Partida Rol por web

Sois gaticos, callejeros o domésticos, pero a todos os une un objetivo común: ¡acabar con los humanos!

Una noche al mes os reunís para dar informe de vuestras venganzas personales contra los humanos más cercanos, ya sean vuestros dueños o humanos anónimos de la zona. Os conocéis de sobra entre todos, por lo que sobran las presentaciones. Incluso habéis tramado fechorías juntos y tenido roces de todo tipo*.

Estáis todos a la espera del coronel Bigotitos (sí, sus dueños tienen ese sentido del humor carente en gatos). El coronel Bigotitos escuchará vuestros avances y os dará instrucciones para continuar con vuestra venganza felina.

De un salto ágil, el coronel Bigotitos se sube a la fuente y se sienta. Con porte aristocrático, rodea sus piernas con su cola y os mira a todos. No parece contento, pero Bigotitos nunca lo está. Ya no es que su nombre sea para dar saltos de alegría, un gato curtido como él y con su rango, con un nombre tan ridículo, era una ofensa para el mundo felino. Pero además, debido a la seriedad de sus rasgos, sus dueños hacían burla de él. Subían fotos suyas a internet con su cara. ¡Habían hecho un meme de él para que todos los humanos se mofaran!

Sin duda Bigotitos albergaba en él mucho rencor. Por ello, siempre fue un aliado fuerte en la lucha vengativa contra los humanos. No toleraba las cosas hechas a medias o mal hechas. Y una vez al mes os convocaba para que le regalarais sus peludos oídos con planes, artimañas y ataques a esos bípedos pelones.

-¡Hermanos félidos! Nos reunimos una vez más para miauldecir a esa raza que se cree superior. ¿Pero que raza superior? ¡Se ponen trapos sobre su piel ante la ausencia de pelaje! ¡Envenenan su leche matinal con ese repugnante líquido marrón! ¡Dependen de una caja con más hombrecitos dentro para divertirse! ¡Incluso son incapaces de acicalarse ellos solos, que deben meterse bajo lluvia artificial que sale de esos tubos metálicos!- Bigotitos está muy metido en su discurso moralizador, odia a los humanos como el que más. A pesar de vivir con ellos, comprende poco su forma de hacer, como todos vosotros.- Habladme de lo que habéis logrado estos meses y espero que sea algo bueno o pagaréis la ineptitud. Vamos... Alegradme la noche- hace un gesto con la pata, invitándoos a hablar.

Permanezco recostada en el suelo (cual diva en un divan). Me lamia la pata con distracción cuando aparece el Coronel Bigotitos, y da su discurso. La verdad es que los humanos le han jodido bien, es normal que tenga esa cara de chupar limones.

- Este mes...a pesar de la dieta a la que mi humano doméstico se empeña en imponerme, muy influenciado por otros humanos...He conseguido hechizar a la chacha que viene una vez a la semana para que me de también comida. He estado un par de veces de viaje, y he podido joder a la humana pelirroja*. Me he revolcado en su cama y se la he dejado llena de pelos, en sus ausencia también me he afilado las uñas en su sofá, los he interrumpido repetida mientras intentaban aparearse, y he echado las uñas a un tea pig llamado Bacon...Que bicho más empalagoso...En un par de ocasiones he despertado a mi humano doméstico saltándole en mitad de la noche en la cara o en la entrepierna, y se ha revuelto del dolor. Y que más...y que mas....Ah, si...He roto unas cortinas caras, escalé por ellas con las uñas, y las dejé rajadas. Ah! Y con la escusa de que juegan conmigo he dejado manos y brazos cual flagelación...- me rio por lo bajo.

Con la cabeza bien alta escucha al Coronel Bigotitos, un gato tan...tan... magnifico porte y con un nombre que haría reír a la escoria gatuna. Pobre, el destino a veces es cruel. Escucha a la belleza Ginebra, ella si que sabe cuidarse y hacer maldades. Por no hablar del buen gusto que tiene con la comida. Cuando la gata naranja termina de hablar, decide entonces que es su turno - Este mes creo que ha sido mauravillosamente fructífero. Mi humana había adquirido una especie de tabla con una manzana mordida por detrás como símbolo. La usaba demasiado, pensé que estaba planeando maldades humanas contra nosotros y decidí tirarlo de la mesa "sin querer". Tenía que tener planes de vital importancia dentro, ya que lloró mucho al verlo en el suelo. También le puse un ratón muerto en los pies de la cama, esperando que pillase la indirecta... pero me acarició muy contenta y tiró la amenaza a la basura - mueve un poco los bigotes- por último intente retenerla en ese sitio donde hacen sus necesidades sentados, destrozando el papel que necesitan para levantarse, cosa que no comprendo aún...

