al Comandante, sino a un joven que nunca antes habías visto.

- Soldado Hicks, un placer conocerla al fin. - El hombre es bastante apuesto, no solo por su rostro sino porque el traje que lleva le sienta realmente bien. - Por favor, tome asiento. - Dice señalándote una de las sillas que hay libres.

No es la primera vez que entras en este despacho, aunque sí es la primera que ves a alguien sentado en el sitio del comandante.

- Soy el Agente Phetifer... - Una sonrisa ilumina su rostro. - He oído cosas muy interesantes sobre usted... - Sobre la mesa hay diferentes expedientes y documentos, y ves sin problemas tu foto en uno de ellos. - Aunque me temo que aquí no están sacando todo el potencial que tiene... 

Aunque el FBI ha sacado bastante partido de tus habilidades y tus capacidades, no sabes muy bien por qué te encuentras en la sala de interrogatorios. Les has echado una mano y ellos a ti... ¿Qué pasaba entonces?

Sabes que las pruebas que te hicieron no te daban apto para entrar en el FBI, aunque eso no es motivo para mantenerte allí encerrado... Es cierto que te han ofrecido una bebida y son muy amables contigo, pero eso no quita que te encuentres en una sala de interrogatorios...

Justo cuando estabas a punto de perder la calma, la puerta se abre y entra una mujer.

- Buenos días señor Wilmore. - Dice la mujer sentandose justo delante tuyo. - Espero no haberle hecho esperar mucho. - Bajo el brazo lleva una carpeta que coloca sobre la mesa y la abre. - Parece que el FBI le debe mucho... Aunque parece que no piensan recompensarle por ello haciendo que se una a sus filas... 

El Triskelion... Un lugar lleno de posibilidades y aventuras... Aunque no para ti. 

Terminando la formación básica, parece que aún no tienes un futuro a la vista, manteniendote por el momento allí, trabajando en las pocas cosas que te asignan... Sin embargo, la rutina se rompe cuando ves correr hacia ti a Kevin... Le conoces desde hace bastante, ya que estuvo en la academia contigo y, aunque no te cae demasiado bien, tampoco te cae mal. Él se ocupa de los vehículos y su mantenimiento, área que te trae bastante sin cuidado, aunque admites que es algo importante. Sin mecánicos como él, tú tendrías que ocuparte a ese tipo de labores.

- ¡Martin! ¡Martin! ¡Martin! - Dice mientras se sienta a tu lado. - ¿Ha que no sabes de lo que me he enterado? - Te pregunta con una cara de absoluta emoción. - ¡Escucha! - Y tras esto se acerca un poco a ti y baja el volumen. - Parece ser que están formando un nuevo equipo de agentes... Buscan gente con diferentes perfiles profesionales, de manera que puedan hacer frente a cualquier situación que se les presente... ¿Y a qué no sabes a quién quieren preguntarle que se una?

Mientra camino por los pasillos que forman los niveles inferiores del Triskelion, no puedo evitar sentirme abatido. Yo esperaba acceso a material inalcanzable de por otras vías, pero en SHIELD todo esta compartimentalizado y graduado. Mi investigación sobre el mapa genético Xenomorfo ha sido suspendida cautelarmente. Creo que esta gente se pone frenos a si misma. El trabajo rutinario es interesante desde luego, pero ¡podría dar para más!

Nunca he tenido muchos amigos y no parece que aquí la cosa halla cambiado mucho... Pero quien grita así por los pasillos, ah, es Kevin, es un poco pesado aunque buena gente, que querrá...

En un tono monocorde le contesto - Hola Kevin, tranquilo hombre, respira... - le dejo explicar sus divagaciones mientras evalúo sus palabras. - Un nuevo equipo... bah, seguro que quieren montar u operativo de acción rápida o algo así, y no querrán llevar paquetes como Kevin... o como yo... - .

- Bien, no me digas más Kevin, seguro que te va bien en ese nuevo equipo Kevin, siempre se necesita un buen mecánico para tener todo a punto -suspiro - ¿es por eso que estás tan alborotado? Seguro que lo haces genial... yo... me tengo que ir Kevin... -. No puedo evitar sentirme decepcionado, pero ¿quién querría trabajar con un bicho raro como yo?

