Partida Rol por web

Era claro que el tema se había enrarecido entre nosotros. Tenía ganas de no pensar, de lanzarme encima de Seth y olvidar por un rato todo el lío, todo el estrés, todo. Por un momento, llevé mi mano más abajo de su vientre, pero me detuve. Las cámaras. Las jodidas cámaras. ¿Y qué más daba? Claramente no iba a ser la primera vez que nos vieran follar.

Pero no era lo mismo. Seth estaba cabreado, no tenía tiempo para mi aunque dijera que si. Cuando mencionó lo del taxi y se metió en el mundillo del móvil, me quedó claro que ya por esta noche no iba a pasar nada. -Vale.- Dije, parándome del sofá y dirigiéndome a la cocina para tomar la manzana. No quería comer nada, pero sabía que tenía que hacerlo, así que mientras esperaba, le fui dando mordiscos, empezando por el lado donde había mordido Seth.

La madre de Seth, la cual había dejado a su marido en la oficina, e iba conduciendo en dirección a su casa fue interrumpida por el tono repetitivo de su teléfono.

Tal parecía que era Seth su hijo, se vio tentada a contestar poniendo el teléfono en el manos libres que venía integrado en el auto. Pero con todo lo que estaba ocurriendo en esas últimas semanas decidió no hacerlo y devolverle la llamada cuando ya se encontrara en casa.

Y habiendo llegado a su casa, estaciono al coche, se encerró en su cuarto y se dispuso a llamar a su hijo.

Hola Cariño, ¿Cómo estás?... lamento no haberte contestado antes estaba conduciendo. –Dijo apenas su hijo contesto el móvil.

Escuché cuando sonó el teléfono de Seth, y miré en su dirección. Mi mirada paseó hacia la salida del departamento y de vuelta a Seth. Fui hasta donde estaba mi bolso, y arranqué tres hojas de papel. Con un rotulador, escribí tres carteles, y me paré frente a él hasta estar segura que me miraba. Fui levantando los carteles, uno a uno.

Vente conmigo.

No te quedes aquí

Le escribes a Ele que quieres

hacer una pijamada

No tienes que quedarte aquí solo.

Por favor, ven conmigo

Muevo mis piernas nervioso aun sentado en el sofá. Llevo una de mis manos a la cabeza y rasco mi cara, el nerviosismo hace que me pique todo el cuerpo y empiezo a estar realmente nervioso. Los mensajes que me llegan tampoco me tranquilizan y comienzo a agobiarme con la situación cuando suena el teléfono.

- ¿Mamá? Que bien que ya estés en casa. - intento aparentar tranquilidad aunque mi tono no es del todo perfecto para ello. - Pues quería saber mamá... - un montón de pensamientos se agolpaban en mi cabeza y no me atrevía a poder hablar ahora todo el tema de las pastillas con ella, quería hacerlo en persona, calmado y no enfadado con todo el mundo. - Si habíais llegado bien a casa, solo eso. Perdona si te he preocupado. Mañana hablamos ¿vale? Te quiero mamá.

Cuelgo el teléfono sin esperar réplica mientras veo los carteles de Mary. Seguro que ahora mi madre sospecharía que algo me pasa pero eso tendría que esperar. Mañana acercaría posturas con ella.

- Mary, estaré bien. Puede que ella venga luego y gracias por preocuparte, pero he visto tu leve acercamiento - digo en referencia a como antes bajaba su mano por mi vientre. - Y no quiero ser grosero contigo, pero no creo que sea lo mejor que vaya a ningún lado. El taxi ya debe estar abajo, ve a casa, descansa y mañana hablamos. - me levanto y le doy un leve beso en la mejilla, no puedo evitar ser así pese a todo. - Ten cuidado por el camino y escríbeme cuando llegues.

No estaba de acuerdo. Él no estaba bien, al igual que yo no estaba bien, pero igual nos mentíamos ambos cómo si el otro nos fuera a creer. -Ya.- Respondí. -Sigo pensando que quedarte en una casa llena de cámaras es una jodida mierda.- Dije, llevándome la mano al brazo, mirando un momento al suelo. Suspiré al beso en la mejilla, y me encaminé hacia la puerta del apartamento. Me detuve antes de llegar al portal frente a una mesita de la entrada. Mierda.

Metí mi mano en el bolsillo de la chaqueta y dejé las cuatro pastillas que había sacado del frasco de antidepresivos sobre la mesa. Luego salí.

*DING DONG*

Resonó el timbre tras Emily llamar a la puerta.

Había pasado los últimos minutos pegado a mi teléfono, inquieto por todo lo que había sucedido esta noche cuando sonó el timbre.

Me levanto y con pasos algo pesados me dirijo hacia la puerta y miro por la mirilla. Al ver que es Emily no oculto una sonrisa y abro la puerta. - Hola Emily, pasa. - digo mientras mi rostro aun con una sonrisa no muestra mi vitalidad habitual. Le ofrezco un abrazo y cuando pasa cierro la puerta.

Me encontraba de pie, inmóvil, con mi mirada fija en la puerta, apretando con fuerza mi muñeca derecha con mi mano izquierda, lo cual era algo que solía hacer cuando me sentía perdida.
Habían tantos pensamientos revoloteando en mi cabeza. - ¿qué demonios estaba pasando?

