Partida Rol por web

Hace un día lluvioso, es de noche. En el castillo de Rigor Mortis reina la oscuridad y sobre todo la humedad. ¿A quién se le encomendó que tapara las grietas del castillo? ¡Menuda panda de holgazanes son estos goblins sirvientes! El motivo por el cual vosotros os encontráis ahora mismo en la sala del trono del señor oscuro podría ser por diferentes motivos. Muchas veces os reúne para torturaros y divertirse, otras veces... por... misiones fallidas. Al parecer, la cara del oscurísimo señor del mal no es reconfortante... más bien pinta demasiado sonriente, y no debéis olvidar que cuando sonríe es porque su oscuro poder se empieza a debilitar, producto de la frustración que vosotros le provocáis. Finalmente parece que el señor tenebroso comienza a hablar, ¡¡shhh!! ¡Silencio inmundos goblins!

Me aclaro la garganta con un débil carraspeo, para seguidamente añadir.- Sucios bribones, ratas del demonio, asquerosos hueleunicornios, voy a hacer el repaso de misiones fallidas a vuestro cargo.- Comienzo a cabrearme de tan solo recordar que ninguna de las misiones encomendadas han salido tal y como planeaba, por culpa de esta escoria.-...Y el que haya tenido la culpa... lo pagará caro.- El máximo castigo de mi reino sabían los goblins muy bien cuál era, serían condenados a inmolarse en el ritual anual del goblin inútil que se celebraba cada año. Hago una breve pausa para beber un poco de mi caliz de la fuerza, robado de mi anterior archienemigo.- Recordáis que os envié a recolectar hierbas multiolores para mi brebaje de rejuvenecimiento... ¿Por qué no están recolectadas?.- Acto seguido bebí un poco más de mi licor, pero de la rabia me temblaban las manos, derramándome parte de él en mis ropajes.

-M-Mi Señor Oscuro... - empezó a excusarse Kradex. - Efectivamente, Kradex, su humilde servidor, formaba parte de la expedición en búsqueda de las hierbas pero... ¡durante la búsqueda, un experto cazador apareció y empezó a disparar al pobre Kradex, obligándolo a separarse del grupo para que la expedición estuviese a salvo! Fue entonces cuando Kradex le entregó a Kur'ikú la llave que habría el cofre especial donde nuestro Señor Oscuro nos había ordenado que depositásemos las hierbas... así que la responsabilidad debería ser suya, sí.

Asentí con la cabeza y deposité mi copa en el altar, junto a mi trono.- Así que un cazador te atacó, y tu distes la llave del cofre de hierbas a Roko...- Miré a kur'ikú esperando una respuesta.- ¿Y qué pasó con mis hierbas, sucio goblin?.- Dirigiéndome a Roko.

Kur'ikú se ajustó su enorme sombrero de puro miedo.

- ¡Mi señor! Efectivamente, yo recibí la llave. Estaba dispuesto a continuar la expedición en busca de las hierbas, pero por el camino encontré un tomo ululante que parecía estar llamándonos. Supuse que la magia antigua que albergase nos ayudaría, ¡pero entonces el goblin rojo, Roko, leyó un hechizo prohibido que invocó a los perversos súcubos para que me atacasen!- se estremeció al pensar en la persecución.

Miré furioso a Roko.- ¿Cómo eso? ¿Qué sentido tiene que hagas un hechizo de invocación para que los perversos súcubos atacaran a Kur'iku?.- comenzaba a impacientarme.- ¡RESPONDE YA ROKO!.- Dije dando un puñetazo al altar.

El goblin rojo se queda muy sorprendido al ser acusado por el joven goblin*, entonces parpadea (algo que debería hacer más a menudo) y contesta hacia el Señor Oscuro: -Oh, su tenebrosa magnificencia, cierto es que no me molestó que los perversos súcubos atacasen a Kur'ikú, pues su incompetencia solo nos retrasa; pero mi exitoso objetivo fue que distrajeran al diminuto guardián que guarda con recelo el camino que lleva a las hierbas multiolores. Es sabido que este camino se estrecha entre las montañas, y que hay una puerta que cierra el camino. -entonces Roko se gira hacia el otro goblin con una sonrisa ladina. -Uk'glush, responsable de la llave que abre esta puerta, ¡no estaba con nosotros en el momento necesario y nos impidió proseguir ese camino! Su expresión le delata.**

Miro aburrido al goblin.- Te alargas mucho goblin...- Espero que le sirviera de aviso para no cometer tal atrocidad la próxima vez.- Quiero respuestas contundentes y sabias, aunque lo segundo sea difícil para vosotros.- Acto seguido miro a Uk'glush.- ¡Tú, goblin retrasado! ¿Por qué no estabas en el lugar? ¿Qué hacías que no permitías seguir con el camino a tus compañeros?.- Esperé una respuesta razonable... aunque por la cara de estúpido del goblin no creo que supiera responder.

- Oh... sí, sí... gracias mi magnificente amo y señor de las pústulas. -dice agradeciendo sumiso el insulto.

- ¡Sí que estaba con ellos! Pero como caminaba de puntillas, estos idiotas ni siquiera se percataron de mi presencia. -los mira a todos con ojos acusadores y hace una pausa.

- Roko, ¿por que no le has contado al amo que el "diminuto guardián", del que más que distraerlo huiste despavorido, no era más que un simple espantapájaros para ahuyentar a estúpidos goblins como tú?

