Partida Rol por web

Barbara y Jordan llegan al supermercado del padre de Barbara ¡pero no son los únicos que van, pues algunas animadoras siguen a Barbara dispuestas a ayudarla a cargar bolsas!

Osea. - decía mientras mascaba ruidosamente un chicle. - ¿Pero ahora Jordan es de los guays? Osea. - continuó masticando de forma muy molesta. - Pues guay creo, no sé, osea, muy bien. - se notaba que no era la más espabilada del grupo.

Se acercó mucho, DEMASIADO a Jordan y le rodeó con la mano, agarrándolo por el hombro y con su mano libre, estrujándole levemente la cara. - ¿Pero no has visto lo bueno que se ha puesto? Y encima con pasta. - le dio un azote en el culo y se separó de él. - Ese añito fuera del pueblo te ha vuelto toda una estrella por aquí. From Zero to Hero. - comentó entre risitas.

- Vamos, vamos, chicas, menos charlas y más trabajar, - dije colocándome de forma lánguida al lado de Jordan separándolo de Bryony - que las cosas no se moverán solas al lago.

Me dirigí a la tienda de mi padres y entré en el supermercado como si fuera mi reino.

- ¡Papi! ¡Ya estamos aquí! - me volví entonces hacia Bryony con un gesto de exagerada y fingida amabilidad que ocultaba un seria advertencia - Bry, querida,...

... como veo que hoy estás muy enérgica, te ocupas de coger los refrescos, ¿de acuerdo? ¡Perfecto! Acuérdate de llevar suficientes. Mía, te dejo a cargo de ordenar todo en el coche.

Sin esperar respuesta, sonreí a Jordan y señalé un lado de la tienda.

- Vayamos a elegir los snack, no sé cuales te gustan - sugerí.

Jordan suspiró al ver lo que se avecinaba y entre Mia y Bryony se lo confirmaron. Había huido de New York buscando alejarse de toda esa mierda, aunque no era exactamente lo que había aquí, pues ahí la gente era asquerosamente rica y él era un "simplón", uno de esos "emprendedores".

Negó varias veces con la cabeza sin hacerles demasiado caso y se quedó pensando quien habría echo correr el rumor, pues él había sido escueto en sus publicaciones de redes sociales y información a sus amigos. Supuso que su hermana que era una bocazas y le molaba el rollo.

— Chicas, soy el de siempre — dijo sonriendo y abriendo ambos brazos para mostrarse. — .. vuestra escala de 'guays' es muy volátil.. quizá deberíais vigilar vosotros, nunca se sabe.. después de una fiesta pueden cambiar mucho las cosas. Lo importante es que entabléis amistades que vayan mas allá del estatus o lo material ¿no?

Consejos vendo y para mi no tengo, pensó.

Se encogió de hombros y se fue con Barbara.

— Frutos secos, yo soy muy fan de los frutos secos, además van bien en estas fiestas porque están cargados de sal y la gente bebe más. Entiendo que la intención es liarla ¿no?

Al entrar en el supermercado, allí les estaba esperando en la entrada el padre de Barbara. - ¡Oh! ¡Barbara, mi vida! - corrió a darle dos besos. - Veo que has traído a tus amiguitas. - pero pronto las ignoró, pues dirigió su mirada al joven y apuesto Jordan. - Y a tu nuevo ¿novio? Jejeje. -

Se acercó el pequeño hombre a Jordan y lo miró de arriba a abajo. - Jordan, Jordan, Jordan. ¡Qué bien te ha sentado la gran ciudad! ¡A ti y a tu cartera! - rió. - Bueno, ya me ha comentado mi pequeñaja que tenéis planeada una fiestecilla ¿no? Pues necesitaréis vasos, alcohol, bebida gaseosa para mezclar, papas fritas, pulseras con lucecitas, gorritos de fiestas, confetis, servilletas, condones y ¡ah! ¡Frutos secos! ¡Nunca pueden faltar los frutos secos! - volvió a reír, esta vez de una forma más exagerada. - Es lo que siempre le digo a mi chiquitina.

Se marchó durante un instante y enseguida volvió, se notaba que lo tenía todo preparado. - Bueno, bueno, pues aquí lo tenéis todo chicos. ¿Pagarás tú, señor Hallwinter? ¡Qué menos que invitar a estas hermosas damiselas! - se frotaba las manos, esperando la ansiada tarjeta.

La opción de los frutos secos me pareció perfecta, era algo que a todo el mundo le gustaba y papá tenía unos cubos de gran tamaño con un revuelto de frutos secos que nos vendrían muy bien.

- Una excelente idea, tomaremos uno de los cubos grandes... - fue entonces cuando vi a mi padre - papi - le di un par de besos. Sus palabras arrancaron una sonrisa de mis labios - Jordan es sólo un amigo, aunque quien no lo querría de novio - bromeé.

Sin embargo, al escuchar a mi padre intentando sacar tajada de la situación mostré un gesto de disgusto en el rostro. No sólo había preparado más cosas de las que había pensado llevar, sino que además pretendía que Jordan pagara dejándome en mal lugar.

