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Seigaku School

Vacaciones de verano (II)

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27/04/2015, 23:55
Fukiyose Yui

Yui rió aún más divertida si cabía. La verdad es que la reunión con Yukino le estaba viniendo de perlas. Llevaba semanas bastante seria y desanimada.

- Dices que no pero no te niegas sobre ser su novia... uyuyuy.- por cada "uy" le daba un pinchacito en el costado con el dedo índice- me-nu-da-pi-lli-na...- pinchacito con el dedo por cada sílaba.

Tezuka miraba extrañado la situación al tiempo que remataba casi sin mirar la última de las bolas del entrenamiento de aquel día. 

- No sé. ¿Qué quieres regalarle? Puedo ayudarte. ¡Oh! ¡Ya sé!- chasqueó los dedos mientras su cara se iluminaba- ¿Por qué no le regalas calzoncillos sexys?

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28/04/2015, 00:00
Yukino Kazehaya

A veces uno creía que no podía más, que había llegado a su límite y luego se sorprendía superándose. Era cuestión de entrenar duro, practicar todos los días y tarde o temprano con esfuerzo se lograba sobrepasar lo que antes parecía imposible. Yukino acababa de superar lo que hasta ahora era su límite de ruborizarse.

No fue por haberse delatado en cuando a lo de salir con Tezuka, no,por eso simplemente se había limitado a mirarla con expresión tímida. Lo que la había hecho alcanzar cotas máximas de rojez había sido lo de los calzoncillos sexys porque le habían llevado a imaginarse a Tezuka con calzoncillos. De repente estaba muy pero que muy acalorada.

- ¡Fukiyose-sempai qué idea tan horrible! ¡Ni hablar! ¡Creo que voy a pasar de tu ayuda! Lo próximo que me dirás será que me ponga un lacito en la cabeza y llame a su puerta desnuda - se quejó. En realidad estaba casi segura de que la idea había pasado por la depravada cabeza de su capitana.

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28/04/2015, 00:07
Fukiyose Yui

Y lo cierto es que así había sido. Por unos instantes se había imaginado a Yukino haciendo precisamente eso, rodeada de estrellitas, corazoncitos y gritos de "¡Sempai!". No pudo más que sonreír y reír de forma suave como si fuera una niña buena a la que le acaban de pillar tomándose algo dulce:

En realidad no era con un lacito, sino con unas orejitas de gato. ¡Nyah! ¡Estarías tan linda...!- la abrazó sin previo aviso mientras Tezuka caminaba hacia ellas con la toalla en los hombros

Tezuka:- ¿Qué está pasando aquí?

Sin dejar de abrazar a Yukino, mejilla con mejilla ardiente, Fukiyose respondió a Tezuka:

Fui:- Nada que te interese. Vete a duchar, y llévala a que se eche agua fría que la  necesita.

Tezuka alzó ambas cejas, curioso pero sin decir nada.

 

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28/04/2015, 00:14
Yukino Kazehaya

Había empezado a sacudir las manos ante su cara cuando Fukiyose la abrazó por sorpresa, apretándola contra sí mientras seguía riendo.

- ¡No imagines esas cosas, no...!

En medio de aquella conversación las pilló Tezuka, momento en que de las orejas de Yukino surgió un chorro de vapor, imaginando a saber qué. Miró al chico con los ojos muy abiertos antes de dejar caer la cabeza sobre la palma de la mano, totalmente avergonzada. Se iba a convertir en una pervertida a ese paso.

- Fukiyose-sempai, eres una mala influencia...

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28/04/2015, 00:22
Kunimitsu Tezuka

Fukiyose no paraba de reír, sujetándose el estómago y casi cayéndose del banco. Tezuka estaba totalmente confundido pero viendo la rojez y el humo de Yukino podía hacerse una leve idea de lo que estaban tratando.

Tezuka:- Voy a la ducha. Te llamo luego.

Fukiyose siguió riendo sin parar, ahora haciendo con sus dedos índice y corazón de cada mano como si tuviera orejas de gatos en la cabeza.

