Partida Rol por web

Aparece detrás y pregunta -¿por qué no la has detenido tío? Está claro que va a causar mas problemas de lo que pueda aportar, sobretodo a si misma.

Habla en un idioma que no conoces ni has escuchado nunca, ni siquiera logras relacionarlo con otros idiomas que no conoces pero puedes relacionar y después dice -iré a detenerla.

Cabris hace un gesto para detenerle pero para cuando os dais la vuelta Jared ha desaparecido fundiéndose con la piedra como si esta fuese líquida para él.

En tono solemne, lo cual es un poco ridículo teniendo en cuenta que acaba de ponerse ropa arrugada sin secarse y su aspecto es cualquier cosa menos solemne, pero con sinceridad añade: Solo puedo darle las gracias por el esfuerzo que ha invertido en hacer esa comunicación y en ayudar que el mensaje de los oráculos elfos llegara así a su destinatario.

Intentare ayudar a su sobrino a hacer que Llharandhäe atienda a razones... ella ha tenido un día muy duro. Necesita descansar la mente... Yo conozco el dolor pero he podido dormir unos años y aunque ese tiempo pasara sin sueños en un pestañeo, creo que me ha hecho bien. Espero que ella pueda descansar y recuperarse.

Asiente y dice -os esperaré aquí mientras preparo algunos asuntos. Sea como sea hay un mes y medio de camino hasta Felbarr cruzando terreno de orcos... y cosas peores. No puedes dejar que se vaya.- de uno de sus bolsillos saca una piedra que tiene forma de bellota y te la da -toma esto, te ayudará a encontrar a Jared y él ya debería haber alcanzado a tu amiga.

Después se hace a un lado para dejarte pasar.

Camthalion sale corriendo de la casa y trata de intuir por donde se han ido. Contempla la bellota en la palma de su mano, estudiando su magia y cierra la palma en torno a ella, encerrándola en un puño que acerca a su corazón mientras trata de intuir que dirección seguir.
 

Ya en cuanto coges la bellota sientes una extraña sensación, como si un hilo invisible tirase de ti sientes la dirección en la que se encuentra Jared, aunque te encuentras con el problema de que las paredes no piensan lo mismo que la bellota y te das cuenta de que la dirección que te indica es física y no como llegar hasta él.

De todos modos no es demasiado difícil y corres hasta la entrada de la casa, llevándote un susto de muerte al salir de un pasillo y encontrarte con el enorme oso que a cuatro patas es mas alto que tu. Este te mira y te olisquea con curiosidad sin hacerte nada y cuando te sobrepones del susto continúas tu carrera hasta alcanzar la entrada de la mansión.

Una vez fuera no necesitas correr mas, ves a Jared hablando con Llharandhäe, curiosamente el camino al pueblo ha desaparecido ocupado por un enorme muro semircircular que cierra el paso.

Al igual que tu Jared salió a toda prisa y aunque su ropa y pelo están secos notas que se ha puesto la túnica del revés, algo que te haría gracia de no estar en esta situación.

A pesar del muro  ves que Jared no las tiene todas consigo, Llharandhäe ha extraído un estoque de factura élfica y le está amenazando con él. Aunque Jared posea poderes mágicos dudas que pueda competir con la destreza de Llharandhäe a la que viste combatir antes.

Ecthelion se posa en el muro, evidentemente ha sentido tu preocupación y ha bajado en seguida, una vez allí observa todo y sientes en él la indecisión de no saber como actuar.

En cuanto te acercas ves que ambos están en un tenso silencio sin hablar mientras Llharandhäe mira a Jared de tal forma que piensas que si mirase al muro podría tirarlo abajo con la mirada.

Camthalion avanza despacio, no quiere sobresaltarlos y que cometan una tontería. Caminando suavemente se interpone entre ellos, con el estoque de la elfa apuntando a su pecho.