Cuando Seth me abrió, aún seguía inmersa en mis pensamientos, tanto así que dure algunos instantes en responder a su saludo.

-H-hola- dije con un tono extraño, casi sin vida.
di algunos pasos al interior del apartamento, y recibí su abrazo sin hacer casi ningún movimiento.

Después de eso volví a la realidad, levante la mirada y lo vi, no sé por qué pero solo verlo me traía un sentimiento de paz, estar con él me hacía sentir segura.
No espere ni un segundo cuando me a balance sobre él tomando su cabeza entre mis manos y acercándolo a mí.

Le di un corto pero apasionado beso, ¡se podía saber qué demonios estaba haciendo!, él era solo mi amigo, y yo solo quería eso, que fuera mi amigo. Eso lo tenía muy claro, pero en ese momento lo único que quería más era tenerlo cerca, cuando el contacto se terminó me aleje un poco y me limite a descansar mi cabeza en su pecho, no sabía cómo él iba a reaccionar y en parte eso me daba algo de... ¿Miedo? Si, miedo, miedo a perderlo.

-hace tanto que no besaba a alguien por quien realmente sintiera algo... Cualquier cosa- susurre de manera casi imperceptible, pero estaba segura que Seth me había escuchado.

Unos segundos después fue cuando me di cuenta de las palabras que habían salido de mi boca, realmente todo lo que me había pasado en el día me había afectado, ya no era capaz ni de cerrar mi bocota. Retire mi cabeza de su pecho para mirarle a los ojos.

-lo siento... pero con el día de mierda que he tenido, realmente necesitaba ese beso. - dije con una sonrisa forzada en los labios.

Ya luego recordé la verdadera razón por la que estaba ahí así que lo abracé colocando mis brazos alrededor de su cintura.

- ¿Estas bien Seth?, ¿qué pasó con lo de tus padres?

La primera mirada a Emily nada más entra a mi apartamiento no es buena. Ambos parece que hemos perdido parte de esa vitalidad que desprendemos, al menos cuando estamos juntos. Además ese "hola", me hace ver que algo realmente va mal. Lo que no me esperaba es el beso.

Ese beso, corto pero perfecto, apenas me dio tiempo a reaccionar pero Emily puede sentir que al final del mismo correspondo, dejando que mis labios también besen los suyos y no solo reciben el gesto de ella. Cuando se aparta y posa su cabeza sobre mi pecho llevo por instinto mis manos a su cabeza y con una caricia hago que se hunda con cariño sobre mí, disfrutando del momento. La verdad es que quiero a Emily, es muy importante para mí y verla así me parte el alma. Y seguían las revelaciones, su susurro y besé su frente con delicadeza. - ¿Qué pasa Emily? ¿Qué ha sido eso...? No me quejo, ha sido... - corto mi frase. Un festival de emociones se agolpan en una fiesta que no quiero montar en mi cabeza. - No te preocupes. - digo mientras ella se separa y antes de que pueda seguir con sus preguntas tomo yo su rostros entre mis manos y le devuelvo el beso. Jugando con mis labios sobre los suyos, tomando por un segundo su labio inferior entre los míos y mordiendo levemente. Termino el arrebato, y me quedo mirando fijamente sus ojos.

- Hemos tenido mal día ambos, por lo que veo. - digo tomando sus manos. Mi sonrisa asoma esta vez sincera e intentando relajar a mi amiga con ello. Me ayuda estar con ella, y tras los besos, me siento mucho mejor. - Cuéntame Emily, ¿qué pasa? ¿Qué es eso de mensajes extraños, cariño? - resoplo. Mi tema me había opacado durante todo este rato, pero  no podía obviar que ella también estaba mal.

- Mi padre, ha colocado cámaras en esta casa. Está enfermo. - solo me atrevía a contar eso por ahora. Lo de mi madre iba a esperar. No puedo con todo a la vez. - Pero, visto que ya ha podido ver durante tanto tiempo, pensándolo en frío, ya no se bien si me importan.

No quiero responder a las preguntas que hace Seth, más que todo porque ahora mismo no tengo respuesta, no sé que estoy haciendo, lo único que sé con certeza es que el sentimiento de sus labios sobre los míos disipó todos mis miedos, por lo cual siento un gran alivio cuando veo que corta la frase y se limita a decirme que no me preocupe.

Luego toma mi rostro entre sus manos y me devuelve el beso, siento como un escalofrío pasa por toda mi columna al sentir nuevamente el cálido tacto de sus labios. Al mismo tiempo que siento que me vuelve el alma al cuerpo, realmente aprecio esta amistad y llegar a pensar que podría arruinarse me forma un nudo en el estómago.
Me separó de él un poco y miró profundamente sus ojos, asiento con una pequeña sonrisa a su afirmación de que ambos hemos tenido un mal día, hoy lamentablemente había sido un día de recordar el pasado, lo cual yo odiaba profundamente. instintivamente bajo mi mirada cuando siento su tacto en mis manos y le permito que las tome, me siento segura a su lado.

Cuando escucho que saca el tema de los mensajes, levantó la cabeza rápidamente. tal parece que toda la paz que había, se disipa a gran velocidad. Mi corazón comienza a latir fuertemente sintiendo casi que va a escapar de mi pecho.

