Partida Rol por web

Sanctae insidias

Principio: in arcana obscuritas

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12/07/2014, 20:57
Director

Te levantas del lecho del gran carromato que llamas hogar. Fue uno de los primeros regalos que Amnot te hizo, un sitio donde estar y no uno cualquiera, no hablamos del típico carromato de un viajero que vive allí porque no tiene otro lugar, no.

Es lujoso, un carromato entero hecho de maderaoscura, tu alma de mercader se retuerce pensando en el gasto que eso tuvo que suponer, un capricho para Amnot pero algo muy importante para ti.

La madera ha sido pulida por fuera y tratada con aceites que hacen que ni siquiera en las peores tormentas caiga una gota de agua en el interior dándole un agradable olor que con el paso de los dos años que llevas con él no se ha desvanecido del todo.

Además es relativamente espacioso, tienes un lecho confortable en una esquina, con una mesita en la cabecera que forma parte del propio carromato. Para tu agrado uno de sus dos cajones tiene un doble fondo, no da para mucho mas que pequeños objetos, pero siempre puedes guardar documentos importantes o cosas parecidas.

Unos pequeños estantes en la pared contiene media docena de libros, la mayoría tratan sobre temas arcanos, fueron una de las pocas cosas que lograste rescatar del zurrón de Rashira en la huida y consideraste que ella hubiese querido que los aprendieses. No entiendes ni la mitad de lo que hay escrito, lo que no implica que no sigas leyéndolos de tanto en tanto intentando desentrañar los misterios que ocultan sus páginas.

En la esquina opuesta a la cama y junto a la puerta tienes un armario bastante espacioso, teniendo en cuenta que es de un carromato y en él es donde guardas tus ropajes y tus pertenencias.

Por último en frente del armario tienes una pequeña mesita, justo debajo de los estantes donde te dedicas a la lectura o al estudio cuando no tienes nada mejor que hacer. Varias velas y una lámpara la pueden iluminar, aunque normalmente prefieres las velas ya que la linterna es sorda.

Es un buen hogar, mucho mejor de lo que podrías haber esperado obtener hace unos años, piensas mientras te acercas a la puerta. En el exterior ves a un esclavo de Amnot, el motivo de que hayas salido.

El Sublime Amo desea veros, mi señor.

Siempre ha sido así, desde que te encontraste con Amnot y este descubrió tus capacidades; cuando has tenido una misión "especial" un esclavo llegaba caída la noche y te llamaba.

En caso contrario normalmente es Charjo quien te llama, el brazo armado derecho de Amnot, un poderoso guerrero que no tiene demasiadas luces, aunque su buen aspecto y su risa contagiosa hacen que te caiga bien. Es un buen hombre, fanáticamente leal a Amnot y consciente de sus limitaciones, pero cumple su labor a la perfección y es un buen compañero de bebidas. Aún así estás de acuerdo con Amnot cuando dice que es mejor dejarle fuera de ciertos temas debido a sus dificultades cognitivas.

Caminaste con paso de gato, tal y como te enseñó Rashira, primero con la punta de los pies y luego con el talón sin llegar nunca a apoyar del todo el peso en este. Sufriste terribles agujetas las primeras veces que empezaste a caminar así, pero ahora es cuando puedes apreciar mejor el sigilo y el porte que te otorga. Cualquiera que te viese pensaría en un orgulloso señor, dando la falsa sensación de que estás perfectamente relajado y en tu salsa, aunque en realidad estés con los músculos tensos y listo para saltar en cualquier dirección si es necesario.

Cuando llegaste a la entrada del lujoso carromato de Amnot el esclavo hizo una reverencia y se quedó de guardia en la puerta. Son hábiles combatientes, al igual que Charjo fanáticamente leales y obedientes, pero mucho menos locuaces que este. Te sorprendiste al ver lo bien que trataba Amnot a los esclavos, ya que las ideas sobre la esclavitud que tenías eran totalmente diferentes; los esclavos trabajaban duro, pero comían lo mismo que vosotros y tenían un día de descanso; mas tarde descubriste que no todas las naciones eran una excepción en el trato de esclavos como Mulhorand.

Entraste en el carromato y ahí estaba, lo primero el calor sofocante al que nunca podrías acostumbrarte, unido a ese fuerte olor a especias y flores, un olor dulzón y picante que siempre te causaba cosquillas en la nariz. Amnot estaba recostado en el suelo que estaba totalmente cubierto con una gruesa y suave alfombra, ya que no había una cama como tal. En vez de eso una serie de cojines estaba repartida en la mitad del carromato.

Con el torso desnudo y su piel cetrina brillando intensamente a la luz de las esferas mágicas que iluminaban todo de un color amarillo hizo un gesto hacia ti cuando entraste de bienvenida, invitándote a recostarte.

