Partida Rol por web

Scripta Barchinone III: La revelación

09. El final del trayecto

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26/03/2015, 12:49
Director

Una vez que Gonzalo hubo recuperado la respiración y que Agustí logró apagar las llamas que prendían sus ropas, lo primero que se hizo fue poner pies en polvorosa. Nadie en su sano juicio habría permanecido ni por un minuto más en aquel infierno en vida que era Tortosa.

Por fin, a las afueras, en el bosque, pudo permitirse el grupo descansar.

Silvana refrotaba las quemaduras de Agustí con un ungüento especial. Sebastián arrancaba jugosas hojas con las que alimentar a su fiel roedor, que ni por un instante se había separado de su bolsillo, ni aún cuando penetró en la casa en llamas. Gonzalo se limitaba a descansar, aún presa de algún que otro esporádico ataque de tos. Y Charles de Lupo, inmaculado, sin herida alguna, contemplando los objetos recogidos: el caliz que habíais robado, el medallón que Agustí había cogido en la habitación de la casa y la alianza que Gonzalo había desenterrado del jardín.

Y aún había más. El muchachuelo cuyos padres habían perecido en la carbonizada casa os estaba siguiendo a todas partes, primero porque quería su medallón, y segundo porque tampoco tenía a nadie más con quien ir y quedarse en Tortosa no parecía la mejor de las opciones.

Y así estabais todos, en grupo, aguardando, pensando qué hacer. ¿Llevarle los objetos al papa? ¿Los merecía? ¿Merecía la pena tal pacto entre el cielo y el infierno? ¿Qué haríais cuando todo aquello acabase? ¿Sería buena idea volver al castillo del Barón Ricardo con el objetivo de ponerse a sus servicios? ¿O de clamar por venganza? ¿Qué haríais con De Lupo?

Eran muchas las preguntas, y pocas las respuestas. Pero era el momento de tomar una decisión.

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30/03/2015, 23:04
Agustí Blanch

Agustí sostenía en las manos el medallón mientras aguantaba estóicamente el dolor de las quemaduras que Silvana se afanaba en aliviar.
-Ya está. -Dijo al fin. -Hemos conseguido los objetos, pero... No tengo ninguna intención de volver a verle la cara a ese Papa chalado. Ni a él ni al Barón que nos dejó abandonado a nuestra suerte en sus manos. Si algo de toda esta historia de ángeles y demonios es cierto, nuestro papel ya ha terminado.
Luego mira a De Lupo.
-Y a este... Me gustaría ahogarle en el río, pero ahora mismo nos podría ser útil. Propongo que sea él quien le lleve todos estos trastos a su señor y olvidarnos de todo este asunto de una vez.

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04/04/2015, 23:18
Director

Notas de juego

Quedo en espera de la propuesta del resto :)

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05/04/2015, 00:45
Silvana "la Planera"

Silvana se restrego el rostro en un intento de quitarse el hollin, al contrario de lo que se proponia no consiguio mas que oscurecer su cara de manera uniforme. Pensativa escucho la propuesta de Agusti y miro de reojo al niño que permanecia junto a ellos. 

-Yo tampoco pienso volver al castillo del Papa, quien sabe que otra loca mision tiene preparada para nosotros. Hemos cumplido, no? Pues que sea Lupo quien le lleve lo que tanto desea. A nosotros ya no nos necesita. 

Lupo era el tipo de hombre al que despreciaba, si por ella fuera lo ataria a un caballo para que fuera la bestia quien lo devolviera al castillo arrastrandolo por los caminos. Pero no estaba el horno para bollos y lo mejor era acabar con aquella pesadilla cuanto antes. 

-En cuanto todo esto acabe volvere al lugar de donde nunca debi salir, al bosque. Y si este jovenzuelo quiere venir conmigo lo llevare con gusto. Tal y como hicieron conmigo me gustaria dejar mi legado a alguien, quien mejor que un muchacho para aprender todo lo que me han enseñado a mi. 

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06/04/2015, 22:48
Sebastián "el Manco"

Sebastián sacó a Garbancito de su faltriquera, lo colocó con suavidad sobre su hombro y haciéndole unas cucamonas escucho lo que sus compañeros tenían que decir.

Se frotó la barba, pensativo. El clérigo parecía una buena opción para llevar los objetos y cuanto mas se alejara el resto de ese maldito Papa Luna mejor. Sin embargo tenía algo que añadir a la propuesta de Agustí. Se encaró con el sacerdote mostrando una amplia sonrisa.

 

-Buen señor, como habéis oído seréis el emisario que lleve este don de Dios a nuestro amado Papa. Sin embargo todavía no os encuentro lo suficientemente pío como para acometer tal empresa, así que os ayudaré a alcanzar mayor pureza.-

 

Desenfundó el cuchillo y apuntó a las criadillas de De Lupo.