Fusfus entró de nuevo en esa zona donde se reunían todos los meses, con su enorme tamaño que rondaba los veinte kilos, era de los más grandes, por no decir el más grande de allí, aunque nunca lo decía pues, para él, era como los demás presentes, salvo por su pelo, un pelo largo, sedoso y bien cuidado que lucía de tal forma que era la envidia de todos los gatos.

-Pues mi mes ha sido como de costumbre -comenzó, y todos sabían que si le dejaban coger carrerilla no pararía hasta el final de la reunión- Soy el amo de la casa, todos hacen las cosas cuando yo quiero. Que quiero comer a mitad de la noche, aunque tenga comida, despierto a mis dueños de un salto encima o de un mordisco en la nariz y me pongo a pedirles comida hasta que me la dan, y cuando me la han servido, la miro, la huelo y me voy a otra cosa, y no la pruebo hasta el dia siguiente cuando se han ido. Dos o tres veces por semana pero siempre pican. Luego también veo que se esmeran mucho con mi pelaje, por lo que los días de lluvia suelo salir al jardín a cazar, no porque les guste, sino para entrar empapado y embarrado y llenar tooooda la casa de barro y huellitas. Luego, cuando quieren bañarme, corro, les araño, les muerdo, salpico todo... hace tres días casi consigo arrojar el aparato de aire caliente conectado a la pared cuando mi ama estaba caída dentro de la bañera, lo vi en la caja de personas y luces y así mataban a uno, pero el cordón que une el aparato de aire caliente con la pared se soltó y no pasó nada. Creo que tiene algo que ver con que eche aire caliente. Les hago maldades cuando ellos duermen, pero cuando quieren algo de mí, paso de ellos, así y con todo, siguen haciendo lo que yo quiero.

-Es más, me acuerdo que hace unos días, la cría pequeña de mis amos, una fémina de cuatro años, me intentó morder una oreja y la di un zarpazo, tras lo que conseguí que la echaran la bronca a ella y... -entonces empezó a divagar y enlazar temas sobre diferentes tipos de comida, formas de salto, capacidades que posee, cosas que puede hacer y los demás no, su pelaje, su pelaje, más de su pelaje, más de sus artes de cazador y así seguirá hasta que alguien lo interrumpa.

Con un triste andar, me dirijo hacia el pie de la fuente donde una vez allí, intento saltar al primer escalón pero debido a mi pequeña estatura y la desinteresada fuerza en el salto, me quedo colgando con las patas delanteras moviendo las traseras intentando escalar sin éxito. termino cayendo al suelo de nuevo, suelto un felino soplido de resignación y empiezo a maullar...

-Mia...u, que triste es esta vida...-en mi cara dejaba ver tristeza y pesadumbre-...mi ama, quien como sabéis tiene 6 años, me sigue vistiendo con "graciosas" pamelas rosita y vestiditos de princesa, luego su madre me hace fotos para ridiculizarme aun más, en venganza a ello, sigo haciendo pis en la cama de mi ama mientras duerme, así sus padres piensan que ha sido ella y la castigan sin jugar conmigo, de esa forma me deja tranquilo durante unos días, pero siguen empeñados en ahogarme en agua y espuma, me meten en la pequeña piscina donde se lavan y se ríen de mi cuando intento salir empujándome de nuevo hacia dentro... por otro lado, el nuevo cachorro de la casa, con el que mejor peor me llevo pues es un tanto masoquista ya que quiere ser un gato como yo y anda a cuatro patas a veces viene hasta donde tengo mi bol con leche y se la bebe dejándome a mi sin, luego me regañan si le araño...es desesperante...

Acto seguido apoyo mi cabeza en el suelo y con mis patitas delanteras me cubro la cabeza.

Zoe mira a Guts y empieza a lavarle la cara con su lengua,Tranquilo todos hemos sido pequeños, buenos todos menos el Coronel… el salió ya asi de una bolsa de Whiscas…. Comienza a reir antes de dar su informe.

