Partida Rol por web

El mostachudo hombre respondió diplomáticamente las preguntas de la capitana:

- Podrán encontrar al Sr. Cannoli y a la Sra. Lynn en el complejo de celebraciones que hemos avituallado en el interior de la isla. Allí además podréis encontrar una tienda en la que podréis asentaros. No tiene pérdida, sólo tenéis que atravesar el palmeral en línea recta desde aquí.

Mientras responde, nota que Annie y Bronz cuchichean, y prosigue su perorata mientras se va aproximando al gigantón de metal, ya que lleva encima suculentos dulces.

- Lamento no poder acompañarles, pero he de asegurar la recepción de todas las tripulaciones invitadas y, como podéis ver, están llegando muchas a la playa en estos momentos. Insisto, no hay pérdida posible.

Cuando Bronz le ofrece uno de los dulces el hombre toma uno y lo prueba, con gran gusto.

- ¡Delicioso! Posee usted mucho talento, jóven.

Una vez ocurrido esto, os despedís de Andolino y comenzáis a atravesar el decorado palmeral. Tanto los troncos como las hojas de las plantas poseen tonos rojizos y rosados, adquiridos después de nutrirse de la particular tierra de Rossabia. Los faroles, guirnaldas y demás decoraciones que colgaban de estos no hacían sino sumar belleza al paraje.

Este leve momento de aislamiento atravesando la leve maleza, aparte de un momento de regodeo en el espectáculo visual, era un buen momento para debatir si habría que tomar algún tipo de plan de acción con respecto a Lyvia y su peligrosa boda, tal y como había comenzado a comentar Annie momentos atrás.

Se miró los pies mientras el mundo giraba a su alrededor pensando en la queridaLyvia y por mucho que lo intentaba solo tenía vagas ideas sobre ella. Tampoco era de extrañar, no tenía una memoria prodigiosa como la navegante y prácticamente se centraba en recordar caras que veía todos los días e información que pasase la dura etapa de la novedad. El mundo estaba lleno de detalles y ella aunque quería no podía retenerlos todos así que los absorbía y después los desechaba con la misma facilidad tras hacer una criba mental de la que no era consciente al 100%.

Podía contentarse con que Annie tuviese el mismo alma novelero que ella... o al menos coincidía en algún punto su agorería del momento así que podía contentarse de que tuviese una inquietud parecida o que su propio parloteo desde que subiesen al bote dejando El Temerario atrás hubiesen calado y sembrado la semilla de la duda razonable en alguno de sus compañeros..

-¿Crees que habrá un "yo objeto"?-preguntó entre entusiasmada por la idea y aterrorizada por las consecuencias.-¿Un amor verdadero por ahí entre los presentes que no es el novio pez gordo?-

— No digáis tonterías — Dijo Khalan de forma seca y tajante — Quien afirme esas idioteces es porque no conoce a Lyvia — Khalan parecía incluso un poco enfadado por el tono que estaba usando — Ella es fuerte. Muy fuerte. No permitiría que nadie le obligara a nada, tampoco a casarse con alguien que ella no quisiera —

Ya con el parlamento terminado y lejos de oídos curiosos les contó al resto acerca de las tripulaciones que había visto.

— Han venido los piratas de Banshee y los de Skull — Todos podrían recordarlos. Con los primeros habían tenido más de una trifulca tanto en alta mar como en diversos puertos. Eran unos sinvergüenzas que solo querían hacer sufrir a los demás. Khalan además los odiaba bastante y aunque no esta vez alguna vez los denominaba como auténticos monstruos. Los de Skull por su parte no eran tan agresivos, pero aprovechaban cualquier oportunidad para sacar beneficio, sin respetar el código de los piratas. Si tenían que traicionar lo hacían, si tenían que matar lo hacía: Estaba seguro que si habían venido aprovecharían para sacar tajadas a espalda de los Cannoli. — Estemos atentos. Que no nos la líen a nosotros. —

Los demás dudaban de la decisión de Lyvia, sabiendo que al ser una mortal, también podía equivocarse, pero, las consecuencias de los actos cometidos en nombre del "amor" pueden llevar a una "Guerra Civil".