Como siempre tu mirada pasaba rápidamente por las dos esclavas que estaban al lado de Amnot, ambas iban siempre con el torso desnudo y realmente, la tela de seda casi transparente que cubría parcialmente sus piernas tampoco ocultaba nada. No eran simples esclavas de placer, como ya sabías. Ambas eran buenas bailarinas en un baile típico de Mulhorand, que solo ejecutaban en el interior del carromato o fuera, de noche y a la luz de una hoguera cuando nadie ajeno a la caravana se encontraba cerca. Y estabas convencido de que tenían que ser estupendas entreteniendo a Amnot también en la cama, pero las dos eran también bastante hábiles en otras labores, costura, arreglar el cuero, como curanderas, cocineras y en general todas las habilidades que hacían que el carromato pudiese seguir adelante. No te cabía duda que su ausencia haría que en menos de una semana el resto de hombres de la caravana os intentaseis asesinar el uno al otro en una reyerta multitudinaria.

Finalmente te sentaste, a Amnot siempre le hacía gracia tu pudor con sus esclavas, pero respetaba tus opiniones así que hizo que ambas se cubriesen con una túnica mucho menos reveladora, una parte de ti se sintió aliviada mientras que la otra se revolvía de pena.

Horus-Re necesita tus servicios, joven Mored.

Una frase que casi era una rutina y que siempre te hacía pensar hasta que punto podía llegar a identificarse con su dios el clérigo. Como siempre no necesitabas decir nada ya que él continuó hablando.

Esta noche me ha llegado un mensaje de un buen y fiel enano amigo mío, Hargre, el dueño de la posada del Hidromiel enano. La recordarás sin duda, fue él quien nos permitió solucionar ese problema con mis esclavas cuando entramos en esta... ciudad. Y nosotros a cambio descubrimos quienes eran sus sirvi... sus camareras que le estaban robando el oro.

Tampoco era un gran secreto que Amnot veía cualquier sitio que no perteneciese a Mulhorand como bárbaro y cualquier ciudad mas pequeña que Skuld como un pueblo, lo que prácticamente descartaba a todas salvo Aguas Profundas y quizá Calimport como ciudades.

Pues bien, como sabes el viaje será largo y atravesaremos naciones y sitios peligrosos. Aunque iremos primero a Aguas Profundas para aumentar nuestro número y seguridad necesitamos algún mercenario dispuesto a acompañarnos y Hargre ha dicho que conoce a algunos perfectos para ello.

Deja de hablar durante unos largos instantes mientras asimilas la información y entonces te adelantas a la petición, no es la primera vez que te la pide.

Deseais que los investigue para saber si son de fiar.

Asiente evidentemente complacido con una sonrisa y dice -ahora ve y cuando tengas la información me informarás.

Como siempre en estas circunstancias te levantaste despidiéndote y sales, superando la puerta de la muralla, aunque el guardia gruñe cuando tiene que abrir la puerta de la ciudad, cerrada a estas horas.

Mientras reflexionaste sobre tu mecenas, o jefe, o... como puedas definirlo.

Amnot es un clérigo, un clérigo de Horus-Re, aunque al principio no sabías nada de ese dios ahora casi te crees capaz de impersonar a un clérigo mejor que la mitad de la iglesia del dios ya que Amnot no se anda con chiquitas con los sermones.

De todos modos, a pesar de ser un clérigo de un dios de la justicia te resulta curiosa su forma de pensar, en cierto modo parece un mercader de fe. Aunque tiene buen corazón y ayuda a cualquiera en necesidad también tiene una mente de hierro que recuerda todos los favores que ha hecho sabiendo a quien puede pedirle algo a cambio en un futuro. Así mismo aunque nunca exige ningún pago por encima de las posibilidades de la otra persona o que la ponga en peligro o sea algo ilegal sabes que siempre tiene la cuenta de quien le debe algo.

A menudo lo mas común que pide a la gente pobre es que construya un pequeño altar bendecido de Horus-Re y que recen dos veces al día en frente.

Así mismo es retorcido, con una mente insondable que se dedica horas y horas a maquinar; aunque no sabes exactamente los motivos que le llevan a viajar estaba claro que antes o después iba a volver a Mulhorand y parece sumamente ansioso por eso.

Finalmente llegaste a la posada y desde fuera pudiste ver a los que os iban a acompañar, la descripción encajaba. Pero poco faltó para que te descubriesen cuando decidieron salir de pronto los cuatro. Un hombre sumamente corpulento y alto con un espadón atado a la espalda. Una mujer también musculosa, vestida con unas ceñidas grebas de cuero y solo un trozo de cuero cubriendo a mala penas sus senos que se burlaba mordazmente del primero. También ella llevaba un escudo a la espalda y una cimitarra en el cinto y sus movimientos eran los de una consumada guerrera.

Pero ellos no te sorprendieron tanto como los que iban detrás, una belleza de otro mundo, un hada de los cuentos, la ninfa de los bosques. Te miró directamente con sus ojos de un verde esmeralda profundo, perfectamente consciente de tu presencia, aunque no dijo nada. Era una elfa de piel dorada pero no parecía de este mundo; para ti, sensible a la Urdimbre su presencia era casi como un impacto físico. No muy alta pero esbelta y con movimientos tan ágiles que dejaba en vergüenza los de Rashira, la persona mas ágil que conociste. Llevaba unos pantalones de color verde sumamente ceñidos y un corpiño que resaltaba aún mas sus curvas.