Fukiyose:- Ya puedes correr, ¡nyah! 

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28/04/2015, 00:29
Yukino Kazehaya

No fue capaz de articular palabra delante de Tezuka así que terminó por asentir dos veces antes de que el chico se fuera a la ducha y una nueva tanda de imágenes pervertidas inundaran su mente. ¡¿Por qué?! Si Yukino nunca había sido de esas, Fukiyose la estaba alterando. O no. Era la bebida aquella diabólica, seguro.

Por suerte el entreno no tardó en terminar y Yukino se fue a su casa a la carrera, empezando a trazar una idea del regalo que le haría. No sería genial, casi no tenía tiempo, pero haría lo que podría. Por suerte, aún tenía tiempo.

Una vez allí estuvo revolviendo entre sus cosas hasta dar con una caja azul sin adornos, que vació - de forma ordenada, Yukino era amante del orden - en sus cajones para empezar a llenarla de determinadas cosas: una foto suya con Kiri-chan, un gorro de chef que le habían regalado como broma para un amigo invisible de hacía dos años, el guión de Romeo y Julieta que habían representado y finalmente un pequeño tarro lleno de tierra de playa con conchas, en recuerdo de las últimas vacaciones. Todos emulando recuerdos de los momentos más especiales que había vivido con Tezuka. Finalmente se pasó una hora tejiendo con punto de cruz una T y una Y entrelazadas con las que hizo un llavero.

Ojalá pudiera currárselo más pero como le faltaba tiempo cerró la caja y la dejó sobre su escritorio antes de salir de su casa a la vez que llamaba a Otoya al móvil a pesar de que ya se estaba dirigiendo a su casa.

- Otoya-kun, estoy yendo a tu casa, necesito tu ayuda.

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28/04/2015, 11:24
Otoya Ittoki

Cuando cogió el teléfono estaba medio adormilado, tirado en la cama sin hacer nada más que pensar en letras de canciones al tiempo que la imagen de Mei aparecía con intensidad en su cabeza. Aquello ya no estaba bien. Debía olvidarse por completo de un amor platónico tan imposible.

Ante las palabras de Yukino, abrió los ojos de par en par. Si su mejor amiga le necesitaba debía darse prisa. Se puso unos pantalones cortos y una camiseta y esperó impaciente la llegada de Yukino. Abrió en menos de dos segundos tras la llamada del timbre, lo que demostraba que había estado esperando sin hacer nada más:

Tú dirás. ¿Qué ocurre?

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28/04/2015, 12:54
Yukino Kazehaya

Estaba bastante nerviosa a causa de la vergüenza y de no estar demasiado convencida de su idea pero aún así estaba allí porque deseaba hacer lo mejor que pudiera por Tezuka, quería que fuera un regalo especial a pesar de la falta de tiempo y por eso llevaba ya un par de horas trabajando en ello, ahora sólo le faltaba el toque final.

- Pues...mañana es el cumpleaños de Tezuka y me acabo de enterar casi - dijo del tirón, a toda pastilla, mientras andaba hacia la ya conocida habitación de Otoya -. Quería...quiero algo especial pero es que ¡realmente no tengo tiempo! - estaba un tanto agobiada y seguía teniendo una sensación de lo más extraña en el estómago, pero aún así se esforzó por sonreír. Aquello era por Tezuka -. Así que había pensado en grabarle una canción, cantando yo, y ya que tú tienes un equipo de audio tan bueno... - se encogió de hombros, muy ruborizada. Realmente le hubiera pedido que la acompañara con la guitarra pero la canción que iba a cantar tenía una base de piano que había buscado sin la letra de modo que la reproduciría mientras la cantaba.

Le miró con ansiedad hasta que Otoya finalmente asintió, logrando que Yukino por fin respirara con tranquilidad y le diera un fuerte abrazo de agradecimiento. Esperó hasta encontrarse frente al ordenador, a punto de darle al play cuando se quedó mirando a Otoya con una ceja enarcada y la timidez grabada en el semblante, esperando a que se fuera. Le daba demasiada vergüenza como para que el chico estuviera presente.