-Es casi imposible que ocurra, pero si llegase a eso, tendremos que elegir un lado y pelear en el-

Susurró con mesura, Khalan estaba algo molesto, y es comprensible, pero las posibilidades siempre están, de eso no cabía duda, o eso creía hasta que aparecieron las tripulaciones de Banshee y de Skull, aún recordaba el intento de ambas tripulaciones de reclutarle, decían que sus talentos para el hurto y combate cerrado se desperdician estando con "ellos". 

No usaron presisamente el ellos, pero recordar sus palabras le ofuscaba un poco, ambos grupos no sabían nada de lealtad, ni de camaradería, ni el valor de la vida, no está mal velar por sus propios intereses, pero si no tienen códigos, la reputación no hará más que empeorar, y eso los convertirá en blanco de la marina, si es que ya lo son.

-Si están aquí, no puede ser bueno, mantendré un ojo bien abierto sobre ellos-

Sonreí con orgullo cuando Bronz le dio un dulce/bocadillo y el mayordomo supo degustarlo. Sin embargo, en cuanto nos alejamos un poco y los chicos empezaron a cuchichear sobre la boda, yo suspiré... tal vez Audrey tuviera razón pero...

—Puede que los dos novios ni siquiera se conozcan. O puede que sí, y realmente quieran casarse. Pero eso, a nosotros, no nos debería incumbir  —no quería meterme en líos ni con la familia Lynn, ni tampoco con la familia Cannoli—. Y, tienes razón, Khalan. ¡Muy bien visto! Tenemos que tener cuidado con esos sinvergüenzas de agua dulce. Aunque harán bien en no molestarnos si no quieren problemas... juju.

Sonreí maliciosamente. Nadie se metía con nosotros sin sufrir las consecuencias, menos aún esos piratas de poca monta. Pero, por si acaso, mejor prevenir que curar... así que guardé lo mejor que pude el cofrecito con el regalo en uno de mis bolsillos secretos.

—¡Bueno! Vamos a saludar a los padres de los novios —les dije finalmente—. Guardad compostura y no habléis más de lo necesario, ¿entendido?

Aquellas intrigas relacionadas al "amor" eran desconocidas para Bronz, quien apenas habia convivido con estos sentimiento, sin embargo no habia dudas que en un posible conflicto sus compañeros apoyarian a Lyvia y con ello el tamien la apoyaria. Bronz ya estaa muy impaciente por conocer a lyvia, tenia que conocer aquella persona que hacia a sus amigos vibrar de aquella forma, capaces de lanzarce a una guerra sin pensarlo dos veces, y como la enérgica descripcion de Khalan, sus ansias no hacían mas que aumentar.

Fuen en el momento en el que estaban caminando tras la conversacion con Andolino y tras las palabras del Artillero que Bronz se sintio satisfecho con su eleccion de haber traido con sigo su espada de Bronce.

Como Grajo dijo capitana, si lo peor llegara a ocurrir cual seria nuestra posición en dicho conflicto?

Y Tras escucharla ultima orden de Elizza, Bronz aprovecho para hacerle una broma a su amiga Audrey.

Entonces tendre que estar muy al pendiente de Audrey, o esta vez podras comportarte? - le pregunto entre risas a La chica gatuna en su hombro

 Quien afirme esas idioteces es porque no conoce a Lyvia — Khalan parecía incluso un poco enfadado por el tono que estaba usando — Ella es fuerte. Muy fuerte. No permitiría que nadie le obligara a nada, tampoco a casarse con alguien que ella no quisiera —

¡Ey!, que yo sólo hago escenarios. -Levantó las manos palma arriba.-   ¿Que harían si su navegante no considerara que tal nos iría por un pasaje tanto bajo tormenta como bajo viento-muerto, eh?  Hay que planear para todo escenario conocido, _{y también para un ramillete de los no-conocidos.}    ¡No me desestimen!  jajaj.   -Se rió de buena gana, sabía que no la desestimaban nunca, pero pues le gustaba decirlo.   Agorera soy y he nacido.... -se puso a cantar.

