Partida Rol por web

Todos los presentes te miran sorprendidos, Saiko el que mas, pero su mirada te dice algo diferente, como si supiera el porque has hecho esa acción...-Te lo he dicho Kido-Kun...Cuando acabe todo esto vuestras vidas volverán a la normalidad...

Saiko se levanta furioso, sin dejarse intimidar por nadie ni nada.-!El lo que quiere es seguir su vida como siempre!,¿!no lo ve?!,!todo esto es algo demasiado grande para unos jovenes de nuestra edad!,!tenga un poco de empatia maldito imbecil!.- Cuando termina de decir la ultima palabra, la mirada de Sebastian cambia, como si fuera un demonio que estuviera aguantando las ganas de matar a Saiko. Se crea un silencio que dura varios segundos, y Mark acaba por mostrar una sonrisa de orgullo.-Eso es precisamente lo que os diferencia...Eso es lo que te hace único a ti Saiko, y lo que hace único a Hideki...Vuestra determinación y valor...Kido-Kun la mostró sin gritarlo a los cuatro vientos como tu Hinata-Kun, no os dais cuenta pero...Ambos os complementáis al otro de una manera total y inigualable...El día que os deis cuenta...Sereis invencibles chicos...Por eso...Os necesitamos...-Saiko callo entonces, sin saber bien que decir.

Se sentía pequeño, insignificante y débil, incapaz de levantar la cabeza para retomar la conversación. No sabía si no se explicaba bien, si les tomaban por idiotas… Lo que sí sabía era que se sentía como si volviera a tenerle delante: asustado e incapaz de dar muestras de voluntad propia.

Pero entonces Saiko salió en su defensa y le hizo darse cuenta de que no tenía motivos para sentirse así en ese momento y que tenían que conseguir sacar algo en claro de una maldita vez. Ya no se sentía con ganas de pensar en ser educado.

- ¿Nos necesitan para qué? ¿Qué demonios espera que hagamos? ¿Es que hay otro instituto en el que quieran dejarnos para que investiguemos a otro profesor? ¿Pretende que vayamos por la calle con una lupa delante del ojo jugando a los detectives? Hable claro de una maldita vez porque empiezo a estar de acuerdo con mi amigo en lo de imbécil.

 Mark se queda atónito, y veis algo que no había hecho, bajar la mirada. Asiente y pone cara de aprensión, y suelta un suspiro.- Quiero pediros que habléis con los soldados de Pandora, y les alentéis a luchar...Sois un ejemplo para ellos, y las cosas estaban casi perdidas, hasta que vuestras acciones han ayudado a crear un soplo de aire fresco a todos...Necesito que me ayudéis a acabar con esto...-Saca un colgante de oro de su bolsillo, Sebastian se sobresalta.-Señor...¿esta seguro?.- Mark asintió con pena.- Sí...Ellos pueden verlo.-Sebastian mira de reojo a las esquinas como con miedo de que vean o oigan lo que el "Jefe" va a deciros.

Os acerca entonces el colgante, que resulta tener un botón de apertura y una foto dentro de una niña pequeña con el pelo color miel y ojos azules, con una bella sonrisa.

-Esta es mi hermana, Marina...Esta secuestrada por Folcrox...Necesito que me ayudéis a recuperarla...Por favor...- La firmeza y autoridad que mostraban sus palabras poco a poco comienza a irse, mostrando una voz de pena y de casi agonía, mordiendose a la vista el rabio, contiendo el dolor... 

Hideki no le quitó el ojo de encima cuando empezó a acercarse, desconfiando de sus intenciones pero al ver el colgante se arrepintió de haberse puesto así. Una disculpa ahora podía no llegar a tiempo.

- Haremos lo que podamos -dijo en voz más baja.

Aunque fuera hablar con... quienes quisieran que hablaran, si es que de verdad servía para algo. Retener a una niña pequeña era algo que hasta él entendía como un acto puramente vil.

- También nosotros necesitamos su ayuda a cambio -comenzó a decir también por cambiar de tema- Imagino que tendrán... alguna forma de librarse del influjo de las drogas de Folcrox o a alguien trabajando en ello.

Mark asiente con una sonrisa.- Me parece justo, era algo que os íbamos a dar de todas formas.- Sebastian llegan con un maletín lleno de pastillas de todos los colores que el os nombro.- Tenemos muestras de todas las drogas, y las usamos para el encuentro de una cura definitiva contra su efecto, por ahora, tenemos una pastilla que hace un efecto temporal, que es la que Sebastian te hizo tomar cuando perdiste el control en vuestra residencia.-Dice mientras saca un bote de unas 4 pastillas blancas.- Los conseguimos en un asalto a un laboratorio de Folcrox, pronto tendremos la fórmula para crearlas, por ahora solo podemos daros esto pero, os aseguro que no falta nada para que os podamos dar más, y dentro de algo más de tiempo os daremos la cura.

