Partida Rol por web

Seigaku School

Vacaciones de verano (I)

Cargando editor
20/04/2015, 14:11
Voz narradora

El ambiente se tranquilizó bastante tras el tiempo en el vestuario. Cuando todos se volvieron a reunir ya estaban vestidos con yukatas blancos que les habían dado allí. Era el símbolo de la relajación y el confort.

Cenaron relajados en el comedor, intentando portarse bien dertás del incidente en las termas calientes y tras la cena y una leve charla entre todos, como estaban tan cansados la mayoría, decidieron irse a dormir. Las chicas dormirían en la misma amplia habitación en sus correspondientes futones, y los chicos harían lo mismo en la habitación de enfrente.

Hacía una noche de lo más calmada y tan solo entraban dos tipos de luces: la de la luna en cuarto menguante y la del móvil de Mei, que seguía despierta sentada sobre su futón con expresión contrariada y seria.

Entonces se empezó a escuchar una melodía proveniente de la zona de la terraza:

https://www.youtube.com/watch?v=xk4bixzo-eM

Otoya.

Cargando editor
20/04/2015, 14:39
Yukino Kazehaya

Durante todo el rato siguiente no pudo evitar lanzarle miradas ceñudas de tanto en tanto a Hayane, aunque con los demás se mostraba relajada y risueña como siempre. Tal vez lo que más le molestaba de la chica no era la pregunta inoportuna sino que había sembrado algo parecido al miedo en su interior: el miedo a la verdad.

Por eso no podía dormir, mirando el techo, nerviosa ahora que ya no tenía que fingir ánimo ante todos. Quería y no quería una respuesta. ¿Saberlo le haría enfadarse con Tezuka? No. Pero no estaba segura de cómo se sentiría si se trataba de Mashima. Una chica guapa, lista, mayor que ella, que le conocía desde hacía tiempo. Su primera vez... Su estómago se contrajo dolorosamente. Probablemente lo que sentiría sería inseguridad.

No podía más y quizás fue escuchar la voz de Otoya lo que acabó con su paciencia pero segundos después estaba buscando el móvil entre sus cosas. No tardó en escribir un mensaje rápido, seleccionar a Tezuka como destinatario y ponerse en pie sin esperar respuesta.

Miró a Mei, que parecía algo disgustada por no sabía el qué.

- Voy a dar una vuelta.

Notas de juego

"No puedo dormir...me voy a dar una vuelta. Si quieres venir estaré hasta dentro de cinco minutos en la puerta de la entrada".

Cargando editor
20/04/2015, 14:56
Kunimitsu Mei

Lo cierto es que la chica se sorprendió de que hubiera alguien más despierto. ¿Habría sido la voz de Otoya quien habría despertado a Yukino o ya lo estaría desde antes? No pudo evitar mostrar una mirada preocupada a su amiga, pues era extraño que la chica, después de lo profundamente que había dormido en su casa el día del cumpleaños, aún permaneciera despierta después del cansancio acumulado. Pero no hizo ademán de pararla, porque ella estaba en medio de una discusión vía móvil también, y preguntar podría ser sinónimo de contar.

En cuanto Yukino salió al pasillo y antes de que pudiera alcanzar siquiera el final del pasillo, recibió la respuesta:

"Estoy en el balcón de la azotea. ¿Por qué no subes? Seguro que te encantan las vistas y pasear por ahí puede ser peligroso aun estando conmigo".

 

Notas de juego

Si subes encontrarás un espacio abierto con barandillas, Tezuka apoyado en una de ellas mirando el precioso paisaje. Si no subes no lo verás XDDDDDDDDD

Cargando editor
20/04/2015, 15:02
Yukino Kazehaya

Uno de sus pasos se vio cortado de forma repentina cuando leyó la respuesta de Tezuka, cambiando de dirección de forma brusca para dirigirse hacia el balcón. De hecho le parecía bien, lo único que quería en aquel momento era estar en un espacio abierto pues sus propios nervios junto a la oscuridad y sus compañeras de habitación habían despertado en parte a su claustrofobia, aunque sólo fuera en forma de una vaga sensación de agobio y la necesidad de respirar aire fresco.

No obstante era consciente que en lugar de irse relajando conforme se alejaba de la habitación lo cierto es que cada vez estaba más nerviosa. Quería escucharlo de Tezuka en vez de oír insinuaciones veladas por parte de más personas ajenas pero a la vez no quería que lo que creía que había sucedido fuera verdad.