Bué, no sólo podría ser que la novia quisiera huir. -Explicó.-  También podría ser que un ex-novio pirata del Canolli venga a ver porqué doña Livvy se lo ha robado.  Mira que muchas de estas familias mafiosi no aceptan la diversidad en los matrimonios y por ahí se podría estar desgajando la vela.   En e-s-e caso, pos nosotros a proteger a nuestra amiga y ayudar a que todo quede muy amoroso y poco violento, ¿no creen?  -La navegante ya estaba novelizando todo, esa era su naturaleza tormentosa. 

 Guardad compostura y no habléis más de lo necesario, ¿entendido?

Ai, Ai, cap'n.  -dijo en un muy naval y formal afirmación, tocandose la frente, muy seria.

Subió las gradas, se sacudió la arena de las chanclas, tomó un coco que le ofrecían, -sin ginebra porfavor, no tomo cuando navego.- y se puso a recitar para si misma (y para los pobres que estaban cerca de ella) uno de sus poemas favoritos de José Martí:  La Isla Famosa: 

Aquí estoy, sola estoy, despedazada. 
Ruge el cielo: las nubes se aglomeran, 
Y aprietan, y ennegrecen, y desgajan: 
Los vapores del mar la roca ciñen: 

....

(Lo dicho, era dramática y tormentosa la navegante.)

....

¡Danzando van: a cada giro nuevo 
bajo los muelles pies la tierra cede! 
Y cuando en ancho beso los gastados 
labios sin lustre ya, trémulos juntan, 
sáltanles de los labios agoreras 
aves, tintas en hiel, aves de muerte.

Muy dramática.

Entre risas, dramas y entretenidas charlas acerca de escenarios amorosos drásticos, acabáis por atravesar el palmeral y llegáis a la zona de celebración. Si bien el paraje levemente boscoso ya os había cautivado con cierta belleza, este nuevo emplazamiento no hacía sino subir la apuesta de la espectacularidad.

Se trata de un enorme valle muy llano preparado con decenas de tiendas de diferentes tamaños y diferentes funciones, ordenadas entre sí formando calles con tanta organización que prácticamente parece una gran feria. Las tiendas se sostienen con cuerdas atadas a postes grandes clavados a lo largo del valle, de las que también cuelgan farolillos y todo tipo de banderas de colores. 
Las tiendas, así mismo, sirven a varios propósitos: el primero es dar un lugar de descanso a las tripulaciones pirata invitadas. De hecho, según dijo Andolino, vosotros tenéis que tener una asignada también. Otras tantas tiendas, algunas de los cuales prácticamente son puestos móviles, pues compaginan la estructura de tela con soportes hechos en madera, sirven como todo tipo de locales: pequeños bares, salas de juego, enfermerías, ventas de comida y bebida, puestos de música… ¡De todo!

En el centro de esta gran extensión de color, luz y música, se encuentra la joya de la corona de la celebración: un gigantesco y antiguo buque de guerra de la Armada eternamente varado en el centro del islote, carcomido por el paso del tiempo, pero cuyas podridas y polvorientas tripas han sido limpiadas y decoradas para crear un gigantesco salón-comedor donde, a todas luces, tendrá lugar la futura ceremonia. El buque es lo que más destaca, ya que solo de la quilla hasta lo que era la cubierta (y que ahora es techo) mide unos cuarenta metros de alto. El único mástil que conserva la otrora nao debe de medir otros cuarenta.

Y por último, pero no menos importante: el barcotanque.
Una gigantesca plataforma móvil capaz de surcar tanto el mar como la tierra firme, que ha sido traído hasta una de las zonas más externas de todo el conglomerado de tiendas, cuyas estructuras internas dan cobijo a la tripulación de las Eternal Beast y a la Familia Cannoli. El trayecto que el gigantesco vehículo ha abierto en la tierra ha sido aprovechado para hacer una excavación con la que acercar el agua de mar al complejo y usarla para alimentar la zona de aseos y baños. Esta parte se ha conseguido habilitando especialmente para ello una gran zona de bodegas del barcotanque, hasta el punto que prácticamente han montado un pequeño balneario. Todo sea con tal de que los invitados estén presentables.