Nunca habías visto un ser tan bello que eclipsaba a su acompañante, otro elfo de tez pálida, casi no lograste fijarte en él debido a la presencia de la elfa.

Afortunadamente la elfa no dijo nada de ti y los demás no parecieron darse cuenta de tu presencia. Aunque viste que no eras el único que estaba atraído por la elfa. El hombretón también intentaba lanzar miradas disimuladas, pero el arrebato en sus ojos desemntía cualquier tipo de sutileza.

Solo cuando giraron una esquina lograste sacudirte el encanto de encima, si no lo hubieses considerado imposible habrías pensado que te había hechizado. Pero tenías una misión y rara vez fallabas a Amnot así que empezaste a seguirles de forma subrepticia.

Poco después ya sabías a donde se podían estar dirigiendo, al puerto sur, la zona de las peores tabernas de Sundabar y decidiste adelantarlos. Había tres posadas casi en la orilla del río y decidiste esperarles en la mejor de las tres, cerca de la ventana esperando su llegada. Para prevenir que te reconociese la elfa te habías disfrazado como un marinero, tras comprarle un recambio de ropas por dos cobres. El disfraz era perfecto pero Beshaba te había mirado mal ese día y viste como pasaban de largo.

Cuando saliste para seguirles te dio tiempo a ver como se metían en la Sonrisa del Muelle, una taberna donde rara vez pasaba una noche sin tres o cuatro peleas, como mínimo. Viste el mácabro tablón de la taberna con la mandíbula de un tiburón sujeta con clavos formando una mácabra sonrisa y entraste después de leer el pergamino en la entrada:

Aquí solo el río ofrece bebida sin cobre,

servicios sin plata,

descanso sin oro.

Algo curioso en tu opinión ya que estimas que la gran mayoría de la gente que viene aquí no sabrá leer nada.

Esta vez lograste pasar desapercibido y para tu sorpresa viste como el elfo subió al escenario y empezó a cantar canciones de todo tipo, incluso una picante.

La mujer musculosa sacó a bailar al hombretón y viste como muchos marineros miraban con lascivia el cuerpo de esta, que no estaba demasiado cubierto.

Pocos instantes después la elfa salía, curiosamente muchos de los presentes parecía mas intimidado que atraído por su presencia. Pensaste que seguramente veían como un objetivo válido a la humana, pero la elfa estaba totalmente fuera de su alcance.


Presente:

Empiezas a preocuparte pensando en como enterarte de algo mas cuando ves como de golpe el elfo hace una mueca de dolor y salía corriendo de la taberna sin decir nada:

 ¡Ábranme paso! -grita con toda la fuerza de sus pulmones mientras avanza con la mano en el pomo de la espada.

Gunnar, Nabrisa- Dice solo los nombres pero su tono es de preocupación, dolor y suplica.

Pocos instantes después tanto la mujer como el hombretón salieron detrás, dejando a la taberna murmurando y desconcertada, el único ruido que se escuchaba debido a que la música había parado de golpe. Solo unos instantes después la camarera dijo -¡eh! ¡se han ido sin pagar! 

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12/07/2014, 23:47
z(rip)Mored

La belleza de la elfa lo seguía deslumbrando, tal vez como un desafío a sus propios encantos, tal vez porque si por el fuese desearía que los acompañara todo el viaje, y quizás por ello noto su partida mientras el canto del otro elfo se hacía escuchar en la taberna.

Los gritos y la expresión de dolor le llamaron la atención, aunque la camarera reclamaba su paga le parecía poco probable que esta huida tuviese algo que ver con evitar pagar unas monedas, y si así fuese eso no suponía ningún problema para él. Se levanta rápidamente y le dice a la muchacha con rostro confiado - no te preocupes, ya los traigo de vuelta - y sale decidido tras ellos.

Supuso que la mujer tardaría unos segundos mas en darse cuenta que también él había salido sin dejar su oro, pero por lo visto no sería ni el primero ni el último en hacerlo.

Observó mientras se movía de prisa tratando de ver hacia dónde habían ido los cuatro, no quería perderles el rastro, ni tampoco hacerse ver, al menos no por el momento. 

 

- Tiradas (2)
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12/07/2014, 23:59
Director

Cuando sales escuchas lo siguiente provenir de la mujer, con un tono mordaz mientras se aleja con el hombretón, van a buen paso aunque la noche es oscura y no hay iluminación alguna. No ves ninguno de los dos elfos en cambio.

La mujer va con el hombretón diciendo en voz baja -claro musculitos, ¿tu has visto a la elfa? porque hasta el día de hoy mis tetas no me han guíado a otras tetas por arte de magia, aunque si a otras...