Una día mas en la base entrenando a reclutas. Muchos no pasaran ni el periodo de instrucción tocaran la campana de los cobardes y se irán por la puerta de atrás*. Pero los superiores aconsejados por los loqueros mandan. Aunque siendo sincera la idea de volver a misiones de campo se me hacen un tanto. Agridulces.

Estaba pensando cuando un soldado me llama. Me giro y me comenta que el comandante quiere verme en su despacho.

-¿Y que he hecho ahora?¿ Mas terapia? La mejor terapia que se me ocurre es una botella de Vodka.

Recorro el camino hasta el despacho del Comandante pensado en los posibles motivos de mi llamamiento. Pero al entrar en el despacho me sorprendo al no ver al Comandante. En su lugar un joven bastante apuesto y con un traje muy caro.

Al parece me conoce y me ofrece asiento.

-Buenos dias Señor. Gracias Señor. No parecía militar hecho por el cual no le hice el saludo militar aun asi le trate como si fuera un superior. Tome asiento y puede ver encima de la mesa varios expedientes y documentos y en uno de ellos mi foto.

Se presenta y me comenta que a oido cosas interesantes sobre mi. Al escucharlo me tenso un poco.

-¿Que cosas a oido?¿ No están sacando todo mi potencial? Vale era el campo de entrenamiento, pero era el campo de entrenamiento de la Delta. Mas potencial que aquí no se podía sacar.

- Con el debido respeto Agente Pherifer. No hay lugar en el mundo mejor que los Delta para sacar el potencial. Somos la élite de la élite. Igual había sonado un poco mal , pero era lo que pensaba. Bien ¿A que debo el honor? Pregunte seria. No me gustaba empezar una conversación donde la otra parte parecía saber mucho de mi y yo nada.

Me pongo de pie cuando entra la mujer y la miro de arriba abajo.

-Sí, bueno. Ellos se lo pierden. Sin embargo, no me parece usted del FBI, aunque esos ojos sí los clasificaría como arma -digo escrutándola fijamente. 

A menudo utilizo ese técnica, hacer que una situación que en principio es sólo incómoda para mí sea incómoda para los dos. Así le quito al que juega en casa parte de su ventaja. Es algo que aprendí de mi tiempo con las bandas.

Golpeo los dedos contra la mesa arrítmicamente. Por norma general no soy una persona impaciente, salvo cuando por algún motivo la conexión a internet es lenta o falla más de la cuenta, que entonces sí puedo llegar a perder los estribos. Pero, salvo esa excepción, soy un tío tranquilo al que el silencio no le incomoda. Sin embargo, en este sitio el silencio me desagrada. No por el hecho de estar en silencio, sino por mirar el cristal e imaginar a varios agentes detrás, observándome. Mirar las cámaras y, lo mismo: imaginar a alguien detrás de un monitor observando todo lo que hago o digo.

Trato de pensar en mis respuestas desde que estoy aquí. ¿Alguna puede haber sido considerada una confesión? He tratado de dar respuestas vagas a cada pregunta realizada, pero al fin y al cabo, tampoco es que tenga mucha defensa posible.

Me quedo mirando a la mujer cuando entra, en absoluto silencio y tratando de analizar qué significan sus palabras y su expresión. "Si ha de ser más rápida ella que alguien para traerme algo de beber, es que ya deben tener una resolución y no les hace falta que diga nada". Dejo por fin de golpear la mesa con los dedos y me quedo mirando a la mujer, para luego desviar la vista hacia la cámara y de nuevo a la mujer.

- Es fácil.

- Espera espera. - Dice mientras te agarra del brazo. - He oído que quieren contar contigo... Que parece que no solo quieren armarios con músculos, sino que quieren a gente con cerebro... Como tú... ¿No te parece genial? La verdad es que por el momento no parece nada oficial, pero deberías ir a hablar con algún superior, ¿No crees? Para dejarles ver que estás interesado en el proyecto...

El hombre se recuesta en la silla y cruza las piernas mientras entrelaza los dedos sobre el regazo. Te recuerda a cuando un mayor escucha algo gracioso de un niño.

- Me alegra ver que tiene en tal alta estima a los Delta... "La élite de la élite" - Dice usando tus mismas palabras. - Aunque parece que dicha élite no saben aprovechar todo el potencial que hay en ti... Aunque parece que otra organización sí está dispuesta a sacarte todo el potencial que puedes ofrecer...

Separa las manos y del bolsillo interior de su chaqueta saca una placa que nunca antes habías visto.