-No... No sé, estaba en casa cuando recibí un mensaje de un número no registrado, no me preocupe ya que llegue a pensar que era James, que seguramente Alex le habría dado mi número sin decírmelo, pero ya hablé con él y me dice que no le ha dado mi número a nadie. - suspiré- seguramente no sea nada, pero igual me preocupa ya que esa persona sabía que estaba sola en casa. Además, con todo lo de ese video tan raro en redes... no se... Tal vez me estoy sugestionando.

Sonrió más para calmarme a mí que a él, solo intento auto convencerme de que todo está bien y que no hay nada de qué preocuparse.

Seguimos la conversación y escucho que su padre ha puesto cámaras en el apartamento, ¡¿QUE?!, volteo en dirección al techo mirando hacia todos los ángulos intentando encontrar alguna, pero no veo nada. ¡¿Qué clase de maniático hace algo así?!

- ¿hace cuánto lo sabes? - pregunto al ver con la normalidad con la que habla del tema.

Posteriormente me escabullo al interior del piso, y comienzo a hablar intentando cambiar a un tema más cómodo para ambos.

-así que aquí es donde vives... - digo mientras recorro la estancia y miro la decoración a mi alrededor, fijándome en cada detalle, era la primera vez que iba a casa de Seth y siendo sincera era exactamente como me la había imaginado.
Era una lugar bastante amplio y con una decoración increíble, contaba con grandes ventanales  hasta el suelo que dejaban entre ver el hermoso paisaje nocturno del pueblo.

- ¿vives solo? - me pare de pronto y di media vuelta encarando nuevamente a Seth.

-Y por cierto ¿qué vamos a hacer?, ¿ya cenaste?, ¿qué te parece si pedimos una pizza? –
solo quería hacer algo, cualquier cosa, pasar un tiempo con mi amigo y divertirme, tal vez así esté horrible día podría terminar de una vez.

Es cierto, ese maldito vídeo estaba siendo la comidilla y parece que Emily también lo había visto. Me preocupa en exceso que ella se lo tome tan a pecho, aunque si ha recibido esos mensajes... 

- ¿Mensajes que sabían que estabas sola en casa? Será algún capullo intentando hacerse el gracioso... Hoy si quieres puedes quedarte a dormir aquí ¿Vale? Mañana buscaremos a quien te los haya enviado, seguro que mi padre conoce a alguien que de con el número, o el teléfono, por donde se haya mandado. - no puedo evitar apretar su mano con fuerza para que sienta que puede contar conmigo.

- Lo sé desde hace un rato, aun me tiene la cabeza dando vueltas... Ha jodido toda mi privacidad Emily, mis momentos con las chicas aquí... Pero nada me importa más que mis momentos con Eleanor, son nuestros, donde nada importa y... - suspiro realmente triste. - Ahora también son suyos. Eso es lo que realmente me jode del tema, lo demás me da igual. - me tiro en el sofá de mala gana y dejo el teléfono en la mesita.

- ¿Te gusta? Ya sabes que me gusta sentirme libre, en un sitio amplio, como cuando salgo a hacer deporte. A ver cuando te animas y te llevo de escalada. - digo intentando recuperar la normalidad en todo esto. - La verdad es que hacerlo siempre solo es algo pesado, seguro que contigo todo sería mucho mejor. - sonrío para que me vea hacerlo. - ¿Qué me dices?

La verdad es que me rugen las tripas, todo este momento me había hecho olvidar que aun no había cenado. - Claro, pidamos unas pizzas. El entrenador ya me va a matar por no haber ido, que mas dará un par de calorías que no necesito. - digo con un tono alegre y bromista. - ¿De qué las quieres? Yo invito. Mientras esperamos, podemos hacer lo que quieras, podemos tumbarnos en la cama - la señalo para que vea que solo allí tengo tele. - Y ver alguna cosa, o podemos acabar lo que empezamos aquel día, ahora que estamos tan cariñosos. - digo a media carcajada intentando quitar hierro a todo el asunto de los besos, ella sabe que no quiero perder su amistad y que solo es mi forma de ser.

-Tienes razón, seguro es alguna broma estúpida, no le demos más vueltas ¿de acuerdo?... pero acepto tu invitación de quedarme, seguro que nos lo pasamos genial, Siempre lo hacemos. – le guiñe con una mirada picara mientras seguía caminando observando la habitación.

-Tu padre es un idiota… - Me limite a solo decir eso, de cierto modo puedo entenderlo, puedo entender lo que está sintiendo. No me imagino como reaccionaria yo si me enterara que alguien ha violado mi intimidad de esa manera. Si todos esos momentos y recuerdos lindos que he vivido no fueran solo míos, sino que a la fuerza tuviera que compartirlos con alguien más.

El tan solo pensarlo hizo desaparecer la sonrisa que tenía. Me acerque a uno de los ventanales apoye una de mis manos contra el y me quede viendo hacia lo lejos las luces del pueblo, era algo bellísimo.

- ¿Que si me gusta? este lugar esta increíble Seth. – despegue mi mirada de la increíble vista, para volver a ver a Seth. – ¡Cuando tú quieras!, solo dime cuando y vamos. –Jamás había hecho escalada, pero tan solo de imaginármelo parecía algo que seguro disfrutaría, además que estaría con él seguro sería divertido, estamos hablando de Seth él tenía el poder de hasta hacer que un funeral fuera divertido.

