Partida Rol por web

Ibas de camino a la creepería, hacia un buen día y te apetecía un buen creep, por la calle notaste que la gente se quedaba mirándote, tenían un aspecto extraño, y te seguían cojeando.

''Serán drogatas'' pensaste, aunque en tu mente se dibujaba la silueta de un zombie y estabas algo asustada. 

Cuando estabas llegando a la creepería vistes algunas personas corriendo y siendo atacadas por esos drogatas, y no lo dudastes más.... zombies.

Ropa la que quieras y una mochila o bolso con objetos personales y una palanca.

Tchk.

No podria reventarle la cabeza a ninguno de esos mierdas. Eran 3 y ella solo una. Saco su palanca y empezo a rodearlos para cambiar de camino.

No mola... no mola nada...

Pensaste en meterte a través del jardín de la casa de tu derecha, y pasar entre el garaje de ésta y la casa.

Al moverte los drogatas reaccionaron, uno de ellos apresuro el paso, iba a una velocidad cercana al footing, los otros simplemente dejaron de cojear y se dirigieron de manera más firme hacia ti, aún así sus movimientos eran torpes y toscos.

Te persiguen mientras te diriges hacia el jardín.

Joder, encima ahora tengo fans.

Apretando el paso procuro escaquearme entre los cubos de basura del garaje de la casa, giro la esquina y haciendo el minimo ruido lanzo un rapido vistazo a por donde venian aquellos drogatas. Aun quedaban algo lejos, pero tampoco era plan de esperarse much mas.

Como medida de precaucion tomo la tapa del cubo de basura. Sopesandola como si fuera una rodela una frase viene a su mente.

"Esta noche... de postre Petit suis..."

Al levantar la tapa ven una cascara de platano... ¿Funcionara? La agarra y la deja en el suelo y sin perder mas tiempo comienza a rodear la casa tratando de darles esquinazo.

Tras dar la vuelta a la esquina (de la casa) ves un pequeño grupo de árboles, y, detrás de estos, la valla de madera que separa la carretera de los negocios.

Logras también avistar el techo de la crepería.

En el último vistazo parece que los hombres y las mujeres se mantienen siguiendote.

El camino delante tuya parece despejado.

Mira hacia adelante. Mira hacia atras.

"Joder, quiero mis putas creps..."

Al mismo tiempo pensaba en quienes estaban en la casa. Si les dejaba solos a lo mejor esa panda de drogatas les daba por entrar a la casa. Sin soltar su improvisada rodela saca el movil y trata de llamar a la policia. Sigue rodeando la casa tratando de atisbar a alguien dentro sin dejar de vigilar su espalda. Al llegua a la puerta llama con urgencia sin usar el timbre y sin levantar la voz. Solo unos golpes a la puerta.

"¡Me cago en la hostia, putos monos de uniforme! ¿Quereis contestar?"

Vigila en todas direcciones no fuera a ser que a los drogatas esos les diera por haber cambiado de direccion. Mientras seguia llamando.

Los golpes en la puerta son solo respondidos con unos leves gruñidos que se acercan más y más a la puerta y comienzan a golpearla y arañarla desde el lado de dentro.

Mierda o han entrado o estan tan colgados como los que hay aqui fuera...

Sin pensarlo dos veces se aleja de la puerta. Trata de mirar por la ventana. Al ver que el espectaculo no es para nada halagueño procura alejarse de aquella zona caminando por la avenida hacia el suroeste.

Me quede sin crepes...

Pegada al muro y vigilando alrededor sin tan siquiera guardar la palanca ni soltar la tapa de basura se encamina direccion al nucleo de la ciudad.

Saliste del jardín de esa casa, y, dejando atrás a las criaturas que ahora no podías ver, subiste por la calle principal hasta la autopista y te dirigiste a la zona comercial.

Por el camino te encuentras con más criaturas de esas (6).

Jill sabia  que no podria enfrentarse a tantos pero su temperamente y su forma de ser hicieron que apretara el paso en el peor momento. Justo cuando estaba a punto de pasar golpeó un retrovisor de un coche produciendo un sonoro "Crack!" audible en unos metros a la redonda.

Como una gata se queda mirando parada a aquellos colgados que deambulaban cerca.

¿La habrian oido? ¿No? ¿Le tocaria repartir hostias?

Parece que tres de ellos te han visto, giran y se mantienen mirándote fijamente con sus ojos inyectados en sangre.

Acto seguido comienzan a correr hacia ti y con sus gritos atraen la atención de los otros 3.

Mierda mierda ¡MIERDA!

Los zombis la habian visto, le encantaria partirles la cabeza, pero eran 6. Comenzo a correr, al estar en frio le costo comenzar, al poco ya arrancó.

Las criaturas corren y te intentan cortar el paso.

Dos de ellas logran alcanzarte y cuando se disponen a agarrarte se estorban entre ellas haciendo así que te sea posible escabullirte.

Pasas corriendo, las criaturas las tienes detrás persiguiendote (Seis, tres de ellas son rápidas).

Ya no se lo penso dos veces, con la inercia de la carrera que llevaba se acercó a la valla que habia a su izquierda y dando un salto fuerte en la carrera se trata de agarrar. Sin embargo la misma inercia hace que sus manos resbalen y caiga rodando por la acera.

Joder... y yo solo queria unas crepes.

Ya perdida toda esperanza de huir, con los giros de la caida, se levanta y queda mirando a los 6 mierdas que iban tras ella esperandolos palanca y escudo en mano. Bueno, solo eran 6.

Las tres criaturas rápidas se preparan para atacarte.

Las otras todavía se dirigen hacia ti.

Con una valentia rayana a la estupidez Jill trata de lanzar un golpe con la tapa de la basura intentando alcanzar su mandibula desde abajo, sin embargo calcula mal la distancia y no arriba a alcanzarle.

En su desesperacion trata de clavarle la palanca a otro en un ojo con tan mal acierto que el sol la ciega en el ultimo momento y desvia la tratectoria de su palanca.

La ''rodela'', la cual parecía haber fallado completamente, en un súbito atisbo de esperanza golpea al primer zombie en la cabeza y lo derriba.

Al segundo zombie le golpea el bate que aún desviado consigue impactar con el objetivo y también lo derriba, al caer y con el golpe se puede escuchar un ''Crack!''.

El tercer zombie se acerca rápidamente y con sus garras ataca a Jill efectuándole una herida en el brazo derecho.

Las demás criaturas se acercan por el fondo a paso lento.