Fue entonces cuando por fin, sola pero no más relajada, puso en marcha el play y se puso a cantar, sin apartar la vista de la cámara, sintiéndose sumamente extraña.

Era muy íntimo porque le daba la sensación de que aunque Tezuka no estuviera ahí aquello iba directo para él, como si le estuviera abriendo su corazón aunque fuera a través de su voz. Al final terminó la canción y se quedó mirando unos segundos la cámara, ligeramente ruborizada pero sonriente.

- Este es tu regalo de cumpleaños, me hubiera gustado que fuera algo mejor pero no me he enterado hasta hoy...es decir, justo un día antes. Creo que ahora seré yo la que no te diga cuando cumplo años - bromeó un poco antes de apartarse un poco el pelo de la cara, nerviosa -. En realidad no sé qué quiero decirte, sólo que espero que te guste, que éste será otro de los muchos recuerdos que estamos acumulando y que espero que vayan siempre a más - se miró las manos, totalmente incómoda -. Nunca pensé que pudiera ser tan feliz como cuando estoy contigo y quería transmitírtelo de algún modo, no sé si lo he conseguido pero esto es como un agradecimiento y una felicitación. Espero que no te parezca ridículo porque yo me estoy muriendo de vergüenza - se quejó, mirando de nuevo a la cámara, efectivamente ruborizada -. Te quiero, Tezuka. Feliz cumpleaños.

Con aquel gesto le lanzó un beso a la cámara y le dio al stop, permitiéndose por fin respirar. Aún tardó casi un minuto en dirigirse a la puerta de la habitación y abrirle a Otoya, esbozando una media sonrisa azorada.

- Ya está. ¿Me lo puedes pasar al móvil? Y no lo mires, ¡por favor!

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28/04/2015, 13:43
Otoya Ittoki

Mi habitación no está insonorizada, Yukino...

Levantó ambas manos, sonriendo levemente, achicando los ojos y le respondió al tiempo que se levantaba del suelo, desde donde podía haber escuchado la canción de la chica, cosa que nunca admitiría:

- Prometido. No la miraré. En una hora la tendrás. ¿Quieres quedarte o tienes cosas que hacer?

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28/04/2015, 13:58
Yukino Kazehaya

Se sentía feliz, avergonzada y aún ligeramente mareada por la bebida del entrenamiento. Lo cierto era que quería llegar a casa y encerrarse en el baño pero también quería hablar con Otoya. Desde las vacaciones no sabía cómo iban las cosas con Mei, aunque sabía que ella debía estar hecha un lío y él entre el quiero y no puedo.

- Me quedo, hace mucho que no pasamos un tiempo juntos, Ittoki-nii - le dirigió una sonrisa cariñosa. Era la primera vez que le llamaba por su nombre y para más inri acababa de añadir el apelativo con el que se trataba a los hermanos. Pero es que eso era Otoya para ella, un hermano junto al cual había prometido estar para siempre y desde hacía unas semanas que ambos se habían distanciado, quizás perdidos en sus escarceos amorosos. Se sentó en el suelo de la habitación del chico, con la espalda apoyada en la cama, abrazándose las rodillas contra el cuerpo. Era consciente de que Tezuka había prometido llamarla en algún momento pero suponía que, como siempre, sería antes de ir a dormir -. ¿Qué tal está Momoshiro-kun? - preguntó con tono casual, aunque ambos sabían el por qué. A aquellas alturas Otoya debía saber que habían cortado con Mei.

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28/04/2015, 15:26
Otoya Ittoki

La amplia y sincera sonrisa de Otoya se mostró nuevamente ante el apelativo que Yukino le había puesto. Era la primera vez que lo llamaba de aquella manera y lo cierto es que sonaba realmente bien. Así demostraban entre sí el gran afecto que se tenían. Y es que lo cierto es que para Otoya, Yukino se había convertido en alguien imprescindible. Una hermana de su misma edad con la que compartir cualquier tipo de secretos. No sabía si el tiempo les distanciaría físicamente, pero siempre estaría en su interior la cercanía de la chica.