- ¿Así que no fuiste al entrenamiento?, ¡no seas idiota!, no deberías faltar. si no Nathan puede llegar a ganarte… no te lo dije yo- le Guiñé un ojo- pero tengo que admitir que su físico esta muuuy bien- Dije intentando picarlo, Nathan me caía bastante bien, siempre que nos reuníamos me la pasaba genial, Además que era un amor.

-Da igual, de lo que sea. – Comente refiriéndome a la pizza, no había comido nada y tenía tanta hambre que no me importaba realmente de que fuera.

Al escuchar su comentario volteo nuevamente hacia él y una media sonrisa maliciosa se forma en mis labios.

Me acerco lentamente hacia donde está sentado, al estar justo en frente de él, me siento a horcajadas sobre su pelvis. Acerco mi rostro peligrosamente, y teniendo mis labios a tan solo unos milímetros de los suyos respondo.

-Creo que prefiero la segunda opción. - digo mientras comienzo lentamente a quitarme la parte superior de mi atuendo si dejar de mirarlo, quedando en sujetador.

Me acerqué a su oreja y mordí levemente su lóbulo, para luego susúrrale. - ¿Qué tal si nos olvidamos de todo, y me llevas a tu habitación? - después de eso me aleje un poco para poder observar con detenimiento su expresión, me quede en silencio unos segundos, para luego explotar en una carcajada, mientras me tiro al otro extremo del sofá y coloco mis brazos alrededor de mi vientre por las excesivas ganas de reír que tenía en ese momento.

- ¡Debiste haber visto tu cara!, ¡fue increíble! - dije aun sin poder parar de reír.

Estuve unos segundos muerta de la risa hasta que me enderecé en el sofá para poder volverme a dirigir a él.

-Me parece bien ver algo arriba mientras esperamos- Digo con una mueca burlona en los labios.

Quise obviar el tema sobre mi padre, ya bastante estaba teniendo esta noche como para seguir dando vueltas a algo que de momento no tenía solución así que mostré mi mejor sonrisa y simplemente lo dejé pasar. Interviniendo solo cuando Emily hablaba de la casa.

- Pues puedes venir siempre que quieras, y por un alquiler te dejo el sofá para que vivas aquí. - bromeo, si decidiese quedarse sin duda le ofrecería la cama y yo me quedaría en el sofá. - Aunque no descarto alguna visita esporádica a ese sofá si me siento algo solo. - mi sonrisa es lobuna, pícara, de esas que arrebatan corazones a muchas chicas del instituto pero que en Emily era un significado algo distinto: te estoy picando. - O cuando esté muy cansado de nuestras salidas de escalada y necesite un regazo donde cobijarme. ¿Me dejarías no? - digo para terminar la broma.

Vaya, Nathan estaba presente en la vida de Emily de una forma poco usual, no esperaba que hasta supiese de su cuerpo. Vaya, vaya. - ¿Mejor que este? - digo levantando algo mi camiseta y dejando ver un abdomen esculpido y trabajado, definido pero no exagerado. Lo trabajaba más por estética y salud que por volumen del mismo. Vuelvo a colocar la camiseta en su sitio cuando por completo olvido el tema de la pizza al acercarse ella y subirse encima mía y sacarse la parte superior de la ropa mientras mis ojos son ojipláticos. - Pero...- solo consigo decir eso cuando me susurra que la lleve a la habitación. ¿Pero estás loca? Emily yo... Buscaba que decirle cuando de pronto veo que estalla en una carcajada y se aparta. - ¡Eres una tarada Emily! ¡Una tarada! Pero serás idiota... - digo mientras me río con ella. La verdad es que por momentos me loc reí todo, no me lo esperaba para nada. - Vale, me lo tengo más que merecido, yo he sacado el tema pero esto no va a acabar así... - me inclino sobre ella pasando mis manos por su espalda y tomando el cierre del sostén. - Te aguantas ahora... - me muerdo el labio y tras ello paso mi lengua por su barbilla y labios mientras desabrocho el sostén a tono divertido. Las cámaras... Pufff me dan igual. Solo me estoy divirtiendo. - Yo también se jugar ¿sabes? - suelto un leve resoplido y miro mi entrepierna, esperando que no notase la evidente erección.

Me incorporo en el sofa y como si no pasase nada la miro de reojo. - ¿Y qué vemos? ¿Dibujos animados o Sex Education? - hago referencia a la clase de esta mañana y a lo que vivimos justo ahora. 

-Que estupidez… Si alguna vez me quedara aquí dormiría contigo, no nace falta que finjas esa caballerosidad conmigo. mejor guárdalo para tus ligues, a ellas no solo deberías mandarlas a dormir al sofá, sino que deberías amarrarlas con un collar para evitar que se abalancen sobre ti a mitad de la noche. - me sentía triunfal tras mi respuesta, aunque ese sentimiento no duro demasiado ya que recordé que hace contados minutos había sido yo la que se había abalanzado sobre él para besarle. Ese pensamiento me hizo sacar una pequeña sonrisa.