Sin embargo nada de eso evitó que no se quedara mirando a Tezuka cuando por fin llegó a la azotea, a él y no al maravilloso paisaje nocturno. Se sintió un poco idiota por pensar que estaba increíblemente guapo con el yukata pero seguía siendo una adolescente enamorada por más miedos absurdos e inseguridades que ocultara en su pecho.

Se acercó a él con paso tranquilo, intentando calmar su corazón. Para cuando se apoyó en la barandilla, al lado de Tezuka, lucía una leve sonrisa.

- ¿Y tú qué hacías aquí? - preguntó como si siguiera una conversación que habían dejado a medias.

Cargando editor
20/04/2015, 15:35
Kunimitsu Tezuka

Con el móvil en la mano, quizás esperando una respuesta por parte de Yukino, Tezuka la recibió dedicándole una sonrisa. Incluso desde allí arriba se podía escuchar a Otoya cantando. Una melodía que encajaba perfectamente con el entorno. De hecho, si se asomaban un poco más verían al chico con una guitarra, en una de las sillas.

- Renji ronca muchísimo.- se explicó.- Creo que por eso Otoya-kun ha salido también y se ha puesto a cantar.

La observó unos segundos, pensando que estaba muy guapa vestida así.

- ¿Qué haces despierta tú?

Cargando editor
20/04/2015, 15:40
Yukino Kazehaya

Hizo un esfuerzo por mantener la sonrisa pero lo cierto es que se atenuó un tanto a la par que aparecía una delatora arruga en su frente. El corazón le latía a toda prisa en el pecho. Dirigió la vista al frente, intentando recuperar su serenidad mientras la sonrisa le resbalaba por el rostro hasta desaparecer del todo.

- Pensaba en ti - esa frase que podría haber sido considerada romántica en otra ocasión no parecía tan bonita cuando quien la decía parecía un tanto meditabundo. Quizás la suerte era que su semblante no revelara la preocupación que sentía -. Quería hablar contigo - y aquí estamos, se dijo con nerviosismo. Carraspeó un poco antes de continuar -. Es por...por varias cosas que me han dicho y sólo quería saber si... -se encogió de hombros con aparente indiferencia pero empezaba a notarse que estaba nerviosa y que toda aquella serenidad era fingida. Soltó una risita para liberar tensión -. Hayane es una entrometida, ¿sabes? Me estuvo preguntando si tú y yo ya...bueno, ya... - se ruborizó un poco pero terminó por decirlo con determinación y la mirada clavada en el cielo nocturno -...nos habíamos acostado. No quería hablar de eso, menos con tu hermana - alzó de nuevo los hombros en un rápido encogimiento -. Y entonces fue cuando me dijo que era raro que no lo hubiéramos hecho porque tú ya sí... - arrugó la nariz, molesta consigo misma porque aquella conversación incómoda a parte de más nervios sólo estaba trayendo consigo cantidades ingentes de rubor. Volvió a encogerse de hombros, mirando tozudamente hacia adelante -. Me parece bien, bueno bien no pero no mal, normal, si tú ya...bueno... sólo quería saber si...eso es lo que sucedió con Mashima-san en Alemania. Kuroko-san mencionó algo sobre que era normal que Mashima-san estuviera enamorada de ti después de lo que sucedió ahí.

Cargando editor
20/04/2015, 23:26
Kunimitsu Tezuka

La sonrisa de diversión que había aparecido ante el primer comentario de Yukino, desapareció por completo con la continuación de su historia. Su ceño estaba más profundo y quizás estaba algo tenso. No le gustaba aquel tema y mucho menos el hecho de que Yukino se viera tan nerviosa y preocupada.

Había estado totalmente callado ante todos los rumores, desde que saliera de aquella habitación del hotel alemán a la mañana siguiente hasta aquel momento. Lo cierto es que en parte le molestaba y en parte no.

