Partida Rol por web

Sellos reales

La información es poder

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26/02/2020, 12:30
Icarus Arenal
Sólo para el director

Todo comenzó con un café.

Te encontrabas en la taberna "El príncipe hechizado", disfrutando de la tranquilidad de la tarde tomando una infusión de hierbas mientras disfrutabas de las páginas de un apasionante libro al lado de la chimenea. Tu vaje te había llevado de paso hasta Eron, capital de Dalaborn, y no tenías pensado estar allí más de dos días, cuando un señor de edad avanzada se acercó a ti.

-¿Puedo?. El señor señalaba el sillón que se encontraba del otro lado de una pequeña mesita donde reposaba tu bebida.

El local no era tuyo, y seguro que aquel señor podría beneficiarse del calor de la lumbre como hacías tú. Asentiste con la cabeza y una pequeña sonrisa de respeto.

El anciano tras sentarse, empezó a sacar aperos de una bolsa de cuero y comenzó a montar una pequeña cafetera. La rellenó de agua y a continuación sacó una pequeña bolsita. Aunque el libro era interesante, te encontrabas entretenido mirando como este señor montaba todos sus archiperres. Sabías lo que es el café, pero en tu vida habías visto hacerlo, menos aún probarlo, pues era un producto solo digno de los señores más ricos de esta parte del mundo.

- Oooohh... ¡Qué aroma!- El señor abría la bolsita con gran sutileza y aspiraba el olor que ella emanaba. -Estos malditos Khusistanies si que saben como vivir... ¿Quieres olerlo?- El señor extendió la bolsa para que pudieses olerlo. Jamás habías nada parecido. Era un olor fuerte y con cuerpo, y a la vez era un olor agradable al olfato.

El señor vertió un poco en la cafetera y la puso cerca del fuego. Sacó dos tazas y las puso sobre la mesa.

-Odio beber solo una bebida como esta. He vivido mucho tiempo sin disfrutar de la compañía de personas con la cultura suficiente como para disfrutar de un libro como tenías cara de estar haciéndolo tú. ¿Me acompañarás esta tarde...Raj?

Tu rostro se tensó. Acababa de decir tu nombre. Un señor que no conocías de nada, que estaba preparando café en una taberna, un producto que esa mera bolsita valdría el peso en oro de una persona. Algo...no va bien...

-Tranquilo, soy un hombre de paz, solo he venido a hablar contigo. Mi nombre es Icarus Arenal y trabajo para Tol Rauko. Mi organización sabe quien eres, llevamos siguiéndote la pista desde hace varios años. Conocemos tus..."habilidades y tus dones"...y estamos más que interesados que trabajes para nosotros.

-Sabemos que una persona como tú, esta infravalorada en este mundo en el que persoguen a gente como tú por el mero hecho de haber ncido diferente al resto, y en vez de castigarte por ello, queremos darte una nueva vida. Protección, liquidez económica y una familia a la que poder acudir cuando las cosas se tuercen.

Pero...claro...primero necesitamos saber si estás a la altura de la oferta que te hacemos, y para ello...tenemos una tarea que encomendarte. Si todo sale bien, estaremos más que contentos de aceptarte como parte de nuestra organización.

La cafetera empeiza a silvar y el señor se levanta de la silla para coger la cafetera y derramar el oscuo brebaje sobre ambos vasos. Tras ello, te mira y sonríe. Vuelve a mirar hacia su bolsa y saca un sobre con un lacre rojo y un sello en él.

                                                                    

-Si estás interesado en nuestra oferta, en esta carta está todo lo que necesitas saber. Seguiremos tus pasos y respetaremos la decisión que decidas tomar. En el momento en que rompas ese sello estarás vinculado a nosotros y habrás aceptado formar parte de esto. Si no lo estás, te pediría por favor que la arrojases al fuego, disfrutes de esta exquisita bebida y nos despidamos para no volver a vernos nunca.

-Tú decides.

Notas de juego

Si quieres saber algo sobre la organización de Tol Rauko, consulta las páginas 262-263 del PDF "Core EXXET"