- Papi... - le susurré lanzándole una mirada molesta.

La verdad que estar con Barbara era agradable cuando esta no era una maldita arpía que te desintegraba hasta los huesos con su mirada de reina del baile. Solo si de vez en cuando bajase esas defensas -dignas de una zona demilitarizada entre las dos Coreas- la gente se podría dar cuenta que en el fondo no era tan mala persona como decían.

En cuanto vio el juego del padre enseguida se ofreció a pagar.

— De verdad, déjame pagar, no me gusta ir a una fiesta sin traer nada, es de mala educación.

Empezó a sacar su cartera pero no osó meterse en aquel pequeño duelo que la rubia estaba teniendo con su padre, simplemente esperó con unos billetes en la mano.

¡Me encanta este chico!

Dijo feliz al recibir la tarjeta de crédito y realizar con ella el pago. - Ahora, venga chicos, fuera de aquí ¡no querréis llegar tarde a vuestra propia fiesta! - y en un abrir y cerrar de ojos, os medio empujó a todos para acto seguido cerrar la persiana.

Matt había ido a una pizzería de mala muerte, donde se imaginaba, por la calidad de las pizzas, que fue donde Diana, Ryan, Sam y River habían ido a recoger pizzas la última vez, durante la fiesta del lago.

Matt se fijó en que allí se encontraba un tipo trajeado, que no pegaba nada con el local, pues parecía tener bastante mucho más dinero como para tener que recurrir a aquél local.

Se hizo muy tarde, por lo que aquél señor trajeado y Matt, se marcharon del lugar a sus respectivos hogares.

Jordan y Barbara llegaron a aquél bar, que en cualquier otro pueblo sería considerado de mala muerte, pero debido a que era el único del pueblo en el que no pedían identificación para entrar, siempre y cuando parecieras lo suficientemente mayor, podías pedir lo que quisieras.

A los dos jóvenes les llamó la atención la presencia de un grupo de tres personas, compuestos por Alba Regan, Leslie Regine y Tyler Trey. - ¡Por Phoenix! - gritaban no muy animados antes de tomarse los tres del tirón un chupito. Parecían estar muy centrados en aquello como para reparar en Barbara y Jordan, por lo que si no se acercaban ellos directamente, no les harían caso alguno.

Jordan buscó el sitio mas alejado de aquellos que le sonaban en el bar y reprimió una mueca al escuchar lo de Phoenix.

— Pensé que no habría nadie conocido en este tugurio, pero.. bueno.. qué mas da. ¿Qué querías contarme?

No entendía muy bien porqué tomaban un chupito a la salud de Phoenix, pero la verdad me resultó algo bastante extraño. Mientras seguía a Jordan hasta una mesa alejada, les eché una buena mirada para ver qué estaban haciendo y luego, me senté frente a mi acompañante.

- Bueno, más que contarte, me gustaría preguntarte sobre la noche en el bosque, no necesito mucho detalles, sólo quiero saber cómo es que terminasteis separándoos de Mia - dije mientras me levantaba un momento - ¿qué quieres tomar? Hoy invito yo - me encaminé hacia la barra con los pedidos y traería las bebidas.

Una vez con las bebidas, le daría un buen trago a mi cubata y observaría un rato a Jordan antes de seguir.

- Por la reacción de Bry parece que hubo algo más que un tranquilo paseo bajo la luna - le dediqué una sonrisa pícara.

Jordan resopló y enarcó los brazos a la vez apoyaba bien en el respaldo de esas incomodas sillas.

— Le he dado mil y una vueltas al asunto. Pues el tema fue que entramos en el bosque los tres, buscándoos. Y Mia se quitó de encima a Bryony para quedarse a solas conmigo. Ya sabes la cosa se empezó a calentar, pero ella quería que fuésemos novios o algo así, yo solo quería divertirme un rato y fui sincero.

Hizo un gesto de confusión.

— Joder, otros hubieran sido mas capullos y habrían dicho lo que fuera para seguirle el juego. Pero bueno.. total... Mia se ralló mazo y se piro hacia la fiesta. Me ofrecí acompañarla pero nada, así que fui a mi bola hasta que oí un grito, acudí al lugar pero era Bryony, que se había manchado de sangre al tropezarse con un cadáver de una vaca. Total que la acompañé al lago a limpiarse... y ¡joder! no soy de piedra ¿sabes?

Alzó los brazos como excusándose. Mas que afectado, parecía algo mosqueado de que le hubieran cargado el muerto a él. Se sentía culpable aunque se repetía mil y una veces que no podía haber sabido nada.

— La verdad que esa fiesta me importaba una mierda, fui porque ibas a estar tú.. y me dejé llevar.

Resopló, había soltado todo y se sentía mas desahogado. Ahora ya le daba igual todo, porque ya se había ido a la mierda toda la situación. Terminó su explicación y le pegó un trago a la bebida, esperando ahora la reacción de Barbara ante todo aquello.