- Veamos...- se restregó los ojos cerrados con una mano, pensando.- Supongo que solo yo y Yumi-san sabemos lo que ocurrió en esa habitación.- acababa de aceptar que había pasado algo en aquel lugar. Miró a Yukino a los ojos. Podía quedarse callado siempre y cuando aquello no afectara negativamente a nadie, pero si a Yukino le afectaba de aquel modo, debía romper el silencio.- Eso fue hace un año más o menos. Durante el viaje escolar tras ganar el día de puertas abiertas. Yo aún no había dejado el equipo de tenis por lo que continuaba llevándome normal con todo el mundo. O más bien todo el mundo continuaba comportándose normal conmigo.- mejor ir al grano.- Era de noche y yo salía en ese momento de uno de los baños del pasillo. No había baño por habitaciones, ya sabes. Entonces, según iba hacia mi habitación, que compartía con un compañero, la habitación de Yumi se abrió. Iba tan absorta en sí misma que chocó contra mí. Cuando alzó la vista estaba llorando. Era raro ver a Mashima-san llorar. Tenía todo lo que cualquiera podría desear.- ¿En qué andaría reflexionando yendo por esa parte Yukino? No podía adivinar sus sentimientos en aquel momento.- Le pregunté qué le pasaba y tiró de mí hacia el interior de la habitación. Me sentó en la cama y ella hizo lo mismo. Me abrazó primero y cuando se hubo calmado, me contó qué ocurría.

¿Debía hablar sobre lo que le ocurría a Yumi aquella noche? Había tenido que guardar aquel secreto durante mucho tiempo. ¿Qué pensaría ahora si se descubría algo de lo que ella se avergonzaba?

- Por aquel entonces ella estaba saliendo con un chico mayor que ella. Un idiota a decir verdad. Estaba triste porque la había dejado y no entendía por qué. Se sentía mal... deprimida. Intenté animarla. No se me da bien eso, a decir verdad, pero no fue difícil. Solo tenía que decir la verdad.

Suspiró levemente. Ahora venía la peor parte para contar.

- Me besó. No me aparté y continuamos un rato así.- se rascó la nuca. Ahora mismo necesitaba tener algo que masticar.- La cosa se calentó un poco... Mi mente estaba un poco ida... no pensaba con claridad y solo pensaba en hacerla sentir bien; no obstante, paré a tiempo.

¿Por qué estaba nervioso? Quizás porque temía que Yukino dejara de quererle.

- Aquello no estaba bien. Ella estaba mal por una ruptura y desahogarse conmigo no era la solución. Yumi no necesitaba que alguien le demostrara que era importante de aquel modo. Así que nos acostamos... para dormir. Me quedé allí esa noche, haciéndole compañía, pero no nos quitamos siquiera la ropa...- le daba vergüenza aquello, pero el miedo era mayor a la vergüenza.- Cuando me desperté a la mañana siguiente, salí dejándola dormida y me pillaron un par de compañeros. No quise decir nada. No tenía por qué dar explicaciones. Así que supongo que se pensaron lo que no era. El rumor se extendió y ninguno de los dos lo desmentimos. Era... supongo que era un secreto entre los dos. Yumi-san había vuelto a ser la misma chica que era siempre, y que un nuevo tipo de rechazo la pudiera perseguir no sería bueno. Así que... callamos.

Tragó con dificultad.

- Sé que... esta historia te sonará a mentira. ¿Cómo un chico no podría continuar aquello? Y más un tío rebelde como yo al que más bien le solía dar todo igual. Pero... es la verdad. No he hecho nunca nada de eso y me alegro de ello porque... creo que hice lo correcto.- ¿Así es como empiezan a fumar los fumadores? Para tener algo con que calmar los nervios.- Es tan cierto como que te quiero, Yukino... y que solo quiero estar contigo y hacerte feliz.

Cargando editor
21/04/2015, 00:03
Yukino Kazehaya

Sentía su mirada clavada en ella pero Yukino seguía observando obstinadamente la negrura del horizonte, como ya hiciera aquella noche en que descubrió que trabajaba para el restaurante rival. Seguramente era un mecanismo de autodefensa; de esa forma podía mantenerse firme, sin que su determinación por saber la verdad zozobrara. Además, así fuera lo que fuera lo que le contara Tezuka, aunque la realidad fuera una horrible puñalada en su corazón, podría mantener el tipo.

No mudó la expresión mientras hablaba, simplemente continuó oteando el paisaje nocturno con expresión grave, escuchando como cada vez más se acercaba al punto culminante de la historia. El corazón le latía a toda velocidad de forma casi dolorosa, como si quisiera salírsele del pecho y a pesar de su seriedad sus manos se cerraron con fuerza en la barandilla cuando habló de que se besaron. Sabía lo que iba a decir a continuación, ¿por qué entraba en detalles? Aquello era doloroso, aún cuando fuera pasado, aún cuando él tuviera todo el derecho del mundo. Pero lo cierto es que no tiene ninguna culpa, se reprochó mentalmente. Cuando me lo diga le sonreiré ampliamente y le daré las gracias por contármelo.