Ves como se interrumpe en el momento correcto y ambos desaparecen en la oscuridad, dirigiéndose a la zona de la muralla sur que está cerca. No es precisamente la mejor zona de la ciudad, todo lo contrario. La mayor parte de pendencieros, rateros y demás se reune en los estrechos callejones de esa parte de la ciudad. No es muy grande y de día está bastante controlada, pero de noche es otro asunto totalmente diferente. 

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13/07/2014, 01:03
z(rip)Mored

Escuchó la voz de la humana y los vió perderse en la oscuridad. Se adentraban en una zona que hubiese preferido evitar, pero siempre terminaba las misiones que Amnot le encomendaba, por respeto, por afecto y porque realmente se las debía. Caminó decididio hacia la oscuridad, manteniendo una distancia prudente y aprovechando las sombras para moverse sin ser visto, dudaba que la humana siquiera pudiese notarlo delante de sus propios ojos, pero no veía a los elfos y eso lo inquietaba.

Se acercó solo lo suficiente para no perderles el rastro, caminando con naturalidad, y atento a no ser embaucado por ningún ladronzuelo. Deslizó inconscientemente su mano en la empuñadura del estoque, no sabía en que momento debería usarlo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Nota: las tiradas de disfraz, percepción y sigilo las haré ocultas, me parece lo mejor (mas peligroso pero mas divertido y mas justo)

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13/07/2014, 01:14
Director

Los dos no parecen escucharte y siguen caminando, mas preocupados por lo que hay delante que lo que hay detrás. Incluso cuando te tropiezas una y dos veces hasta tener que renunciar a ir tan lento como para que no te vean y aceleras. Por cada zancada que das tu ellos dan dos y no te facilitan nada las cosas.

-¡¡¿¿Como osáis ponerle las manos encima??!! ¡¡Soltarla o morir!!

Escuchas ese grito mas adelante y ves como los dos extraen sus armas y salen corriendo, presumes que en dirección al grito. Aún así por mucho que busques impedirlo les pierdes de vista. Esta zona de la ciudad no está iluminada debido a los varios hurtos de lámparas que hubo y esos dos corren demasiado rápido.

Intentas seguirlos y escuchas los gritos de pelea cada vez mas cercanos, por lo que no te resulta muy complicado avanzar hasta que llegas a una intersección desde la que puedes ver el final de la pelea. Ves como la mujer se lanza corriendo y traspasa con su cimitarra a un hombre por la espalda, para después hacer lo mismo con otro hombre que sale de un callejón sorprendiéndote, ya que desde tu ángulo no lo habías visto.

El elfo que está al lado va envuelto en pequeñas chispas doradas iluminando un poco los alrededores y ves como un segundo hombre intenta huir, pero de nuevo la mujer en un alarde de habilidad y ferocidad le hace la zancadilla y le clava la cimitarra en un hombro clavándolo al suelo.

Del callejón provienen mas gritos, entre ellos -¡piedad!- que se corta bruscamente, hasta que solo los gritos de dolor resuenan de varios hombres que están en el suelo.

Para cuando el hombretón con el espadón desenvainado alcanza a los otros dos todo ha terminado. No ves a nadie mas aparte de esos tres hasta que la elfa aparece por el callejón y con un gesto altanero limpia su estoque ensangrentado en la ropa de uno de los hombres tendidos en el suelo, para después volver a enfundar su estoque en la vaina.

Está claro que la falta de ruido de los hogares de los alrededores es totalmente innatural y apostarías todo tu oro a que los guardias no tardarán en llegar a la escena, alertados por los gritos de dolor de los hombres que permanecen con vida.

Cuentas tres hombres a la vista, pero escuchaste ruidos del callejón y te das cuenta de que en unos pocos segundos han tumbado por lo menos cuatro personas los dos elfos y la mujer. Y eso sin que el otro hombre participe ya que no habrá pasado mas que un minuto desde que salisteis de la taberna.

- Tiradas (5)

Notas de juego

Te he abierto la escena de auctus. Sigue posteando allí.

Si no sales al descubierto haz una tirada de sigilo (no la hagas oculta).

Si sacas 10 o menos pon el post visible para Gunnar.

Si sacas 19 o menos pon el post visible para Ecthelion.

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13/07/2014, 01:35
z(rip)Mored

Oculto en las sombras Mored obserba como el grupo se encargaba facilmente de estas personas. En vano es suponer el motivo de la contienda, quizás fuesen bandidos o no, pero esos hombres eran historia y el grupo de mercenarios se hacía valer, sin duda no solo no tenían temor, sino que eran efectivos en combate y podían trabajar en equipo. Claro que huir de una taberna sin pagar no le gustaría a Amnot, pero eso a él no le molestaba y si le caían bien no se lo contaría. El músico podía por lo visto hacer algo de magia, y lo mismo le pareció que hacía la elfa, y la humana era una auténtica guerrera, mientras que el hombretón era muy lento, afortunadamente para los bandidos, de lo contrario los habría despedazado bestialmente sin lugar a dudas.

