Partida Rol por web

- Retirarnos... - repitió Krunhos como saboreando la palabra.

- Por ahora saquemos estos restos fuera, estoy de acuerdo con esparcir las cenizas de Kava -

- Pero el semigigante debería volver a su elemento, lo cubriremos de rocas, y la niña - le dedicó una mirada nostálgica a esos restos putrefactos, sacudió la cabeza un momento - Kohebe siempre ha brillado y danzado como una llama, quemaremos su cuerpo en una hoguera - comentó mientras guardaba sus armas y se ponía en campaña de llevar los cuerpos fuera y comenzar con los rituales que cada uno merecía.

el cuerpo del reptil se mantenía inerte frente a las cenizas de Daron madar, bañado por el polvo liberado por el tumulario parecía casi una estatua de polvo a punto de destrozarse, pero algo en su interior no estaba preparado para decender a la oscuridad.

el reptil se incorpora con una mirada oscura y vacía, aun no acaba esta tarea, no regrese de los muertos para no saber que es la libertad dice mientras un destello azul se enfoca en la cara de los aventureros que había sobrevivido a la batalla.

mi elemento no es el aire si muero esparzan mis cenizas en medio de una batalla como hijo de la guerra consideraba que ese era su respectivo final.

Dedicáis el resto del dia a recoger los despojos de vuestros camaradas y preparar sus restos funerarios. Le-kugath termina siendo enterrado entre las piedras y la arena, mientras que Kohebe es entregada a las llamas, si bien su cuerpo parece resistirse al fuego y podeis contemplar largamente su figura mientras las llamas la rodean.

Vuestras acciones llaman la atención de algunos de los habitantes salvajes del cañón, pero sean bestias o no, no se acercan donde estáis vosotros ... pues no dejáis de estar cerca de una zona "prohibida".

Cuando el sol se está poniendo en el horizonte volvéis a entrar en la bóveda, que parece estar mas fría y silenciosa que nuca. La ultima sala, la habitación secreta de Darom Madar, os aguarda con su tentador tesoro.

Oro, plata, joyas y obras de arte adornan los suelos de la sala y por vuestra cabeza os pasa la pregunta de como llevareis todo ese tesoro.

Krunhos había trabajado arduamente para cubrir el cuerpo de su difunto compañero. Las rocas utilizadas no eran de cualquier tipo, el mul buscó aquellas que podía distinguir de entre el resto, las que se parecían a la esencia del gigante... aquello que no se ve, como lo había dicho Kohebe alguna vez.

- Como tu, Le-kugath, eras amigo del silencio, no más palabras serán dichas - tras aquella frase colocó la última roca. Sabía que todo eso era simplemente simbólico, pues allí solo quedaba una cáscara de lo que antes fuese un aliado. El viento seco corrió por el valle y removió el polvo, formando algunos remolinos en torno al pequeño túmulo.

Pasó un rato usando su pedernal para encender una llama débil y poder dar lumbre al aceite que cubría el cuerpo de la joven peregrina.

Cuando las lenguas ígneas crecieron, sus ojos se posaron en un hermoso broche que habían encontrado tras un crudo combate. El rostro de Kohebe diciendo que se lo quedaría volvió a aparecer delante de sus ojos, tan nitido como si hubiese sido esta mañana.
Sin dudarlo introdujo su enorme y callosa mano en el fuego y tomó el amuleto. Tenía la forma de un sol estilizado y barroco, atravesado por una lanza, el trabajo sobre el hueso era muy bonito, se preguntó de que criatura sería tla estructura ósea. Lo sintió frío al tacto, al parecer el fuego no lo había afectado.

- Me quedaré este broche como recuerdo niña - comentó, y ahora sí, con un dolor profundo en su garganta, las lágrimas rodaron por su rostro; dibujando senderos, llevando consigo tierra, polvo y sangre coagulada.

Tras aquellas despedidas, Krunhos estaba listo para volver a la bóveda para decidir que harían con el tesoro encontrado.

el reptil siguió al mull cargado el cuerpo del pesado semigigante hundiendo sus pies en la arena, no emitió palabras mientras ayudaba a sepultar el cadáver del enorme guerrero, sin embargo reclamo su mochila, la cual no le haría falta en la oscuridad perpetua, que regresaba a su principio original, entendía la perdida y el duelo para los que permanecían con vida aunque en su interior no pudiese encontrar dichas emociones, ante tumba del guerrero dedico una larga mirada al desierto, inmenso, hostil, indiferente, habian pasado muchos años pero seguía siendo el mismo infierno.

se dirigió a pira, donde el cuerpo de la joven yacía inmóvil, su rostro parecía tallado en la roca sin expresión, sin paz ni gloria, las llamas se alzaban erráticas en todas direcciones y los reflejos d la llamas iluminaba las ya poco lustrosas escamas de o que fuese un orgulloso draconido, las llamas consumieron el cuerpo y para la curiosidad de las criaturas del desierto fue una señal que resalto a kilómetros pero el reinado de los madar había sido tan ruin y prolongado que maldad les protegió aunque sea por un instante.

caminaba tras los saqueadores con pasos lentos y reflexivos mientras su cola se debatía en un movimiento rítmico, al llegar a la bóveda recoge el polvo del cuerpo de daron madar, y recoge uno los preciados tesoros del tumulario, y lo guarda sin preguntar, vacía la maleta del semigigante y comienza a llenarla con los trofeos de aquella fatídica batalla.