Estaba haciendo acopio de todo su autocontrol cuando de repente se dio cuenta de que aquello para lo que se había preparado no llegó. Sus ojos se abrieron con sorpresa cuando por fin le dirigió la mirada y aunque su expresión era de incredulidad ésta no residía en una falta de fe en él sino en lo difícil que se le hacía aceptar que todo lo que había temido sencillamente no hubiera existido.

Se lo quedó mirando durante un rato que se hizo eterno con expresión de indefensión: los ojos muy abiertos y los labios ligeramente entreabiertos, aparentemente sin respirar, con las cejas contraídas y la frente, por lo normal lisa, surcada por finas líneas.

Dejó que sus manos resbalaran de la barandilla que hasta hacía un momento sujetaban como si fuera su único punto de apoyo y sin decir todavía nada le abrazó, con los brazos en sus lumbares, apoyando la cabeza en su pecho como único punto de contacto con la parte de delante de su cuerpo.

De repente se sentía avergonzada. Avergonzada por sentirse insegura, por haberse sentido incluso celosa, por tener miedo, por permitir que le afectara algo que estaba en el pasado y que, para más inri, ni siquiera había pasado. Nunca se había sentido así, era abrumador. Se sentía casi conmocionada.

- Lo siento - musitó en voz muy baja -. Sé que no debería haberme preocupado por algo así... lo siento.

Cargando editor
21/04/2015, 00:22
Kunimitsu Tezuka

El silencio de Yukino le impedía respirar. ¡Cómo podía tener tantísimo miedo! No podía imaginarse estar sin aquella chica. ¡Si tan solo haber pensado en pasar unos días alejado de ella le había provocado una tristeza infinita!

Pero al contrario de lo que pensaba, Yukino le abrazó, sorprendiéndole. Le creía... eso hacía que la quisiera aún más si era posible. La abrazó también, aprovechando aquella cercanía. Probablemente en aquel momento Yukino podría notar con suma facilidad los acelerados latidos de su corazón.

- No te disculpes. Yo... de solo pensar en que has podido incluso sonreír a alguien de la manera en que me sonríes a mí... también me afecta.- era el momento de sincerarse y quizás pasaría mucho tiempo hasta otro igual.- No quiero ni imaginar lo que habrás pasado. Lo siento mucho, Yukino. Ni siquiera pensé que esos estúpidos rumores pudieran acercarse. - la estrechó un poco más para sí.- Tenía miedo de que me dejaras... solo quiero estar contigo y... el día que tenga que llegar el punto que tanto te preocupaba, estaré incluso más nervioso que tú, porque no tengo ni idea, absolutamente ni idea, de qué hay que hacer.- ¿quedaba como un pringado por decir y recalcar que era virgen? Esperaba que no...- ¿Estás mejor?

Cargando editor
21/04/2015, 00:37
Yukino Kazehaya

Llevaba mucho tiempo evitando que aquellas insinuaciones pulularan por su mente pero en el fondo sabía que la habían preocupado y llenado de un temor casi reverente, por eso lo había seguido apartando una y otra vez de sus pensamientos, por eso en lugar de afrontarlo y preguntarle directamente a Tezuka como algo normal lo había ignorado hasta que aquella tarde se había hecho imposible.

La había estado consumiendo desde entonces a fuego lento y ahora era demasiado extraño sentirse liberada. No acababa de creerse que al final no hubiera nada que temer, que por fin pudiera abandonarse al alivio. Pero sabía que era cierto; Tezuka no era un mentiroso. Escuchó los latidos rápidos de su corazón, con los suyos a la par, disfrutando del contacto, de su calidez, de sus palabras comprensivas y cariñosas que la acariciaban como un bálsamo curativo, como si en aquel momento fuera la niña que siempre se había negado a ser.

Se aferró con fuerza a su yukata mientras negaba con fiereza cuando dijo que temía que le dejara, aunque sin decir nada, todavía algo aturdida. Pero eso sí lo sabía seguro: no le habría dejado por eso. Se habría sentido amilanada e inferior pero le quería y aquello no habría matado su amor.

