Partida Rol por web

Con Alcaudon a su lado, Nicholas se sujetaba a la baranda de estribor para mantener el equilibrio. Estaba preaparado para el combate, armado y equipado para ello.

Bueno compañero. Parece que vamos a tener movida dentro de poco. Viendo lo que están haciendo con gente que se ha rendido no hace falta que te contengas con esos chelianox. No es que crea que todos son así de malnacidos, pero todavía no he visto alguno que no lo sea.

De la mano de Sandara, y guarecido bajo el incómodo reflejo del gran sol poniente, el Grindylow Embrujado surca el mar a toda vela para embestir el casco del Melena hambrienta por sorpresa. El topetazo es ciertamente descomunal; tanto que, a pesar de estar preparados, algunos de vuestros hombres menos hábiles salen despedidos por la borda y caen al mar o, si han tenido mejor suerte, a la cubierta de la nave chelaxiana. No obstante, por fortuna, la gran mayoría de los marinos del capitán Feijud sigue en sus puestos y, antes de que sus rivales puedan reaccionar, amarran las maltrechas naves entre sí para luego lanzarse al abordaje con una furia inusitada, probablemente enfervorecida por buenas dosis del mejor ron.

Con las tres naves enzarzadas da comienzo la primera batalla seria de vuestras vidas.

Una vez amarrado y asegurado el barco, corro junto al resto para enfrentarme a la tripulación del Melena Hambrienta, situándome un poco por encima de la cubierta de forma que pueda ayudar en un primer momento a todos mis compañeros así como intentar atacar a oponentes desde esa distancia, de forma que no moleste en las maniobras a lo luchadores de primera fila.

Malickud salta sobre la cubierta y sus dedos ágiles comienzan a moverse para invocar la magia inata en él. Buscando una buena posición desde donde apoyar con sus conjuros, varitas y honda, se coloca en el castillo de popa, junto a la varandilla y a la amura de estribor.

Sin dudar un solo instante, Feijud lidera el abordaje.

¡Rendíos y todo será más fácil!, grita a la otra tripulación mientras blande sus armas.

-¡Rrrrrrrendíos, rrrrendíos, bastarrrrrrrdos!--exclama a los chelaxianos el colorido loro de Sandara mientras revolotea de un lado a otro excitado.

Feijud avanza por la cubierta y ataca al marinero más cercano con su hacha.

El capitán del Grindylow encabeza el abordaje con valentía. Así, Feijud se adelanta a sus compañeros para buscar a su alter ego en la nave enemiga, arremetiendo contra el primero de los marinos chelaxianos que le sale al paso. No obstante, ni su hachazo ni las posteriores réplicas en forma de tajos y virotes de ballesta consigue hacer sangre alguna.

Nicholas ve como el capitán se adelanta valientemente contra los marineros enemigos, y tras sacudir la cabeza se dispone a seguirle. Más o menos.

Está loco. Y lo peor es que nosotros le seguimos.

Al, ayudale rápido. Yo iré por la via más lenta. Prefiero usar las escaleras.

Dicho esto, lanzó un conjuro a la pantera y llegó hasta las escaleras para bajarlas. El animal por su parte se encarama para bajar por la baranda pero no lo hace muy elegantemente que digamos.