- ¡Claro que no! jamás dejaría que me tocaras y mucho menos que me uses como almohada, asco. –Respondo con tono sarcástico, mientras le guiñaba dándole a entender que para eso estaba. Después de todo lo que había pasado le tenía mucha confianza. -pero eso sí, cuando te sientas solito mejor llama a tus ligues. - podría parecer que estaba celosa, pero era completamente lo contrario, prefería que él saliera con otras chicas y que yo tuviera otros chicos, ya que la tensión sexual entre nosotros era evidente y estaba segura que el día que nos encontráramos sin que alguno hubiera descargado su deseo sexual con alguien antes, seguro que haríamos algo de lo que al menos yo me arrepentiría.

Centre mi mirada en Seth, disfrutando de la pequeña función de “striptease” que me propiciaba al yo haber mencionado el cuerpo de Nathan - ¿quieres que te sea sincera?... –dije con una mirada picara- Nathan no te llega ni a los talones.

Luego de responder a sus preguntas proseguí con mi “broma” y luego él me la contesto, cosa que no me esperaba para nada.

Siento como sus manos pasan alrededor de mí y se detienen en el broche de mi sostén, su tacto hacia que mi piel se erice.

-Que estupidez… Seth seamos sinceros, no te atreverías. –Digo lanzándole una mirada desafiante, casi impulsándolo a hacerlo.

Luego él pasa su lengua por mi barbilla y labios, cuando pasa por ese último saco mi lengua y aprovecho para darle un beso, jugueteo un poco pasando mi lengua por su paladar y sus dientes, y antes de volver a alejarme tomo su labio entre los míos y le devuelvo el mordisco que me había dado antes.  si íbamos a jugar, íbamos a hacerlo en serio. Además, que me debía ese mordisco.

Miro sus ojos, y es ahí cuando me doy cuenta que él no estaba jugando y que realmente lo iba a hacer. Así que rápidamente coloque mis brazos alrededor de mi pecho, la seguridad ante todo.

-Las cámaras Seth, por favor Seth… ¡recuerda las cámaras! –Era mi última alternativa para hacer que pare, pero parecía ignorarme completamente, Seth por favor no lo hagas, Seth por favor no lo hagas, Seth por favor no… Mis plegarias fueron detenidas bruscamente al momento que sentí como mi sujetador había sido desabrochado.

Veo como su mirada baja rápidamente en dirección a su entrepierna, y la mía instintivamente se dirige al mismo punto, y lo notó tenía una erección, la verdad me importaba bastante poco después de todo yo también estaba “disfrutando” de todo nuestro jueguito.

Esa era una de las pocas cosas que agradezco de ser mujer, no hay forma de detectar si realmente estamos excitadas o no, a diferencia de los hombres.

-Eres un completo idiota… ¿Lo sabias? - Me rio a carcajadas y mientras con una mano sostengo mi sostén evitando mostrar más de lo que es debido, con la otra empiezo a empujarlo intentando hacerlo caer del sofá. –Me las vas a pagar ¿me oyes?... y prefiero dibujos animados- Volví a la conversación con total naturalidad tal cual como él lo había hecho. –creo que he tenido demasiada “Sex Education” por esta noche. - Le dedico una sonrisa lo más neutral posible.

- Y por cierto tú lo causaste, tú lo arreglas. - Digo mientras me volteo dándole la espalda, esperando que sea él quien vuelva a abrochar mi sujetador. Mientras espero mi imaginación comienza a volar haciéndome sacar una pequeña carcajada.

 Me imagine que podría pasar si él usara esas mismas palabras que acaban de salir de mi boca en mi contra, “Y por cierto tú lo causaste, tú lo arreglas.” Refiriéndose a la erección que acaba de tener por culpa mía.

–Después de que esa idea estúpida pasara por mi mente, sacudí mi cabeza con una sonrisa en los labios, intentando sacarla de ahí.

- ¿Dormir conmigo? Lo siento Emily, toda mujer que comparte cama conmigo al final pasa lo que tiene que pasa... - digo con total descaro y una cara de pasota total. Además no es cierto, Eleanor ha dormido aquí muchas veces y nunca hicimos nada. De hecho casi parece su casa por la cantidad de cosas que hay suyas en el baño. - ¿Amarrarlas dices? Bueno podría... Lo mismo les gusta y causa lo contrario... - digo mientras me muerdo el labio y la miro con picardía. La verdad es que este rato estaba siendo intenso.

Tomo el teléfono y finjo marcar su número. - Hola, oye Emily me han pedido que si estoy solo llame a uno de mis ligues y me preguntaba si, bueno quieres acabar eso, además tengo aquí a una chica, podríamos probar los tres juntos ¿SÍ? ¿Te apetece? Vaya, pues voy empezando con ella, ahora nos vemos. - miro de reojo en todo momento mientras hago mi pequeña conversación con "ella" y río al acabar. - Bueno pues tenemos plan ¿te apetece? - digo mirando descaradamente su cuerpo perfecto, mientras sujeta con sus manos los pechos para que el sujetador no se venza. Y es que pese a la amistad, si no me arrepintiese después, me acostaría con ella cada noche si ella quisiese. 