Hace una señal para que se calle.- ¿Y eso explica el que no abrieras la puerta para que tus compañeros pudieran pasar? ¡Tú tenías la llave!.- Lo miró con ira... su ejecución se acercaba si no daba las explicaciones pertinentes al señor tenebroso.- No entiendo cómo yendo al lado de tus compañeros no facilitaste la entrada.- Miré a Roko.- Tú eres el experto en colarte en parajes desconocidos ¿acaso no intentaste colarte en el lugar de las hierbas para conseguirlas?.- Dije esperando a que al menos hubiera intentado colarse sin problemas. 

-Mil gracias, su tenebrosa señoría. -le dice Roko haciendo una reverencia. -Efectivamente, hallé un camino secundario plagado de monstruos que derroté valerosamente con mi espada inteligente. Entonces intenté guiar a los demás hacia el Templo en ruinas, pues resulta un conocido atajo, pero Kradex me lo impidió guiándonos por un sendero mucho más largo plagado de peligros innecesarios... -dice Roko señalando a Kradex incriminatoriamente.

Miré a Kradex.- Con que tú estabas desviando a tus compañeros para despistarlos ¿verdad? ¡Confiesa vil traidor! ¡Y te daré el peor castigo de todos!.- Dije bebiendo de nuevo del cáliz. 

-¡E-En absoluto, mi Señor Oscuro! - dijo rápidamente Kradex tras ser acusado. - ¡Es cierto que los guié por otro camino, pero eso fue porque, mientras huía del cazador que mencioné antes, vi que en el camino principal se encontraba el fiero caballero negro, que siempre intenta desbaratar los planes de mi señor! - explicó, y después se giró hacia Uk'glush. - ¡Pero recuerdo perfectamente que entonces Uk'glush dijo que conocía un atajo y que lo siguieramos...! Y adivine qué, Señor, ¡lo seguimos y acabamos en el mar, lejos de las hierbas!

Miro indignado a mis goblins.- ¡Pero bueno! ¿Qué hacéis para encontraros con todos mis enemigos un día que os mando a recoger hierbas? ¡Seguro que el día que os mande matarlo no lo encontráis!.- Miro a Uk'glush.- ¿No me digas que TÚ vuelves a tener la culpa?.- Y preparé la pero de mis miradas.

- Cierto, mi omnipresente señor de la pestilencia. Pues tuve el valor de dirigirme al caballero negro y negociar con él. Este prometió una alianza con vos, e incluso a ayudarnos a recuperar las plantas, si le traíamos un helado. Así que los guíe a la playa hasta el puesto ambulante de helados más cercano. -entonces mira a Kur'ikú.

- Entonces Kur'iku, haciendo caso omiso de vuestras necesidades, mató al mercader y se comió todo el helado. ¡Parecía un verdadero monstruo glotón!

Miré con una mirada fulminante al goblin.- ¿Y quién eres tú para hacer una alianza con el caballero oscuro? ¡La misión principal eran las hierbas! ¡Y yo no quería hacer una alianza con el caballero oscuro!.- Acto seguido me levanté y tiré el cáliz al suelo.- A partir de este momento me vas a pedir disculpas cada vez que abras la boca, o de lo contrario...- Hago un gesto con la mano como si le azotara el culo.

Me senté y miré calmado a Kur'iku.- Te gustan los helados ¿eh?.- sonreí levemente para tornarme totalmente serio.- ¡Espero que encontraras una alternativa para conseguir las hierbas! ¡O lo pagarás sucio goblin!.- Dije cada vez más cabreado.

Kur'ikú miró con reproche a Uk'glush y seguidamente se arrodilló ante el Señor Oscuro.

- ¡Mi señor! ¡Me comí todo el helado para impedir que Uk'glush sellara la alianza con el caballero, pues yo sé que sólo vos podéis decidir con quién os aliáis! Entonces, en el fondo de la carretilla de helado, encontré una bola de cristal que nos mostró un barco volador que, con toda seguridad, nos llevaría hasta las hierbas. El barco estaba justo allí, ¡pero Kradex lo quemó sin ninguna razón!- miró a Kradex negando la cabeza, como reprendiéndole con la mirada.

Miré algo incrédulo a Kur'ikú, pero en el mundo del señor oscuro existían todo tipo de criaturas.- ¡Vaya! ¡Es la primera vez que oigo hablar de heladeros pitonisos, espero que no sean una amenaza para mi oscuro reino.- Acto seguido me giré a Kradex.- ¡TU! ¡QUEMAS UN BARCO VOLADOR QUE OS PUEDE LLEVAR DIRECTAMENTE A LAS HIERBAS! ¡COMPLETO INÚTIL!.- espero que tenga una buena explicación todo esto, porque me estoy poniendo de los nervios.

-Sí, mi Señor Oscuro, es cierto que quemé el barco volador que Kur'ikú vio en la bola de cristal... ¡pero fue porque me di cuenta de que era una trampa de las brujas del pantano, que como Mi Señor del Mal sabe, usan sus bolas de cristal mágicas para hechizar a pobres incautos! - explicó. - Pero bueno, Su Malignidad, después de eso seguimos las indicaciones de Roko, que se hizo con el liderazgo de la expedición... pero se perdió y, en vez de a las hierbas, nos llevó a las ruinas de cierto antiquísimo lugar...