Quedaba poco por saber sobre ellos, pero no quería alejarse sin terminar su tarea. Aprovechó el silencio y que aún seguía oculto para valerse de la urdimbre y susurrar a los oídos de la humana unas palabras " ahi los veo, son ellos, llama al resto y demosle muerte de una vez". Deseaba ver como actuaban sabiendo que los seguían, y por otro lado lo intrigaba el motivo que podían tener esos cuatro para adentrarse en zonas peligrosas.

 

Notas de juego

Cuchichear mensaje

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21/07/2014, 21:42
Director


 

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21/07/2014, 21:42
Director

Sales huyendo de la escena; casi dando gracias a Kelemvor por haberte ahorrado el visitar su plano de Fuga antes de tiempo.

Mientras corres entre los callejones para evitar cualquier persecución tu disfraz se desvanece y un par de minutos después te detienes jadeante y recubierto de sudor.

Sientes un terrible dolor en el costado donde te impactó el proyectil y estás casi convencido de haber sentido algunas costillas crujir. No parecen astilladas pero cada respiro que das y cada paso son una sinfonía de dolor que estalla para clavarse en el interior al mismo tiempo que todo tu cuerpo palpita con los látidos desaforados de tu corazón. Además sientes el sabor de la sangre en tu boca, lo que te convence de que tienes alguna herida interior.

Sabes que Amnot puede curarte pero por un lado temes que esos feroces guerreros puedan alcanzarte, pero un temor mas inmediato acude a ti cuando escuchas una patrulla de guardias acercarse al trote. La calle está oscura y lo primero que ves es como ellos llevan linternas sordas y unas brillantes luces mágicas para iluminar los alrededores y los recovecos.

Te encuentras en un cruce como tantos, con pocos segundos para reaccionar, a tu izquierda se abre una calle oscura como la boca de un lobo, hacia atrás corres el riesgo de encontrarte de nuevo con los elfos y los bárbaros y en frente tienes a los guardias.

Sabes que no has hecho nada, pero un hombre medio doblado por el dolor en un flanco y resollante podría, cuanto menos, suscitar preguntas.

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22/07/2014, 01:28
z(rip)Mored
Sólo para el director

Notas de juego

Master, estoy con fiebre alta y temo escribir cosas que terminen matando a Mored! Apenas me sienta mejor escribo algo para no trabar a los guardias

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22/07/2014, 13:34
z(rip)Mored

El dolor se hacía mas intenso ahora que había dejado de correr, esa elfa era mortífera y de un carácter terrible, su cuerpo la recordaba aún mejor que él. Los pasos de los guardias resultaron ser una noticia inesperada, estaba acorralado. Regresar era una locura, en parte porque la elfa lo mataría y en parte porque descubrir su identidad sería fallare a Amnot, y no quería hacerlo. Tomar por el camino oscuro era una opción mas tranquila, pero si se presentaba una complicación allí no tendría fuerzas para un combate. Los guardias... como hacer que los guardias sigan de largo? 

Negó con la cabeza, estaba atrapado, hiciera lo que hiciera implicaba riesgos, así que decidió hacer lo que mejor sabía hacer, vender una idea.

Cuando el sonido de los pasos se hizo mas cercanos se adelantó - Ayuda por favor, guardias!- no necesitó simular un tono de voz desesperado, lo estaba ciertamente.

- Que bueno verlos - dijo aún jadeante - unos bandidos están atacando gente, serían como unos ocho calculo, hacia el final de esta calle varias manzanas por delante en esa dirección. A mi me dieron una paliza pero pude escapar porque se distrajeron con otros cuatro, dos elfos y dos humanos, que por lo que llegué a ver estaban peleando contra ellos. Si se apresuran quizás puedan ayudarles, sino temo lo peor...-

- Tiradas (1)

Notas de juego

La tirada es por los pequeños detalles que no son verdad, los dados no acompañaron pero la única mentira es que los que me pegaron son los cuatro y no los ocho XD. Quedo en tus manos una vez mas !

Bajó la fiebre... pero no del todo... esto es lo mejorcito que se me ocurrió XD

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23/07/2014, 17:41
Director

Los hombres se paran en seco cuando les hablas, escuchas el ruido de metal contra cuero y cinco luces te iluminan deslumbrándote unos instantes.

Uno de ellos, seguramente el líder del grupo de guardias da un paso adelante para observarte mejor cuando hablas, el escepticismo claramente marcado en su rostro. Desde luego tu aspecto ahora mismo no le impresiona en lo mas mínimo.

¿Cuatro dices? ¿Contra ocho? Maldita sea, seguro que unos malditos aventureros están armando bronca. Dammer cura a este "ciudadano" y deja que se marche.

Casi antes de que termine de hablar escuchas una oración en nombre de Tyr el justo y pocos segundos después un hombre cano acercándose ya al oscaso de su edad te pone una mano en el pecho.

Que Tyr proteja y sane a aquel que sigue la justicia y castigue a aquellos que la quebrantan.

Para tu alivio una energía sanadora te recorre y sientes como tus costillas se recomponen con pequeños chasquidos y todos los dolores se atenuan hasta desaparecer.

