Partida Rol por web

La criatura maligna desaparecía en una nube de polvo por fin, la sala quedó por unos instantes en silencio, el bárbaro decaído observó lo que se le presentaba delante, quien había matado a la criatura era Kava, el compañero que el mismo había hecho caer, en su interior se desencadenaba un sin fin de sentimientos contradictorios, a la par que desconcertantes, "estaba muerto en vida", " Que significaba eso?, era una amenaza?"" Se había enfrentado al ser que parecía lo había traído de nuevo a la vida, si se pudiera llamar vida... El Bárbaro confundido solo pudo pronunciar su nombre, sin guardar el arma, pues no sabía que esperar de aquel nuevo ser.

- Kava?

kava, kavaa, ka..bruaaaagth una serie de fluidos entre sangre bilis y trozos de carne putrefacta salieron de la boca del reptil tras las pronunciar su nombre, este se limpio la boca con el antebrazo mientras parecía reflexionar sobre aquel nombre, una parte de mi aun lo ess, pero la otra es diferente la mirada del reptil emanaba aun leves destellos azules y sus ojos se clavan en la cara del semigigante, golpeas con fuerza dice mientras acomoda sus costillas al costado liberando sonoros crujidos de los huesos que ponía debajo de su piel, golpeas muy fuerte, aunque me cuesta podo recordar tu nombre, quizá por las heridas ¿no? kava da una mirada al rededor a la cara de los otros aventureros y hace crujir los huesos de su cuello mientras se agacha y recoge un puñado de la arena que quedo el maldito daron madar, vacía su bolsa de dinero e introduce los restos en el saco, me quedare con una parte de ti por todo lo que me hiciste sufrir maldito, no seré nunca mas tu esclavo, NUNCAAAAA ruge el el cadáver viviente mientras lanza un tajo al monolito, no me aprisionara con tu arrogancia y tu incansable codicia, maldito MADAR, MIL VECES MALDITO, MALDITO, MALDITO, MALDITO cada grito cargado de odio iba acompañado de un golpe de su espada a lo que fuese su cárcel por muchos años (el monolito).

-Ya lo creo que lo vas a ser.- Resuena una voz por la estancia a medida que el polvo de la sala se arremolina alrededor de una nueva forma. Kava nota como la arena que había cogido se escapa de sus manos y pronto podeis ver la perturbadora mirada de Darom Madar.

-¿Os pensabais que seria tan fácil?-

El no-muerto lanza un grito al aire que destroza vuestros tímpanos y se hace con vuestras voluntades.

Pronto os encontráis luchando entre vosotros, lanzando tajos a diestro y siniestro perdidos en una oleada de pasión y odio. Cuando el tinte carmesí abandona vuestros ojos, Le-kugath yace tumbado en el suelo y Darom Madar termina de absorber su vida con su toque necrotico.

Kava tiene los ojos rojos y permanece bajo la influencia de Darom.

-Y ahora hijo mio, destruyelos.- Dice entre risas macabras que resuenan por toda la bóveda.

La imagen de Kava me ponía nerviosa. Y quizás por eso, por la congoja que inundaba el pecho, cuando Darum vuelve a reaparecer, pierdo en control.
Y es que primero el cadáver del dracónido y luego el goliath, ambos cargan con una furiosa lluvia de golpes. Evito algunos pero un profundo corte en el costado me arrastran momentáneamente a la locura. Para cuando recupero el silencio interior, el goliath ya yace muerto a mis pies. No. Cierra los ojos y respira.

Ese maldito espectro ha burlado por segunda vez de la muerte, y se ha cobrado una nueva presa. Tranquilízate. Se la dueña de tu rabia, nunca su esclava. Y tal y como mi maestro me enseño, canalizo la furia que corre por mis venas hasta poder convertirla en fuego corriendo por mis manos.

Con un movimiento rápido y tan suave que apenas muevo el aire, me desplazo por encima de Kava y asesto un portentoso golpe ígneo al origen de todo el mal. Preciso y firme en la base de la nuca. Mis pies se posan en el suelo y fluyendo con el propio movimiento, me desplazo a mi izquierda para soltar un barrido que magulla la cadera de mi oponente. Bien ... Abre los ojos y expira

El psíquico se retira presa del pánico y mueve la esfera cerca del combate.
No... ha caído otro mas...Desde la esfera lanza un rayo psíquico que atraviesa a la criatura sin hacer el mas minimo daño.