La mujer sonríe en un gesto de cierto... ¿Alago?

- Parece que usted también sabe usar bien sus armas. - Sin perder la sonrisa abre el archivo que tiene sobre la mesa y pasa un par de páginas. - Por lo que veo ha sabido usarlas en más de una docena de situaciones... Parece que sus pantalones ajustados han provocado más de un comentario en el departamento de recursos humanos... - Aunque se sigue riendo, algo en su mirada hace que los pelos de la nuca se pongan de punta... Es casi como si un gran leopardo mirará a un ratoncito, el cual puede comérselo en cualquier momento. - Y no... No soy del FBI, ¡Dios me libre! Estoy mucho mejor donde estoy ahora.

De un movimiento lento pero seguro, saca una pequeña placa que no te suena de nada.

La mujer, ante tu respuesta, guarda unos segundos de silencio mientras no te pierde de vista en ningún momento.

- Sin embargo sí parece que es la primera vez que te cogen... - Va revisando lentamente tu historial. - Aunque supongo que lo de esta vez no tiene nada que ver con tus pequeñas travesuras del instituto... Me agrada ver que tienes unas metas altas... 

La actitud de la mujer es rara, no es para nada igual a los anteriores agentes que te han estado interrogando.

- Aunque me temo que tus habilidades van a ser... Desaprovechadas allí donde te quieren enviar. - Al decir esto hace un pequeño gesto con la cabeza hacia el cristal. - Aunque no es tu única opción.

Lentamente, de uno de sus bolsillos saca una placa que no reconoces.

Miro de manera alternativamente el brazo de Kevin, que me tiene agarrado y a él, mostrando un semblante serio debido al contacto físico. Doy un suave paso para liberarme de su agarre, visiblemente incómodo. No obstante mi cabeza ya está dando vueltas al asunto - ¡Un equipo nuevo! Y necesitan refuerzo científico, eso sólo ocurre cuando se constituyen grupos con cierta independencia o satélites, aquellos que tienen misiones con largos periodos fuera de una base o con soporte propio, ¡nada habitual! Seguro que ese capullo de Kleeane ya estará metiendo las narices... -.

Mi anterior turbación queda oculta por la agitación del momento - Oye McHale, gracias por el aviso, has visto al Agente Supervisor, ¡tengo que hablar con él! -. Tras un par de pasos me doy la vuelta - Y sobre ti McHale, ¿no necesitan nadie con tus aptitudes? - por una parte trato de corresponder a Kevin por su buen gesto, por otra no me apretece apretar tuercas de coches en un nuevo equipo, aunque esto último es sólo al 28%, no soy mala persona.

De no serme útil Kevin en el sentido de orientarme, me dirijo al punto de control más cercano en busca de algún agente a cargo.

Veo como el hombre se recuesta en la silla cruza las piernas y entrelaza los dedos sobre el regazo.

Me pareció ver como un torno de burla en su voz al hablar de la Delta. Pero no lo hice por que me intrigo lo que dijo de desarrollar el potencial.

Separa las manos y saca del bolsillo interior de su chaqueta un placa como nunca la había visto.

-Vaya nombrecito. Dije con gracia. Pero no me suenan. ¿ Y que es lo que hace esa organización? Aparte de placas chulas y nombres largos.

Igual estaba siendo un poco insubordinada pero si estaba aquí es que me conocía. Pero este encuentro estaba siendo mucho mejor que entrenar reclutas y hacer de sus vidas un infierno.

Tratando de contener cualquier reacción ante lo agresivo de su juego miro la placa.

-Strategic, Homland ... -leo en voz alta-. No tengo ni idea de qué es, pero me parece un nombre demasiado largo para cualquier club. Aunque el pájaro es bonito. Eso no puedo discutirlo -añado esperando a que me explique más.

Me encojo de hombros cuando menciona que esta vez sí me han pillado. Bueno, un descuido lo tiene cualquiera. Supongo que no fui lo suficientemente prudente al rutear la DNS, o tal vez fue aquél firewall que prácticamente se me pasó por alto... Sea como sea, de las experiencias fallidas se aprenden (o eso dicen).