Alzó la cabeza para mirarle a los ojos cuando le recalcó que no tenía ni idea de relaciones sexuales, dejando claro que era virgen. Su expresión se tornó inocente.

- ¿Quieres decir que tus padres no te han explicado cómo se hacen los niños? Ya sabes, lo de la semillita... - poco a poco fue surgiendo una tímida sonrisa en su rostro. Bromeaba. Empezaba a sentirse un poco ella misma de nuevo, aunque seguía pensando que, visto desde fuera, debía haber parecido una niña, aunque aquello estuviera sólo en su mente. Asintió cuando le preguntó si estaba mejor, intentando desprenderse del aire tímido que se había adueñado de ella por ponerse sentimental delante de Tezuka, por haberse abierto a él de aquel modo, y eso que ni siquiera había llorado -. Lo aprenderemos juntos - afirmó aún con la misma tímida sonrisa. Lo cierto era que aunque en otro momento aquello hubiera sido motivo de gran vergüenza en aquel momento hablarlo resultaba natural, quizás porque de algún modo tenía claro que cuando aquello pasara sería con Tezuka. Se puso de puntillas para juntar sus labios con los de él y unirse en un tierno beso que se prolongó durante algunos segundos -. Te quiero y...bueno, lo que tenga que llegar, quiero que llegue contigo.

Que frase tan vergonzosa había soltado pero la sentía de verdad tan dentro de sí que en aquel momento simplemente la dejó escapar.

Cargando editor
21/04/2015, 10:05
Kunimitsu Tezuka

Estaba algo más calmado ante la reacción y respuesta de Yukino, incluso llegando a sonreír por la broma de la semillita. Le avergonzaba bastante aquel tema, pero se sentía tan sumamente aliviado que creía que podría soportar aquello y cualquier cosa que viniera de la misma relación.

La música continuaba sonando desde abajo y ellos permanecieron así un largo rato que se hizo extremadamente corto. Hasta que Tezuka se dio cuenta de una cosa y la reacción no pudo hacerse esperar:

- ¿Are?

En el balcón intermedio entre donde se encontraba Otoya y donde se encontraban ellos, una nueva figura despierta acababa de aparecer. Quizás llevaba más tiempo ahí pero no se había dado cuenta. Mei miraba hacia abajo. No se la veía muy bien desde ahí pero estaba seria, contrariada, con el móvil en su mano derecha, limpiándose algo en la cara con la izquierda.

- Parece que estamos todos despiertos hoy. ¿Quién ronca en tu habitación?- Comentó, siempre sin soltar a Yukino, a quien estrechaba entre sus brazos y no quería soltar.

Cargando editor
21/04/2015, 10:31
Yukino Kazehaya

Seguía disfrutando del contacto de Tezuka, relajándose por momentos tanto que empezaba a sentirse adormecida. Toda la tensión nerviosa que la había mantenido despierta ya no estaba, se había esfumado y ahora el cuerpo le suplicaba por un poco de descanso.

Sin embargo la voz de Tezuka le llamó la atención sobre algo. Mei. No parecía estar muy bien, es más, estaba casi segura de que estaba llorando y teniendo en cuenta que antes había estado enfrascada en algún tipo de conversación vía mensaje lo más probable era que el causante fuera Momoshiro.

- Nadie - comentó torciendo el gesto, repentinamente preocupada por su amiga -. Creo que las cosas no le van bien con Momoshiro-kun. ¿Te importa si voy a hablar con ella?

Cargando editor
21/04/2015, 10:37
Kunimitsu Tezuka

Sí...

Aunque fuera el primer pensamiento que le vino a la cabeza, enseguida recordó que estaban hablando de su hermana y que una de las desventajas de que su novia fuera de la edad de sus hermanas era aquello, la amistad que tenían y que en alguna ocasión les apartarían.

La besó como despedida y aunque le costó dejar que se apartara de él, lo hizo, asintiendo y deseándole buenas noches, si bien ni ella se iba a ir a dormir en aquel momento ni él se apartaría de aquella azotea.
 

Notas de juego

Cuando bajes, encontrarás a Mei como te he dicho antes mientras Otoya sigue cantando abajo.