Maravillados por el panorama, los Piratas del Puño Rojo, entre comentarios y fascinaciones varias, sencillamente tenían que decidir a quién ir a saludar en primera instancia.
¿Sería al patriarca de la Familia Cannoli o a la líder de las Piratas Eternal Beasts?

No supo si compadecer a Khalan viendo lo exaltado que estaba y en su mente se creó una historia alternativa en la que su compañero estaba perdidamente enamorado de la novia y su propia adoración no le permitían ver que esta podía ser víctima de las intrigas políticas de su familia. Era el destino de las mujeres en familias poderosas, ¿cuántas no habrían dado la fortuna que heredarían a cambio de la libertad que suponía no ser una herramienta de consolidación? Pero Elizza tenía razón en una cosa (solía tenerla en varias pero en aquel momento de todas las cosas que había dicho coincidía al 100% con una): no debería incumbirles.   Puede que eso determinase el nivel de amistad con respecto a Lyvia, si ella estuviese en el pellejo de la flamante novia le daría esperanzas saber que contaba con alguien capaz de enfrentarse a todos los piratas del mundo con tal de apoyarla.

Pero qué iba a saber Audrey, ella solo cosía heridas y procuraba alejar el escorbuto.

-Bronz-se llevó una mano al pecho con actitud afectada- me duele que digas eso, eh, oye ¡pero no te rías!-protestó riéndose a la vez- yo siempre me comporto. Otra cosa muy distinta es que lo haga como vosotros tenéis en mente pero no es culpa mía, es culpa de la subjetividad que es un arma traicionera. Pero puedo fingir ser un loro, desde aquí arriba-pegó los codos a los costados- sin ofender, Grajo-avisó y lanzó un graznido que pretendía emular a un ave- ¿así mejor? ¿Y si hablamos con el médico de otra tripulación? ¿Entonces puedo hablar con él? ¿Qué NO puedo hacer?-preguntó y, después, se inclinó hacia delante para cuchichear a Bronz- imagina que alguien te dice que es mejor cocinero o peor... ¡dice que no le gusta tu cocina! Creo que es un claro ejemplo de afrenta y habría que solucionar eso, ¿sí?

Había muchas tiendas, muchas cosas brillantes, muchas cabezas que pasaban junto a ellos y que Audrey veía por encima desde su posición privilegiada sobre el hombro de Bronz.

-Bueeeno-se llevó las manos a la nuca y las entrelazó  con aire despreocupado- ¿y ahora qué? ¿A quién nos conviene menos afrentar? ¿al que felicitamos por la boda o al que compadecemos?-bromeó con voz cantarina.- se está quedando un día estupendo para herir sensibilidades. ¿Alguien lleva una moneda? Podríamos tirar una moneda... o directamente ir a ver a la queridaLyvia y escudarnos en eso de la amistad y el apoyo e incluso la sororidad, si es la capitana quien nos representa-que debería, era uno de esos deberes de ser capitana, te convertías en portavoz de tu propia tripulación sin comerlo ni beberlo.

Cuando Bronz me preguntó que cuál sería nuestra posición si se daba el conflicto de que la novia no quería casarse con el novio y tal y cual marujeo máximo, yo sacudí la mano como quitándole hierro al asunto.

—Eso no pasará, muchachos —les dije, sonriendo.

O esperaba que no pasara, porque si realmente pasaba y Lyvia nos pedía ayuda para huir de aquella boda, o surgía cualquiera de los problemas que planteaba Annie... ¡estaríamos en un buen lío! ¿Quién quiere ganarse como enemigo a la familia Cannoli? ¡Te puedo asegurar que nadie! Pero... jamás dejaría a Lyvia en la estacada. No me lo permitía mi código de honor, que viniendo de un pirata... era cuestionable, pero no en cuestiones de amistad con mi querida Lyvia.

—¡Vamos primero a hablar con la familia Lynn!