Se puso a manejar el ordenador para poder mandarle cuanto antes la canción, al tiempo que notaba la presencia de Yukino sentada en el suelo. Ni siquiera paró de teclear en el pc cuando ella le hizo aquella pregunta sobre Momoshiro:

Pues supongo que bien, ¿no? No he hablado con él. Desde que regresó de Europa estará centrado en el tenis. Es muy importante para él. Y... bueno, supongo que el resto del tiempo libre lo pasará con Mei-san. ¿Por qué lo preguntas? 

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28/04/2015, 15:33
Yukino Kazehaya

Un parpadeó. Dos parpadeos. Un tercer parpadeo. Después, su mirada fija en Otoya con incredulidad sin que éste la notara pues seguía con la vista fija en el ordenador. ¡Momoshiro se lo había callado! ¿Por qué ni él ni Mei se habían sincerado con su amigo? En el fondo podía comprender los motivos de la rubia pero Momoshiro... No comprendía por qué no había compartido sus penas con Otoya.

Se levantó del sitio en el que había permanecido acurrucada, ignorando los retortijones de estómago, y se acercó al lugar donde estaba Otoya, frente a la pantalla de su ordenador, momento en que sujetó la silla por el respaldo y la giró hasta quedar de frente. Su rostro expresaba cierta gravedad aunque la sorpresa seguía patente en su mirada.

- Porque Mei cortó con Momoshiro-kun al día siguiente de la prueba de valor...

Le dirigió una mirada significativa antes de inclinar ligeramente la cabeza, esperando a que el chico comprendiera lo que quería decir sin traicionar la confianza de su amiga.

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28/04/2015, 23:43
Otoya Ittoki

Se había sorprendido de la forma de actuar de Yukino, aunque eso fue absolutamente nada en comparación con la sorpresa que se llevó al escuchar las palabras de la chica. Abrió los ojos de par en par, totalmente asombrado, mudo, paralizado y sin pestañear. 

Por su mente se repetían una y otra vez las palabras de su amiga. Segundos más tarde, empezó por parpadear, intentando asimilar aquello. Finalmente levantó las manos, algo temblorosas, acompañando el latir acelerado de su corazón:

- A ver... me estás diciendo que Mei-san ha cortado con Momoshiro-kun. Y lo hizo... el día después de la prueba de valor...y... por tu mirada, parece que tengo que pensar algo más. Algo referido a mí y a ella, pero... ya te dije que no pasó nada aquella noche. Respeté a Momoshiro-kun y... la respeté a ella. Quizás, quizás solo fue coincidencia.

Mira que el chico estaba acostumbrado a soñar, a ilusionarse de primeras y a ponerse a bailar a los mínimos segundos de enterarse de algo fabuloso aunque fuera un rumor. Pero el asunto de Mei era para tomárselo mucho más en serio porque el dolor de chocarse con la realidad podría ser tremendo.

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28/04/2015, 23:52
Yukino Kazehaya

Se llevó las manos al rostro, frotándoselo con fuerza como si aquello sirviera para algo. No quería volver a inmiscuirse, daría cualquier cosa por mantenerse al margen pero es que la ponían nerviosa. Ahora que tenían vía libre los dos actuaban como tontos tímidos y recelosos poco dispuestos a sufrir.

Cuando se apartó las manos de la cara miraba a Otoya con expresión ceñuda.

- Ne, Otoya-kun, ¡no seas cobarde! Vas a tener que arriesgarte, ¿sabes? Pero...pero... si lo haces, espero que sea porque la quieres de verdad, para estar con ella y cuidarla, ¡porque Mei se lo merece! - se cruzó de brazos. no quería decirlo lo que sabía pero tampoco quería callárselo todo así que a modo de último empujón dijo -: No fue una coincidencia. Y no voy a decir nada más.

