Partida Rol por web

El cañón de Gothay no está muy lejos de donde estáis ahora. Apenas uno o dos días según el tiempo que hace.

A lo lejos se puede observa una elevación del terreno que corresponde al cañón ... si bien este engaña, pues una vez cerca se puede observar como aparte de elevarse, tambien se hunde ... teniendo cambios de elevación el doble de grandes de lo que uno podía esperar.

las paredes del cañón están llenas de cuevas, grietas y recovecos por donde buscar, el suelo lleno de desniveles y arena acumulada. Pero por suerte la roca es fácil de escalar.

Todo está azotado por el viento que corre a no poca velocidad en el cañón, haciendo que a veces la arena se meta por lugares un tanto indeseosos.

La caravana de Rhotan no entra en el interior, en su lugar busca unas rocas que sirvan para parapetarse y protegerse del sol mientras preparan unas tiendas.

-Bueno chicos, este es el plan ... la caravana podría entrar en el cañón, pero seria demasiado trabajoso, con lo que aguardaré aquí unos 3 días mientras espero que encontréis el lugar.-

-Si en estos 3 días no habéis vuelto, temeré lo peor y volveré a los Silver Springs ... donde aguardaré tres días mas antes de proseguir mi camino hacia Tyr.-

El psiquico empezo a preparar su equipo y de vez en cuando echaba una ojeada al lugar. Sin duda seria una gran aventura Cuantos volveremos esta vezEn su mente se dislumbro las caras de aquellos que habian pasado en su memoria, aun destrozada en recuerdos en añicos, y los pocos momentos que pudieron pasar en grupo. Si no fuera algo habitual en este lugar del mundo, pensaria que estaban malditos. Se coloco la mochila y cogio su baston, lo sopeso en su mano y se dirigio al grupo que estaban hablando con Rhotan
Esperemos que estemos todos antes de tiempo con noticias. Bien... creo que ya estoy preparado. Aunque, quien lo podria estar para lo que nos podemos encontrar alli

Tres días y tres días. De acuerdo. -  Repito para confirmar que nos hemos entendido. Luego hago una reverencia un poco mas acentuada de lo habitual para despedirme de Rhotan y luego me tomo el tiempo para despedirme también de todos y cada uno de los miembros de la caravana. Con una leve reverencia y unas palabras para desearles buena suerte. - Buena suerte .... Que os vaya bien ... Cúidate mucho ... Hasta pronto ... Buen viaje ...

Luego cojo mi mochila, cargando con ella mi parte de las raciones y me dirijo al resto de compañeros, dedicando un último adiós a la caravana.

...

¿ Vamos a ver si la encontramos ?

El goliath se incorporó y recogió su equipo, estaba claro lo que debían hacer y él no era de los que se despedían o hablaban en demasía, nada más asintió con la cabeza a Rhotan con conformidad y habiendo entendido las directrices que tomarían...

- Pongámonos en marcha, cuanto antes empecemos a partir, menos tendrá que esperar en estos parajes... Estoy listo...

Esperemos que estemos todos antes de tiempo con noticias. Bien... creo que ya estoy preparado. Aunque, quien lo podria estar para lo que nos podemos encontrar alli

Yo tengo una deuda que saldar, Hall-Khad. Interrumpió cuando el síquico habló, casi sin mirarlo. Por lo que he visto, dudo que Kohebe necesite ayuda para cuidarse, definitivamente no es lo que aparenta. Negó con la cabeza, cerrando los ojos. Pero eso importa poco, una deuda es una deuda. Y también es parte contigo y con el dray. Apretó los dientes Me siento incómodo sabiendo que todavía tengo algo que pagar, como una espina en mi mente. Siguió caminando unos pasos y se detuvo Estuve listo para todo esto desde que me liberaron, por segunda vez en mi vida. Les dije que quería hablar, pero la verdad prefiero dejarlo para cuando terminemos con todo esto y todo haya sido pagado con creces. Continuó la marcha por las arenas.

Por ahora sigamos, esforcémonos por no ser devorados por Athas cuando no sea nuestro momento. 