Después de escuchar a Jordan comencé a entender un poco más lo que había ocurrido y a explicarme algunas de las cosas que habían ocurrido. Podía decir que Bry no tenía tanta culpa como yo pensaba, después de todo, Mía había sido la primera en alejarla. Al parecer las dos habían decidido que una noche en el bosque era el mejor momento para un momento romántico. El asunto de la vaca me pareció de lo más dantesco, por lo que ni lo mencioné. Me sonaba que Lazlo había comentado algo de que le habían matado una.

- Bueno, al parecer voy a tener que hablar mañana con Bry, tal vez me precipité a la hora de echarla del equipo, aunque el bofetón que te dio fue algo exagerado. No creo que tengas la culpa de la muerte de Mia - comenté sin darle mucha importancia, prefería abordar otros temas.

Jordan estaba allí excusándose y no pude por menos que sonreírle.

- Por su puesto no espero que seas de piedra, todos somos humanos al fin y al cabo - con un pícaro gesto alcé el cubata y bebí un pequeño sorbo sin apartar la mirada de él - pensé que el viernes te apetecía marcha y unos cuantos tragos con buena música, pero me alaga que pensarás así de mi. Tendré que asegurarme de que hoy te lo pases bien para compensarte.

Cabizbajo esperando otro tipo de respuesta o ya la tercera (¿o cuarta?) bofetada, alzó la vista a escuchar la respuesta ante aquella declaración. Parecía mentira pero Barbara era la primera personas que le había dicho esas palabras "no tienes la culpa de lo sucedido" y la verdad que sabían a gloria.

Alzó su copa e hizo un pequeño brindis con ella antes de beber otro sorbo, mucho mas animado ya. Se había quitado todo aquello de su organismo.

— ¿Y qué pasó contigo en el Lago? Te perdí la pista. Luego quedaste con Sam al día siguiente, ¿no? ¿cómo fue? te va la marcha parece.

Fruncí el ceño al recordar lo que había pasado aquella noche, aún me resultaba molesto pensar en ello.

- Yo me fui de la mano con Samantha para nuestra apuesta. Riven, Lazlo y Matt nos acompañaron, pero Lazlo se fue por un lado y luego Sam y yo por el otro mientras Matt y River se quedaban investigando unas huellas - conté recordando lo concentrados que habían estado los dos en aquellas huellas - mientras iba con hablando con Sam me llegó un mensaje de mi madre diciéndome que a mi padre le había pasado algo y salí corriendo hacia casa. Al llegar allí resultó que no había pasado nada. Pensé que había sido una estrategia de Sam y sus amiguitos para hacerme perder, pero al parecer no fue así. Estoy algo mosqueada con todo eso, por lo que me dijo ayer Samantha debe haber alguien enviando mensajes en nombre de otros.

El último comentario de Jordan me arrancó una sonrisa.

- ¿Acaso te sentiste celosa porque fui a visitar a Samantha? - bromeé divertida.

Asentía a medida que explicaba lo sucedido. Muchas cosas extrañas pasaron en el lago, pero parecía que quien había movido todos esos hilos conocía a todos ellos perfectamente.

— Hay que vigilar con los mensajes, al parecer el loco de la máscara tiene alguna manera de impersonarnos. En general desconfía de ellos. Podemos establecer un password para enviarnos uno y saber que son seguros. — se quedó unos instantes pensativo. — ¿Qué tal.. "no creo que mañana vaya a llover"? Es algo fácil de usar al final de cualquier mensaje. Quizá soy un poco paranoico, pero no sé.. hasta que atrapen a ese loco.. mejor andarse con cuidado.

Le devolvió la sonrisa y se sonrojó visiblemente.

— ¿Celos? Yo no.. ¿debería? Quiero decir a ti te gustan... ¿Te gusta Sam? Yo... ¿celos yo? No — soltó una risita nerviosa

Levanté la vista sorprendida porque no se me hubiera ocurrido antes esa solución sencilla, pero efectiva.

- De acuerdo, de ahora en adelante cuando nos mandemos mensajes pondremos ese mensaje para saber que somos el otro - dije apuntando mentalmente la clave - cuando le escribí un mensaje ayer a Sam y pensó que podía no ser yo, le mandé una foto para verificar que lo era. También podemos usar ese método si alguien descubre nuestra clave.

Me reí casi atragantándome con la bebida al escuchar sus palabras. Sonreí ante su pregunta mientras apartaba el cabello de mi rostro.

- ¿Qué? No, no me gusta esa arrabalera... quiero decir, vale, está buena y su rollo malota me mola, pero está pirrada por ese pringado de Ryan. Ayer se estaban marcando un bailecito sexy cuando fui a hablar con Sam - me terminé el cubata y pedí una botella botella de ron con dos vasos de chupitos - y bueno, ahora que ya hemos aclarado nuestros pequeños asuntos, ¿qué tal si nos divertimos un poco? Después de todo lo que ha pasado estos días, necesito olvidarme por un rato de todo.