Como putear no he tenido mucha opción,salvo entrar en casa del Señor Rossenthal y robarle sardinas,esas sardinas las lleve a nuestro refugio secreto para alimentar a los nuevos gaticos huérfanos.

Levanta la pata como pidiendo un momento y después de un sonido gutural vomita una gran bola de pelos,la cual aun humeda el gato comienza a escavar hasta sacar una llave diminuta.

Esta llave es la de la caja donde cabron del Fitzgeral guarda sus pastillas para sus crisis, podemos ir esta noche y venderlas para financiar la causa,que decis?

En ese momento aparece desde detrás de una de las ruedas de un coche cercano, Bola de Nieve. Dice con su grave voz:

-Me apunto. 

Avanza dos pasos más, tranquila y cautelosamente, mira a ambos lados con sus ojos dorados abiertos y las pupilas dilatadas por la oscuridad escudriñando alguna amenaza. Después continúa caminando hacia el grupo. Va por detrás de la fuente, de espaldas a Bigotitos y de frente a todos los demás caminando tranquilamente.

-Aunque.. quién iba a querer esas pastillas? Se las venderás a un humano? No me hagas reir, Zoe. Hay que ser más contundentes! Podemos cambiárselas por otras. Podemos boicotear la comida de otro humano con ellas. Algo realmente decisivo. Y si queremos alimentar a esos nuevos soldados, será mediante el robo de comida como has hecho hasta ahora. Para eso, cuenta conmigo. 

Llega hasta la altura del coronel, situándose a su derecha. Se sienta en el suelo y mira hacia la izquierda y arriba, al coronel. 

-Coronel, ya he conseguido escapar de esa prisión. Oficialmente estoy fuera. No antes de provocar un accidente a la madre de mi carcelera, haciéndola rodar por las escaleras. Espero que haya muerto. 

Hace una pausa y se rasca una oreja.

-Me pillaron. Esa maldita humana joven. Ésa vez me salvó mi técnica de los ojitos, pero la próxima vez no tendré tanta suerte. También hice un intento con el padre, pero esa maldita sierra eléctrica hacía mucho ruido cuando pulsé el botoncito. Me asusté y fui a esconderme por precaución. 

Intenté asfixiar a mi joven captora mientras dormía, pero para mi sorpresa, mis manos eran demasiado pequeñas. Ella despertó y pensó que yo estaba intentando jugar. ¡Maldita sea!. Por cierto, buenas noches, camaradas. 

Se recuesta del todo, con las patas delanteras extendidas hacia adelante, cabeza alta y mira hacia los demás, girando la cabeza mientras mueve la cola de arriba a abajo, dando golpecitos en el suelo con ella de vez en cuando. 

Cuando Zoe me empezó a lamer la cara solo pude pensar una cosa en voz alta:

¿Por qué nací gato?

Quien es la cosa mas bonita del mundo? ziiiii zzzziiiiii my Guts guapo, guuuuuuuaaaaaapoooooo, quien te lo come to? quien?

Dice con ternura mientras sigue lamiendolo como un padre a su cachorro

Arqueo una ceja ante el espectáculo Zoe-Guts. Me iban a hacer vomitar. Menuda moñas está hecha Zoe.

- Por favor...Algunas intentamos prestar atención...Dejaos el lameteo para otra ocasión....- les dirijo una mirada seria, negando con mi cabeza señorial y sin moverme.

Rueda hasta aqui y me lo dices a la cara... este es mi cachorro adoptado,te callas le dice a Guts antes de que responda algo,sere su padre,maestro mas bien,sere su obi-miau!!

Alzo más la ceja ante el comentario de Zoe. Menuda igualada.

- No mereces ni mi tiempo ni mi energía...Asi que no...Además, no quiero que se me peguen pulgas - me paso una pata por el costado, en señal de que este cuerpo no se cría solo.

Había abandonado un estupendísimo jersey nuevo y caro dispuesto a ser destrozado para ir a aquella reunión,sentándose frente a la fuente con las enormes orejas tiesas y los párpados a medio cerrar en una pose estudiadísima de desdén puro y duro.

Plebe, terminad ya, deseó con pereza bostezando con una mueca desmesurada ante el espectáculo.Y dicen que solo las ratas devoran a sus cachorros... Entre el divagar ininteligible sobre el pelaje de Fusfus y el amor desmesurado del otro par acabó por levantarse y usar a Ginebra como una enorme y peluda muralla para interponer más espacio entre la bolita de pelo, su no-madre y su regia figura. Antes de hablar estiró el cuello y sopló con fuerza por la nariz.