El líder hace un gesto con la mano y dice -gracias por la información "ciudadano"

Te queda bastante claro que te considera poco mejor que aquellos a quienes has indicado que busquen, pero parece considerarte insignificante o cualquier otra cosa que pase por la cabeza de un capitán de patrulla hosco, ya que la mayoría de ellos parecen cortados por el mismo patrón.

Con una orden vuelven a ponerse al trote y siguen el camino que les has indicado.

- Tiradas (2)
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23/07/2014, 18:23
z(rip)Mored

Gracias Tyr, pensé que no me ayudarías... la situación había sido difícil, sabía que los guardias no confiaban en él pero estaba agradecido por haberlo curado, eran más gentiles que los mercenarios que había cruzado. Los saludó mientras se iban y continuó su paso en la dirección contraria. Quería salir de esa parte de la ciudad cuanto antes.

Repuesto de las dolencias, apenas perdió de vista a los guardias, comenzó a correr hasta las afueras del afamado barrio, y luego retomó el camino por el que había venido rumbo a su carromato. Pasó por la taberna de la Sonrisa del muelle, entró y buscó a la mesera, decidió pagarle lo que le debía, no era un ladrón aunque esas artes no le sentaban mal, esa muchacha debería pagar de su bolsillo su bebida y a él le servía mucho más algo de información - No pude alcanzarlos, los perdí cuando llegaban a la muralla sur, pero por suerte me crucé a unos guardias que le están siguiendo el rastro. Dime, los has visto antes? vienen seguido? cualquier información que tengas puede servir para dar con ellos, y que te paguen lo que te deben- le dice buscando su camaradería mientras paga el trago que había tomado junto con una generosa propina.

Notas de juego

Me detengo en la taberna por si hay algo de información, pero mi intensión es ir a ver a Amnot en cuanto pueda

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25/07/2014, 18:17
Luciena

¿Eh? ¿Como dices...? ¡Ah si! ¡El dinero...! ¡Esos se fueron sin pagar! ¿Me lo vas a pagar tu cariño?

La camarera te mira al principio como si no comprendiese y solo después te sonríe pícara mientras te echa una segunda ojeada, como si solo ahora te viese por completo, disipándose una buena parte de su cínica actitud, como bien sabes el oro tiene ese efecto en prácticamente todos.

Se arrima mas hacia ti y su última pregunta es casi un ronroneo que te hace ser sumamente consciente de la esquina mas oscura de la taberna donde, a mala penas iluminados varios marineros retozan con algunas de las camareras con unas telas puestas en horizontal que no dan intimidad alguna ya que puedes ver perfectamente lo que ocurre.

Una de sus manos se apoya en tu pecho y baja suavemente hasta tu ombligo, entonces se detienen mientras te mira expectante.

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26/07/2014, 20:07
z(rip)Mored

La reacción de la camarera fue mucho mas cercana a la que esperaba, quizás le había dado más dinero del que correspondía por un poco de información. Al parecer no iba a poder conseguir más datos acerca del grupo de los que ya tenía, y Amnot lo esperaba, no tenía tiempo para distracciones.

Pero desde la muerte de Rashira y de Rebeca era reacio a acercarse demasiado a las mujeres, y se centró en reconstruir su vida. Ahora que no podía demorarse, ahora que había estado a punto de perder la vida, ahora que pronto embarcaría hacia nuevos rumbos, algo parecía haber cambiado. Mientras pensaba en levantarse para irse su mano izquierda lo traicionó y tomó la muñeca de la dama y la llevó más abajo aún, mientras correspondió su sonrisa.

Lejos estaba de ser hermosa, y aún más lejos estaba esa taberna de ser un lugar apropiado, pero su cuerpo se dejó llevar por deseos que hacía tiempo reprimía, y el sabor de la vida lo volvió a cautivar.

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27/07/2014, 22:03
Luciena

Te da un apretón suave cuando llega a tu entrepierna mientras sonríe con lo que opinas que debe ser una sonrisa lasciva, sin duda una que encendería la sangre a cualquier marinero, pero no demasiado apropiada.

Después se acerca mas a ti enroscando su brazo con el tuyo y acariciando tu espalda con la mano mientras susurra ronca -vamos a la esquina, no pareces ser de los que prefieres público. Y llamame Luciena, encanto.

Puedes oler su aliento, un mixto de cerveza y musgo, además del sudor y un perfume dulzón de su cuerpo y ella enarca una ceja, como si no estuviese del todo segura de lo último que ha dicho, entonces te guía entre las mesas.

Algunos marineros te jalean mientras te acercas a la esquina y Luciena aparta una de las mantas, allí en un jergón de mantas hay un marinero desnudo y otra camarera de la misma guisa. Esta les mira y habla con tono desabrido.

Vamos zoquetes, dejadnos a nosotros. Melase sustituyeme.

Con un gruñido y algunas maldiciones el marinero se levanta sin preocuparse por su desnudez, mientras que la camarera en cambio se viste precipitadamente, puedes ver perfectamente como se guarda unas monedas una bolsa escondida en el interior del corpiño y luego como se lo ajusta, tirando de las cuerdas para apretarlo todo lo posible.