¡Estaba claro! Primero saludar a los que ya conocíamos, y luego a los otros. Además, quería volver a ver a la extraordinarisísima, asombrosísima y carismatíquisima Lola Lynn... porque... ¡ay! ¡era la mejor! *-*

Pero jefa... dijo Annie mirándose los pies y luego los trapos.  Vengo en chanclas todavía. 

¿No debemos irnos a cambiar, por algo ... más piráticamente decente?  -Digo, quizá no la ropa del bailongo bien, pero si algo que no se vea como que acabamos de cruzar unos escollos del cogollo.   -Era una solicitud válida. 

Voy como de rayo a cambiarme.  -¡No Annie,! hechizos de clima no aquí, no aún. 

Soltó una risa suave ante el comentario de Bronz, ¿Cómo es posible que la máquina sea más humana y con más sentido del humor que muchos de los precentes? Eso no importaba, el hombre mecánico le había sacado una sonrisa, algo que casi nadie puede hacer, por no decir nadie.

Complacido, siguió avanzandan, no se detuvo a admirar el antiguo buque de guerra, el bosque le daba igual, y las tiendas sólo eran una invitación al hurto, los objetos ahí vendidos le cazaban algo de tentación cleptómana, pero se las apaña para no ceder a la tentación.

Los comentarios de Audrey le vuelven a sacar otra sonrisa, sus sin sentidos le son divertidos, estaba a gusto hasta que Annie empezó a hablar, una expresión ambigua y estresado apareció otra vez, el cuervo no esperaba que fuera tan melodramatica, y su canción le gustó menos todavía. -_-u

Presentar los respetos primero a la gran reina de la montaña, o del mar en este caso, es la mayor cortesía que pueden hacer, después de todo, Lynn es la reina de los piratas, famosa por sus proesas, en cambio, a Cannoli no lo conocía de nada.

Grajo venía con sus ropas negras, siempre pulido y cuidado, y sus dagas siempre afiladas, es por eso sorprendió aquellas palabras.

-Oye, luces bien, no creo que te haga falta un cambio de guarda ropa, ademas, todos venimos con lo puesto-

Miró a Khalan, el apenas si llevaba ropa. 

Khalan se paró unos segundos al contemplar el despliegue de medios que habían demostrado ambas familias al montar todo lo que se abría ante ellos. Sonrío y se rascó la parte de atrás de la nuca.

- Vaya, esto si que es una fiesta -

Escuchó las palabras de su capitana Elizza y asintió levantando la mano y sacando músculo.

- ¡Bien dicho! Vayamos a saludar primero a nuestra amiga a la novia. Después de ver a los dos afortunados veamos donde han puesto nuestra tienda - 

Dio un vistazo a que su capitana llevara el cofre a buen recaudo y se colocó a su lado. Muchos piratas, demasiados. Hasta que no entregaran su regalo no estaría tranquilo del todo...

Miró entonces sus ropas, sus pantalones y camisola atada a la cintura y entonces miró frunciendo el ceño a Annie - ¿Que tienen de malo mis ropas? Son las más decentes que tengo. Tengo otras camisolas y pantalones, pero por cambiar el color tampoco va a notarse gran diferencia - 

Sonreía, estaba contento por Livvy u por sus compañeros. Parecía que iba a ser una celebración por todo lo alto. Y no podía esperar el momento de terminar los formalismos e invitar a sus compañeros a unos buenos tragos de ron miel.

Bronz-se llevó una mano al pecho con actitud afectada- me duele que digas eso, eh, oye ¡pero no te rías!-protestó riéndose a la vez- yo siempre me comporto. Otra cosa muy distinta es que lo haga como vosotros tenéis en mente pero no es culpa mía, es culpa de la subjetividad que es un arma traicionera. Pero puedo fingir ser un loro, desde aquí arriba-pegó los codos a los costados- sin ofender, Grajo-avisó y lanzó un graznido que pretendía emular a un ave- ¿así mejor? ¿Y si hablamos con el médico de otra tripulación? ¿Entonces puedo hablar con él? ¿Qué NO puedo hacer?-preguntó y, después, se inclinó hacia delante para cuchichear a Bronz- imagina que alguien te dice que es mejor cocinero o peor... ¡dice que no le gusta tu cocina! Creo que es un claro ejemplo de afrenta y habría que solucionar eso, ¿sí?