La férrea y profunda voluntad del señor de la casa Madar volvió a mirarlo a los ojos, y el mundo volvió a fundirse como su fuese un pesado sueño. Otra vez era un esclavo, cargado de odio y resentimiento, cargando con enormes pesos como entrenamiento en el pozo de gladiadores.

Su mente se debatía, febril, entre las imágenes confusas.

La bóveda retornó, la diferencia ahora residía en que Kava se parecía a un muerto caminante - ...yo te vi morir, repirar tu último aliento... -
Sus ojos estaban incrédulos, confundidos entre el sueño y la vigilia, de seguro estaba soñando, de seguro, el enemigo parecía muerto, cenizas... era demasiado bueno. Hasta que la oscura voz retumbó, haciendo eco en su alma.

Simplemente llegó a gritar, un aullido de dolor tronó en su caja toráxica, pero su mente se hundió nuevamente en una roja neblina. Su cuerpo pareció alejarse, como si el fragor de la lucha fuese un recuerdo lejano. Algo golpeó con fuerza, alguien lo hizo con él.

La cortina cayó nuevamente, ahora era el semigigante quien estaba quebrado a sus pies.

¿Era el cuerpo marchito de aquella momia a quien debía derrotar?

Una ilusión, dentro de un sueño, dentro de alg que quizá recordaba.

La cabeza le latía del dolor, pero su cuerpo todavía tenía mucho por andar. Con la potencia del trueno, se lanzó a por él.

Sin poder hacer nada para remediarlo el cuerpo de Kava obedecía las ordenes de Darom, atacando a krunhos y profiriendole una fea herida mientras apenas podía distinguir si su ex-compañero era aliado o enemigo.

-Ha ha ha ha.- Continuaba riendo Darom con expresión furiosa y llena de rabia.

La monje había conseguido flanquear al guardián de la tumba, pero no por mucho tiempo. El tumulario alargó la mano para alcanzarla y debilitar su cuerpo, robandole parte de su esencia, lo que desencadeno una nueva oleada de energia necrotica desde el cuerpo de Darom.

-¡Saqueadores, asesinos!- Gritaba con fuerza. -¡Moriréis todos aquí!-

El mul hizo acopio de lo que había aprendido a lo largo de su vida, como esclavo y como liberto: a resistir el sufrimiento y seguir adelante.

Sus dientes chirriaron, tronaron, el dolor fue intenso, su aliado se movía como una marioneta, atacándolo junto al terrible tumulario. Sus defensas fueron superadas pero su cuerpo aún no caia. La imagen flamígera de su compañera se derrumbó frente a él.

- ¡NoooooooooOOOOOOO! - el grito retumbó mientras Krunhos se esforzaba por mantener la amenaza a raya, algo que le fue imposible.

- Nos iremos de este plano de la existencia juntos - sentenció el guerrero mientras tomaba la decisión de quedarse hasta el fin en aquella bóveda.

Atraves del su fragmento lanzo otro vórtice concentrándose en no dañar a sus amigos. Esta vez la criatura fue tragada y reaparecio a lado de Krunhos, se acerco a Kohebe esperando que esta vez si lograra salvar una vida.

-Parece que tienes aprecio a tu compañera, seria una desgracia que le pasara algo.- Dice la voz seca de Darom hacia el Mul.

Kava seguía bajo las ordenes del tumulario y salió despedido hacia Hall-khad, pero esta vez no tenia intención de golpear. Si no de llevárselo por delante. El psionico trastabilló y terminó impactando contra la pared, lejos de Kohebe.

Luego el tumulario se acercó hacia la chia dispuesta a realizar un golpe de gracia mientras miraba cargado de odio hacia Krunhos. 

Para desgracia de Darom, su obcecación con el Mul hizo que se olvidara del Dray y perdiera el control sobre el.

-Nooooooooteeleeacccerquessssss- respondió el mul ante las destructivas acciones de Darom. Las palabras brotaban y se confundían con el retumbar de los truenos que acompañaban al guardián. Sus golpes impactaron una y otra vez sobre el cuerpo decrépito del tumulario, sin embargo la fuerza del odio y la no-vida podían mucho más y se escaparon del alcance de Krunhos.

Con el rostro congestionado de furia y lágrimas, corrió en pos de protegerla, tarde, sin embargo era preciso creer que todo era parte de otra ilusión.