Mientras esto ocurre Luciena sigue acariciando tu entrepierna con suavidad y mirándote de reojo con una sonrisa ansiosa dice -no te preocupes cielito, no tendrás que esperar mucho.

Finalmente la camarera llamada Melase termina de vestirse y sale del cubículo formado por mantas mientras se atusa el cabello.

Luciena te hace entrar y al cerrar la manta la iluminación desciende de modo que todo queda oculto en las sombras, aunque no puedes evitar el inconfundible olor a sexo y sudor, el mismo que olías con Rashira, solo que mucho mas acre e intenso. Desde fuera sigue escuchándose el ruido de las risotadas, los gritos pidiendo bebida, los músicos tocando, pero además puedes escuchar ruidos de sexo a tu alrededor, en los otros cubículos formandos con mantas, de hecho dado que estas terminan a la altura de las rodillas puedes ver algunos movimientos a tu alrededor.

Escuchas un ruido de la tela frotando con algo y ves como Luciena empieza a desatar su corpiño, ella se da cuenta de que la estás mirando y te pregunta con picardía -¿me ayudas cariño?

Aunque no es una mujer particularmente bella no puedes evitar notar como el corpiño hace que sus senos parezcan sumamente atractivos. Quizá la parte mas notable de la mujer.

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30/07/2014, 03:27
z(rip)Mored

Paso su mano por la espalda de Luciena y liberó el corpiño, dejando expuestos sus senos, un deleite para sus ojos y sus manos, que instintivamente fueron hacia allí. La mujer se desenvolvía con soltura, al parecer acostumbrada a estos quehaceres, pero él la trataba como si fuese una pieza única, estimaba que eso la haría sentir bien.

-No te arrepentiras de esto, linda, creeme que volarás- dijo con orgullo mientras se dejó llevar por sus instintos. Compartieron juntos un buen rato de sudor y buenas sensaciones, que paulativamente los elevaban por encima del Nirvana, para alcanzar su pico de gloria en un grito silencioso. 

Mored estaba satisfecho, la mujer lo había hecho sentir bien, esperaba haberla correspondido de igual modo. Se acostó a su lado y le tomó la mano - espera, solo unos minutos, quiero estar así - La sensación era como si el tiempo estuviese detenido, esos segundos eran mágicos, pero la urdimbre nada tenía que ver con eso.

Cuando un par de piernas peludas se divisaron tras la cortina supieron que era el turno del siguiente, y ambos comenzaron a vestirse. - Ha sido genial, si me lo pides, volveré - le sonríe viéndola a los ojos, sabiendo claramente que no volvería - No me has contado nada del pequeño elfo que cantaba esta noche, lo conociste? seguro que no es un chico que pase desapercibido por las tabernas donde va -

 

Cargando editor
30/07/2014, 20:14
Luciena

Durante todo el acto no puedes evitar ver cierta profesionalidad en sus movimientos, por lo que te cuesta decidirte sobre tu actuación ya que no sabes si finge o si disfruta realmente. Además en ningún momento deja que le beses los labios.

Aún así se demuestra complaciente y solo cuando parece que otra nueva "pareja" va a ocupar el lecho se levanta con rapidez y empieza a vestirse.

Ante tu propuesta de volver ronronea -por supuesto mi señor, solo si Sune no te roba antes podrás venir siempre que quieras.

Al igual que antes deduces que es una frase hecha que busca que te sientas orgulloso contigo mismo para volver. Después frunce el entrecejo y dice -¿el elfo? ¿por qué en cambio no me ayudas a atarme el corset?

Mientras tanto dice -un buen tipín si te gustan esmirriados en mi opinión. Además esos no son normales, ninguna hubiese aceptado a un elfo, ¿quien sabe que podría ocurrir después?

Se gira hacia ti y dice -vos sin duda sois mas atractivo y mas... terrenal.

Te guiña un ojo y después mira a la pareja que, impaciente, espera para entrar.

Martel no te canses demasiado, recuerda que hoy te toca la limpieza a ti.

Con tono severo alecciona a la camarera casi colgada del brazo de un fornido marinero de casi dos metros, cada brazo casi del tamaño de una de tus piernas. Después con una última mirada hacia atrás y un guiño ves como se adelante y va hacia la barra donde recibe instrucciones dejándote ahí solo con la pareja que te mira ligeramente ceñuda, esperando que les dejes entrar y en "solitario".

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01/08/2014, 03:25
z(rip)Mored

Mored terminó de vestirse y se aseguró de que nada le falte, revisó sus pertenencias y salió del cubículo dando lugar a que la nueva pareja se entretenga. Salió disimuladamente, aunque estaba a la vista de todos, al parecer ese rincón era algo normal para la clientela porque nadie desvío su mirada. Salió de la taberna tras saludar con un guiño de ojo a Luciena, la volviese a ver o no, había disfrutado a su lado como hacía tiempo no le pasaba.