Llega el momento en el que volvemos a hacerlo, ambos jugamos con nuestras lenguas y me dejo llevar. ¿Seth que estáis haciendo? Mi voz en la cabeza me decía que parase pero ¿estaba realmente mal? Ambos sabemos que tenemos algo pendiente y ¿Tan terrible sería? Puede que sí pero este momento no iba a acabar por eso. Disfruto de su mordida y miro a sus ojos cuando se aleja un poco para volver a tomar su rostro y apoyándome sobre ella, dejando que el paso de mi cuerpo descanse un poco sobre el suyo, comienzo a morder su cuello y llevo una de mis manos a su vientre buscando llegar a su pantalón sin parar de besar y morder por cada parte del cuello que disfruto. Noto con mis dedos el botón y lo desabrocho, se me dan bien esas cosas. Y con la yema de mis dedos juego con el elástico de su ropa interior... - ¿Caliente? Tengo una ducha ahí mismo... Puedes darte algo de agua fría si quieres. - digo antes de estallar en las risas y apoyar mi frente inconscientemente sobre su pecho, sin darme cuenta de que apenas lo cobre su sostén. 

Intento recobrar la normalidad y me siento.

- Ya se que Nathan no me llega a los talones, Emily. - me levanto y me saco la camiseta. - ¿Quién va e tener este cuerpo? Nadie, nadie. - ella sabe que normalmente no soy creído, se que soy guapo y que con poco he conseguido muchas conquistas, pero no soy ni de fardar de ello ni de mí mismo. - Me atrevería, no me tientes ya ves como sé jugar... - digo tomando el móvil de nuevo para pedir la pizza.

- Está bien, nada de sex education si es que puedes conseguir eso. - digo sentado a su lado mientras me obliga a colocar el sujetador. -. Lo siento, quitarlos pero no ponerlos... - tomo mi camiseta y se la ofrezco. - ¿te vale taparte con esto? - digo mintiendo claramente sobre no saber colocar un sostén de vuelta. Todo en esta noche estaba siendo raro y por mucho que pensase lo contrario, me gusta que así sea. Además esa sonrisa... no puedo resistir a una sonrisa como esa. Tanto si acepta mi camiseta como si no me giro hacia ella y la tomo en mis brazos para colocarla sobre mí, como antes se había subido ella misma. -Oye Emi... - de pronto lo noto. Noto que mi erección no ha bajado y está tocando su cuerpo y mi cara se sonroja de mi torpeza.

Veo su actuación de su supuesta "llamada", arqueo una ceja, parecía una estupidez pero en el fondo me hizo gracia, como todo lo que hacía Seth.
-¡Emily, no le creas solo es un idiota cachondo! - grito en dirección al móvil, supuestamente intentando advertirme a mi misma. Estos juegos entre nosotros me gustaban, lo único que me chirriaba de vez en cuando era recordar que había alguien más observandonos, ya sea el padre de Seth o alguno de sus muchos empleados, me daba náuseas pensar que alguien estaba mirándonos.

Siento sus labios pasar por mi cuello, y lo permito continuar, sus mordidas y besos, cada uno de ellos martillan mi cabeza llegandome a hacer reconsiderar que era más importante, mi amistad con él, o el simple deseo carnal que venía a mi cada vez que lo miraba, que lo escuchaba, que lo tenía cerca.
Siento como su mano se del plaza hábilmente a través de mi vientre y se detiene en mi pantalón, desaborchandolo de manera magistral. Juega con el elástico de mi ropa interior haciéndome sacar un pequeño gemido, más por la sorpresa que por placer, pero estaba segura que había un poco de ambos en ese pequeño gemido.

-¿yo caliente?... ¿Pero tu te has visto?, creo que él que necesita esa ducha fria eres tu. - más bien quien la necesitaba éramos ambos, aunque intentaba negar rotundamente que estaba disfrutando de todo esto, mi cuerpo me delataba apretaba mis muslos con fuerza cada vez que él se acercaba a mí, mi respiración era pesada entrecortada, y mis mejillas se habían puesto algo rojas.

Veo como estalla en risas mientras apoya su cabeza en mi pecho casi descubierto, me río con el y le doy un pequeño beso cariñoso en la cabeza. Pará luego reincorporarme igual que el.

Escucho como vuelve a sacar el tema de Nathan, y no respondo ante eso, me limitó a ver como se quita la camiseta detallando cada instante y cada facción de su cuerpo, no era la primera vez que lo veía así, pero me encantaba verlo.

Luego habla de que no habra más Sex education por esta noche, y si yo podía conseguir eso - Puedo contenerme, no eres tan irresistible como crees, o al menos no para mi.- todo era mentira ya que estaba a punto de abalanzarme sobre el y terminar todo lo que ya habíamos empezado, Pero me contuve.

Me ofrece su camiseta y sin dudar la recibo, me  vuelvo a abrochar el sujetador, para ponérmela.

Me tomó en sus brazos y me coloco nuevamente sobre él, sentía como su notable ereccion hacia presion contra mí vientre, y Por un instante me sentí tentada a dejar de lado todo y arrancarle las únicas prendas que le quedaban, quería hacerlo, quería estar con él y eso lo sabía muy bien, Seth me volvía loca. Pero nuevamente mi consciencia arremetió contra mi, hacíendome parar.

