Partida Rol por web

SeaPunk Unleashed: Una Preciosa Boda

Escena 4: Fin sobrevenido y epílogo

Cargando editor
18/10/2020, 14:23
Narración

Un año más tarde, Skull seguía recordando los eventos de aquella boda. El cómo se había pasado una hora inconsciente tras haber sido derrotado por Elizza y cómo, para cuando se había levantado, ya se estaban comiendo la tarta. Él quería tarta. Pero ese placer le fue arrebatado por el funesto destino

Al parecer, el novio había ingerido el Elixir Demoníaco que había para el tesoro nupcial delante de todos, pero no había podido usar sus poderes… el muy inútil. Qué desperdicio. Además, por lo visto de repente tenía que convertir su querido barco en una biblioteca ambulante...

Estuvo demasiado centrado en recuperarse como para saber todos los detalles de lo que ocurrió después de eso. Al parecer la boda acabó en guerra campal porque el barcotanque de los Canolli desapareció de repente y el líder de la familia mafiosa se puso a ejecutar a posibles sospechosos. De algún modo, los malditos Piratas del Puño Rojo habían acabado involucrados en todo eso. Cómo no. Siempre tenía que sonar ese nombre cuando algo se arruinaba. 

Skull ardía en deseos de volver a encontrárselos para poder consumar su venganza. Muy ocasionalmente se sumía en pensamientos en los que lograba darles caza y derrota de las formas más crueles y brutales que su limitada imaginación lograba crear.

 

—¡Perdona! 

Dijo un niño que interrumpió su fantasía diurna.

 

—¿Este libro de ‘Leyendas de piratas Vol.2’ me lo puedo llevar?

Cargando editor
18/10/2020, 18:02
Skull

—… Sí… pero tienes que traerlo mañana...

Respondió Skull, desganado pero tratando de hacer su nuevo trabajo lo mejor que podía, temiendo tener que responder algún día frente a Lyvia Lynn si no daba la talla.

Cargando editor
18/10/2020, 18:02
Narración

—¡Vale! ¡Me lo llevo!

El niño le dió una moneda sucia y se largó. Sus ropas estaban incluso más sucias que la moneda.

 

—¡Yo quiero llevarme este de cuentos!

Añadió una niña de aspecto igualmente mísero, encabezando una larga fila de infantes y jóvenes, cada uno con un libro agenciado.