Se dirigió hacia su carromato, conocía el camino y ya se había demorado demasiado, ahora debía informar a Amnot sobre todo lo que había descubierto. El sacerdote sabía que sus métodos no eran los usuales pero también confiaba en su juicio para discernir quienes valían la pena y quienes no, y tenía mucho de que hablar respecto a los cuatro potenciales mercenarios.

Tardó casi una hora en dar con la morada de su señor... bueno, puede que no fuese su señor, pero había comprado su carromato, lo había ayudado en incontables ocasiones y había podido salir adelante gracias a la ayuda del extraño hombre, señor o no, le debía una... o muchas, y no esperaba a que se cobrara los favores, él se ofrecía a devolverselos sin preguntar.

La tienda aún tenía una pálida luz encendida, podría haber esperado al otro día, era verdad, pero Horus-Re no había esperado para vengar los crímentes de set, o al menos eso le había contado a Amnot. Se dirigió al esclavo que cuidaba la entrada y se anunció, para luego quedar de pie a la espera del permiso para entrar.

Notas de juego

Di por sentado que no me falta nada en la taberna, que Amnot esta levantado y que el viaje de regreso fue sin sobresaltos... pero si algo de eso cambió avisame y editamos las acciones.

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05/08/2014, 18:38
Charjo

Del lujoso carromato sale un hombretón que supera los dos metros de altura y sus hombros tienen también una envergadura parecida.

Te mira con gesto adusto durante unos segundos con unos ojos inquietantemente sagaces que saben que pueden medir y pesar el alma de un hombre y sus motivaciones con la misma facilidad con la que tu evaluas el precio de un par de monedas de cobre.

Aunque ha caído la noche viste una pesada armadura que le cubre desde el cuello hasta la punta de los pies y rechina como si todos los demonios del Abismo se hubiesen reunido para armar alboroto. Sabes que el yelmo es la única concesión que realiza a la caída de la noche y alguna vez al despertar y salir al campamento le has visto inmóvil como una estatua vigilando la estatua de Amnot.

Se trata de Charjo, un paladín que tiene tanta habilidad marcial y envergadura como falta de inteligencia y un sentido del deber tan estricto que a menudo te causa cierta inquietud cuando lo piensas detenidamente. Sin duda es un hombre bonachón, sonriente y sumamente persuasivo con sus modos encantadores mezclados con otros de campechano; inspirador cuando entra en batalla parece un héroe salido de las películas. Pero alguna vez has pensado que si varios como él coincidiesen, todos dispuestos a cumplir con su deber hasta las últimas consecuencias y todos ellos con el mismo objetivo... bien, crees que esa sería la perfecta definición del terror.

A pesar de ello te resulta bastante sencillo estar junto a él ya que nunca intenta imponer nada a los demás salvo que se lo ordene Amnot, al que mira con una reverencia tan grande que piensas que si no cree que es un dios poco le falta.

 

Charjo relaja su gesto cuando te ve y te sonríe, dándote una cuidadosa palmada en la espalda con su guantelete hablando en mulhorandiano (incluso el común tiende a atragantársele), a pesar de ello su voz es grave, la clásica voz que hace que todas las mujeres se giren interesadas para observar -hombre Mored, ¡has vuelto finalmente! ¿Donde has ido bribón? Cualquiera diría que vienes de pelearte con unos gatos... -te mira mejor y añade -con unos machos en celo.

Después mira hacia atrás y dice -si quieres hablar con El Sumo Señor deberás esperar, está disfrutando de Khisa- una esclava de placer- y ya sabes que no le gusta ser interrumpido.

Es en ese momento cuando prestas atención a unos suaves gemidos que el carromato ahoga casi del todo.

Charjo mira al fuego que ilumina los carromatos y los alrededores y dice -aún así siempre podrías jugar un par de partidas de dados conmigo.

Susurra con el aire de un niño pequeño al que le da cierta vergüenza la petición. Aunque su orden no prohibe expresamente el juego tampoco lo ensalza, pero Charjo lo juega con un candor propio de un crío y nunca pierde la ilusión de lograr victorias a pesar de las sonadas derrotas que suele recibir cuando Tymora no le sonríe, que suelen ser mayoría.

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07/08/2014, 02:31
z(rip)Mored

- Gatos... tal vez, pero hembras. Una de muy mal caracter, ciertamente, pero la otra compensó con creces los defectos de la anterior e hizo que la noche valga la pena- y vaya que había valido la pena, que haya cobrado por ello era un detalle que no venía al caso.

Esperar a Amnot era obligado, no iba a interrumpirlo ni se lo iban a permitir, y no quería dejar para el otro día la conversación que debía tener con él. Por otro lado Charjo era un hombre alegre y muy fácil de engañar, así que pasar un buen rato con él era un excelente plan.

- Dados... cuanto me gustan, vamos, comencemos ahora mismo, pero apostemos algo... algo sencillo... ya se, el que pierda deberá besar a una mujer que el otro elija... no puedes negarte, que te parece?- se divertía de la sola idea de ver al paladín besando a una anciana sin dientes, aunque una opción mejor comenzaba a formarse en su cabeza.