-¿que?...- dije cuando escuche que me llamaba, mientras acercaba mis labios a su cuello, dandole algunos besos, pequeñas mordidas y pasando mi lengua por el.
ya la habíamos cagado al final de cuentas, así que ¿porque no disfrutar un poco mas?, mierda.... ¡¿Que demonios estoy diciendo!?, no Emily no va a pasar. 

MI mente no procesa todo con la claridad que debe. Seguramente mi pulso estaba llevando la sangre a donde no debe pero... Es que Emily es tan perfecta... Es solo una amiga idiota. No lo hagas, la perderás. Ya tienes con quien follar ¿es que solo eres un animal? Muchos sentimientos se agolpan en mi cabeza pero es que, si hago esto con ella no es solo deseo es... Es Emily, quiero a Emily. No quizás como es un amor convencional pero... No es solo una atracción irracional, sexual y de esas que le dices luego ¿te llamo a un taxi? No, con ella es querer hacer algo prohibido y eso no puede ser solo un deseo. 

Sus palabras se disipan cuando llegan a mis oídos, solo siento su aliento, sus besos, si piel contra la mía. Ganas de devorarla entera y luego abrazarla entre mis brazos, besar su frente y decirle "hasta mañana princesa" pero se bien que eso para mí es algo difícil, ya no solo porque sea Emily, es que el amor es algo que no me atrevo a permitir, no se como tratarlo. Puede que el amor fraternal, entre amigos, sea algo muy regular en mí pero ¿una pareja? Igualmente que coño estoy pensando. Emily es mi amiga, dejamos eso claro y nada más. No creo que quiera aun menos ser algo más que eso. Joder ambos sabemos que follamos con otros y otras y eso nunca nos afectó ¿o sí? Ya no se ni lo que quiero...

Por instinto llevo mi mano por dentro de la camiseta, esa que es mía pero ahora lleva ella y le queda tan bien. Poco ha durado el sujetador abrochado ya que pese a perderme en lo que hace en mi cuello, encuentro de nuevo el broche y lo quito, dejando qle el sujetador se incline levemente hacia delante y sus pechos se liberen un poco. Rozando con las yemas de mis dedos voy pasando desde su espalda, su costado hasta debajo de su pecho. 

- Emily... Esto... ¿esto está bien? - normalmente soy un chico seguro pero con ella, con lo vivido la otra vez y tras tantas confidencias... No puedo ser ese Seth de siempre, al meno no con esto. - Están las cámaras... Y bueno, somos tú y yo... Joder quiero hacer esto pero... - pienso por un instante en lo que quiero decir y me niego a ello. Corto y la beso de nuevo mientras con mis manos acaricio su pecho, sin tabúes y sin reparos. No es la calentura, es el momento, la confidencia entre ambos y que este día ha sido terrible. Mary había provocado un mal rato, lo había hecho al no pensar en mí y solo querer follar aunque no lo dijese abiertamente. Pero Emily es distinta, se preocupa por mí, quiere hacerme reír y eso hace que todo esto fluya. 

Saco mis manos de la camiseta sin dejar de besarla, mordiendo, usando mi lengua en su boca, rodeando la suya y haciendo que ambos nos divirtamos con ellas, perdidos en tantas sensaciones. Lleco ambas manos a su trasero y la levanto haciendo que rodee con sus piernas mi cintura. - ¿Quieres seguir con esto, estás segura Emily? Seguro que hay algún lado donde no pueda vernos. 

¿De verdad iba a pasar? Joder, parte de mí quiere que ella me suelte una bofetada y me diga que me he propasado pero otra, otra quiere desnudarla y hacerlo como nunca.

siento como vuelve a desabrochar mi sostén debajo de su camisa, cada toque, cada roce erizaba mi piel y me hacía sentir un choque eléctrico que lo único que hacía era avivar aún más la llama de la pasión que estaba dentro de mí. Pone su mano debajo de mi pecho y luego me pregunta.

-Si está bien o no, no me importa… ahora mismo solo te quiero a ti. –respondo a Seth, mientras me retiro de su cuello y vuelvo a besarle apasionadamente en los labios.

-Las cámaras no me importan… que se jodan, mejor que disfruten del show… recuerda, solo somos tu y yo. -Digo volviendo a besarle, mientras él acaricia mis pechos aún por debajo de la camiseta, su simple tacto me ponía a mil, mis entrañas se contraían, por las incontables ganas de estar con él, de besarlo de tenerlo dentro de mí, pero al mismo tiempo se me arruga el corazón al pensar que todo esto puede ser una equivocación. Y que si damos este paso jamás nada volverá a ser igual. No sabía qué hacer, no sabía a cuál de mis dos mitades creerle. Tenía miedo, realmente lo quería y no sabría qué hacer si llegara a perderle. Me levanta y yo rodeo fuertemente su cintura con mis piernas.