Os da el bote de 4 pastillas que Saiko observa con atención.-Primero, gracias por acceder a ayudarnos, mañana me gustaría que hablaseis con los reclutas, que claman por que les alenteis, segundo, os hemos preparado una habitación a cada uno con las mejores calidades que hemos podido obtener, está justo detrás de esa puerta.-Dice señalando al fondo del pasillo.-Tendréis hasta un pestillo por si queréis mayor intimidad, cualquier cosa que necesitéis, Sebastian os atendera, solo darle o un toque al móvil o llamarle a gritos.-Hace una reverencia.-De verdad...Gracias...Si queréis descansar, podéis hacerlo ya, pero si necesitáis un rato más de charla, se hará como digáis.- Emanaba felicidad, Saiko te lo confirmo con la mirada.

Asintió levemente. Le decepcionaba que fueran un grupo tan patético que todavía no hubieran conseguido algo como eso. No podía ser tan complicado si tenían muestras de todo... pero podía ser que les costara encontrar voluntarios para probar los efectos tanto de las pastillas como de cualquier cosa que sintetizaran ellos buscando calmar sus efectos. Eso sí, como no utilizaran carteles de neón para indicar el estado de ánimo de otros, él no iba a darse cuenta fácilmente. En lugar de eso, se giró hacia Saiko.

- ¿Podrías llamar al detective ahora? Si ya saben que no estamos puede estar preocupado.

El jefe asiente.-Claro, ya tenéis el teléfono y podéis llamar cuando queráis, Sebastian os traerá algo de comida y de bebida por si tenéis algún tipo de necesidad, cualquier cosa hablad con el.- Comienza a andar hacía la salida, y se gira para dedicaros una reverencia de agradecimiento.-Gracias por todo, descansad, os lo merecéis.- Dice antes de salir por la puerta y marcharse.

Sebastian os trae un carro de metal con varios pisos de comida variada y bebidas varias.-Aquí tienen entremeses, les dejaré descansar y vendré sobre las 12:00 para despertarles para el desayuno, que descansen señoritos.-Dice antes de marcharse.

Se hace un silencio de unos segundos, y Saiko te mira con decisión.- Bien hecho Hideki-San, haz demostrado carácter y demostrado tu opinión con firmeza.-Dice con una sonrisa.- Llama a Conan, a ver si te lo coge.

Hideki simplemente dejó que todo pasara hasta que se quedaron solos. Había perdido la oportunidad de hablar con cualquiera de los dos en privado con la excusa del teléfono... pero tampoco era el fin del mundo. Ahora tendría de primera mano las noticias sobre el juicio. Cuando Saiko le habló, desvió la mirada para marcar el número de Conan. Dudaba que gritar les sirviera para nada.

Conan te toma el teléfono enseguida.- Kido-San, ¿ocurre algo?, es bastante tarde pero me dirigía a vuestro Hotel, pensaba ir a una Habitación y descansar allí para contaros como fue el juicio...Ha sido agotador...Y aún nos quedan dos sesiones mínimo más...-Escuchabas de fondo sonido de coche en movimiento y la carretera.-Dime, ¿estas bien?.

Sientes que tu cuerpo esta bastante cansado por todo lo vivido, y notas que las sensaciones de mareos y dolor no tardarían en llegar, porque ya estaban aquí...Parecía que era el momento de tomar la pastilla...

Tuvo que sentarse. Nunca había empezado a sentirse mal tan rápido… Si ese día ya había sufrido los efectos… Esas pastillas que les habían dado no debían ser tan eficaces.

- ¿Edogawa-san? No es necesario que vaya. No estamos allí, nos han… Bueno, nos ha medio secuestrado un hombre de un grupo llamado Pandora. Parece ser que la gente de esa farmacéutica nos había encontrado y nos sacaron de allí.

El joven se muestra alterado al instante.- Espera espera, ¿!que?!,¿!estáis tu y Hinata-San bien?!, ¿!que ha ocurrido?!, ¿!donde estáis?!.- Escuchaste la voz de Ran de fondo, quien preguntaba preocupada que era lo que ocurria para que Conan reaccionase así, a la vez de un frenazo de coche dando a entender que puso el manos libres para ir a vuestra búsqueda de inmediato.- ¿Os han dejado llamarnos?,¿han pedido algo?,¿!La Farmacéutica?!.

Escuchas entonces que de fondo, la radio informaba de el avistamiento de múltiples cadáveres en el muelle cerca de vuestro Hotel, hay un silencio de unos segundos, y Conan responde diciendo que manden a todas las unidades posibles hacía allá, parecía que las cosas se estaban empezando a agitar.

Hideki se encogió un poco al escuchar el frenazo y tardó un poco en responder, intentando escuchar la radio del coche.

- Estamos bien -comenzó a decir, aunque no se sentía tan bien- y esos hombres del muelle son los que abatió quien vino a buscarnos. Dicen que son hombres de Folcrox, la misma empresa para la que trabaja… Carter.

Pronunciar su nombre se le hacía difícil incluso cuando ya había pasado todo un mes.

- Aquí está todo vigilado y repleto de hombres armados. Nos han dado permiso para llamar y también unas habitaciones pero no sé cuánto pretenden que nos quedemos. ¿Quiere que le pase con Saiko-san?