 

-¿Mostrareis generosidad entregando vuestra bolsa a unos pobres cristianos necesitados de ungüentos para aliviar sus quemaduras o preferís quizá que os libremos definitivamente del pecado de la lujuria?-

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07/04/2015, 11:46
Charles de Lupo

De pronto, De Lupo se sintió realmente generoso, se soltó la bolsa de dinero del cordel que amarraba a la cadera y se lo entregó a Sebastián con una falsísima sonrisa de oreja a oreja. Luego hizo lo mismo con toda pertenencia de valor de sus alforjas, todo ello sin duda influenciado por la aplastante elocuencia del cuchillo del manco.

Luego tomó los objetos sagrados y partió a lomos de su caballo, raudo cual centella, rumbo a la fortaleza del Papa Luna, dejándoos en mitad del camino con sus bienes materiales -que no eran demasiados, pero sí abundantes para quienes habitualmente no tenían nada de valor entre manos a menos que lo hubieran robado-, los caballos que el Papa os había prestado, y toneladas de hollín sobre vuestros cuerpos y vuestras andrajosas prendas.

Por fin todo había terminado. Habíais cumplido vuestra forzosa misión y erais libres una vez más. Pobres, sin trabajo, pero libres.

Notas de juego

Aunque luego añadiré yo algún post más a modo de despedida acorde a lo que hagan vuestros pjs, es vuestro turno de poner los posts finales de cada personaje, en los que podéis hablar de lo que les sucedió una vez que acabó la misión. La campaña ha llegado a su fin :)

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07/04/2015, 15:28
Gonzalo "el Rata"

Gonzalo se había mantenido en silencio desde la salida de la casa en llamas. Había tenido la muerte demasiado cerca y estaba aún un poco afectado por todo lo que había sucedido.

Estaba de acuerdo en entregar los objetos a Lupo y acabar de una vez con la "divina" misión que el Papa les había destinado. Quién sabe qué pasaría al entregar los objetos al Papa? Puede que la recompensa fuera la entrada "directa" al reinos de los cielos! No, mejor no.

Una vez entregaron la mercancía a Lupo y este se alejó, Gonzalo habló con sus compañeros.

-Por fin, nuestro obligado cometido ha llegado a su fin... Qué haréis a partir de ahora? Por mi parte, solo deseo volver con Mara e intentar buscar una vida digna y sin problemas. No sé si junto al Barón, será un lugar seguro. Mejor comenzar una vida nueva en alguna otra ciudad. El tiempo dirá...

En ese momento, una pesada duda, asaltó al muchacho. Encontraría la paz que tanto deseaba? Estaba seguro que Mara sería la compañera que deseaba, pero aquellos tiempos tempestuosos no eran fáciles de superar. La peste, el hambre, el trabajo... Pero de algo estaba convencido: si habían salido de todas aquellas aventuras con vida, qué no podrían superar?

Gonzalo se acercó a Silvana y, removiendo el pelo del muchacho, dijo:

-Muchacho, cuida bien de Silvana. Parece algo esquiva, pero es buena persona. Ella te enseñara como sobrevivir y aprenderás cosas de utilidad.

Y mirando a la chica, le dijo:

-Gracias Silvana. Nos volveremos a ver en los caminos.

Era el turno de Sebastián. Aquel personaje era de lo más pintoresco...

-Sebastián, espero que la suerte te acompañe. Pero seguro que si no es así, te las apañarás para salir airoso de cualquier problema. Cuidate mucho, y a tu rata también!

Gonzalo se acercó a Agustí. Habían vivido mucho y más que un compañero de camino, se había convertido en un amigo.

-Puede que nuestros caminos se separan...o puede que no! jejeje - sonrió el muchacho- Hemos pasado muchas cosas uno al lado del otro, buenas y malas, pero hemos salido airosos de todas ellas. Junto a tu lado he aprendido muchas cosas, amigo, y debo agradecerte el estar a mi lado durante todo este tiempo. Gracias amigo... Hace mucho que había olvidado lo que quería decir la palabra "confianza" y "amistad".

Se miraron y Gonzalo esperó unos segundos antes de iniciar el camino a casa.

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07/04/2015, 21:20
Agustí Blanch

Agustí suspiró. No sabía si de alivio o por algun tipo de tristeza al saber que tan largo camino había llegado a su fin y debía despedirse de sus compañeros.
Miró a De Lupo alejarse y sonrió. Lo que les había dado no era ninguna fortuna, pero podría ser de ayuda durante algún tiempo. Después se dirigió a sus compañeros.
-Yo voy a volver a mi antigua casa. Con un poco de suerte la peste no les habrá alcanzado y si es cierto que hay un dios ahí arriba, por las penurias que hemos pasado creo que nos concederá su bendición. Volveré a trabajar en el campo, pero guardaré esta espada y esta armadura a buen recaudo. Nunca se sabe lo que el futuro nos depara. Buena suerte compañeros. Estoy seguro de que nos volveremos a ver.