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28/04/2015, 23:57
Otoya Ittoki

Seguía alucinando pero las palabras de aviso de Yukino sobre que debería tratar a Mei como correspondía, despertaron su lado militar:

¡¡Ha-hai!!- solo le faltó hacer el saludo a su comandante. ¡Pues claro que la cuidaría como era debido! En el hipotético caso de que todo fuera como ahora mismo estaba apareciendo en su cabeza, sonaba fantástico. Tragó saliva. Estaba muy nervioso de pronto. ¡¿Qué tenía que hacer ahora?! ¿Esperar un tiempo respetando a ambos? ¿O acaso debía lanzarse ya?- Ne, Yukino-nee...- se rascó la coronilla, pensativo. Era un novato en todo aquello. Las fans no eran lo mismo que Kunimitsu Mei- ¿Qué debo hacer ahora?

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29/04/2015, 00:01
Yukino Kazehaya

¿Por qué le pedía consejo a ella? Se sonrojó bastante antes de apartarse de nuevo de Otoya y sentarse contra la cama del chico, rodeándose las rodillas con los brazos.

- No sé qué experiencia crees que tengo yo, sólo he estado con Tezuka - reconoció a regañadientes con expresión tímida -. Lo que Mei necesita es saber que vas a estar a su lado. Momoshiro-kun no piensa en ella, quiere marcharse y Mei no quiere, pensó que podría hacerlo o que él al menos se plantearía la opción de quedarse aquí pero no es así - dijo en voz muy baja. Se notaba que habían hablado con la chica. En realidad, si lo pensaba, estaba claro que Yukino la quería y se preocupaba por Mei -. Necesita a alguien que le demuestre lo importante que es - se calló un momento. No quería decir todas aquellas cosas pero no veía otro modo de hacerle entender a Otoya lo que pasaba por la mente de Mei -. No puedes pedirle una cita ni puedes actuar de inmediato. Simplemente sé un buen amigo, Ittoki-nii - volvió a decir, correspondiendo al apelativo de él -, demuéstrale con pequeñas acciones lo mucho que te importa. Si te precipitas la asustarás.

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29/04/2015, 00:11
Otoya Ittoki

Todo lo que estaba diciendo Yukino le sorprendía. La parte de Momoshiro le hacía hervir simplemente la sangre. No entendía que el chico pensara más en sí mismo que en Mei. ¡Era Mei! Y por otro lado, todos los consejos de Yukino eran para él algo tan sumamente obvio que no entendía qué clase de persona creía que era... Eso sí, que le dijera que no se precipitara sí que fue un buen consejo:

- Bien. Pero... no sé cómo lo haré. Se supone que yo no sé nada de nada.

Rodó subido en la silla de estudio hasta la cama en la que estaba la chica apoyada y se lanzó hasta abrazarla. Sonriente y super emocionado:

¡¡Qué buen día hace hoy!!- pero cayó en otra cosa. Miró a Yukino, asustado:- ¿Soy mala persona por alegrarme de esto?

 

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29/04/2015, 00:22
Yukino Kazehaya

Miró al chico un tanto enternecida mientras giraba ilusionado en la silla hasta llegar a ella y darle aquel gran abrazo tan típico suyo que lograba sonrojarla de forma apenas perceptible. Se le veía tan sumamente feliz que incluso eliminaba parte de su nerviosismo por haber revelado algo semejante.

- No, claro que no. Estás enamorado - le dijo medio en broma, dándole un golpe flojo con el puño en el hombro.

Se pasaron lo que quedaba de hora hablando de diferentes cosas, entre ellas Yukino terminó por explicarle cómo empezaron a salir con Tezuka, aunque no sin ruborizarse bastante en los momentos clave. Lo cierto era que agradecía podérselo contar a alguien aunque seguía con ciertas dudas que se guardaba para sí. Le encantaría poder hablar con Mei de ciertas cosas que le avergonzaba demasiado compartir con Otoya pero era imposible.