Cargando editor
21/04/2015, 10:43
Yukino Kazehaya

Aunque tampoco ella quería separarse de Tezuka lo cierto es que aquello no enturbió su felicidad. Era como si de algún modo después de aquello fueran más cercanos el uno como el otro al haberse sincerado y aunque aún les quedaban muchas cosas por saber el uno del otro ahora se conocían un poco mejor.

Se despidió de Tezuka con un beso y un buenas noches, dejando parte de su alma con él mientras su cuerpo se dirigía escaleras abajo con una sonrisa boba en los labios que poco a poco logró borrar de su rostro al ponerse en situación. Ahora lo que importaba era Mei.

Abrió las puertas de la terraza, procurando no hacer demasiado ruido para no distraer a Otoya y se dirigió al lugar desde el cual le espiaba la rubia, apoyándose también en la baranda aunque no sin antes echar un breve vistazo hacia la azotea.

- ¿Quieres hablar del tema?

Cargando editor
21/04/2015, 10:49
Kunimitsu Mei

Aunque no se esperaba que nadie apareciera por ahí, tampoco se asustó. En la oscuridad era difícil adivinar si había estado llorando o no y si Yukino le hubiera preguntado si estaba bien por supuesto que habría asentido con fortaleza. Pero no había sido así. Yukino era la única que sabía todo aquello. Los secretos inconfesables de su corazón y quien le había dado una importantísima información el día anterior. ¿Cómo iba a esperar que le preguntara si estaba bien? Estaba por descontado que ella sabía que algo ocurría y por eso su pregunta fue más directa.

No miró a su amiga, manteniendo la mirada en las manos de Otoya recorriendo la guitarra, concentrado y ausente de que estaba siendo observado.

- Momo está organizándose su vida en Europa y le da igual lo que yo opine al respecto. Siempre he estado callada en ese tema, planteándome si hacerle caso e irme a estudiar a donde él vaya. "Tienes una nota media increíble. ¡Cualquiera te aceptará! Y podremos estar juntos". - comentó- Pero yo no quiero irme. Antes pensaba que quizás era lo mejor. Una vida junto a Momo, siguiéndole a donde fuera que tuviera éxito. Alejándome de los problemas... olvidándome de... Ittoki...- suspiró.- No quiero irme y él no quiere hacer el sacrificio que iba a hacer yo por él. Me siento tonta... y al mismo tiempo aliviada.- clavó su mirada en Otoya. Claramente pensaba que las cosas eran mejor. Que aunque se sintiera dolida por la actitud de Momoshiro, separarse era lo mejor para los dos y que a ella se le podrían abrir nuevas oportunidades.- Aunque sé que Ittoki es igual... todos luchan por sus sueños. Ittoki se irá también.

Cargando editor
21/04/2015, 11:30
Yukino Kazehaya

Era extraño, nunca había hablado de aquel tipo de cosas con nadie. Sus amigas o compañeras de su antigua preparatoria hablaban de chicos y se quejaban de desamores pero nunca habían mantenido conversaciones como ésta, tal vez porque para aquel entonces Yukino ni siquiera las comprendía.

Pero había cambiado. Y ahora podía entender el dolor de Mei, poniéndose en su lugar y sabiendo lo doloroso que debía ser para la rubia todo lo que sucedía sin que ella pudiera cambiarlo porque al fin y al cabo, ¿qué control tenía sobre sus sentimientos? No podía evitar sentirse como se sentía igual que Yukino no podía culparla por actuar como actuaba, ahora lo entendía.

- Entonces, ¿habéis cortado? - preguntó con suavidad, mirando también a Otoya. Su voz era bonita, estaba claro que se sentía feliz pero de algún modo aquella felicidad contrastaba de forma amarga con la tristeza de Mei.

Se abstuvo de comentar nada acerca de que Otoya se marcharía porque en el fondo estaba de acuerdo, por más poco que le gustara.

Cargando editor
21/04/2015, 14:32
Kunimitsu Mei

Otoya había dejado de tocar momentáneamente, centrándose ahora en afinar las cuerdas de la guitarra. Mei tardo unos segundos en responder. Había tal cúmulo de preguntas, sensaciones e impresiones en su cabeza que no sabía exactamente qué hacer ni qué responder. Por un lado había hecho caso a su corazón al que hacía muchísimo que ignoraba. Por otro lado su cabeza le avasallaba a preguntas y más preguntas que no podía responder.