Y dicho esto, Agustí se ajustó su sombrero chamuscado, se arregló lo que quedaba de su capa y se puso a caminar río abajo.

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12/04/2015, 00:04
Silvana "la Planera"

-Parece que todo ha terminado, no?

Silvana observo como se alejaba Charles de Lupo. Una sensacion de paz la inundo al pensar que podia volver a su antigo hogar, lo ultimo que deseaba era regresar a un castilllo, ni siquiera una pequeña aldea la atraia. Volveria al campo, se alejaria de la peste, viviria rodeada de naturaleza, hierbas, animales, insectos..., en su humilde cabaña, y de nuevo, como cuando era una niña, estaria acompañada. Por primera vez desde hacia mucho tiempo fue realmente feliz, aunque eso si, para nada demostro esa alegria que la invadia de repente, su actitud era la de siempre. 

-Nada nos queda por hacer aqui. Espero que os vaya bien a todos, yo por la cuenta que me trae  tratare de recuperar la vida que llevaba en compañia de este jovenzuelo- miro al niño un segundo y sonrio de forma imperceptible- En marcha muchacho, nos queda mucho por andar y sobre todo me queda mucho por enseñarte. 

Comenzo a caminar con el pequeño al lado, y justo a ponerse en movimiento comenzaron sus enseñanzas. Se sentia realmente bien. 

-No se como te llamas, por cierto..., lo primero que has de saber es que nunca debes fiarte de hombres como ese que se fue, si ese, el de los habitos. Sabes? son lo peor, cuando veas a uno de esos sal corriendo como si hubieras visto al diablo, todo lo que aprendas o veas estando conmigo sera un secreto, no debes contar a nadie lo que sabes hacer ni como lo haces, aprovecha tus conocimientos pero se discreto.....

Silvana no dejo de hablar en todo el camino, de repente todo lo que acababa de ocurrir parecia muy lejano. 

 

 

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15/04/2015, 20:11
Sebastián "el Manco"

Llego el triste momento de las despedidas y al pobre Sebastián, con solo la compañía de su ratoncito durante tantos años, se le saltaban las lágrimas.

-Gonzalo, zagal, como no trates bien a esa buena moza de Mara iré y te escorreré a garrotazos por todo el reino.- Bromeó dándole un abrazo. –Cuidaos mucho.-

Llegó el turno de Agustí y puso la mano sobre su hombro afectuosamente.

-Estoy seguro de que el buen Dios te bendecirá con campos fértiles y una buena buena mujer que caliente tu lecho por las noches. Eres un buen hombre.-

Después miró a “La Planera” y el niño.

-Tened mucho cuidado con los “lobos” de este mundo muchacha, que a mi madre la quemaron por ser sabia. Estoy seguro de que lo que le enseñes nunca lo olvidará, como yo nunca he olvidado.-

 Le besó respetuosamente la mano y espero a que se marcharan colocándose a Garbancito sobre el sombrero. El ratón correteó alegremente sobre el ala lanzando chillidos. –Iiiiik iiiik!!-

De pie en mitad del camino, contempló sus espaldas mientras se alejaban. Volvían a casa. Miró hacia abajo. Al camino. Ellos ya estaban en casa.

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15/04/2015, 23:56
Director

Y Charles de Lupo regresó a Peñíscola, al lado del Papa Luna. Lo que éste no sabía es que el viejo Benedicto XIII, nacido Pedro Luna, acababa de fallecer apenas unos días antes. Murió en paz y sonriendo, feliz ante la perspectiva de que tanto en el cielo como en el infierno habrían de reconocerlo como quien unificó ambos polos opuestos.

Sus cuatro cardenales trataron de mantener el deceso en secreto durante el máximo tiempo posible, con el fin de repartirse el tesoro Papal. Hubo rencillas, saqueos y alguna que otra "fortuita" caída por las escaleras. Claro que, en verdad, eso a vosotros os importaba un pimiento. ¿Quién habría de sucederlo? Posiblemente otro tiparraco gordo y sin escrúpulos centrado exclusivamente en su propio bienestar.

Y respecto a lo que Dios y Lucifer negociaron, con los objetos de por medio, nadie lo sabe. Hay quien dice que el Señor se negó a perdonar al Demonio, diciéndole que no había redención posible para él tras el pecado original. Otros afirman que fue perdonado, pero que sigue en el Infierno, supervisando su buen funcionamiento... porque alguien tiene que hacerlo. No faltan los que aseguran que se reveló una vez más, se arrancó las alas y huyó de su puesto, y que hoy en día recorre la tierra junto al judío errante...

Por último, los menos, afirman que Dios le prometió la Redención... si colaboraba a la redención del hombre. Si se convertía en custodio del conocimiento, del árbol de la Ciencia, y entragaba la sabiduría al los que realmente lo merecieran...

Y dicen tales lenguas que el Diablo, al escuchar lo de la redención del hombre, echó una sonora carcajada y que, a fe mía, aún se sigue riendo...