JAJAJAJA pues pediria permiso a la capitana para partirlo en dos con mi espada. O simplemente lo dejaria pasar y  comentarios como ese no son mortificación para mi. Yo se que soy el mejor cocinero que ha surcado mar alguno— dijo alegremente y sin una pisca de malicia, mientras toma a su compañera gatuna y la acomodaba de nuevo en su hombro para que no se cayera.

Ver "discutrir" a sus amigos por cosas triviales le hacia sentir tan vivo, tan feliz de haberse unido a ellos y de acompañarlos en sus aventuras. posiblemente aquellos 5 peculiares piratas fueran las unicas personas con las que una Estatua viviente como el podria llevarse bien, porque era casi como si para ellos Bronz no fuera una estatua sino solo otro miembro de la tripulacion.

El comentario final de Grajo hacia Khalan le hicieron soltar otra de sus estridentes carcajadas, y tras la intervension del Artillero lo apoyo diciendo: No tienen nada de Malo Khalan, tecnciamente estas mejor vestido que yo, que si al caso vamos estoy virtualmente desnudo, de no ser por las joyas preciosas incrustadas en mi cuerpo.

JAJAJAJAJAJAJAJAJA.

Y entre bromas y carcajadas sigio, junto al resto de la tripulacion, el paso de su capitana hacia la tienda de la novia, esperando que aquel acto trivial no fuera de mucha importancia para la familia del novio.

Los Piratas del Puño Rojo comenzaron a atravesar el enorme campamento, asimilando la enorme cantidad de facilidades que habían establecido para la celebración. Incluso había un puesto de algodón de azúcar.

Annie, por su parte, se percató de que en realidad, sin contar con algún trajeado miembro de la Familia Cannoli, ella iba mejor vestida que la mayoría de los asistentes. Los piratas no son un colectivo que suela destacar por su sentido de la moda, a fin de cuentas.

Eventualmente, acaban llegando a un gran conjunto de tiendas cercano al buque de la Armada varado, que se reconocen como las tiendas que pertenecen a las Eternal Beasts. Comenzáis a ver gente de la tripulación, que destacan por ser de un amplio espectro de especies: una chica píscida (gente pez) con rasgos de mantarraya y un chico pajárido (gente ave, como grajo) con rasgos de tucán son solo dos meros ejemplos de ello. En el centro de una gran tienda de celebraciones observaron todo un espectáculo, ya que había un gran número de piratas festejando y bebiendo la futura unión. En el centro del pequeño tumulto, identificais a Lyvia a la legua.

Aunque las ropas que llevas se limitan a un pantalón pirata y a una camiseta de tirantes, su belleza derivada de sus exóticos rasgos eran desbordantes. Indudablemente era una híbrida entre píscido y humánido. Su piel, aunque humana, poseía un leve tono azul pálido y estaba decorada de forma natural con hermosas franjas de piel escamosa de colores anaranjados y dorados, que también destacaban en sus membranas, presentes tanto en sus orejas y en sus manos (como es natural en los píscidos). Su cabello era de un azul tan poderoso como el del mar y sus globos oculares poseían un color oscuro que recordaba al más profundo agujero abisal.

La encontráis participando en un concurso de pulsos mientras bebe con la otra mano, derrotando a un pirata (algo grandote en verdad) sin demasiado esfuerzo, incluso tirándolo hacia un lado mandandolo al suelo.

- ¡Toma esa, idiota!

Se acaba la bebida y se regodea de su victoria con el corro de piratas que les rodea. Pisa (humorísticamente, dentro de lo que cabe) al pirata que ha derrotado.

- ¡Ahora eres mi sirviente durante la próxima hora! ¡Así que utiliza esos musculitos de pacotilla para traernos bebida!

En medio de risas, el destello de un reflejo del sol en el brazo de Elizza hace que la futura novia se fije en vosotros. Su rostro cambia por completo y cambia de chulesco a sumamente feliz.