Darom Madar, luego de tantos años de encierro en la vieja bóveda, estaba cayendo definitivamente. El precio había sido demasiado caro, demasiado... ahora se sostenía en este plano de la existencia con los últimos rezagos de voluntad que lo únian a un cuerpo demasiado demacrado.

En el fondo de si algo se rompió cuando la imagen de la chica producto de los recuerdos del draconido se obscurecieron, que cruel era el destino en este mundo para las almas puras pensaba con pesar el reptil, se gira tomando el control de si, sentía los azotes de mil látigos en su cabeza pero una cólera ancestral y desdichada lo invadía.

Maldito seas abominación, mil veces maldito el pesado brazo del cadáver se levanta mientras su escudo abre espacio para la descarga, con velocidad y fiereza la espada se proyecta al cuerpo maltrecho del tumulario que estaba incitando al mull, del pecho del espectro nace la hoja de la espada que se abre paso desde su espada a su abdomen y en un movimiento final levanta el cuerpo monstruoso ser con un rugido de furia, para ver como el monstruo se convertía en polvo de nuevo.

viviremos por los que se han ido y honraremos sus sacrificios acata a decir para darse ánimos mientras apreta la espada con fuerza, casi como si esperance que se reconstituyera de nuevo.

Finalmente el cuerpo de Darom Madar se desvanece en polvo mientras os mira riendo y expresión rabiosa, parecía que la muerte poco significara para el.

Cuando la criatura cae, corre a por Kohebe por si aun le queda un aliento de vida... pero sus esperanza era vanas y rompe a llorar.
No es justo.... esta vida no trae mas que muerte a nuestros pasos... no es justo...

Krunhos permaneció unos instantes quieto, respirando de manera cansada, la mirada absorta y perdida. De alguna manera estaba esperando que el mundo alrededor cambiase, a causa de visiones y espejismos. Sin embargo, el descanso eterno de Darom Madar podía sentirse: los ecos que parecían eternamente vagar por aquel salón se habían apagado, la rabia profunda y persistente parecía fundirse y disolverse con el lento fluir de los segundos.

Kohebe y el perpetuamente silencioso gigante no estaban allí, solamente la cáscara vacía de sus cuerpos decoraba de manera grotesca la cripta.

- Niña... yo... juré protegerte--ghhh - ventiló el guerrero mientras finalizaba su inútil espera, el mundo era el que era, junto con Kava que parecía una criatura de ultratumba y el síquico que derramaba sus lágrimas por los muertos.

- No pude hacerlo... fallé - salió del enorme pecho como un hilillo de voz. La tristeza y la impotencia lo invadían, sin embargo el agotamiento de los esfuerzos del último día había secado sus ojos.

- Les daremos un funeral digno, lejos de esta funesta construcción - siguió, con esfuerzo. El dolor llegaba con cada recuerdo, el viaje compartido, las charlas cada vez que veian algo nuevo... lo que faltaba por conocer.

El tiempo pasa lentamente mientras el grupo se lamenta de las muertes de sus compañeros. Hasta tres de los integrantes habían perecido bajo las putrefactas manos de Darom Madar.

El semi gigante Le-Kugath, El draconico Kava y la monje Kohebe.

Al menos parecía que Kava había vuelto. En parte.

El oro aguardaba impaciente en la bóveda final, quizá menos brillante que antes y seguro que menos merecedor, pero los tesoros no eran algo que se vieran afectados por el ir y venir de los mortales, simplemente yacían en su sitio siendo codiciados por todos e impulsando a las mas loco o valientes a cometer estupideces en su nombre.

El cuerpo de Kava deja ir un suspiro de tranquilidad, su venganza se ve cumplida y la fuerza mental que había levantado su cuerpo mas allá de la muerte pierde la capacidad de mantenerlo con vida.

Su piel se convierte en cenizas tal como lo hizo Darom y su forma se desmorona en el suelo, dejando un pequeño montículo negruzco.

Estáis solos ... mas solos de lo que habéis estado en las ultima semanas y la sensación se os hace un tanto extraña y triste.

Se limpia las lagrimas y mira al Mul. Podemos enterrar a los demás fuera de aquí, y esparcir las cenizas de Kava en el desierto, no en esta lúgubre tumba. Después miramos que nos podemos llevar del tesoro e irnos a la ciudad, los dos aquí no hacemos gran cosa. La verdad es que deberíamos replantearnos en seguir esta sendas, quizás con estas monedas nos podamos retirar cómodamente, no crees?