Partida Rol por web

Yeremias mira al sacerdote y hace una pequeña sonrisa mientras dice

Si, si todo sale como espero nos veremos en la boda mañana por la mañana. No falteis vuestra presencia es fundamental, habilitaré un espacio en la plaza para que se ponga alli la carreta.

La veo triste,pero no se ocurre que decirle para animarla,mas que las tonterías habituales,las frases típicas de buena voluntad....

Todo pasara en poco tiempo,ya veréis como todo se soluciona y las cosas cambian a mejor para vos,no os preocupéis mas,que no se note en vuestra cara y ojos que estáis afligida,hoy toca prepararse para la boda y sera un día largo y agitado....

Gracias querida Elsa, no se que haría sin tu apoyo...

La noble abraza a Elsa fuertemente

El mercenario os acompaña hasta la salida y os da vuestras armas.

El abrazo desconcierta aun mas a la sirvienta,que no hace otra cosa que cerrar la boca antes de que la dama se percate de ello,luego continua con sus quehaceres y asistiendo a Linsul en lo que esta necesita...

Una vez fuera del gremio, Priest pregunta a Taanu.
¿Iras ahora a hablar con Denias para concertar la cita? Creo que lo mejor es que yo no vaya. Anoche, en nuestra incursión, nos vio el guardia y alguno de los inquilinos. Aunque Denias esté de nuestra parte, hasta que no se destape todo será mejor que no me vean por la mansión de los Raudo...

- No se lo que me dirá, Priest Gatti - dice el orlanthi, en absoluto convencido- Entre mi gente yo era un lider, si, pero un lider de guerra. Y me pides que vaya a hablar con un noble a decirle que van a destrozarle su boda, que debe liderar una rebelión contra su familia y que nuestras pruebas se las traerán en breve - una carcajada breve, y seca, sale de los labios del orlanthi- Si no estamos colgados, Elsa y yo estaremos mañana en la iglesia de la boda, esperandoos. Ahora hablaré con Denias. No te acerques al palacio, tienes razón - el orlanthi pone su mano sobre el hombro del sacerdote civilizado- No se como puedes adorar a un dio fijo e inmovil, y no a los señores del viento y la tempestad, pero he llegado a apreciar tu compañía y tus consejos, Priest Gatti. Incluso he llegado a apreciar al troll, o a Gorad, lo que sin duda es aun mas dificil. Diles a todos que les espero y que los señores de la tempestad seguro que se están riendo a nuestra costa.... pero que nos ayudarán cuando llegue el momento. - y tras estas palabras el orlanthi se marcha

Tras hablar con Priest, y al acabar mi conversación con el, voy rapidamente a palacio. TEngo que concertar una cita para dentro de nada con el novio y primo del emperador.

No se por qué, pero una frase me viene a la cabeza, "están locos estos dauteristas"

Fuera como fuese un humor salvaje, extravagante, se va apoderando de mi. Noto a Orlanth en mi corazón y en mi cabeza, y a su lado puedo incluso adivinar las palabras de Llantor Mhy, y no menos importante a Toro Tempestuoso. Y a Humakt mirándome, recordándome, sin palabras, que tengo una estancia en sus habitaciones. El fin se acerca, y la sensación de la batalla es abrumadora.

Mañana morirán muchos. Y Taanu, hijo de Vrald y de Ilda, de la gran nación sartarita, de Murallas Blancas, señor del viento del divino Orlanth, conocido entre las tribus pentianas adoradas de los verdaderos dioses como Viento Rey del Oeste, solo espera que mueran muchos de sus enemigos, y que si cae, lo haga cumpliendo su misión, y trayendo a su pueblo el apoyo que necesita.

Luego una sonrisa aparece en sus labios.

Si sigo vivo esta noche - piensa- tengo que conseguir beber y acostarme con Elsa. Antes de la batalla es bueno que un hombre haya podido gozar

Taanu llega por fin a la Mansión Raudo, a estas horas la mansión en nido de hormigas en constante trabajo y preparativos de aqui para allá.

Sube presto las escaleras en busca de Denias Raudo, y lo encuentra en la puerta de sus aposentos hablando con tres de sus sirvientes.

Taanu espera a que éste termine y pasados unos minutos los sirvientes se van y Denias mira a Taanu.

-Que sucede extranjero orlanthi?

El aprecio es mutuo, y espero que al terminar todo esto pueda considerar que tengo un amigo más. Yo confió en tus señores de la tempestad, Taanu, y no dudo que obtendremos su ayuda. Tan solo te pido que confíes un poco en mi señor Dautero.