Durante todo el viaje hasta el cañón, tanto en los días anteriores a las Silver Springs como después, habíais estado hablando con la gente de la caravana de Rothan Vor, leyendo viejas historias y memorizando las cosas que el mercader enano había descubierto en sus viajes. 

A decir verdad el viaje se había hecho relativamente ameno con esas conversaciones al lado del fuego en las arenas del desierto, en las que todos los integrantes de la caravana se juntaban con algo de licor de cactus para escuchar las historias del enano que tenia una lengua muy hábil.

Esas historias junto a lo aprendido en las conversaciones de Toramund os daban una ligera indicación de por donde podíais intentar buscar en ese cañón. Al menos había un poco de sombra y la búsqueda no seria tan abrasadora como el paseo por las arenas.

Aún con poca experiencia recorriendo los desolados y áridos páramos de Athas, el mul poseia una atadura primordial con su planeta. Las escasas noches en las que dormía profunda y largamente le traían sueños extraños: colores verdes y brillantes formaban el paisaje, la tierra estaba negra y húmeda bajo sus pies, multitudes de cactuses enormes y sin espinas crecían formando matojos que jamás abría visto como los ojos abiertos. La mismísima roca parecía cambiada allí: rica, llena de metales diversos y cristales multifacéticos. Jamás en su dura vida había sido capaz de presenciar eso sino fuera por el don de soñar que siempre le había acompañado, y le había mostrado un mundo que alguna vez quizá fue. A veces, podía cerrar los ojos y hacer retroceder su consciencia, entonces al tocas la roca muerta y calcinada, esas eras distantes se hacían presentes otra vez, y la sensación del agua fluyendo en cantidades inconmensurables podía inundarlo hasta el éxtasis.
Quizás a veces, podía distinguir el mejor camino entre montañas que desconocía, a veces la misma tierra susurraba en rincones de su alma secretos a medias, y Krunhos seguía esas huellas desvaidas como un sonámbulo.
Esta vez cerró los ojos, y los ecos eran lejanos, las imágenes y las sensaciones estaban perdidas. No era un buen día.

Al abandonar la caravana noto un ligero hormigueo en el estómago. En el fondo soy consciente de que no es mas que emoción, mezclada con cierta dosis de miedo e incertidumbre. Pero aun asi, ilusionada de seguir andando. ¿ No es para eso que se hace el peregrinaje ?.

Repasando mis acompañantes, me sorprenden los enlaces que se han formado. No hace muchos días eran un puñado de desconocidos con los que compartir una jaula. Ahora tengo la sensación de que nos une algo ... que no sabría definir. Sonrió. Porque a pesar de lo que dice la gente, a veces el mundo es un lugar hermoso.

Sacudo ligeramente la cabeza para apartar esos pensamientos que me abstraen del aquí y el ahora. Pero no consigo eliminar del todo la media sonrisa de mis labios.

El psiquico estaba distraido mirando el paisaje, que no estaba muy atento.

Navegáis por el extraño complejo de cuevas y cañones hasta llegar a una cueva que os parece interesante. ¿Seria esta la cueva que os lleve a la bóveda de Darom Madar? Solo había una forma de saberlo.

Al fin habían llegado a una cueva que tenía todo el aspecto de ser el lugar que buscaban. El guardián gruñó mientras buscaba entre sus bártulos un cetro solar y lo sostenía con la mano en la que embrazaba el escudo. Tomaba luego un segundo cetro, lo encendía y lo lanzaba dentro de la cueva.

Humano, ya he iluminado el lugar, eres libre de utilizar tus sentidos de síquico para ver que hay dentro... comentaba mientras levantaba del suelo su pesado martillo de roca y se colocaba en posición de combate, antento a cualquier cosa que pudiese haber allí dentro.

Hall-Khad mira a Krunhos algo extrañado.
La verdad no creo que mi psique pueda transportar algo, si no ya hubiera llevado mi mochila. Dejame centrarme en ello.

El mul aprieta los dientes, detestaba repertirse.

He tirado el cetro. Ahora tienes luz y puedes mirar. Exclamó sin siquiera mirarlo.