- No paro de pensar en él...- fue su respuesta tras un asentimiento de cabeza.- Y me pregunto si alguna vez lo he logrado. Yo... desde que me dijiste eso anoche...- suspiró y la miró.- Las cosas han cambiado.- no parecía feliz del todo, aunque no podía negar que su corazón brincaba de alegría con tan solo recordar las palabras de Yukino- Aunque Ittoki también se vaya, prefiero estar sola que seguir engañándome y engañando a los demás.- ¡Qué raro era abrirse tanto a una persona! Pero con Yukino era muy fácil. Sonrió un poco.- Consigues que alguien como Tezuka-nii y yo contemos lo que llevamos años sin contar.- se refería en general. Obviamente no sabía de qué habían hablado allí arriba.- Tienes un don especial, Yukino. Lamento si ahora tu impresión de mí ha empeorado.- lo cierto es que no tenía ni idea de si le caía bien o no, pero allí estaba, ¿no?- ¿Y tú? ¿Qué haces despierta?

Cargando editor
21/04/2015, 14:41
Yukino Kazehaya

Sentía ganas de abrazar a Mei pero aún conservaba el calor de Tezuka y una parte egoísta de sí misma no quería cambiar aquella sensación por reconfortar a la rubia. Aún así, apoyó una mano en su espalda como señal de ánimo y ahí la dejó mientras escuchaba a su amiga exponerse ante ella.

¡Qué raro era! Le daba la sensación que desde que le dijera a Mei que Tezuka y ella estaban saliendo, aquel día en su cocina, se habían vuelto mucho más próximas. En realidad tenía que reconocer que la idea de que Otoya y ella salieran le gustaba. Él era como un hermano para ella y Mei cada vez le gustaba más, sería feliz si ambos encontraran la felicidad el uno en el otro.

Negó suavemente con la cabeza y sonrió también.

- Que va, de ninguna forma podría empeorar si obedeces a tu corazón y vas con la verdad por delante. Sabes que quiero mucho a Otoya-kun, es como un hermano para mí...uno que no tiene diez años y al que no tengo que hacer de madre - reconoció torciendo el gesto aunque sin dejar de sonreír. Quería mucho a Kotaro pero muchas veces tenía la extraña sensación de que no era tanto un sentimiento fraternal como una maternal -. Si acabáis juntos y sois felices yo me alegraré por vosotros - por fin bajó la mano y volvió a apoyar los antebrazos en la barandilla, dirigiendo la vista a Otoya, que en aquel momento afinaba las cuerdas de la guitarra -. Me estaba entrando un poco de claustrofobia en la habitación - reconoció con tranquilidad - y quería hablar con Tezuka.

No dijo nada más aunque por primera vez en su vida quisiera entrar en detalles pero, por desgracia, Mei era la hermana de su novio y eso quería decir que había ciertas intimidades que era mejor que desconociera.

Cargando editor
21/04/2015, 21:52
Kunimitsu Mei

Comprendía lo de la claustrofobia. La habitación, aunque amplia, estaba llena de personas. Lo que le preocupó visiblemente fue el hecho de que quisiera hablar con su hermano. Yukino le había hecho mucho bien a su hermano y la verdad es que estaba segura de que algunas actitudes de Tezuka no habrían podido tener lugar de no ser por la aparición de esa chica:

- ¿Todo bien? ¿Tengo que pegarle un tirón de orejas o algo por el estilo?

Mei era el punto intermedio entre Tezuka y Hayane. Ni extremadamente callada y borde - aunque sí que se parecía a su hermano en su sequedad de tratar a las personas- ni super habladora y alegre. Ella podía mediar perfectamente entre los dos.

Cargando editor
21/04/2015, 23:24
Yukino Kazehaya

A pesar de que sabía que Mei no estaba en su mejor momento no pudo evitar dirigirle una amplia y divertida sonrisa cuando le preguntó si todo estaba bien, obviamente preocupada porque alguna cosa se cociera entre su hermano y ella, tal vez incluso sospechando de los comentarios de Hayane.

- Todo bien, aunque si necesito de tus servicios te avisaré - soltó una risita pero, ¿qué decir? Después de haber hablado y haberse quitado un peso de encima decir que todo iba bien le sonaba a quedarse corto pero no quería explayarse en su sentimiento de felicidad adolescente -. ¿Quieres que vayamos a dormir o prefieres hablar con él? - le preguntó, cambiando de covnersación, a la vez que inclinaba ligeramente la cabeza en dirección a Otoya.