Conan no daba crédito a tus palabras.- Pero...¿Que demonios?...- La situación era más compleja de lo que parecía vista desde el punto de vista de el joven Detective.- Si, pasame a Saiko.- Hinata tomo el teléfono, mostrando una sonrisa al ver que le llamaste por su nombre.

 Conan: Saiko-San, no se lo que esta ocurriendo, pero pondremos todos nuestros esfuerzos en encontraros, parece que la organización no os hará daño por el momento, aunque no nos podemos fiar, debéis permanecer juntos en todo momento, y si tenéis la oportunidad, intentad comunicarme con el líder  de todo aquello.- Su voz se notaba nerviosa, y muchos ruidos se escuchaban de fondo.

 Saiko: Hideki-San y yo permaneceremos juntos, somos amigos y, saldremos de esta si trabajamos juntos.- Dijo intentando tranquilizar a Conan, parecía haber funcionado.

Conan os dio consejos y os insto a mantener la calma, colgó diciendo que estaba reunido con todos los policías, se escuchaba un Helicoptero de fondo...

-Bueno...Quizás debamos dormir un poco...-Dijo Saiko.-No...Tienes muy buena cara Hideki-San...- Se mostraba preocupado.

Hideki negó levemente. No le extrañaba que no tuviera buena cara ahora que por fin había caído en que sus esfuerzos por alejarse de esas drogas habían caído en saco roto esa tarde cuando se tomó la piruleta de Saiko. Iba a tener que volver a empezar con todo el proceso… y los ataques volverían a ser más frecuentes. Maldición…

- ¿Crees que deberíamos ocupar ambas habitaciones?

Le preocupaba que fuera rápidamente a más, estar solo… y que le encontraran muerto a la mañana siguiente pero también que pudieran querer hacerles algo durante la noche e incluso… dormir solo por primera vez estando fuera de casa… y en un lugar tan apartado de todo.

Saiko reflexiona durante unos segundos.- Dur-Durmamos juntos Hideki-San, ocupemos una habitación...Se que será incomodo para ti pero, no creo que sea buena idea estar separados...No podemos fiarnos...Además de que, como le dije a Conan, no me iba a separar de ti, y si estamos juntos, nada va a salir mal.- El chico te sonreía.- ¿Lo ves bien entonces?.

Dormir… juntos. Apretó ligeramente los labios, como pensando o valorando algo y finalmente asintió sin mirarle.

- Está bien. Hagamos eso.

Saiko asiente algo tímido, y tomando un vaso de agua de la carretilla, abre la puerta que da a la habitación.

La sorpresa os golpeo con fuerza al ver el estilo clásico de la habitación, una habitación lujosa de un corte clásico de muebles y decorado de un toque antiguo y refinado, que incluía  una gran espejo y una chimenea abajo de el. La habitación tenía dos ventanas con cortinas del mismo color del suelo, dejando entrar la luz de la luna llena de aquella "bella" noche. Además de tener una cama de matrimonio bastante amplia, con unas sabanas suaves y que parecían calentadas con anterioridad para el uso en una noche fría.

-Bueno...Será mejor que durmamos ya...Nos hace falta un buen descanso, pensaremos mejor dentro de unas horas...- El joven destapo la cama, sentándose en un lado, y quitándose la sudadera y comenzando a estirarse. Al verle de espaldas, le ves una cicatriz en la parte de atrás del cuello, parecía un corte hecho de una operación.

Él tardó un poco más en reaccionar absorto en los detalles de la habitación y, cuando lo hizo, no pudo evitar reparar en aquella cicatriz. ¿Debía preguntar o era una de esas cosas que la gente fingía no ver por educación?

- Saiko-san... ¿has estado en el hospital alguna vez? -preguntó un poco de refilón.

Puede que si evitaba el tema directamente, y él no quería hablar de ello, estuviera dándole la oportunidad de desviar la conversación a otra parte. Mientras tanto él se deshacía de sus prendas de abrigo y las dejaba perfectamente plegadas sobre una sillón cercano para luego ir a la cama a descalzarse. Dormir con ropa de calle no era de su agrado pero... era lo que tocaba.

Saiko se tumbo en la cama tapándose con las cálidas sabanas, posando su cabeza entre sus dos brazos y mirando el techo. Cuando le hiciste la pregunta, te miro algo confundido, pero respondió con una sonrisa y rascándose la mejilla tímidamente.- Bueno...Sí...Una vez de pequeño me rompí la pierna cuando defendía a una chica de dos niños abusones...Gane la pelea pero, por un descuido, cae desde una cornisa con una barra de bomberos que había para los niños por culpa de que me quise hacer valer delante de todos cuando los matones huyeron...Haciendo los golpes de pecho de Tarzan...Me caí...Jeje...Ya mas nunca he estado hospitalizado, que yo recuerde no he estado ingresado más que por la pierna rota...

No le quedó más remedio que escuchar la historia sin importancia... pero en buena parte era su culpa por no haber sido específico.

- ¿Y la cicatriz de tu nuca...?

Porque estaba bastante alejada de la pierna.