Partida Rol por web

Cuando Jade acudió al despacho del director trató de permanecer lo más inalterable posible. Ya era demasiado lo que había sucedido en el colegio y ella no quería aportar más dramatismo a la situación, ya que el ambiente estaba lo suficientemente cargado. 

"Estuve ayudando a mi madre en la librería hasta el cierre. Después me fui a casa. No se mantiene una media de 9.7 saliendo de fiesta todos los días, agente Scott" fue su escueta respuesta.

Cuando llegó a casa no tenía ganas ni siquiera de encender el equipo de música, o de leer. Se tiró en la cama a dejar que sus propios fantasmas la devoraran. El recuerdo de aquel chico al que habían destrozado la vida le venía a la cabeza. Aunque se sentía cómplice del asunto, no podía evitar pensar "que se jodan, se lo merecen" si es que Martin había regresado del más allá para cobrarse su venganza. Luego no pudo evitar reírse por la gilipollez que había pensado. Aquellas cosas sólo sucedían en las novelas de Clive Barker.

Se levantó de la cama y fue a la nevera a prepararse un sandwich, después cogió el teléfono y llamó a Jenny... tal vez era una buena noche para ver alguna película y como no, comentar lo sucedido en el instituto. Esperaba a que ella cogiera el teléfono mientras el pequeño "Edgar" suplicaba mimos enredándose entre sus piernas.

Chester no hace nada en especial durante este día. Va a comer a casa, allí se queda un buen rato jugando algún juego de ordenador, y luego sale a dar un garbeo y comprarse un par de comic en su tienda habitual. No ha quedado con nadie y hoy pasa el día sin compañía alguna.

Beth se esforzó por seguir la clase normalmente hasta la ultima hora. De hecho, se le antojaba que todos intentaban forzarse a normalidad como si nada hubiese sucedido. Ese pasado no quería dejarle en paz. Había sido una época tonta, todos habían hecho cosas vergonzosas cuando eran mas pequeños, pero ese asunto a parte de ser vergonzoso terminó mal. Hasta ahora se había esforzado todo lo que había podido por redimirse a si misma, como una especie de disculpa sin palabras para lo sucedido.

Había ganado varias cosas desde entonces, y las apreciaba. Y también a David, era una de las cosas mas positivas que podía rescatar del hecho.

Tras que tocara la campana, cosa rara en ella, fue de las primeras en salir. Contando con que sus padres se habían ido a un viajecillo ligero de tres días, quedó con su novio para que al menos por ese día pasara con ella viendo alguna pelicula, no quería pasarla sola realmente, así que procuró convencerle de que se fuera directo con ella desde la escuela.

Solo es una broma de mal gusto, se mentalizaba. Probablemente para mañana se le hubiese pasado el susto.

Elizabeth había estado enfurruñada el resto del día. Aquella broma no le había gustado ni pizca y sospechaba que a nadie más.

Para liberar tensiones pasó parte de la tarde en el campo de entrenamiento, saltando y practicando pasos de animadora. Después se fue a casa, se dio una ducha fresquita y se tiró en el sofá el resto de la tarde. No le apetecía hacer nada, y menos ponerse a estudiar, hacer deberes o cualquier otra chorrada que les hubiesen mandado para hacer. Lo único que esperaba era dormir. Dormir y olvidar.