Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche
Cuando tu mente vuelve al mundo sientes que alguien te está masajeando los pies con suma delicadeza y maestría. Si no fuera porque estás aún más dormida que despierta ahora mismo tendrías hasta orgasmos.
¿Cuándo ha aprendido Hisagi a hacer eso?
Una vez abras los ojos, descubrirás que Yoruichi es la "culpable" de ese placer. Sonríe divertida, a sabiendas de lo que te está provocando.
¿Qué querrá pedirte?
-Baka...así no se despierta a la gente o voy a estar todo el día acelerada...
Me incorporo.
-¬¬ algo quieres.
Te continúa masajeando.
- ¿Yo? ¿Querer algo? ¿Acaso no puede una hermana hacer un masaje de este nivel a su querida hermana pequeña? Estás muy tensa... por eso quería relajarte.
Te sonríe mientras continúa.
- Y bueno... ¿Podrías ir a un sitio por mí? No quisiera irme de nuevo...
-¿Ves?
Suspiro.
-Está bien ¿Qué necesitas?
Para de hacerte el masaje y salta sobre ti.
- Ve a casa de Kuukaku. Estuve allí una temporada y me dejé ropa y pesos de entrenamiento. Se ha mudado, así que está algo más lejos de lo que estaba la última vez. ¡Gracias!- dice con voz cantarina antes de salir por la ventana.
-Oe...más lejos ¿Pero dónde?
Suspiro de nuevo.
-Agh...tener hermanas mayores para esto...En fin.
Me levanto, ducho y visto antes de ir a desayunar. Para después ira hacer ese recado tras ejar a Hisagi a cargo.
El camino de ida: largo, aburrido y bajo un sol matador.
Kuukaku se ha mudado casi al extremo oeste de la Sociedad de Almas. Aunque su casa sigue teniendo la misma estructura que cuando la visitaste por primera vez.
Los guardias calvos y gemelos te saludan y se hacen a un lado, dejándote entrar.
Encuentras a Kuukaku fumando de su pipa y sentada en el suelo de la habitación de té.
- ¡Oh! ¡Reena-san! ¡Pasa! ¿Cómo estás? Siéntate. ¿Quieres?- te ofrece la pipa.
-No fumo, gracias.- rechazo la pipa con un gesto.
Me siento con una sonrisa.
-¿Por qué te has mudado tan lejos? ¿Y qué tal estás?
Pero tan pronto como te callas te mete la pipa en la boca con brusquedad.
- No me gusta que me rechacen ofrecimientos.
Se cruza de brazos.
- Me gusta moverme por la Sociedad. Estar en el mismo sitio es aburrido. Y este lugar es cálido. Imagino que te gustará.- te sonríe.- Yo muy bien. Y veo que tú también. Has crecido. Pareces más madura y el pelo corto te sienta bien. ¿A qué debo tu visita? No me digas que me traes algún regalo...
La pipa arde, quemando todo, incluido el humo.
-He dicho que no fumo.
Me sacudo la ceniza.
-Gracias por lo del pelo...y he venido por que mi hermana es una vaga...dice que tiene ropa o algo así aquí. así de paso veía com le iban las cosas a la delincuente- medio bromeo- número uno del rukongai.
Gayofla* que te comes en toda la cara.
- Oi, era mi mejor pipa ¬¬.
Da dos palmas y enseguida le traen una nueva pipa, idéntica a la que le acabas de hacer desaparecer. Da una buena calada y luego con el brazo artificial señala hacia el rincón de atrás a la derecha, donde puedes encontrar un graaaaaan saco a tope de cosas que no parece que sea muy cómodo de llevar.
- Esas son. No sé de donde saca tantas cosas esta mujer, pero seguro que seguiré encontrando lencería y látigos allá por donde vaya...
* Me hacía gracia poner eso Xd
Suspiro al ver el saco.
-Tenía que habérmelo imaginado...En fin...¿en que andas metida?
- Fuego, chispas, formas, explosiones... lo de siempre. Aunque ahora estoy a punto de patentar un nuevo producto. Pero es secreto de momendo..- da otra calada a la pipa.- ¿Y tú cómo te dejas engatusar por tu hermana? Que lo consiga con la capitana de la segunda vale, ¿pero contigo? Pensé que serías menos maleable.- te sonríe. Intenta picarte.
-Tampoco tenía nada mejor que hacer en realidad...además Soi Fong está algo molesta por que se vaya con Urahara al mundo humano y eso...así que mejor que se reconcilien.
-En fin, he tardado más en llegar de lo que pensaba...y la vuelta con eso a la espalda será más larga...mejor me voy yendo.
- Tsk... niñas caprichosas...- lo dice por Soi Fong.- Si supiese las juergas que nos hemos montado Yoruichi y yo sería capaz de llegar a odiarla de verdad. En fin. Ten cuidado de camino a vuelta, taicho.
El saco pesa como si hubiera 20 Omaedas dentro. Es horrible. ¿Cuántas y qué cosas habrá ahí dentro?
Cansa bastante, pero Reena Shihöin no puede ser vencida por un saco con utensilios extraños en el interior.
Ya a mitad de camino, ves una figura al fondo, esperándote a varios kilómetros de distancia.
Solo cuando estás a pocos metros puedes diferenciar sus facciones.
- Reena Shihöin. ¿Me equivoco?
-Yo no me dejaré pegar, te aviso. ¿Quién eres?
Me recoloco el peso del gran saco.
- Mi nombre es Kiros Shihöin.- apoya el peso del cuerpo en la pierna derecha, una manía que es propia de Yoruichi.- ¿Qué es eso de que no te dejarás pegar? Como si tuvieses alguna opción... - ríe mínimamente y con chulería. Y aún así le cuesta sonreír.- De todas maneras. Si te defiendes será mejor para mí. Es justamente lo que estaba buscando: la hermana ardiente y orgullosa.
-Adelante, golpeame. Si puedes.
Continúo andando, preparada para lo que sea, pero actuando con indiferencia.
- Como quieras.
Desenfunda su zampakûto y justo cuando pasas y le das la espalda sabes que te dedicará un corte.
Motivo: ini
Tirada: 1d20
Resultado: 19(+40)=59
Motivo: ataque
Tirada: 1d20
Resultado: 7(+125)=132
Ni me detengo, ni digo nada, ni hago ningún gesto...sencillamente su ataque choca con una pared de kidoh.
-¿Se te da bien correr?
Sigo andando.
Motivo: enkosen
Tirada: 1d100
Dificultad: 40+
Resultado: 87 (Exito)
Vida: 278/278
Reiatsu: 488/503