Por fin tuvo el vídeo en el móvil aunque ni siquiera lo comprobó, a sabiendas de que las tentaciones de borrarlo serían demasiadas, y se marchó a su casa, momento en que su barriga dejó claro que aquel batido no era apto para ningún tipo de estómago. Por suerte para la hora en que la llamó Tezuka se encontraba prácticamente bien y se fue a dormir feliz, pensando en que mañana era el día de su novio.

Lo primero que hizo al día siguiente antes de ponerse con las mil tareas del hogar que tenía atrasadas por culpa de los entrenos fue enviarle un mensaje a Tezuka que decía:

"¡Felicidades! ¿Cuándo pensabas decirme que era tu cumpleaños? :("

A pesar de la cara triste que le había escrito estaba demasiado contenta con lo cual, dejando el móvil en su habitación, se entregó de lleno a las tareas de la casa, deseando el momento de darle su regalo al chico.

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29/04/2015, 11:23
Kunimitsu Tezuka

El mensaje de Tezuka no se hizo esperar:

" Gracias. Hoy cuando te pidiera venir a mi casa. ¿Vendrás?"

Era obvio que Yukino iría. Si Tezuka, el día de su cumpleaños, se lo pedía, ¿cómo iba a decirle que no? Así pues, tras limpiar la casa, preparar la comida, comer con su familia, descansar un poco y arreglarse, Yukino fue a casa de los Kunimitsu, cargada con sus regalos en un fabuloso día de verano. 

Quizás lo que no se esperaba es que fue a haber overbooking incluso en la entrada de la casa. Cuando llegó, Tezuka estaba hablando con una chica que sostenía un paquete plano, marrón y rectangular. Iba vestida con un vestido de verano verde, de tirantes y que le llegaba un poco por encima de las rodillas, una sandalias y una diadema sobre la cabeza. Lo cierto es que Mashima Yumi estaba muy guapa.

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29/04/2015, 11:30
Yukino Kazehaya

"¡Por supuesto!"

Con aquella respuesta se había dedicado a los quehaceres del hogar, cada vez un poco más nerviosa mientras consultaba el reloj de forma constante, esperando la hora para dirigirse a casa de Tezuka. Al final se había puesto sus sencillas sandalias de verano y un vestido azul oscuro de tirantes con topos blancos que se ceñía a su cintura para caer con gracia hasta justo por encima de sus rodillas.

Se había sentido guapa al salir, con la caja envuelta bajo el brazo y el móvil guardado en el bolso dispuesta a pasarle el vídeo que le había grabado, pero lo de sentirse atractiva se esfumó al ver a Mashima. La miró con indecisión, preciosa como estaba, rememorando en su mente aquellos besos que no había visto pero sobre todo las palabras que sí escuchó en que le decía que no podían llevarse bien.

Se quedó ahí, quieta durante unos instantes, sin atreverse del todo a acercarse a Tezuka, avergonzada de repente. No había esperado una fiesta de cumpleaños en la que imaginaba que estaría rodeada de gente mayor que ella y desde luego no había pensado en que Mashima fuera a estar presente. Pero ellos eran amigos. Aún así su presencia la hacía sentir incómoda e insegura.

Cuadró los hombros, intentando espantar sus miedos y la tensión que había empezado a acumularse en sus hombros, acercándose hacia la escena que se desarrollaba en la puerta. Era el día de Tezuka, ¿no? De ninguna manera iba a convertir aquello en una preocupación para él, no quería que se diera cuenta de cuánto le incomodaba aquella situación.

- ¡Felicidades, Tezuka! - dijo nada más llegar, con una amplia sonrisa en el rostro aunque sin tenderle su caja. Por nada del mundo quería que la abriera en un lugar público. Tampoco se acercó a darle un beso, aunque en parte era normal pues no acostumbraban a hacer aquel tipo de cosas con público y menos si éste se componía de Mashima -. Buenas tardes, Mashima-sempai - acabó por decir con una inclinación de cabeza, disminuyendo sólo un poco su sonrisa.

No preocupes a Tezuka, es su fiesta.