- Estoy segura- claramente no había nada más alejado de la realidad, me acerco a su odio y le susurro - ¿Qué tal si nos olvidamos de todo, y me llevas a tu habitación? – vuelvo a repetir exactamente lo que había dicho hace tan solo unos minutos en nuestro pequeño juego. La única diferencia es que esta vez él no duda en hacerlo y me lleva a través del apartamento hasta llegar a su habitación, a su cama en la cual me deja posicionándose sobre mí, yo tampoco dudo y dirijo mis manos hacia el cierre de su pantalón sin dejar de besarlo, también tenía bastante experiencia en este tipo de cosas. Ya habiéndolo liberado de una de las pocas prendas que le quedaban, me enderezo un poco apoyando mis codos sobre la cama y mirándolo a los ojos casi que le ordeno. –Desvísteme. – luego de decirlo me enderece completamente sobre la cama y levante mis brazos para hacerle más fácil la tarea de quitarme la camiseta. Ya que llevaba el sujetador desabrochado apenas él me había quitado la camiseta y volvía abajar los brazos este se deslizo lentamente quedando al nivel de mis muñecas, dejando mi pecho al descubierto.

En ese momento sentí como un sentimiento de pánico me invadía por completo, desde la punta de mis dedos, hasta la coronilla de mi cabeza.

-Mierda, mierda, mierda. – Me aleje de él, ya era la segunda vez que, hacia eso, que lo dejaba en mitad de la acción, pero no podía. -Lo siento, pero no puedo… yo…yo. –tenía la voz quebradiza cada palabra que salía de mi boca lo hacía con gran dificultad, todas mis posibles respuestas se atropellaban unas a otras dentro de mi cerebro. – Seth, te quiero… te quiero demasiado, pero tengo miedo. - era la primera vez que iba a decírselo, ya en alguna ocasión habíamos hecho referencia a esto, pero nunca había llegado a decírselo de una manera tan clara como la que estaba a punto de Salir de mis labios. –Te quiero demasiado Seth… y amo esto que tenemos, y… y no quiero arruinarlo, de verdad que no quiero, eres una persona muy importante para mí, y no sabría qué hacer si llegara a perderte.

Todo pasaba a una velocidad que no me permite controlar nada de lo que hacemos. Por momentos solo noto su cuerpo, pegado al mío, unidos aun sin más que estar besándonos y perdidos en ese momento. Sus piernas, haciendo que ambos sexos estén juntos pero sin más que eso porque nos separa la ropa aunque deseo cada vez más poder arrancarla toda y estar dentro de ella, perdido y sin que me importe más que ese momento y los que vendrán tras ello.

- Y yo a ti... - no puedo decir más, ni responder sobre las cámaras ya que nos fundimos de nuevo a los besos. Ya ni la cuenta de hace cuantos esto no tenía retorno. Vamos a hacerlo, Seth. Dios, Emily... Lo deseo pero... Sacudo mi cabeza despacio, para no perderme ni un poco de ella mientras estamos camino a la habitación. No quiero pensar ni un segundo de más en que no debo hacerlo. Si debo y lo haré, luego ya vendrán los momentos de decirnos lo que queramos.

Desnudo no puedo dejar de mirar a Emily, tan perfecta aunque ella pensase que no. Tan única para mis ojos, algo que deseo desde aquella noche pero que ambos decidimos prohibir porque era lo mejor, ese momento en el que el pánico se apoderó de ella me rompió por dentro. Pensé que hacía algo mal y aunque fue un alivio por mi parte que no fuese así, escucharla y ver que necesitaba otra cosa, no sexo, hizo que me uniese para con ella para siempre, más que con cualquier contacto físico.

Pero ahí estaba, con su pecho desnudo, precioso, suave y turgente. Ya lo había tocado antes pero poder hacerlo de nuevo es una gozada para mis sentidos. Algo que se frena de golpe por ella. De nuevo esa expresión, ese momento pero esta vez no tendría miedo.

Dejo que hable, que se exprese y libere lo que tenga dentro. Me tapo con las sábanas y la tapo a ella, quedando ambos dentro de la cama, a modo que se sienta más segura. Me acerco a ella pero mantengo una distancia que no haga que se incomode, verla así me parte en dos. 

- Tranquila Emily, yo llevo toda la noche con las mismas dudas. - intento sonar lo más tranquilo posible aunque me cuesta. - Esto... Deberíamos haberlo frenado... Sabemos que pasó l otra vez y... - no puedo evitar besar su mejilla. - Lo siento... No debí seguirlo. - ya algo más prudente me acerco a ella y hago que se recueste sobre mi pecho, tumbándonos en la cama y acariciando su pelo. ¿Qué te pasa con esta chica Seth? No seas idiota, no te enamores. 

- Emily. - digo con los ojos fijos en le techo pero muy pendiente de ella, evito el contacto porque no estoy seguro de decir lo que estoy apunto de decir. - Yo también amo esto, amo nuestra complicidad, como estamos juntos, como podemos llegar a algo y a la vez a nada. Eres mi amiga, te quiero como eso y... - ya sí, saco coraje y tomo su barbilla para mirarle a los ojos, decidido y con una mirada tierna, sincera. - Creo que te quiero como algo más, siento que con esto puedo cagarlo todo y... Si quieres levantarte e irte, lo entenderé. - no aparto mis ojos de los suyos aunque empiezo a quebrarme un poco. - No vamos a perder esto, pase lo que pase, al menos por mi parte. Quiero ser quien te apoye cuando nadie más lo hace y... - tomo aire antes de seguir. - Eso lo haré siempre. Te quiero Emily... - y sin poder aguantarlo más la beso, beso sus labios perdido en una montaña rusa de sentimientos que no consigo controlar ni comprendo del todo. Pero solo deseo que por favor, no se vaya de allí.