No tuve la hombría para ver el cadáver de mi prometida. Era la batalla de la tormenta, en Argluna. Las nubes eran tan negras y espesas que casi parecía de noche. Los orcos pusieron toda la carne en el asador. Cuando la muralla cayo, mi grupo de arqueros logró replegarse a la muralla interior… Nindë… Nindë no tuvo esa suerte. Mi prima trajo la noticia, ellas luchaban codo con codo, creo que se sentía responsable de la noticia que tenía que darme.

No lo pensé, no pensé. Salí de la ciudad interior para hacer una gran estupidez mágica. Todo salió bien porque logre crear una explosión que destruyo el grueso de la horda horca. Pero ¿y si hubiese creado un conjuro de armadura o aumento de fuerza sobre los orcos? Aposte a lo loco mi vida, y la de los demás, conjurando todo mí poder mágico durante la caída de la urdimbre. Cuando desperté del coma, algunos querían darme reconocimiento de héroe…. De héroe… ¡Ja! Un consejo de guerra es lo que me merecía. La mayoría de la gente opina que mi disparate fue una jugada desesperada que salió bien y que realice cuando nuestra suerte estaba decidida. Solo fue una pataleta contra los asesinos de mi amada, nada más, no pense en salvar ninguna ciudad.

Si consideras que los enanos están desesperados, y su suerte decidida. Que las voces del tel'kiira apoyan este curso de acción. Que yendo ante ellos, a través de un camino que implica muerta casi segura, podrás aportar algo indispensable para su batalla y que te harán caso. Y, sobre todo,… si me miras a los ojos y me dices, con sinceridad, que no es el deseo de venganza y el dolor por la muerte de tu hermano lo que te mueve,… No solo no te parare, sino que me jugare la vida en un viaje imposible para, si no morimos, ser ignorados y vilipendiados por el “pueblo pequeño”. En ese momento, Camthalion levanta la vista y le mira a los ojos.

Cuando hablas de tu difunta esposa agacha la mirada y ves como empieza a llorar. El estoque de su mano tiembla cada vez mas y para cuando terminas ves como este cae al suelo entre tintineos mientras ella también cae de rodillas y solloza.

Kahlianty... yo tengo que vengarlo. -habla entre hipidos y sollozos.

No puedo volver a casa sin haberlo hecho, ¿que dirían las demás familias de mi? La muerte sería preferible, en Arvandor nadie me reprocharía nada. Si.. Arvandor.

Ves algo que aún no habías visto nunca, pero que reconoces en seguida. Tu también sientes la llamada de Arvandor y ves que ella está respondiendo.

Su luz empieza a brillar, como si pequeñas motas doradas empezasen a desprenderse de su piel. Si esto sigue así en pocos segundos Llharandhäe dejará Faerun para viajar a Arvandor muriendo.

Observa todo boquiabierto y parece que en varios momentos quiere tomar parte o decir algo pero la propia tensión del ambiente y de vuestras palabras se lo impide. Cuando ve a Llharandhäe brillando te mira de reojo sin saber muy bien como actuar ni de que se trata.

Arvandor… Una promesa de paz, de reencuentro, de calma, de descanso… ¿Qué sentido tiene mantenerse en este lugar triste y oscuro pudiendo volver a la luz?... Pero en este lugar hay cosas que le dolerán dejar atrás: música nueva, chistes, tabernas a reventar de público, festivales,… No, Arvandor puede esperar. Le gusta la temporalidad e intrascendencia de este lugar. Él se queda, y ella también si logra convencerla…

Así que cae de rodillas junto a ella y mientras la acaricia de la mejilla levantando su rostro pronuncia las palabras “quédate conmigo”, antes de besarla en los labios.

No responde al beso de forma activa, pero ves que se abraza a ti con muchísima fuerza, llegando casi a hacerte daño. Durante un largo rato está así sollozando.