- ¿Allí donde me quieren enviar...? -Repito, esta vez algo confuso. No entiendo muy bien qué pretende, esta mujer. Me quedo mirando la placa sin tener ni pajolera idea de lo que está pasando en estos momentos. Aaagh, ¿por qué las personas no pueden ser tan fáciles de interpretar como los algoritmos lógicos? Pestañeo repetidamente, algo aturdido, hasta que me calmo lo suficiente. - ¿Debo deducir, pues, señorita, que usted no  quiere que vaya allí "dónde me quieren enviar"? ¿Que no es mi única opción, dice? Creía que usted era una agente del gobierno, no mi abogada. ¿Es usted mi abogada? No se ha identificado como tal, así que... -Miro de nuevo la cámara, de reojo- ¿debo deducir que esto es un ardid para conseguir algún tipo de confesión por mi parte, dado que no tienen prueba alguna que sustente los falsos cargos de los cuales se me acusa? Lamento decir que no sé de qué me está usted hablando, como he dicho una y otra vez: niego cualquier cargo que se haga contra mi persona, dado que no sé qué se supone que es lo que han averiguado o creido averiguar, pero jamás he cometido delito alguno.

- Como le he dicho hace unos segundos, es fácil entrar en sistemas informáticos poco protegidos, pero la teoría es una cosa y la práctica es otra bien distinta, ¿no?

- ¿Yo? No tengo madera para un equipo así... ¿De qué utilidad sería? No, no, hay gente mejor cualificada que yo... - EL chico sonríe con cierta pena. - Supongo que nuestro propio supervisor sabrá algo, de manera que intenta ir a su despacho a ver si te puede ayudar... Mucha suerte... Y ya me contarás que tal se te da.

Y con otra sonrisa, se despide de ti y vuelve a salir corriendo. 

Ante los comentarios de la mujer, el agente se ríe.

- Puedes llamarnos S.H.I.E.L.D... Es mucho más corto y te dará una mejor idea de lo que hacemos... - El hombre guarda un momento de silencio mientras te mantiene la mirada. - Todo lo que el resto no pueden... Eso es lo que hacemos... Aunque, sin entrar en detalles, puedo decir que nos encargamos de la seguridad de la tierra. Todo aquello que la ponga en peligro, así como a sus ciudadanos, es nuestro trabajo. De manera que tenemos un campo de acción muuuuuuy amplio... 

El hombre se incorpora en el asiento y recoge la placa.

- Aunque somos una organización que podríamos denominar como... Secreta... Trabajamos conjuntamente con diferentes organziaciones, ya sea ejército, armada o incluso los Delta... Siendo estos últimos los que nos han hablado de usted... 

Al decir esto último vuelve a sonreírte, aunque es una sonrisa sin dientes, solo de labios.

- Nosotros lo llamamos S.H.I.E.L.D. es mucho más corto y rápido. No entraré en detalles, ya que no sé si le interesaran o no... La cuestión es que, aunque el FBI no quiera contar con sus ... Habilidades, nosotros sí creemos que podría sernos de utilidad... Necesitamos a gente con su talento, la cuestión aquí es... ¿Le interesa?

Se incorpora un momento en el asiento para recoger la placa y se la vuelve a guardar, esperando una respuesta. 

Ante tus palabras, la mujer suelta una ligera sonrisa.

- ¿Abogada? Que va, nunca tuve madera de abogada. ¿Y del gobierno?... Bueno... Eso es cuestionable... - Su sonrisa se hace más amplia y más pícara. - De alguna forma se podría decir que trabajo para proteger a los ciudadanos, aunque disto mucho de ser del gobierno... Trabajó para S.H.I.E.L.D. - Dice recogiendo la placa. - Y por favor señor Ryan, no me trate como si fuera la chica nueva de la oficina... - Por un segundo te mira y mira a la cámara. - No te preocupes por eso, la apagué cuando entré en la sala. - De uno de sus bolsillos saca un pequeño aparato negro, un cubo que no tendrá ni un centímetro por cada lado. - ¿Había visto algún inhibidor de frecuencia tan pequeño alguna vez?

Puede que esté mintiendo, no hay inhibidores tan sumamente pequeños y simples... ¿O sí?

- No quiero sacarle ninguna confesión, no me hace falta. Tenemos información suficiente para que un fiscal le meta varios años en prisión. No... Ya dije que no soy abogada, de manera que tampoco vengo a ofrecerle ningún trato... No... Vengo a ofrecerle trabajo... Tiene ciertas cuestiones que deben pulirse señor Ryan, aunque vemos potencial en usted...