-Mi humana cada día está más sometida a mis caprichos. Tras tirarle dos veces el tazón de comida por la cocina ha aprendido cómo ha de alimentarme aunque cambio de gustos cada dos o tres días y me dedico a boicotear sus intentos de escribir en el blog de trapos con los que se cubren escribiendo numerosos artículos reivindicativos en sus narices- asintió despacio, con la majestuosidad de quien se sabe amo y señor de su casa, la cara de la humana cuando Sphynx acababa por subir hasta el portátil y teclear en el felino idioma de los gatos incendiarios comentarios que la muy palurda dejaba citado con frases como "Awwww, quiere ser blogger como mami ♥".- Estoy haciendo un experimento juntando montoncitos de comida frente al respiradero del suelo de la cocina, a ver cómo reacciona después de verlos varias veces... creo que piensa que adoro a una especie de dios pagano- se pasó una pata por la cabeza a modo de "facepalm"- es tan idiota...

Diario de venganza. Entrada 122.

Era negra noche, no había luna ni estrellas brillando en el cielo. Sólo nubes. Nubarrones oscuros que no presagiaban nada bueno.

Estábamos… pondremos… primavera. Sí, creo que sí, hacía calorcito como para agradecer la humedad de la fuente y el corretear por las calles, aunque no el sofocante calor del pasado verano (mi primer verano) que me hacía perder el pelo. –Brrrrrr… Cuando, el Coronel Bigotitos nos había reunido de nuevo a todos en la fuente. Sentado regiamente subido por encima de nuestras cabezas, tras su inspirado discursito (con esa cara de haberse pillado los testículos por décima vez al subir al bordillo) esperaba nuestro habitual informe de batalla contra los humanos, algo que podría haber sabido de poder mantener mi atención.

Ahí estaba yo, escuchándolo patriótica y orgullosa de pertenecer a mi especie felina, sacando mi moteado blanco pecho hasta que… el coronel mencionó la cajita de los hombrecitos. “¡Eh! ¡¡Pero si a mí también me gusta mirar todas esas personitas moviéndose, golpeándose entre explosiones, discutiendo, emitiendo sus guturales sonidos con los que se comunican y demás!! Vale. No es un cordón, ni una mochila, ni un insecto recorriendo desesperado por el suelo, ni como mirar por la ventana pero… a veces me apetece” Me quejé para mis adentros. No lo iba a confesar en voz alta pero así es, y era. Claro que no iba a admitirlo tampoco nunca frente los humanos, así que solía contemplarla a través del reflejo que ofrecía el cristal de la ventana, así los muy estúpidos seguro que no se percataban de ello.

En fin, perdida en la diatriba de mis pensamientos no sabía qué nos había pedido, pero de pronto estaban todos allí alardeando de sus cosas. Vi mis garras y faltaba afilarlas, cuando estaba buscando alguna pared idónea para ello, olvidé mis compañeros y no me percaté de lo que decían pues me di cuenta que algo se había pegado a mi pequeña y deformada colita.

Algo pegajoso, pringoso de color verde y que olía a menta. “¡Eh, mi pelo! Estaba recién lavado…” Me lamenté empezando a trazar círculos desesperados en un intento de sacármelo cuanto antes.

Cuando se me había pegado la oreja, la pata y la lengua en esa asquerosidad y elástica goma verde, noté que todos, bueno, mejor dicho algunos, me miraban. -¿Jé-ja-jizo?[¿Qué ha dicho?]- pregunté sin conseguir despegar mi lengua, intentando disimular mirando a otro lado.

Desde un árbol cercano a la reunión, Ofelia observa atentamente a los gatos interactuar entre sí. Unos más cariñosos entre sí que otros, uno que parecía haber pisado una de esas trampas pegajosas que los humanos escupían por la boca de manera tan vulgar y desagradable, uno grande y peludo como ella misma y otro que llamaba su atención por el estilo que derrochaba. Y aunque no fuese ella una gatita bonita y delicada, como Felicia, era una gata grande y sexy de 6 kg igualmente capaz de conseguir su afecto. 

Recordó con gran placer aquellos días de inocentes travesuras como las que relataban los otros mininos, cuando aún vivía con su familia. Había vivido 3 años con ellos, 3 hermosos años en los que había sido un adorable pompón de felicidad en vez de una bola de pelos llena de  malignidad maléfica de las maquiavelicas maldades. 