En tus brazos la sientes frágil y delicada a pesar de su fuerza mientras todo su cuerpo tiembla de forma incontrolable, pero las motas doradas se van apagando y vuelve a ser ella, radiante como siempre pero de forma natural. Tiene los ojos enrojecidos al igual que sus mejillas están coloradas oscureciendo aún mas su piel dorada.

Habla con una voz baja, tímida, casi como la de una niña -y... ¿donde quieres ir?

Si el druida acude ante el rey enano, podemos ir a hacer su trabajo en Sundabar. Si cree que los enanos no aceptaran ayuda ni si quiera de él, quizá podamos acompañarle a Sundabar. Parece un hombre muy sabio y su sobrino muy simpático, podemos aprender mucho de ambos. Y si lo prefieres, podemos viajar por el mundo, buscar sitios hermosos y fantásticos que alegren el alma al contemplarlos. ¿A dónde quieren que te lleven tus pies Llharandhäe? dime qué lugar siempre has soñado con conocer. No lo pienses, cierra los ojos y di el primer lugar que acuda a tu mente.

Llega y camina hacia vosotros mientras hablas. Entonces cuando terminas de hablar dice -el rey ha aceptado mi ayuda, como sabía que haría. Pero lamentablemente no puedo estar en dos sitios a la vez y alguien tiene que cuidar de este lugar. La ayuda de ambos sería muy importante en el cometido que os comenté.

Después os sonríe tristemente, y mira especialmente a Llharandhäe diciendo -lamento lo sucedido tel'quessir. No era mi intención alteraros y desearía poder ayudaros en vuestra aflicción. Mas se que es algo que no se encuentra en mis manos y solo espero que logréis recuperar la serenidad.

Después se queda en silencio esperando vuestra respuesta.

Escucha tus palabras mientras sus ojos aún están brillantes y enrojecidos por las lágrimas. Cuando parece que va a decirte algo llega Cabris y ella se interrumpe. Escucha sus palabras y después dice -me disculpo yo por mi comportamiento. He dejado que mi dolor me hiciese ignorar el buen juicio... y acompañaré a Camthalion allí donde él vaya.

No parece muy dispuesta a añadir nada mas.

El elfo asiente y habla con solemnidad al druida:

En tal caso, nosotros cumpliremos con vuestro cometido en Sundabar, maese Cabris. Tan solo ponernos al día de los detalles y darlo por realizado.

Mira a su sobrino y ordena -arregla lo del muro.

Después os conduce de nuevo al interior de la mansión.

Seguidme, tendré que explicaros lo que se y vuestro cometido.

Una vez dentro y de nuevo acomodados ves que Llharandhäe aún titubea, sin duda diga lo que diga nadie dudas que sus emociones estén bien controladas.

Aún así Cabris trae un cuenco de piedra relleno de agua purísima, tan pura que casi parece etérea de lo transparente que es. Reza una oración e inmediatamente una imagen aparece en el cuenco como si el agua se hubiese convertido en un espejo, o mejor dicho, una ventana.

 Este es Amnot Chakai, un noble de una lejana ciudad llamada Skuld. Al igual que muchos otros de su nación la guerra que se ha desatado entre las naciones de los Antiguos Imperios le obligó a permanecer exiliado ya que la única forma de llegar a Mulhorand es pasando por una de las naciones rivales.

Levanta la vista hacia los dos y dice -aunque la guerra está siguiendo su curso y no debería durar muchos años mas parece que Amnot ha perdido la paciencia y quiere volver a su nación.

Su voz suena cansada y ves como se toma una pausa mientras saca una pipa y la enciende. Después de dar una calada y soltar un suspiro de satisfacción continúa.

Seguramente os estaréis preguntando: ¿por qué debería interesarme yo en eso?