Priest sonríe amigablemente a Taanu.
Que tengas suerte con Denias. Recuerda que la rebelión de este no se será contra su familia, sino contra su consejero Jeb Iklab. Mañana nos veremos- dicho esto, Priest dirige sus pasos hacia la casucha donde se escondían.

despues de una larga espera llega a la casa el joven y amable sacerdote Priest con su Daudaña plegada en su espalda.

Viene solo, pues el orlanthi ya no le acompaña

- ¿Como ha ido la cosa? -dice el troll esperanzado-.

El orlanthi sonríe quédamente (para lo que es normal en el) ante las palabras del dauterista. Y aunque trata de callar, por su amistad con el hombre, termina diciendo lo que piensa, aunque lo hace casi susurrando.

- No todos los adoradores ni todos los sacerdotes de Dautero rezarán por las mismas cosas. Dudo a donde dirigirá tu deidad su afecto. Sea como sea.... espero que él os aprecie tanto como lo hacemos los que hemos compartido contigo este viaje

Yeremias ha accedido a reunirse con Denias. Le ha parecido muy conveniente tener el apoyo de un familiar del emperador. Taanu se ha dirigido ahora a hablar con Denias y proponerle la misma reunión.

Como ya os dije, Yeremias piensa sacar a la luz el contenido de los papeles en la boda de mañana. Nos ha pedido que estemos en esta, pues las cosas podrían complicarse. El ya está reuniendo a un grupo de mercenarios, por si Jeb no cede pacíficamente, como cabe esperar. Además está el asunto de los Lunares. No se que papel pueden jugar en todo esto, pero según hemos escuchado en la calle, un sequito del imperio lunar se va a presentar hoy ante el emperador.

Yeremias nos va a proporcionar una carreta para escondernos, al menos los más llamativos y que más puedan llamar la atención, y poder acercarnos mañana a la boda. Y también nos va a asegurar un sitio en la plaza para colocar la carreta.

Bueno, para bien o para mal, mañana parece ser el día donde todo se termine...

Taanu llega por fin a la Mansión Raudo, a estas horas la mansión en nido de hormigas en constante trabajo y preparativos de aqui para allá.

Sube presto las escaleras en busca de Denias Raudo, y lo encuentra en la puerta de sus aposentos hablando con tres de sus sirvientes.

Taanu espera a que éste termine y pasados unos minutos los sirvientes se van y Denias mira a Taanu.

-Que sucede extranjero orlanthi?

Esto no me gusta nada. Yo mañana estaré atento desde las alturas por si aparece la iluminada, para mi es quien realmente me preocupa, además de que ha dañado mi orgullo.

El hechicero que ahora está mutilado de una pierna, pero vivo gracias a Priest dice.

Te agradezco muchacho que me hayas salvado la vida, pero cambiando de tema....no comentaste algo de que un ejercito venia de Zacosinia hasta aqui, la capital del imperio? Sabes algo más de ese rumor?

- Os he conseguido una cita con el hombre que tiene las pruebas que me solicitasteis. Será aqui, en vuestra mansión, al medio día. Al deciros esto pongo en vuestros hombros la ultima esperanza de justicia para vuestro imperio, y de esperanza para mi pueblo - dice Taanu con seriedad, luego mira al hombre y permanece callado unos instasntes- No pudisteis evitar la ejecucion

El corazón se acelera y la sangre bulle en el corpachón del guerrero. ¡Por fin parece que se va a resolver el entuerto en el que se encuentra! Pero no todo es alegría, algún miedo pasea por su pecho, una incertidumbre, una duda... ¿pueden confiar en estos de los que han hablado Priest y Taanu? ¡Que más da! Sea lo que sea será. Habrá que confiar en el plan planteado y en el que les proporcionará cobertura... que Kiger Litor provea...

Luego está el asunto del caos y los lunares... parece que algo peligroso se está preparando pero... ¿le afecta en sus objetivos? El caos no puede consentirlo, los lunares no puede soportarlos, se ha comprometido contra ello con Taanu pero... su principal objetivo lo tiene claro: los que le liaron con el Sea Casttle.

Poco más se de ese asunto, Shaighing. El propio Yeremias desconocía la naturaleza de ese rumor, ni cual era la razón del levantamiento de este ejército. Pero de todos modos el cree que llegarán después de que todo haya terminado…- Priest se encoge de hombros, pues poco sabía de ese asunto.

Bien pues poco queda ya por hacer excepto preparase para una posible batalla mañana. Así que ya sabéis que hacer amigos. Que cada cual rece a su Dios esta noche