Esperad compañeros me mire los objetos, antes que nos podamos llevar alguna mala sorpresa .
El psíquico enfoco sus manos a los objetos y empezó estos a iluminarse mientras sus ojos se entornaba en blanco. En sus voz se notaba aun en sentimiento por sus compañeros caídos.

puedo desmontar la puerta con cubierta de metal?

Cuando examinas la puerta te das cuenta que los Madar no eran tan ricos como querían aparentar. Al fin y al cabo, cuando montaron esta bóveda, era hacia el final de sus días, cuando la casa rival había terminado ya con la mayoría de su gente.

El metal que recubre las puertas es excesivamente fino y quebradizo, Una leve chapa que te llevaría montones de horas quitar (por que se rompe muy fácilmente, etc) y que realmente tampoco te aportará tanto dinero.

Realmente es solo una cuestión de tiempo ... pero en el desierto de Athas, nadie suele tener el tiempo que cree.

Bueno, vamos a intentar hacerlo bien antes de coger los objetos.

La información que puse antes. Si esperabas que algo estuviera maldito, no, no lo está.

Tras las raudas taeras de dar sepultura a sus hermanos de batalla, se estilo y miro a sus compañeros.

Ya se ha hecho algo tarde, deberías descansar.... quizás este sitio libre de mal pero no de pesar pueda ser un buen techo para no dormir a la intemperie, no creéis?

Krunhos desenrollaba el pergamino encantado, el mapa de la casa Madar, sus ojos curioseaban con la forma casi increible que tenía de dibujarse a sí mismo como si de un cartógrafo experimentado se tratase.

Asintió ante las palabras del humano - Descansemos -.

Se puso mano a la obra para armar una pequeña fogata en aquél sitio, sin decir una sola palabra, hizo lo mismo que siempre: tomó la primera guardia, ya que sabía que tendría menos sueño que el resto. Gajes de haber sido criado como esclavo.

reposen señores yo me mantendré en guardia dice el cuerpo animado que fuese un orgulloso draconido.

el reptil aguardo en silencio como una estatua de roca en la mitad del refugio, sus ojos oteaban como guardianes silenciosos, la necesidad de dormir lo habían abandonado su cuerpo sencillamente observaba en las penumbras inmovil impasible inmisirecorde.

Pasáis la noche, y si bien el lugar es incomodo, no hay contratiempos y cuando despertáis os encontráis un poco mejor.

al llegar la mañana el reptil aun seguía mirando el firmamento, a través de los luminosos destellos azules que se reflejaban en sus ojos, la mañana llega señores y aun tenemos un día para encontrarnos con el comerciante, antes de que nos deje atrás. la voz de cadáver andante era fría pero su ser le pedía largarse de ese maldito valle de muerte.

El mul había dormido, con una mezcla de tranquilidad por el trabajo completado y de tristeza por el horrible precio que pagaron. Sin embargo, el sueño había sido profundo y reparador. Un nuevo viaje había comenzado.

Ese mundo colorido se abría antes sus ojos otra vez, los cactus sin espinas crecían tupidos, en un suelo de tierra negra y húmeda. Infinitas criaturas corrían, volaban, trepaban y se arrastraban. La vida prosperaba y se exitaba dándole paso.
La caminata lo llevó a un lugar con tierra cada vez más árida y empinada. La ladera de una montaña de piedra negra le dio la bienvenida. La cima lejana emanaba un denso humo negro, era un volcán activo. El ascenso fue lento, el aire se hacía cada vez más cálido, la ceniza caía como un manto suave que todo lo iba cubriendo.

Cuando estuvo cerca de la cima, comenzó a notar pequeños pozos de roca derretida que manaban con parsimonia. Su cuerpo se hubiese sentido muy debilitado por la temperatura, si no fuese porque la misma montaña lo llamaba y le daba fuerzas.

Junto al cráter encontró lo que buscaba, una pequeña depresión acumulaba lava y en el centro brotaba una flor. Allí, donde todo ardía y la vida se quebraba, una hermosa planta con pétalos como fuego resistía y se abría para recibir la mañana.

Krunhos la reconoció, y en su pecho brotó un grito, quizá de alegría, quizá de reconciliación, el sonido se fundió con el trueno y los relámpagos brotaron de las nubes.

La voz de Kava lo trajo suavemente al mundo de Athas, al presente.

El mul se incorporó y comenzó a acomodar sus pertenencias.

- Debemos preparar las riquezas que llevaremos, algunas parecen sencillas de transportar, otras son otro cantar... -

El psiquico estaba muy meditabundo esa mañana.

Veamos... ir a Tyr seria una insensatez y seguramente pereceriamos por las inclemencia del tiempo y los peligros que podamos encontrar.

Ir con el mercader seria compartir nuestras ganancias... pero al menos podriamos disfrutarla.

Creo que la opcion mas acertada es volver con el mercader.

Krunhos consideró las palabras del síquico.

- No me importa compartir el dinero, sin embargo creo que los objetos maravillosos son nuestros y no del enano mercader... -

- Voy a dejar eso claro, hemos pagado un precio muy alto mientras él esperaba muy cómodo engordando su culo fofo... el mapa es mío y espero que vosotros defendais lo que les ha tocado -

- Podemos partir cuanto antes -