La respuesta es sencilla. Amnot es un sacerdote del Dios del Sol Ra. Un dios adorado casi exclusivamente en su nación. Durante estos años de exilio ha recorrido la Marca Argéntea resolviendo problemas y proporcionando auxilio y curación a los necesitados. El propio Jared fue malherido cuando se encontraba patrullando los alrededores de Khelb por un ettin y fue Amnot quien le salvó de una muerte segura. Por eso le debo mi ayuda y cuando el me pidió ayuda para su viaje no pude rechazarlo.

Pero ahora me veo dividido y aunque tengo que ayudar a Amnot mis capacidades serían muchísimo mas útiles en la defensa de la ciudadela del rey Emerus. Además alguien tiene que guardar este poblado y sus alrededores por lo que Jared no puede abandonar este lugar si yo me he marchado...

Se echa para atrás en su silla y empieza a soltar bocanadas de humo después de añadir -como veis me encuentro en un compromiso incómodo. Pero supongo que tenéis preguntas.

En estos instantes parece mucho mas viejo de lo que su aspecto físico sugiere.

No se preocupe lo ayudaremos todo lo posible en su viaje. Preguntas... pues la verdad que no tengo ninguna, a parte de las obvias como ¿dónde encontrarnos con él? ¿Cuánto dura el viaje? Y cosas así.

Camthalion esta sinceramente emocionado con la idea de viajar a esas tierras cálidas donde se adora a gatos y dioses con cabeza de animales*.  

-¿Has estado alguna vez en Skuld? Pregunta a su compañera para darle algo de vida.

Niega mustiamente con las orejas alicaídas.

Nunca había salido de la ciudad...

Mira a Cabris y pregunta intentando centrarse en el presente y ser de alguna utilidad -¿que dios es Ra? ¿Y que tipo de ciudad es Skuld?

Suelta otra bocanada de humo y contesta -Sundabar es una ciudad con gran presencia de enanos, además de humanos. Uno de ellos, llamado Hargre BeerDrinker regenta la posada del hidromiel enano. Él está pertrechando la caravana de Amnot y contratando a guardias para el camino.

También fue quien me avisó y solicitó mi ayuda ya que habrá que cruzar varias naciones enzarzadas en guerra. Pero no será difícil encontraros con él. Poseo un conjuro que os llevaría en poco tiempo a su posada, es una suerte que no tengáis monturas ni mucho equipaje ya que no habría podido llevarlas.

Respecto al tiempo que tardaréis... -frunce el ceño pensativo mientras hace los cálculos mentales- estimo que será por lo menos un mes hasta aguas profundas. Y varios meses mas hasta alcanzar Mulhorand. El viaje mágico podría acelerar las cosas, pero Amnot siempre se ha negado a aceptarlo.

Después mira a Llharandhäe y dice -Ra, el dios del sol mulhorandiano. Es un dios benigno, aunque sumamente rígido. Pero si quieres saber algo mas de él seguro que Amnot te cuenta hasta cuantos pelos tiene en la barba. Y seguramente lo hará incluso si no quieres, así que no veo necesario repetirlo.

Y de Skuld poco os puedo decir, nunca he estado y aunque lo hubiese querido la ciudad ha estado cerrada a los extranjeros durante mucho tiempo, aunque si Amnot es un ejemplo de lo que podéis encontrar entonces será una buena ciudad, con el aire enrarecido y la nariz de los hombres apuntando al cielo, eso si. Pero una buena ciudad al fin y al cabo.

Se toma una última pausa y dice -¿aceptáis entonces el trabajo?

Te mira de reojo y luego asiente reluctante.

Mi arma y mi magia estarán al servicio de Camthalion, mientras él continúe con esta empresa y me quiera a su lado yo le seguiré.

Desde luego que si, será un honor y un placer viajar hasta los lejanos desiertos, quien sabe todo lo que podremos aprender de un lugar tan exótico.

Sonríe ilusionado, imaginando como será el lugar, recordando historias sobre grandes templos y dioses que caminaban entre los hombres… tenía que tomar muchas notas de su viaje.

¿Cuándo partimos?