Ah, tiempos de tierna juventud...

Bajó de un salto y se sentó a un lado de Fusfus. Al lado de él parecía una bola esbelta.

Marfelina se acercó lentamente al grupo mientras el coronel Bigotitos hablaba, nunca conseguía llegar a la hora, y eso que podía marcharse de su casa cuando quisiera. Cuando llegó se sentó y empezó a escuchar a sus compañeros de batalla. ¿Sería capaz de traicionar a mis dueños? Sin ellos habría muerto, fueron los únicos que se atrevieron a recogerme después de ser atropellada y, Becky* no me trata como un muñeco más. Esos sentimientos siempre le rondaban por la cabeza siempre que iba a estas reuniones, esta vez mientras veía a Felicia enganchada de una manera peculiar y a Zoe lamer a Guts.

Una vez que encontró un hueco para hablar, empezó a contar sus maldades, eso sí, hacia los que se lo merecían. Este mes he hecho bastante bien por la gatunidad. Una de ellas ha sido que, por fin, he destrozado las queridas flores de la vecina, si, la que intenta darme con la escoba cada vez que me echo una siesta en su jardín, esa arpía amargada...y eso que sólo tiene treinta y pico años. Ella sabe que fui yo, le dejé mi firma en forma de pata delante de sus adorados tulipanes, aunque me dieron algo de alergia, valió la pena. Marfelina mostró una gran sonrisa y al ver la seria cara del coronel pensó ¿Es que nunca sonreirá? Ni aunque fuera una pequeña mueca... Segundos más tarde continuó con su segunda maldad Otra cosa que he hecho ha sido romperle la muñeca de porcelana a la amiga de Becky, esa niña se lo tiene bien merecido, mientras me ponía uno de sus vestiditos que siempre me dejan sin respiración, he hecho que me hacía daño y he saltado hacia su muñeca preferida, lástima que estuviera en una estantería a una gran altura... La mocosa le ha echado la culpa a Becky y ella se ha echado a llorar, pobre, tiene cuatro años menos que ella y siempre tiene que hacer lo que la otra le dice. Menos mal que su madre ha actuado debidamente y se ha enfadado con la niña por hacerme ese ridículo, por favor, ponerme ese espantoso vestido... Por último, cuando he hecho una de mis escapadas por el barrio, he arañado a algunos niños malcriados que pretendían tocarme con sus sucias manos.

Una vez terminó de hablar, se acercó a Guts y empezó a acariciarlo con su pata derecha con una pequeña sonrisa en su boca.

Por si no fuese poco que mi maestro me estuviese lamiendo la cara con su áspera lengua, esa gata a la que los niños empezaba a temer cada vez que paseaba por la calle se me acerco inocentemente y sonriendo para ponerse a toquetearme y acariciarme con su pata.
"¿En que momento elegí yo esto? ¿Por que nací gato? ¡Odio a los gatos! Me siento violado..."

Pero de mi boquita solo salió un dulce: Miau...
"Matadme por favor."

De pronto pasó viniendo de la nada, por mi lado Ofelia, a su rollo. Aquella gata que siempre me había fascinado por su pelaje, y me dedicó una efímera mirada antes de ir a reposar al lado del pelota de pelo. "¿Es que nadie iba a ayudarme?" Me pregunté tirando de mi pata en otro intento de despegármela de la lengua, justo cuando se me pegaron los bigotes: -¡Mij-Bijotej-no!¡¡Mij-Bijotes-no!!-[¡mis bigotes no!] Me quejé en vano dando tumbos por el suelo.

Luego, llegó aquella gata curtida en varias batallas, contando de su experiencia con los cachorros humanos. Me quedé embobada con su relato. Ladeé la cabeza pensativa algún tiempo, y noté escozor bajo la barbita así que intenté rascarme con la pata trasera, acto, que me volvió a hacer caer. "¡Es verdad!" ¡Seguía pegada con la goma horrosa verde! Volví a agitarme como una posesa contra el pavimento.

Quien quiere ser madre de Guts... yo me ofrezco como padre...., los humanos adoptan chinos,negritos,algo que se llama Oxfarm y algo de una cruz de color rojo... en este caso te puedo adoptar yo a ti.... a que shiii pequeñin? te puedo dar sardinitas ricas y enseñarte a chupar de los biberones de los bebes humanos sin que lo vean os padres