- ¡Eliiiii! ¡CHICOS! ¡Habéis venido!

Dice, mientras se dirige a vosotros a abrazaros.

Por un breve instante no dio crédito a lo que ocurría. ¿Era posible que Annie, cuya belleza era tal que incluso una red para atunes le quedaría bien, se sintiese insegura e intimidada por que otros vistiesen mejor que ella o por no estar a la altura del protocolo? ¡Pero si allí ellos eran de la media alta del nivel de traje! ¿¿Pretendía hacerse toooodo el camino de vuelta, bote incluido, para comprobar si tenía ropa adecuada, probársela, comprobar qué le convencía y qué no y después hacerse toooodo el camino hasta la playa y hasta ellos cruzando el mar de gente, palmeras y decoraciones extravagantes??

Puf qué pereza.

-No te preocupes por eso-concluyó Audrey separando y juntando los deditos de los pies- eres la mejor vestida de nosotros así que somos tan buenos compañeros que te hacemos ver mejor de lo que crees que vas-y lo dejó ahí porque si se metía a hacer comentarios sobre lo desnudísimo que técnicamente iba Bronz lo mismo se quedaba sin mirador privado desde el que observar el mundo.

No tardaron en encontrar el camino que les llevaría a su destino y su destino resultó no estar, ni de lejos, emperifollada elegantemente como si fuese a casarse. Pero claro, ella era una pirata, lo mismo podía ser normal y no parecer un merengue.

-¡La he encontrado...creo!-avisó con su mano haciendo de visera cual vigía-todo recto hacia la fiesta-señaló alegremente la concentración de músculos y vocerío que tenían a pocos metros en realidad.

-Oh- la queridaLyvia- ¡Hola!-miró a Elizza con el brazo congelado en el aire en el saludo que le había devuelto a la novia y esperó no haber roto sin querer su norma de no hablar a nadie- se ve que no te aburres-sin abandonar el hombro de Bronz se inclinó aprovechando la ronda de abrazos estirando los brazos hacia ella y rozó la mejilla contra el pómulo de la híbrida. Por dentro la metáfora de los peces grandes haciendo el pez definitivo le hizo muchísima más gracia- ¿Llegamos justo cuando se acaban los pulsos?¿Qué es lo que viene ahora?

—¡LYVIIII!

¡Ahí estaba ella! ¡Cómo no! ¡Tan guapa como siempre!

—¿Pensabas que no íbamos a venir? ¡Ni comida por un Kraken faltaría! —le devolví el abrazo y sonreí ampliamente, estaba contenta de volver a ver a mi vieja amiga—. ¡Ya veo que sigues como siempre! ¿Hasta en el día de tu boda rompiendo brazos?

Y ahí estaba, tal como había definido muy bien el despechugado de Khalan, la fortaleza sin igual de Lyvia. ¡Preciosa por fuera! ¡Fuerte para reventar! Lo mismo te dejaba atontado con su belleza que con una piña en todos los morros.

—Pero a mí no me ganas, y lo sabes —flexioné mi brazo mecánico—. Aun así, no te voy a retar hoy, que es el día de tu boda y tendría que dejarme perder, ju-ju.

Luego miré a mi tripulación y puse los brazos en jarra, haciéndome la enfurruñada pero sonriendo y dando a entender que era broma lo que iba a decir a continuación.

—¿Pero esto qué es? ¡Saludad como se merece a la novia, mequetrefes!

Salvo Audrey, que ella ya había saludado. ¡Muy bien, Audrey~!

Khalan, de nuevo, se había quedado bloqueado ante el aura de la hermosa Lyvia. No fue hasta que su capitana lo sacó del mismo que se dio cuenta hasta que punto estaba haciendo el ridículo.

— Eh ! Hola Lyvia — Dijo con un tono de alegría y vergüenza mientras hacia una reverencia formal doblando su cuerpo por la cintura.

— Me alegro de verte — Toda la energía de Khalan había quedado reducida a nada ante la presencia de la novia...